"Granada está entre las ciudades más contaminantes en cuanto a iluminación, y esto ocurre, entre otros factores, porque seguimos contando con una vieja cultura del alumbrado, donde en las decisiones sobre instalaciones se superponen criterios técnicos y económicos con consideraciones estéticas, concepciones erróneas y tradiciones. Estudios medioambientales recientes ponen de manifiesto los aspectos potencialmente negativos de la luz artificial durante la noche, con implicaciones paisajísticas, culturales, de afección a los ecosistemas y posibles riesgos incluso para la salud. Desde la confluencia creemos que una acción de gobierno municipal moderna y ambientalmente responsable debe promover una nueva cultura de la luz que garantice un servicio público de alumbrado de calidad y que sea, al mismo tiempo, sostenible. Se requiere un cambio de actitud parecido al que ya se ha logrado en décadas pasadas en la cultura de la gestión del agua".

 

"La mala gestión del alumbrado ha conducido en Granada y en su área metropolitana, pero también en todo el espacio ibérico, a desequilibrios y a tendencias poco sostenibles. El exceso en la intensidad del alumbrado en barrios céntricos o favorecidos convive con un servicio deficiente en la periferia, y a todo ello se suma en años recientes la moda estética de la luz blanca, promovida por los grandes fabricantes de sistemas de alumbrado y que constituye un factor clave en el aumento de los efectos negativos de la luz artificial de noche. Hay que combatir la idea de que, en alumbrado público, el derroche y el exceso son señas de modernidad o de riqueza".

 

El candidato a la alcaldía de Granada, Antonio Cambril, ha puesto de manifiesto su compromiso con una nueva cultura de la luz, que garantice un servicio de alumbrado de calidad a toda la población sin discriminar barrios, que combata los excesos devolviendo los niveles de luz artificial nocturna a valores moderados acordes con las recomendaciones internacionales, y que mantenga la luz dorada, de tonos cálidos como el estándar. Hay razones científicas de peso para seguir todos estos criterios y favorecer así el ahorro energético, mejorar la calidad de este servicio público y reducir su impacto ambiental en forma de contaminación lumínica en todas sus dimensiones. Todo ello sólo es posible con una gestión del alumbrado que considere todos los aspectos implicados, incluida la valoración del ciclo global de los equipos de alumbrado, y teniendo en cuenta la investigación científica de vanguardia. Las decisiones deben recurrir a las soluciones de ingeniería que la tecnología más avanzada pone ya a nuestra disposición, como sistemas de regulación horaria y de telegestión.

 

Desde Podemos IU Adelante consideramos que la solución a la contaminación lumínica pasa por promover los estudios, campañas informativas y normativas municipales que vayan orientados a mejorar la sostenibilidad de los sistemas de alumbrado de exteriores públicos y privados para que, manteniendo la calidad y el cumplimiento de sus funciones, reduzcan su impacto en el medio ambiente. Impulsar la introducción de criterios ambientales en los proyectos de alumbrado exterior será otra de las medidas clave para acabar con esta problemática que tanto afecta a la ciudad de Granada y a su área metropolitana, incluyendo Sierra Nevada, donde tanto los ecosistemas del parquenacional y natural como la calidad de sus cielos nocturnos se ven perjudicados. Se tendrá en cuenta también el efecto de un alumbrado inadecuado en lo que respecta a su impacto en su entorno inmediato, con atención a su posible interacción con la salud humana.

 

La gestión sostenible del alumbrado es uno de los ámbitos en los que adquiere más sentido el lema clásico ecologista: «pensar globalmente, actuar localmente». Es cierto que la luz artificial se genera en cada localidad, pero se propaga como contaminante a distancias globales que, desde Granada, incluyen espacios de gran valor ecológico, paisajístico, científico, turístico y cultural como parques nacionales o algunos de los cielos nocturnos de mayor limpieza de Europa. En Podemos IU Adelante lo tenemos claro: La gestión responsable de la luz artificial es compatible con la prestación de un servicio público de calidad.