Tribuna de Opinión, por Sonia Moreno

Conciencia animal

Política - Sonia Moreno - Martes, 25 de Julio de 2017
Un artículo de opinión de Sonia Moreno, miembro del Círculo Podemos Animalista Andalucía y de la Plataforma Verde Granada, en defensa de los animales, lleno de sensibilidad y razón, que te recomendamos vivamente. No dejes de leerlo.
Conciencia animal.
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Conciencia animal.

Recuerdo como si fuera ayer, lo muchísimo que lloré con Colmillo Blanco... era una cría y los sufrimientos de ese lobo me calaron hondo... Desde entonces, siempre que en una película aparece un animal como coprotagonista, pienso: “Mierda, seguro que muere o le pasa algo horrible” y efectivamente...

Jamás he conseguido ser inmune al dolor animal, sufro por cada ser vivo tirado en la calle, que llora o que muere atropellado... dicen que esto me viene de familia, que mi abuela era igual, y es cierto, la llegaron a llamar la “loca de los gatos del Zapillo”... Pero para mí, era una heroína, no importaba cuán enferma estuviera, ella siempre bajaba al espigón para alimentar a la colonia de gatos que allí vivía, y la adoraban, incluso salió en el periódico.

Hemos llegado a un límite de deshumanización que me aterra, cada día nos asaltan noticias de maltrato animal, y las hemos normalizado, al igual que normalizamos las guerras, los refugiados ahogados y los niños cubiertos de moscas y muriendo de hambre

Acogió a todos los que pudo e incluso cuando no pudo lo siguió haciendo... porque no había nadie más que los ayudara, NADIE. De esto hacen ya casi de 20 años y no hay un sólo día que no me sienta orgullosa de que me dejara esos genes tan “respetuosos” con la vida animal, porque así, no giro la cabeza ante un animal herido, como hace ya gran parte de la población.

Hemos llegado a un límite de deshumanización que me aterra, cada día nos asaltan noticias de maltrato animal, y las hemos normalizado, al igual que normalizamos las guerras, los refugiados ahogados y los niños cubiertos de moscas y muriendo de hambre.

Las corridas de toros llegaron a la televisión, en horario INFANTIL, las noticias se fueron volviendo cruentas, insensibles y más parecidas a un reality show que a un informativo y eso, es lo que no ha ido volviendo inmunes al sufrimiento ajeno.

Luego llegaron las redes sociales, donde la gente cuelga vídeos alegremente pateando un conejo, abriendo en canal a un gato o tirando a un perro por el balcón “para ver qué es lo que pasa”

Y a cada “like” se me parte un poco más el corazón... ¿Cuando sobrepasamos los límites de lo que está mal? ¿A dónde vamos a llegar?

Cada día los casos son más cruentos, se ensañan, se deleitan incluso: animales arrojados vivos a contenedores de basura, ahogados, desmembrados, asesinados, violados, desnutridos, envenenados... Podría seguir, pero no quiero.

Cómo madre y animalista, me siento desbordada, no somos suficientes para tanto “odio”, y aunque nuestra labor es fuerte, va despacio y sin “medios” para abordar los miles de casos de abandono y maltrato al año.

No sirve de nada mirar hacia otro lado, el sufrimiento de todos estos animales, seguirá ahí cuando volvamos a girar la cabeza, y creedme, nos pesará mucho más

Casi 150.000 perros y gatos abandonados en 2016, ¿alguien puede leer esa cifra sin marearse? ¿Qué nos pasa? ¿En qué nos hemos convertido?

Hace años ya que mi abuela descansa, pero si aún estuviera aquí, todas estas atrocidades la matarían de pena.

No sirve de nada mirar hacia otro lado, el sufrimiento de todos estos animales, seguirá ahí cuando volvamos a girar la cabeza, y creedme, nos pesará mucho más... porque aún tengo la esperanza de que la culpa haga su trabajo, aunque esté mucho más acallada de lo que debería, sigue ahí, intentando gritarnos.

Nosotros ya estamos podridos, perdidos, como seres humanos, pero he puesto todas mis esperanzas en las futuras generaciones, yo intento traspasar ese gen de compasión y respeto, a mi hijo, espero que ellos, nuestro futuro, puedan reparar todo el daño que estamos haciendo.

Pero no por eso debemos lavarnos las mano, y pensar “Que lo arreglen los que vienen”... NO, las acciones deben empezar desde ya, dejemos de ser autómatas sin sentimientos y volvamos a ser seres vivos sintientes, protectores, cercanos, cariñosos, empáticos y humanos.

Pues, aunque la conciencia animalista ha crecido en estos últimos años, muy de cerca le ha seguido la barbarie y el maltrato. Los animales no pueden defenderse, son como niños, y nuestra OBLIGACIÓN, es protegerlos... si ese sentimiento no es el que nos llega ante casos como los nombrados anteriormente, entonces es que algo no funciona y estamos “rotos” por dentro. 



Sonia Moreno es miembro del Círculo Podemos Animalista Andalucía y de la Plataforma Verde Granada.