Su fama de sanador y curandero hizo peregrinar hasta la choza a miles de personas procedentes de toda España
Arde la choza del 'Santo del Molinillo'
Manuel Rubio Sánchez, conocido como el 'Santo del Molinillo', habitó esta choza hasta principios del siglo XXI, poco tiempo antes de su fallecimiento en marzo de 2001. Su fama de sanador y curandero hizo peregrinar hasta la choza a miles de personas procedentes de toda España.
Extraído del libro 'El Santo del Molinillo', Ed.Atrio
Interior de la choza, convertida en una especie de santuario, a base de fotos de santos y fotos suyas.
A primer hora de la tarde de este lunes ha ardido la choza del "Santo del Molinillo", el curandero Manuel Rubio Sánchez que era así llamado por miles de seguidores y devotos.
Las llamas han sido controladas antes de que se propagasen a miles de kilos de leña que la rodean, así como al resto de casuchas que hay a su alrededor. Tampoco se ha extendido el incendio a los espesos bosques del Parque Natural Sierra de Huétor en que está enclavado este "santuario".
La Guardia Civil investiga las causas del incendio, para averiguar si ha sido causado por alguna de las velas que solían instalar allí sus seguidores o ha sido provocado por algún desaprensivo.
Manuel Rubio Sánchez, el "Santo del Molinillo", habitó esta choza hasta principios del siglo XXI, en que fue llevado a Almería y después a Cúllar, poco tiempo antes de su fallecimiento. Murió el 7 de marzo de 2001. Su funeral congregó a más de diez mil personas en Huétor Santillán, población a la que pertenece la aldea del Molinillo. Está enterrado en el cementerio de esta localidad.
Fotografía del 'Santo', a la puerta de la choza, liado sólo con una manta, como solía estar siempre.
La choza del Molinillo fue construida en 1940 por el padre del "Santo", ya que la familia fue expulsada del cortijo en que trabajaba al acabar la guerra civil. Padre, madre e hijo (Manuel) habitaron siempre en esta choza, ya que su situación económica era muy precaria. Vivieron de recoger leña del monte y venderla a los hornos.
La choza, levantada con cañizos y marañas, se componía de dos estancias: una habitacioncilla y saloncillo. En total no más de diez metros cuadrados.
Monumento santo molinillo puerta cementerio con autor y amigos del curandero junio de 2013.
A partir de los años 70, cuando Manuel quedó huérfano, comenzó a atender a enfermos y desahuciados sentado en una piedra a la puerta de la choza. Poco a poco fue creciendo su fama de sanador, curandero, consejero y "santo" hasta el punto de que atendía anualmente a miles de personas procedentes de toda España.
Nunca cobró nada. La gente le daba dinero (que nunca tocó con sus manos) y alimentos. Se formaban enormes colas de personas esperando ser recibidas. A su alrededor se formó un equipo o especie de "servicio" de decenas de personas que ayudaban a organizar todo aquello. Poco a poco fueron levantando unas cuantas casuchas que hacían las veces de cocina, dormitorio, oficina, servicios.
Panorámica de la Venta del Molinillo. Se ve la choza cubierta últimamente con uralita y debajo, la leña.'EL SANTO DEL MOLINILLO', ED.ATRIO
Lo más llamativo para la gente que pasaba por aquella antigua carretera de Andalucía al Levante era la enorme fila de camiones aparcados en la carretera y los miles de kilos de leña en la ladera de la montaña. Se debían a donaciones de agradecidos por alguna curación o favor. Manuel Rubio no pedía nada, a lo sumo sugería que le gustaban los motores y la leña. Todavía hoy, quince años después de su muerte, la leña sigue allí pudriéndose y los vehículos están guardados por sus amigos y seguidores (y pagando el impuesto de circulación al Ayuntamiento de Huétor Santillán).
Cada día son varias decenas de personas las que se acercan al lugar. Unos a dejar todavía alimentos o a llevarse agua de la fuente que hay en su puerta. Los domingos son días de mayor afluencia.
Seguidores suyos, tomando agua de la fuente habilitada en la puerta de la choza. 'el santo del molinillo', ed.atrio
Al día de hoy, la choza del Molinillo continuaba vigilada/atendida por algunos seguidores de Manuel Rubio. El protagonismo lo compartía con su tumba y un monumento dedicados por sus seguidores en el cementerio de Huétor Santillán.
En junio de 2013, el día de su cumpleaños (7 de junio), un grupo de seguidores le dedicó el monumento que hay en el cementerio; el Ayuntamiento de Huétor puso su nombre a una calle. Y editaron un libro con su biografía para financiar el monumento con los beneficios de la venta; de este libro se vendieron varios miles de ejemplares en solo tres meses, especialmente en Granada, Almería, la zona de Levante y Cataluña.
Tumba cubierta siempre de flores blancas (el color que le gustaba) en el cementerio de Huétor Santillán. 'el santo del molinillo', ed.atrio
Nota: Datos y fotos extraídos del libro "El Santo del Molinillo", de Ed. Atrio.
