artículo de opinión por EDUARDO CASTILLO

'Granada, ¿y sus barrios?'

Política - Eduardo Castillo - Jueves, 23 de Julio de 2020
Eduardo Castillo, concejal socialista del Ayuntamiento de Granada, nos ofrece una reflexión en la que incide en la carencia de un proyecto de ciudad del gobierno municipal de derechas y el abandono al que tiene sometidos los barrios.
Paco Cuenca, con Raquel Ruz, en su visita al barrio de Doctores.
Prensa PSOE
Paco Cuenca, con Raquel Ruz, en su visita al barrio de Doctores.

Una ciudad es la suma de sus distritos, de sus barrios, y algo más. Ese algo más es el equilibrio y la igualdad entre ellos: el acceso a los servicios públicos y equipamientos adecuados son fundamentales para vertebrar una ciudad inclusiva. Grandes retos como el cambio climático exigen la máxima sensibilidad de los gobiernos locales y contundencia y diálogo en la toma de decisiones. Lo mismo ocurre con la igualdad de género y las necesarias medidas para convertir nuestras ciudades en espacios seguros, libres de las violencias machistas.

Entre las competencias correspondientes a los gobiernos locales hay algunas especialmente sensibles para la ciudadanía: la movilidad y el transporte público; la limpieza y recogida de residuos; y otra, a veces invisible pero de vital importancia, que es la relación burocrática con la administración

Entre las competencias correspondientes a los gobiernos locales hay algunas especialmente sensibles para la ciudadanía: la movilidad y el transporte público; la limpieza y recogida de residuos; y otra, a veces invisible pero de vital importancia, que es la relación burocrática con la administración. Hoy por hoy el Equipo de Gobierno de las derechas, PP y Cs, con el apoyo intermitente, casi esquizofrénico, de VOX, pincha en los tres ámbitos.

Decenas de vecinos y vecinas contactan con el Grupo Municipal Socialista a diario para denunciar la suciedad de las calles. Calles y contenedores llenos de basura son el paisaje diario de una ciudad con un patrimonio único en el mundo. Invito a que se fijen en contenedores, en calles, en jardines y verán como Granada nunca ha estado tan descuidada.

Algo parecido ocurre con la movilidad. El delegado responsable del área decidió, de forma unilateral y durante el confinamiento, reordenar decenas de kilómetros de vías. Una medida que por su calado y por lo que afecta y afectará a la vida diaria de miles de personas, debería haberse hecho con el consenso del resto de fuerzas políticas y de los colectivos vecinales.

El caos en las oficinas del registro municipales, el colapso del teléfono de atención a la ciudadanía 010 y la espera de una semana como mínimo para ser atendidos, hace que muchas familias, autónomos, etc. no puedan acogerse a estas prestaciones

La tercera cuestión, la relación burocrática con la administración, no es menos importante y afecta en gran medida a la vida de la gente, en este caso, especialmente de la gente más necesitada. El Gobierno central impulsó hace semanas una decisión sin precedentes, la implantación del Ingreso Mínimo Vital, que permite a unidades familiares con escasos o nulos ingresos recibir una prestación. El caos en las oficinas del registro municipales, el colapso del teléfono de atención a la ciudadanía 010 y la espera de una semana como mínimo para ser atendidos, hace que muchas familias, autónomos, etc. no puedan acogerse a estas prestaciones.

Estas tres cuestiones son muy significativas pero sólo un ejemplo del caos existente en el Gobierno municipal. La ausencia de un proyecto político para la ciudad, la nula reacción a la pandemia y sus consecuencias y las cuitas internas de ambas fuerzas políticas arrojan un panorama desolador para una ciudad única y para su ciudadanía, que no merece este desgobierno. Diálogo, consenso y altura de miras deberían ser habituales en política; en una situación como la que vivimos debería ser la norma.

Eduardo Castillo es concejal socialista del Ayuntamiento de Granada