Dúplica al sr. Caballero 'acaparador de García Lorca

Cartas al director - Gabriel Pozo Felguera - Miércoles, 5 de Abril de 2017

Sr. Caballero:

No se ponga nervioso. Ni ponga en marcha el ventilador para esparcir sus odios, fracasos y frustraciones. Me alegro de la importancia que me concede al dedicar 12 folios a mi humilde personilla. Yo voy a ser más breve.

Perdone que no le haya consultado para escribir cosas lorquianas desde hace 25 años; es porque no sabía de su existencia… hasta que no apareció Ud. hace unos poquitos años descalificando a todos los que nos hemos interesado una miaja por Lorca. Da la sensación de tener el tema Lorca reservado sólo para su uso y disfrute. Diríase que es Ud. el viudo de Lorca.

¿No es Ud. el que dijo hace pocos años: “Los que han escrito de Lorca no lo han hecho con rigor científico”? Ah, es que Ud. es el único listo de la clase.

Respeto sus críticas científicas y tesis; son buenas para la dialéctica, así avanza la Humanidad. Aunque no las comparto en su inmensa mayoría.

Lo que no acepto de su libelo son sus ataques y descalificaciones personales. Cuide sus muchos  nervios y su talante; me temo que en la próxima me citará en el Pasaje Siloé, provisto de florete o pistolón.

El tema no merece muchas líneas, pero los lectores deben saber que Ud. se ha subido al carro de las tesis “falangistas” hace cuatro días, cuando dejó de ser gibsoniano tras el fracaso de Fuente Grande. Hasta ahora, nadie más que Ud. (y por tres veces) ha fracasado buscando a Lorca. ¿Con qué nos va a sorprender ahora para seguir llamando la atención: con el Valle de los Caídos, con los oscuros informes escondidos por los franquistas en lúgubres comisarías, con que a Federico lo tiene la familia en el frigorífico o bajándose eternamente de un barco en África (sic)?

Acepto sus matizaciones/aportaciones que haya que aceptar, en algunos aspectos puede que lleve razón. Pero voy a aclararle sólo unos puntitos, por ese tufillo a cabreado que destila su farragoso escrito:

1.       Ud. miente directamente insinuar tan claramente que yo llamé a Cultura para denunciarle por excavación ilegal, y quizás le hayan abierto expediente. Se lo digo alto y claro: Ud. es un mentiroso. Ud. miente y manipula al involucrar a partidos o ideologías en este tema. Yo tengo la ideología que da la gana (así me lo garantiza el Art. 14 de la Constitución, que Ud.   parece desconocer). Pues sí, soy concejal INDEPENDIENTE en coalición con un partido, a mucha honra, al igual que en mi juventud lo fui de otro (mire el BOP de 28.04.2015 y lo comprobará). Cada uno de nosotros quedamos retratados por nuestros escritos; yo llevo publicando en prensa desde 1981 y se sabe que intento no casarme con nadie en temas profesionales. ¿Ud. también?

2.       Por qué siembra sospechas sobre las coordenadas, si sabe que en la infografía (que adjunto de Granada Hoy) hay fotos, esquemas y mediciones del punto exacto dejado por los falangistas, amén del sistema en que hayan sido tomadas a lo largo de la historia. Si a Ud. los falangistas no le dieron mediciones, a mí sí lo hicieron en el lugar que llevo marcando desde hace muchos años. A Ud. ya le ha desmentido la Historia (por tres veces); a mí, todavía no.

3.       Efectivamente, tengo muchos amigos arqueólogos (también archiveros, bibliotecarios…) con quizás los mismos o más metros de estanterías y legajos recorridos que Ud., tanto en el tema lorquiano como en otras disciplinas, no sólo en la genealogía rural en que se ha especializado. Un arqueólogo, de gran prestigio en Andalucía, escribió un artículo sobre la patraña que, para mí, se ha montado. O la arqueología ficción que Ud. nos quiere vender sobre el supuesto desenterramiento de Lorca. Así lo publicó IDEAL el 23 de febrero de 2017; léalo, no tiene desperdicio (yo se lo adjunto). Y que conste que este artículo acabo de conocerlo tras leer su exabrupto.

4.       Creo que he leído casi todo lo que ha escrito. Usted, como todos en este mundo, también ha tomado datos de otros libros, descaradamente: le pongo el ejemplo de Rafael Martínez Fajardo, cuya participación en el asesinato fue corregida ampliamente por acto de conciliación entre los herederos de ambas partes  (en Juzgado 2 de Distrito, 14.02.1983); pero Ud. repite la falsedad a pies juntillas, copiada de la primera edición del libro de Molina Fajardo.

5.       Es Ud. quien debe pedir perdón, y mucho, por embaucar a unos familiares esperanzados y llenar de zozobra a otros que quieren dejar las cosas como están.

Hasta hace poco, había comprendido relativamente sus fracasos arqueológicos. ¿No hubiera sido mejor decir que a la tercera tampoco hubo suerte, que parecen estar en otro lugar cercano? Lo hubiésemos entendido. Pero su última milonga-informe-ficción, estilo Indiana Jones, ya no me la trago.

Me temo que su prestigio como buscador de cadáveres haya quedado tocado tras tres pinchazos fallidos. Me da la sensación de que ha embaucado a otros estudiosos en un asunto que Ud. tiene poco claro.

Los que sólo teorizamos, no somos tan temerarios como para ir haciendo agujeros por ahí pagados con dinero público o de incautos. Eso no es cobardía para 800 años, sino realismo.

Cuando un autor publica su trabajo, debe arriesgarse a que se lo cuestionen; yo, como colaborador de www.elindependientedegranada.es, es lo que he hecho con mi artículo:  advertir a los lectores de que no todo es verdad en sus prédicas ni dogmas de fe referidos sólo a este informe. Si le pica, pues rásquese como hacemos los demás.

Me reprimo más calificativos sobre su actitud “científica”, nada edificante. Ya le retrató con certera puntería el portavoz de la familia García-Lorca: es sencillamente DELEZNABLE.

Este humilde lector  “de algo” sobre García Lorca, queda a su disposición.

Le saluda, atentamente, sin ira ni nervios, Gabriel Pozo Felguera, a 3 de ABRIL de 2017.