Contaminación atmosférica en Granada

El aire ha sido dañino para la salud en 29 de los 50 días que llevamos de verano

Ciudadanía - J. M. M. - Sábado, 10 de Agosto de 2019
Los niveles de ozono, principalmente, y también de partículas en suspensión, han superado los niveles máximos para la protección de la salud en la mayoría de jornadas.

Nube de contaminación sobre el área metropolitana, este verano. indegranada

El verano está siendo más caluroso de lo habitual y el aire que se respira en Granada y su área metropolitana, dañino para la salud. De los 50 días que llevamos de verano, en 29 de ellos los niveles de contaminantes han superado los límites fijados para la protección de la salud. 

Así lo dicen los informes diarios que emite la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire de Andalucía, dependiente de la Junta. Cuando alguno de los contaminantes principales (dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, partículas en suspensión y ozono troposférico) rebasa el máximo fijado en la legislación, la calidad del aire se califica como mala (o muy mala si los niveles son aún superiores). 

Los contaminantes que suelen provocar la calificación de aire malo son las partículas en suspensión y, sobre todo en verano, el ozono troposférico (O3). Desde que empezó el verano (21 de junio), ha habido cuatro días en junio de aire malo, 19 días de julio y 6 días de agosto. Es decir, 29 de los 50 días de periodo estival, hasta ahora. Aunque el año pasado fue todavía peor, con 34 días de aire malo a esas alturas de verano.

La mayoría de las superaciones han sido por ozono troposférico, aunque en ocasiones también se ha rebasado el máximo diario de partículas en suspensión (PM10). 

Problemas respiratorios

Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ozono a nivel del suelo ―que no debe confundirse con la capa de ozono en la atmósfera superior― es uno de los principales componentes de la niebla tóxica. Éste se forma por la reacción con la luz solar (fotoquímica) de contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx) procedentes de las emisiones de vehículos o la industria y los compuestos orgánicos volátiles (COV) emitidos por los vehículos, los disolventes y la industria. Los niveles de ozono más elevados se registran durante los períodos de tiempo soleado.

Efectos sobre la salud

El exceso de ozono en el aire puede producir efectos adversos de consideración en la salud humana. Puede causar problemas respiratorios, provocar asma, reducir la función pulmonar y originar enfermedades pulmonares, según la OMS.

El ozono alcanza sus mayores niveles en el extrarradio de las ciudades, más que en el interior de los núcleos urbanos. Por eso la mayoría de las superaciones del límite diario permitido se han registrado en la estación de medición de Armilla (Ciudad Deportiva). Hay otras dos estaciones de medición de calidad del aire en la capital, junto al Palacio de Congresos y la de Granada Norte (en la avenida Luis Miranda Dávalos), aunque esta última no recoge datos de ozono troposférico. 

En Granada no se han superado los umbrales diarios de peligro, establecidos en 180 microgramos/m3 de ozono medidos en una hora, ya que en la estación de Armilla no se suelen rebasar los 150 microgramos/m3 de pico máximo, aunque sí se superan los 120 microgramos/m3 de media diaria, medidos durante ocho horas, que son los que otorgan calidad mala al aire en los informes diarios.

Y es que el calor aumenta los niveles de ozono, un gas que, no hay que olvidarlo, surge por la reacción con otros contaminantes como el NO2, que emite principalmente el tráfico. En los primeros diez días de agosto la media de las temperaturas máximas ha sido de 37,8º. De seguir así el resto del mes se convertiría en el agosto más cálido registrado nunca en Granada. 

El NO2, peor que el año pasado

A los altos niveles de ozono del verano hay que sumar los efectos de otros contaminantes muy habituales en Granada como el dióxido de nitrógeno (NO2), cuya concentración media anual supera cada año el máximo permitido y sitúa a Granada como la tercera ciudad de España con peores datos, tras Madrid y Barcelona. En la primera mitad del año Granada ha vuelto a rebasar los 40 microgramos por metro cúbico de límite fijado por la normativa, con 44 microgramos, por encima de los 42 del año pasado.