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De nuevo Granada, en el tablero del tacticismo político

Un alcalde acorralado, tras dos años de crisis permanente

Política - M. Andrade - Domingo, 30 de Mayo de 2021
La ciudad, en la peor etapa de las últimas décadas, vuelve al punto de partida de este gobierno municipal, el momento en el que se cerró un pacto que ahora, cuando Luis Salvador y Ciudadanos están debilitados, más cerca de la irrelevancia política, ya no reconoce el PP. Analizamos las claves de la crisis de gobierno municipal.
Luis Salvador con Luis González, en el ascensor municipal en el día de su puesta en funcionamiento tras años averiado.
Luis Salvador con Luis González, en el ascensor municipal en el día de su puesta en funcionamiento tras años averiado.

No ha podido celebrar Luis Salvador ni una de las fechas claves de lo que lleva de mandato con sosiego político. La sombra de Sebastián Pérez se ha proyectado en cada uno de esos momentos reclamando el sillón de la Alcaldía. En el segundo aniversario de las elecciones municipales, con la duda de si llegará al 15 de junio, el día en el que recibió el bastón y el collar de alcalde que ni él mismo esperaba, esa sombra es aún más alargada, y no es la única. Se intuye otra, la de Fran Hervías.

Fue el negociador de Ciudadanos que cerró con el PP la Alcaldía de Granada para la formación naranja, contra todo pronóstico al contar únicamente con cuatro concejales. 

Sobre esa negociación, en la que "se vendió a Granada", en palabras ya archiconocidas de Sebastián Pérez, hay unanimidad: resultó vergonzosa. Porque el cambalache de las direcciones de PP y Ciudadanos en Madrid (Egea-Hervías) fue tan evidente, que las críticas fueron generalizadas y marcaron el arranque de un bipartito, amparado por la ultraderecha de Vox, que no ha tomado el pulso de la ciudad. 

Hervías, que negoció la Alcaldía para Cs, tiene ahora despacho en Genova y camina de la mano de Teodoro García Egea

Ahora Hervías tiene despacho en Génova y camina de la mano de Teodoro García Egea, el número dos del PP, con Murcia atada y la victoria electoral en la comunidad de Madrid. Y cuando parecía que Juan Manuel Moreno y Juan Marín habían aislado a Andalucía -y Granada- de cualquier repercusión de la ruptura en el ámbito estatal entre PP y Cs -hasta que Colón los vuelva a reunir-, de un mes para otro, el PP le reclama la Alcaldía de la capital granadina. Juan Manuel Moreno asesta un inesperado 'golpe' a Juan Marín, como ha analizado El Independiente de Granada con perspectiva andaluza. 

El tiempo en política, ha dicho en numerosas ocasiones Luis Salvador en estos últimos meses cuando se le preguntaba por su posible afiliación al PP y si habría cambio en la Alcaldía, no discurre como en otros ámbitos. Dos años "son un mundo", confesó. ¿Dónde estará en el futuro?: "Eso pregúnteselo a Rappel", llegó a contestar a un periodista.

A los dos años de llegar a la Alcaldía, Luis Salvador, y lo que es más grave, la ciudad, están en el punto de partida

A los dos años de llegar a la Alcaldía, Luis Salvador y, lo que es más grave, la ciudad, están en el punto de partida. En la madrugada del 15 de junio. De nuevo están los socios de gobierno con negociaciones más propias de la resaca electoral que de un ecuador del mandato más complicado de las últimas décadas, por la pandemia. Porque en el Ayuntamiento de Granada la vida municipal -por cuestiones políticas y judiciales- no ha sido sosegada en estos últimos tiempos. Y Sebastián Pérez sigue sin encajar su derrota y quiere destrozar al que ve como enemigo político. Recuérdense los pasquines con los que llenó Granada en las elecciones de 2015, advirtiendo del pasado socialista del candidato de Cs, que le salvó entonces los muebles al PP y también en 2019 -cuando los populares se quedaron en la mitad de ediles respecto a los alegres años de mayorías absolutas-, aunque sentándose en la Alcaldía.

Llega Salvador más solo y, por tanto, más débil políticamente que nunca. Aunque en lo personal se haya calificado como "espartano"; tiene "encaje", dice. Aunque haya acortado las distancias con Juan Marín. Manuel Olivares sigue como portavoz de Ciudadanos, a pesar de que ha roto con el alcalde definitivamente. Hace pocas semanas, en el inicio de la tormenta que ha arreciado con Sebastián Pérez, se descolgó asegurando que sí hubo acuerdo para alternar en la Alcaldía. Nunca antes se había pronunciado en ese sentido y había dado por bueno lo que, hasta ahora, las dos formaciones, en el ámbito regional y en Madrid, defendían, que hubo un pacto no escrito para el cambio. A eso se aferró desde el minuto uno Pérez.

Una debilidad política extrema, además, la de su formación, Ciudadanos. Y de eso se vale ahora el PP, al que ya sí, tras autodestruirse la figura política de Sebastián Pérez, da por bueno el cambio que sólo estaba en los planes de Sebastián.

Manuel Olivares, portavoz de Ciudadanos. j.algarra/ayto.granada

El peor enemigo está en casa. Por ese motivo, este viernes, a la reunión convocada por el PP -en un hotel- para negociar el cambio que reclama, fue el propio alcalde el que se sentó frente a Luis González, el teniente de alcalde al que el PP quiere aupar en el bipartito. 

Respecto al PP, ha sobrellevado su presencia. Ha sido sobre todo Salvador quien se ha esforzado en tratar de proyectar imagen de "bien avenidos", en un intento de aislar a Sebastián Pérez. 

Luis Salvador, con Marifrán Carazo y Pablo García en una visita al entorno de Joaquina Eguaras. junta de andalucía

Lo que se hace y lo que no se hace, es cosa de dos (Cs y PP). A veces, de tres, porque Vox reaparece para recordar que ellos propiciaron el gobierno de derechas. Otras, prefiere obviarlo

Llega a estos dos años con una gestión cuestionada, hasta el punto de que, a izquierda y derecha, se critica la no gestión del bipartito. Y es correcto mencionar al gobierno local y no únicamente al alcalde porque, aunque al PP le conviene alentar esas críticas, cogobierna. Podría decirse que algo más, porque tiene a seis concejales -Pérez ya pasó al Grupo Mixto- frente a los cuatro de Cs -incluido el alcalde-. Lo que se hace y lo que no se hace, es cosa de dos. A veces, hasta de tres, porque Vox reaparece de cuando en cuando recordando que ellos también propiciaron este gobierno de derechas. Otras, prefiere obviarlo. La responsabilidad es tricompartida.

Onofre Miralles (Vox), con César Díaz y Luis Salvador. j.a./ayto. granada

El área que más ha sufrido esta situación y que sirve de buen ejemplo es Derechos Sociales. Su asamblea de trabajadoras y trabajadores está movilizada para denunciar la inacción municipal. Un área clave para dar respuestas en este complicado momento está "devastada", según la plantilla. Faltan recursos y falta respuestas por parte del gobierno local.

Tampoco ha podido dar el impulso que anunció a la candidatura de Granada a la Capitalidad Cultural Europea 2031. En ella centró sus esperanzas de brillo para su gobierno. Pero no sólo la pandemia del Covid, sino los desatinos en materia de Cultura por parte de la Junta, que ahora se evidencian en la Feria del Libro, y la falta de una estrategia clara lo han impedido. 

Granada, cuyo sector turístico y hostelero ha sido especialmente golpeado por la suspensión de actividad durante los estados de alarma, tampoco ha recibido las ayudas anunciadas y prometidas. Luis Salvador pone el énfasis siempre en las que dijo que llegarían del Gobierno de España y obvia o pasa de puntillas, cuando lo recuerdan los periodistas, el plan especial comprometido por el presidente de la Junta -que sólo habló de él con la boca pequeña y obligado por preguntas-. Nada se sabe.

Y de nada de esto se habla. 

10 claves para entender la crisis municipal abierta tras reclamar el PP la Alcaldía

La 'Operación Alcaldía' ya está activada por el PP -con los 'amigos' de Ciudadanos más próximos-. Pero, ¿acaso la fallida moción de censura de Cs y PSOE en Murcia no servido ya de lección? Nadie, entre los protagonistas políticos de esta historia, quiere aventurar una respuesta. Más que nunca, fuentes de los dos partidos utilizan "en este momento". Mañana será otro día, que se lo pregunten a Sebastián Pérez, que el viernes 14 de junio de 2019 estuvo a punto de ser alcalde, y el sábado a mediodía felicitaba por obligación a Luis Salvador. 

Sebastián Pérez habla con Luis Salvador en el pleno de investidura, en 2019. a.v.casasola

Resumimos las diez claves para entender la crisis municipal abierta:

Un alcalde solo. Como se ha indicado, en el grupo municipal de Ciudadanos, sólo José Antonio Huertas mantiene lealtad sin fisuras con Luis Salvador. A Olivares ya hay quien lo sitúa con pie y medio dentro del PP. El desencuentro viene de lejos. Ha sido muy sonoro. Llegó a amenazar con dejar las competencias en materia de Empleo cuando renunció a las ayudas millonarias de Europa. Salió victorioso con la ayuda del PP. Ahora ha renunciado a Smart City, un área en la que se empeñó Salvador. 
  • Un gobierno a la deriva. La prueba más evidente de la parálisis municipal es que el bipartito ha renunciado a sacar adelante los presupuestos. El pasado año el PSOE dio su apoyo a la renovación de las cuentas, un respaldo que PP y Cs negaron cuando estaban en la oposición, condenando a Granada a la prórroga. Este ejercicio, cuando más necesario se hace actualizar las cuentas para responder a grandes retos, los planteados por la crisis social que acompaña a la sanitaria, no habrá nuevo presupuesto. 
Un relevo que parte de un engaño. Un pacto que ¿fue o no fue para cuatro años? Según Sebastián, al que el PP ha conseguido apartar en estos dos años, el ahora alcalde le engañó. Estrechó su mano mientras Pérez reivindicaba el cambio que ni propicia ni asume, ciñéndose al pacto escrito para cuatro años. El PP prefiere pasar de puntillas por lo que dijeron los protagonistas en Granada, y simplemente recuerda que obtuvo siete ediles, mermados ahora hasta seis.
  • ¿Brecha en el Gobierno andaluz? ¿Optará Juan Marín por sacrificar a Luis Salvador o defender la Alcaldía para Ciudadanos abriendo una brecha con sus socios de gobierno? Hasta ahora Marín había conseguido que Moreno frenara las fugas que en lugares como Madrid han dinamitado a Ciudadanos. Pero, por sorpresa y, coincidiendo con el órdago de Vox, el PP andaluz se sube al carro de la Alcaldía de Granada y eso debilita aún más a su socio de gobierno en San Telmo, porque le arrebata la única Alcaldía de capital que ostenta en Andalucía y de las más importantes de España. Y no sólo eso, supone un revés de Moreno a Marín, que hasta ahora se había asegurado 'cordialidad' frente al intento de Egea, con Hervías, de desestabilizar definitivamente al partido naranja para eliminarlo del tablero político, como en Madrid. 
¿Es un tránsfuga Sebastián Pérez? Luis Salvador ha advertido de que una moción de censura con la firma de Sebastián Pérez, opción que se plantea hacia la izquierda -la amenaza del hasta ahora edil del PP-, iría contra el Pacto Antitransfuguismo. El PP no lo ha hecho con tanto ahínco. En Churriana de la Vega, su alcalde, Antonio Narváez, del PP, apoya su gobierno municipal en un tránsfuga del PSOE. Narváez dijo en un pleno de su pueblo que el pacto era "un brindis al sol". Y que contaba con el respaldo de la nueva dirección provincial del PP.
  • Nueva etapa en el PP de Granada. Francisco Rodríguez se dirigió públicamente a Sebastián Pérez, poco después de llegar a la presidencia para relevar a Pablo García y todavía sin aval del congreso, como ha ocurrido ya este año, para instarle a que se dejara del '2+2' y se dedicara a "trabajar". Hasta esta semana en la que la Pérez se dio de baja de militancia en el PP, Rodríguez no ha avalado la operación para recuperar la Alcaldía de Granada. Antes Rodríguez insistía en que los números no daban.
El declive de Ciudadanos. La derrota con la moción de censura contra el PP en Murcia. La abrumadora victoria de Díaz Ayuso en Madrid. Son datos que evidencian la irrelevancia hacia la que camina Ciudadanos. Los que ahora siguen en esa formación lo saben y son muchos los que ya hacen cábalas para pasarse al PP, como ya han hecho destacados nombres. Eso se frenó en Andalucía, oficialmente, porque la realidad es otra. La marca Ciudadanos ya no vende.
  • Luis González, a la espera de Marifrán Carazo. El PP ha elegido a Luis González para la transición hacia las próximas elecciones municipales. Los populares saben que tienen que desmarcarse de Luis Salvador, porque al fin y al cabo es el PP el partido que lo ha puesto en la Alcaldía, de la mano de Vox. Y lo puso al frente de Granada para no perder otros territorios ya apuntalados. La ciudadanía granadina ha tomado nota, los que se decantaron por la opción más votada en las últimas elecciones, que fue el PSOE, pero muy especialmente el voto conservador. Con Granada mercadearon PP y Ciudadanos. En esa transición, Luis González no cortocircuita las aspiraciones de Marifrán Carazo para desembarcar como candidata. Con su gestión en la Junta como aval, donde por cierto acaba de sufrir un severa derrota al tumbarle el Parlamento, por la maniobra de Vox, la ley estrella, la urbanística. El PP no puede poner ahora a un perfil como César Díaz, con el que volverían a comenzar los tiras y afloja en el futuro. Seguirá de secundario. Tampoco parece probable Francisco Fuentes, la exigencia de Sebastián Pérez, pese al último servicio que ha hecho a su partido. 
En manos de la ultraderecha. El gobierno municipal depende de Sebastián Pérez, sí, pero fundamentalmente de Vox, que en una hipotética votación de investidura debe apuntalar la mayoría de la derecha. El bloque conservador necesita los tres votos de los ediles de la ultraderecha, que son indispensables. Así que la operación tiene más frentes. 

La izquierda, ¿sin opción? Nadie cree a Sebastián Pérez, que como más cómodo se siente es llamando "socialcomunista" a la bancada de la izquierda, cuando dice que votaría a Paco Cuenca como alcalde. Porque no lo hizo cuando en junio de hace dos años sintió que su partido había vendido a su ciudad y a él, pese a los servicios prestados al PP. La única opción para la izquierda es que las fugas se produzcan en el otro bloque, donde una vez más, como en el pleno del 15 de junio en el que fue investido alcalde, tendrá que contar los votos. Por si hay una fuga, tan de moda. 

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