La coordinadora provincial de Izquierda Unida en Granada, Mari Carmen Pérez, ha mantenido una reunión de trabajo con representantes de la asociación Gitanas Feministas por la Diversidad (AGFD) para "analizar la situación de desprotección sistémica que enfrentan las mujeres y personas sáficas racializadas en nuestra provincia y en el conjunto del Estado". Tras el encuentro, la formación de izquierdas ha señalado que asume como propias las reivindicaciones del colectivo, instando a las instituciones públicas a "reconocer y combatir la violencia interseccional que surge del cruce entre el racismo y la lesbofobia, una realidad que actualmente es ignorada por las leyes y políticas públicas".

Pérez ha denunciado el "fallo sistémico" en la protección institucional de este colectivo. Desde IU Granada se señala que, a pesar de los avances en materia de derechos LGTBIQ+, existe una "enorme brecha legislativa" que deja a las mujeres gitanas lesbianas, bisexuales, trans y no binarias en una situación de "vulnerabilidad extrema". "No podemos seguir legislando con compartimentos estancos; el racismo y la LGTBIfobia no operan por separado, se retroalimentan creando una discriminación única y agravada que nuestras leyes actuales no nombran y, por tanto, no resuelven", ha declarado la coordinadora provincial.

Durante la reunión, se ha puesto de manifiesto una "realidad alarmante" extraída del análisis político de la asociación: la inexistencia de datos oficiales en los que se ponga el foco en la discriminación hacia la mujer gitana que pertenezca al colectivo LGTBIQ+. Para Izquierda Unida, esto no significa que la violencia no exista, sino que "el sistema está diseñado para no verla". "Lo que no se cuenta, no existe para la administración. Esta invisibilidad es consecuencia directa de diseños metodológicos que excluyen la realidad de las mujeres gitanas y racializadas", ha apuntado Mari Carmen Pérez.

Asimismo, la formación ha criticado el "miedo institucional a nombrar la raza", lo que lleva a las administraciones a usar el término "migrante" como un eufemismo. Esto tiene consecuencias devastadoras para el pueblo gitano, ya que borra a las comunidades racializadas no migrantes y a los españoles de segunda generación, cuya discriminación se basa en su etnia y no en su estatus administrativo.

Haciéndose eco de las demandas trasladadas por Gitanas Feministas por la Diversidad, Izquierda Unida Granada exige la puesta en marcha inmediata de tres ejes de actuación que requieren de un amplio consenso político y medidas estructurales: "primero, es urgente una reforma legislativa que vaya más allá de menciones superficiales a la interseccionalidad". "Segundo -añade-, se requiere un cambio metodológico radical que exija la recopilación transversal de datos desglosados sobre raza, etnia, orientación sexual e identidad de género de forma simultánea en todos los estudios públicos". Solo así, según IU, "se podrá dimensionar la realidad de la violencia que sufren estas mujeres. Por último, IU denuncia que los actuales servicios de apoyo (salud, justicia, trabajo social) no están preparados para abordar la violencia interseccional".

Mari Carmen Pérez ha lanzado un mensaje claro de reconocimiento a la labor de Gitanas Feministas por la Diversidad, "desde Izquierda Unida tenemos claro que no hay orgullo ni feminismo real si dejamos atrás a las mujeres gitanas. Ellas sufren una doble presión: el racismo estructural de la sociedad mayoritaria y, en ocasiones, la dificultad de vivir su diversidad sexual. Nuestra formación se compromete a ser su altavoz en las instituciones para romper este silencio y garantizar que sean reconocidas como sujetos de pleno derecho, no solo en el ámbito reproductivo, sino en su derecho al placer, al bienestar y a una vida libre de violencias".