Nueva rotonda en la carretera de la Zubia. Un despropósito

Cartas al director - Javie Egea Titos - Miércoles, 27 de Octubre de 2021
Javier Egea Titos firma esta carta al director sobre la nueva rotonda de La Zubia que, en su opinión, es un despropósito, y plantea algunas soluciones sencillas para dar prioridad al transporte público.

Alternativa que propone Javier Egea Titos.

Se acaba de anunciar el inicio de la obras de una nueva rotonda entre las carreteras de la Zubia y de Huétor -Cájar junto a la Ronda Sur.

La justificación es mejorar el transporte público que traslada 700.000 personas al año.

Esas cifras nos hacen dudar de que se trate de una obra para mejorar el transporte público. Si además añadimos remodelaciones en la Ronda Sur, por donde no transitan los autobuses, queda claro que se trata de favorecer el transporte privado 

Si echamos cuentas, podemos ver que se trata del desplazamiento de 2.000 personas al día en transporte público y más de 40.000 en vehículos privados (contando con una ocupación de poco menos de dos personas por vehículo).

En vehículos privados se desplazan por esta zona más de 12 millones de personas al año

Esas cifras nos hacen dudar de que se trate de una obra para mejorar el transporte público. Si además añadimos remodelaciones en la Ronda Sur, por donde no transitan los autobuses, queda claro que se trata de favorecer el transporte privado en contra de todas las directrices europeas sobre contaminación y movilidad y más en una ciudad como Granada, que no necesita aumentar más los coches en su casco urbano.

Si de verdad se quiere mejorar la movilidad del autobús no es necesaria ninguna obra, simplemente implementar algunas medidas sencillas que conseguirían ese efecto de una forma más barata y sostenible.

Lo primero, que el carril que se supone es plataforma exclusiva para el autobús (esa que nos vendieron para justificar el desdoblamiento de la carretera a la Zubia) lo sea realmente.

Lo segundo, tras alcanzar la rotonda existente, ganando mucho tiempo al tener el carril en exclusiva, que el transporte público tenga preferencia de entrada a la rotonda y para ello hay muchas formas de hacerlo. La más segura sería la instalación de un semáforo a demanda del autobús, como ocurre con las intersecciones del metro.

Solo serían unos segundos - menos de diez- cada siete u ocho minutos que es la frecuencia con la que pasan los autobuses.

No debería ser peligroso, ya que estaría anunciado con semáforo ámbar y la velocidad permitida a día de hoy en la rotonda, 30 km/h, facilitaría la parada de los vehículos sin problemas.

El proyecto de la Consejería de Fomento no se sostiene. Aparte de una chapuza en la tramitación (no hay evaluación ambiental, ni expediente administrativo, ni participación ciudadana) nos encontramos con un descontrol supino

Y a partir de la rotonda ya se estaría en la Calle de la Sultana y avenida Carlos V.

Con solo esas medidas, baratas y lógicas, si de verdad lo que se pretende es favorecer la velocidad del transporte público, está solucionado el problema sin necesidad de gastar más de un millón de euros, que si le sobra a la Junta de Andalucía lo puede invertir en mejorar el transporte público en la provincia.

Al mejorar la velocidad en los trayectos los autobuses podrían pasar de un escaso 25% de ocupación, a un 60 o 70%, sin necesidad de nuevas inversiones y detrayendo miles de vehículos diarios de las carreteras y liberando espacio público en la ciudad.

El proyecto de la Consejería de Fomento no se sostiene. Aparte de una chapuza en la tramitación (no hay evaluación ambiental, ni expediente administrativo, ni participación ciudadana) nos encontramos con un descontrol supino, ya que después de adjudicar la obra responden a una pregunta sobre el proyecto diciendo que ”el Proyecto está en fase de redacción siendo en el primer trimestre de 2022 la fecha prevista para su terminación

¿Podemos fiarnos de esta Consejería?