forma parte de una generación intermedia que inicia su compromiso en torno a 1969

'Jesús Carreño Tenorio, el valor de la coherencia (I)'

Política - Alfonso Martínez Foronda - Sábado, 27 de Mayo de 2023
Alfonso Martínez Foronda nos ofrece la primera parte del perfil sobre una persona excepcional, otro de los activistas esenciales en la la Universidad de Granada, que lucharon contra el régimen franquista. No te lo pierdas.
Jesús Carreño Tenorio, en la Ría de Vigo, mientras hacía el servicio militar.
Foto cedida por Jesús Carreño Tenorio.
Jesús Carreño Tenorio, en la Ría de Vigo, mientras hacía el servicio militar.

Nace el 8 de mayo de 1948 en La Calahorra (Granada). Hijo de Maestros Nacionales, sus padres, Fernando y Eulogia, se habían conocido en Belerda y, en 1943, por concurso de traslados, llegan a La Calahorra. Jesús, el mediano de los tres hijos que tuvo el matrimonio, presume de su madre, que estudió en la Escuela Normal Superior de Maestras y a la que le influyó Gloria Giner de los Ríos García, esposa de Fernando de los Ríos, educada en la Institución Libre de Enseñanza. Recordemos que la hija de Gloria y Fernando de los Ríos, Laura, se casaría con el hermano de Lorca, Francisco.

Padres de Jesús Carreño, junto a sus hijos, el propio Jesús y sus hermanos Lola Antonio. Realizada en Guadix sobre 1953. Cedida por Jesús Carreño.

En el curso 1958/59, sus padres lo envían interno a la Casa Madre de las Escuelas del Ave María del Padre Manjón y, en los años siguientes, ya como externo  -sus padres ya residían en Granada-, termina Magisterio

La Calahorra entonces era una población muy limitada en todos los sentidos y sus padres, deseosos de salir de esa situación, pensando también en sus hijos, concursaban todos los años sin mucho éxito hasta que lo consiguen y a comienzos de los sesenta llegan a Granada. Por eso, durante todos estos años en que permanecen en La Calahorra, a Jesús lo preparan para ingreso, que aprueba en Guadix, en 1958. Y, posteriormente, sus padres lo preparan hasta tercero de Bachillerato del que se examina en el Padre Suárez. Y ya, en el curso 1958/59, sus padres lo envían interno a la Casa Madre de las Escuelas del Ave María del Padre Manjón y, en los años siguientes, ya como externo  -sus padres ya residían en Granada-, termina Magisterio. Años de juventud en una Granada anodina que transcurría entre el “tontódromo” de la Carrera de la Virgen, algunos guateques con “Los Brincos” o “Los Pequeniques” sin grandes resultados eróticos, todo hay que decirlo, ir al cine de Gran Vía y jugar al fútbol. Jugó, nada menos, que con Fernando Barrachina Plo, que luego fue jugador profesional del Granada, Valencia, Cádiz y hasta de la selección española.  

A la derecha, los abuelos paternos de Jesús, Fermín Carreño y Dolores García, junto a su hijo Fermín Carreño García, párroco de Fonelas. Cedida por Jesús Carreño. 
La abuela paterna de Jesús, Dolores García Osorio, con un niño sobre los brazos, en casa de la familia Fernández Fígares, sobre comienzos del siglo XX. Cedida por Jesús Carreño.

Jesús Carreño es una persona que sabe mirar, que es el primer paso para poder admirar. Y eso hizo cuando llegó a la Universidad: otear el horizonte, tener la suficiente curiosidad por todo lo que le rodeaba

El caso es que Jesús termina Magisterio, pero ésta no era su vocación, posiblemente  influido en el Ave María por el profesorado de Humanidades, especialmente por Mari Carmen Rodríguez –casada con un hijo del ex Rector y catedrático Marín Ocete- pues sus clases de Lengua y Literatura le influyeron decisivamente. Iniciará, por tanto, sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Granada en el curso 1966/67. Reconoce que, durante su primer año, estuvo a verlas venir. Es decir, que no se enteraba de nada. Pero alguien decía que, primero, hay que aprender a mirar porque ese es el primer paso para superar nuestro ego. Yo creo que Jesús Carreño es una persona que sabe mirar, que es el primer paso para poder admirar. Y eso hizo cuando llegó a la Universidad: otear el horizonte, tener la suficiente curiosidad por todo lo que le rodeaba. Y así, nos describe cómo comenzaron esos primeros pasos en la Facultad de Filosofía:

 “Yo iba en principio a las asambleas porque se ponían carteles en los pasillos. Yo iba por curiosidad. No tenía inquietudes sociales. Las asambleas eran muy concurridas, masivas. Yo no me enteraba muy bien de todo aquello que se hablaba de la autonomía universitaria y eso. El primer año no me enteré de nada. Iba, me gustaba la musiquilla, escuchaba, aprendía palabras nuevas y decía “hay que ver esos tíos tan jóvenes y cómo dominan la escena”. No sabía muy bien de qué se hablaba, pero informaban de todo lo que pasaba en la Universidad y en España…

Aquella gente como Bernabé López [García] –el Groucho Marx de la calle Alhóndiga-, que era un tío muy valiente, muy culto…, era mayor que nosotros y encima estudiaba Semíticas, que era algo exótico; y Juan de Dios Luque, Juan José Gómez Brihuega, que hablaba un castellano magnífico, tenía un liderazgo natural y un atractivo personal que nadie tenía… Juanjo me dejó huella porque comunicaba muy bien, eran joven, se creía lo que decía, se lo tomaba muy en serio, era muy ágil y una asamblea que dirigía Juanjo me parecía un espectáculo… y  Miguel García-Posadas o Pepe Céspedes… me fascinaban. Estos mandaban mucho porque tenían mucha capacidad para impresionar. Era el arte de la palabra. Y, por primera vez, me hacía un lío con todo aquello. Porque no sabía qué era eso de “decisiones vinculantes y no vinculantes”. Pero, ¡a ver quién se atrevía a preguntar qué era eso! ¿Y lo del “quórum”? Y yo, claro, pensaba: “quórum”, pues “de los cuales”, ¿no?, pues genitivo plural. ¡Vaya con lo del quórum! Y que si había o no había. ¡Pues hay o no hay! Y, claro, cuando llegaba a mi casa y me decía mi padre “¿Qué? ¿Ha habido clase?” Y yo le decía, “…pues no, porque no ha habido “quórum”. Y se quedaba mirándome…” (Entrevista a Jesús Carreño, en AHCCOO-A).

En la medida en que crece la disidencia y se crea el Sindicato Democrático de Estudiantes (SDEUG) a comienzos de 1968, algunos jóvenes como Carreño serán los que tomen el relevo de los “mayores” como Bernabé López o Juanjo Brihuega

Pero Jesús Carreño no es una excepción, porque lo normal era que la inmensa mayoría del alumnado que accedía a la Universidad no traía tradición de lucha y, en la mayor parte de los casos, sin una herencia familiar de disidencia que les hubiera conectado más rápidamente ya que, aunque a mediados de los sesenta el alumnado experimenta un gran crecimiento, sin embargo –y salvo una minoría- casi todos proceden de clases medias que no cuestionaban el régimen. Pero en la medida en que crece la disidencia y se crea el Sindicato Democrático de Estudiantes (SDEUG) a comienzos de 1968, algunos jóvenes como Carreño serán los que tomen el relevo de los “mayores” como Bernabé López o Juanjo Brihuega, que estaban terminando por esos años sus respectivas carreras.

Jesús Carreño, en el patio de los Leones de la Alhambra, sobre 1964. Cedida por Jesús Carreño. 

Jesús Carreño forma parte de una generación intermedia que inician su compromiso en torno a 1969 y muchos de ellos serán protagonistas inequívocos hasta la declaración del Estado de Excepción de 1970

Jesús Carreño digamos, para resumir, forma parte de una generación intermedia que inician su compromiso en torno a 1969 y muchos de ellos serán protagonistas inequívocos hasta la declaración del Estado de Excepción de 1970. Con diferencias entre ellos en cuanto al tiempo de implicarse en el desarrollo del movimiento estudiantil –algunos empiezan ya en 1967- o en su capacidad de liderazgo, podríamos señalar a José María Lozano Maldonado, Jesús Carreño Tenorio, Socorro Robles Vizcaíno, Arturo González Arcas, José María Alfaya González, Fernando García Lara, Mateo Revilla Uceda, Antonio Ayllón Iranzo, Miguel A. Pérez Espejo, Antonio Cruz Jiménez, Nicolás Marín Díaz, Juan Jesús Barrios López, Berta Ausín Momblona, Javier Terriente Quesada o Antonio Aragón Orellana, entre otros. Algunos de ellos ya eran conocidos por la BPS, aunque otros todavía tendrán que esperar muy poco para familiarizarse con la represión.

Campamento de la OJE en La Alfaguara, sobre 1964. Jesús Carreño, segundo por la izquierda, sentado y con un cigarrillo en la oreja. Cedida por Jesús Carreño.

De la primera detención a su militancia en el PCE y su viaje al Comité Central de París

Recién acabado el Estado de Excepción de 1969, el movimiento estudiantil seguirá ocupando espacios de protesta contra el régimen, pero en esos momentos tanto la invasión de Checoslovaquia de mayo de 1968, como la guerra contra el Vietnam, ocupan numerosas protestas internacionales. La primera detención de Jesús Carreño se derivaría de la lucha que el movimiento estudiantil internacional mostraba en su rechazo a la guerra de Vietnam. La oportunidad se presentaría en Granada con la proyección de la película Los Boinas Verdes, protagonizada por John Wayne, que ensalzaba las virtudes de los yanquis que luchaban contra los malvados comunistas en Vietnam del Sur. Protestar contra este film servía, a su vez, para criticar la connivencia del régimen franquista con el imperialismo de EEUU y el 12 de junio de 1969, algunos estudiantes harán una panfletada en algunos cines de Granada. Los panfletos los habían confeccionado en la Facultad de Ciencias y, probablemente, fue una iniciativa del PCE, aunque Jesús, que todavía no milita en esa organización, no lo tiene claro. La cuestión es que una de  las protagonistas, Socorro Robles Vizcaíno había dejado olvidada una carpeta en el Palacio del Cine –donde habían hecho la panfletada- donde venían sus apellidos. Jesús recuerda que:

“… vamos al Palacio del Cine. Entramos en el cine y, en un momento determinado, acordamos que en alguna escena de la película –yo creo que fuimos antes para coordinar cuándo tirábamos los panfletos- los lanzamos. No se interrumpió la película y apareció la BPS. Allí nos quedamos, cada uno en su sitio, pues estábamos distribuidos por distintos lugares del cine y luego nos fuimos yendo uno a uno.” (Entrevista a Jesús Carreño).
Cartel de la película Las Boinas Verdes.

La policía dará con Soco y con otros implicados como Javier Terriente Quesada, Jesús Carreño y José Gutiérrez Bueno. (Véase Socorro Robles Vizcaíno, en El Independiente de Granada). En el caso de Jesús, al día siguiente, se presentará la BPS en su casa –uno de ellos era el famoso Guisado- y, ante sus padres, se lo llevan a Comisaría.

 “Me someten a un interrogatorio. El único que se salió de madre –porque yo me cerré en banda y que no sabía nada de nada- fue D. Paco [González Huertas, “El Jirafa”] y dijo: “Me voy a poner a dar hostias que va a temblar la pared”. Y luego otro, un tal Martín, que me dio el mitin, diciendo que estábamos degradando la Facultad, que la estábamos hundiendo… y esas cosas. Pero tragaron que yo no sabía nada".

Será puesto en libertad el mismo día. Ninguno de ellos tendrá, por parte del Gobernador Civil de la ciudad, ninguna sanción, de lo que podemos deducir que esta protesta se interpretó como una actividad ingenua propia de estudiantes universitarios

Será puesto en libertad el mismo día. Ninguno de ellos tendrá, por parte del Gobernador Civil de la ciudad, ninguna sanción, de lo que podemos deducir que esta protesta se interpretó como una actividad ingenua propia de estudiantes universitarios. No pasaría a mayores, pero ya tiene ficha policial. Así, en un acta policial derivada del Estado de Excepción de 1970 –en que vuelve a ser detenido-, al referirse a Jesús Carreño, se dice que la BPS de Granada había enviado al Gobernador Civil una información de esta acción el 20 de junio de 1969 en la que sospechaba que Jesús había sido uno de sus promotores. Sin embargo, la represión produce daños colaterales y Jesús recuerda que cuando volvió a casa su padre intentó echarlo por “rojo”, pero su madre, empoderada ella, le dijo “que si alguien sobra aquí, eres tú y como soy más antigua que tú en el escalafón, gano más que tú…, así que a callar”. Jesús recuerda que fue la “primera vez que vi a mi madre empoderá”, aunque en privado le dijo que tenía que pensarse lo que hacía.

La actitud de firmeza que había mantenido con la policía –y que se repetirá en otras detenciones en 1970- será una aval para que fuera captado para el PCE

La actitud de firmeza que había mantenido con la policía –y que se repetirá en otras detenciones en 1970- será una aval para que fuera captado para el PCE. No recuerda quién o quiénes fueron sus primeros contactos para entrar en el Partido, pero sí que a comienzos de 1970 ya formaba parte de la célula de la Facultad. Desde el comienzo participará en las movilizaciones que en la primavera de ese año se habían iniciado en Granada en solidaridad con la caída de las Comisiones Obreras Juveniles y que será fuente de nuevas detenciones. Y, por supuesto, entrará en contacto con el movimiento obrero en dos direcciones: participa en sus reuniones –entonces muy focalizadas en el conflicto de la Construcción- en el Pantano de Cubillas o zonas de la Vega; y, en segundo lugar, participó activamente en la infraestructura y logística del desarrollo de ese conflicto. Y, además, en un aspecto novedoso en Granada –y que luego se imita en otros lugares- y es que los estudiantes del Partido participarán en algunos pueblos del cinturón de Granada impartiendo formación a los obreros. Así, conocerá a dirigentes obreros como Pepe Cid de la Rosa, Luis Afán de Rivera y Herrera, Miguel Ortega Pineda, Emilio Cervilla Alonso, José Rica Castro o Pedro Girón Torres, entre otros, que serán protagonistas inequívocos de la huelga de la construcción de julio de 1970 y, luego, encarcelados durante el Estado de Excepción de 1970.

Participará en el boicot que los estudiantes comunistas y de la FECUM de Filosofía realizaron contra el Decano de la misma, Antonio Gallego Morell, del que pidieron su dimisión porque, según Carreño, “no hizo nada para defender a los estudiantes detenidos en la primavera de 1970”

La represión, empero, dejaba al descubierto la actitud que unos y otros tenían ante la misma. Así, cuando se producen las numerosas detenciones de estudiantes en la primavera de 1970, estos se dirigían a las autoridades académicas para que mostraran su solidaridad e hicieran gestiones ante las autoridades gubernativas para pedir su libertad. Gran parte de estas autoridades académicas mantenían su complicidad con el régimen y, entonces, se producía la crítica a las mismas. En ese sentido, Jesús participará en el boicot que los estudiantes comunistas y de la FECUM de Filosofía realizaron contra el Decano de la misma, Antonio Gallego Morell, del que pidieron su dimisión porque, según Carreño, “no hizo nada para defender a los estudiantes detenidos en la primavera de 1970”. Entre las iniciativas, poner carteles en la Facultad donde se podía leer: “En esta Facultad, no hay  Decano”. Hay que recordar que Gallego Morell era hijo del alcalde franquista Antonio Gallego Burín, que sustituyó al alcalde republicano y cuñado de Lorca, Fernández Montesinos. Gallego Morell, siguiendo la estela de su padre, ocupará diversos cargos institucionales en Granada como Comisario del Festival Internacional de Música y Danza, Director del Patronato de la Alhambra y Generalife, Director del Museo y Hemeroteca de la Casa de los Tiros, Delegado Provincial del Ministerio de Información y Turismo, Concejal del Ayuntamiento, Presidente y fundador de la Sociedad Gastronómica Granadina, llegando más tarde a ser Rector de la UGR, entre otros. 

Para Jesús Carreño, como para otros estudiantes comunistas, la huelga de la construcción de julio de 1970 fue un punto de inflexión en su militancia personal

Para Jesús Carreño, como para otros estudiantes comunistas, la huelga de la construcción de julio de 1970 fue un punto de inflexión en su militancia personal. Las terribles consecuencias que se derivaron de ella –asesinatos, heridos de bala, detenidos y despedidos- mostraba el verdadero rostro represor del régimen y, sobre todo, que era el movimiento obrero organizado su peor adversario. Jesús, una persona constante y alejado de cualquier pose intelectual vacua –la revolución nunca se ha hecho a la sombra de una copa-, estuvo implicado en ese conflicto durante todo el verano y, al iniciarse el curso 1970/71, el PCE lo envía a París a una reunión con miembros del Comité Central como representante del sector universitario.

De la reunión con el Comité Central del PCE en París a la segunda detención

La reunión era en septiembre de 1970 y solo de estudiantes. Era una forma de coordinar la política estudiantil del Partido y un momento de intercambio de experiencias. Será Jesús Carreño el que vaya en representación del Partido en la Universidad porque en esos momentos mantenía el pasaporte. Era la primera salida que hacía al extranjero. El dinero se lo pasó la organización. Tenía que ir a una casa en París. Allí confluyeron estudiantes de toda España. Serían unos veinte. Y en esa casa mantuvieron reuniones con dirigentes del Comité Ejecutivo del PCE como Carlos Elvira o Ignacio Gallego Bazares. Recuerda que una de las discusiones más recurrentes, en esos momentos, era la escisión de Enrique Líster Forján o la invasión de Checoslovaquia de 1968 y, por supuesto, de la reciente huelga de la construcción de Granada que había tenido una repercusión nacional e internacional. Y Jesús fue protagonista involuntario porque contó de primera mano lo que había pasado en la huelga o su experiencia dando charlas a los obreros por parte de estudiantes universitarios. Una iniciativa interesante que fue bien acogida por Carlos Elvira para intentar trasladarla a otros lugares de España. Luego, a los cinco a seis días, de vuelta a España, paró en Madrid donde contactó con Bernabé López García y Fanny Rubio –que vivían en el barrio del Pilar- y tuvo la oportunidad de que una tarde tuvieron una reunión en casa de Alfonso Sastre y Eva Foret y allí conoció a Fernando Quiñones, Manuela Carmena, a Hermógenes Sáinz –guionista y dramaturgo-. Los contactos con los intelectuales eran de Fanny, que conocía a todo el mundo.

La organización universitaria del PCE colaborará con las CCOO de Granada difundiendo la huelga en los tajos

Ese curso de 1970/71, en fin, se inicia en ese marco traumático de la huelga de la construcción e, inmediatamente, el 15 de octubre de 1970, se celebrará una Cámara de Distrito, con una asistencia de varios centenares de estudiantes, donde se critica la actuación de las Fuerzas de Orden Público (FOP) y se decide invitar a un grupo de obreros para una Tribuna Libre el día 19 de ese mismo mes, así como convocar una huelga de cinco días para estudiar intensivamente “el problema obrero”. (Informe del Gobierno Civil referido a ese año, en AGA, Memoria del Gobierno Civil de Granada, de marzo de 1971, p. 5). Recordemos que las CCOO siguieron convocando en solitario huelga todos los días 21 de cada mes. Y, por ello, la organización universitaria del PCE colaborará con las CCOO de Granada difundiendo la huelga en los tajos.

Los militantes, y siempre separados, al terminar la jornada laboral, iban a las obras y aprovechaban las vallas o cualquier boquete y tiraban las octavillas lo más rápidamente posible para que, al día siguiente, las pudieran leer los trabajadores

La propaganda la habían realizado en la Facultad de Ciencias, Antonio Ayllón Iranzo, Joaquín Bosque Sendra, Juan Jesús Barrios y Jesús Carreño. Para distribuir la propaganda habían quedado en la Facultad de  Ciencias y, desde allí, se repartieron en varios grupos en los que también participaron, además de los aludidos arriba, Julia Cabrera, Socorro Robles y Berta Ausín Momblona. Y, por ahí, vendrá la segunda detención de Jesús Carreño. Pocas  veces se sabe –y más quién no ha repartido propaganda clandestina- que, entonces, no se entregaban los panfletos en mano a los trabajadores. Simplemente, por seguridad, porque cualquiera podía delatarlos. Así que los militantes, y siempre separados, al terminar la jornada laboral, iban a las obras y aprovechaban las vallas o cualquier boquete y tiraban las octavillas lo más rápidamente posible para que, al día siguiente, las pudieran leer los trabajadores. Además, Jesús Carreño, precavido, ese día se puso traje azul marino y corbata –por eso de que el hábito hace al monje- y se disfrazó de niño bien para pasar desapercibido por la policía. Era un 16 de octubre de 1970 y a él y a su compañera Berta Ausín Momblona (estudiante de Ciencias) les había tocado tirar las octavillas en el Camino de Ronda donde, por entonces, había muchas obras.

A los pocos segundos de tirar las octavillas en una obra que había frente a la antigua Estación de Autobuses, dos miembros de la BPS lo detuvieron, acusándolo de haber arrojado octavillas de la Comisión Obrera Provincial de la Construcción

La cuestión es que, a los pocos segundos de tirar las octavillas en una obra que había frente a la antigua Estación de Autobuses, dos miembros de la BPS lo detuvieron, acusándolo de haber arrojado octavillas de la Comisión Obrera Provincial de la Construcción. ¿Por qué se produce esa detención? Una hipótesis que se barajó entre los miembros del PCE es que, posiblemente, alguien empezó a tirar las octavillas antes de la hora convenida y que la BPS, alertada, se pusiera en vigilancia en aquellos lugares donde había más obras. Y eso los llevó a la detención tanto de Jesús Carreño como de Berta Ausín Momblona, que las echaba en otras obras más abajo. En todo caso, fueron detenidos, pero como a Jesús no le pudieron coger ninguna octavilla –ya las había lanzado todas- ese fue su principal asidero para la defensa. No obstante, lo acusarán de haberlo sorprendido con varias de ellas entre la ropa. Y la acusación policial, fuese o no fuese cierta, iba más que a misa como se desprende de la sentencia del TOP, como veremos más adelante.

Afirma no haber sido maltratado físicamente, aunque sí le atacaron psicológicamente, obsesionados por saber en qué bando militaba su familia durante la Guerra Civil

Los dos fueron llevados a la comisaría de Los Lobos, por separado. Durante los tres días que permanecieron detenidos en comisaría fueron interrogados por la noche. Como ejemplo de la actuación policial, Jesús Carreño afirma no haber sido maltratado físicamente, aunque sí le atacaron psicológicamente, obsesionados por saber en qué bando militaba su familia durante la Guerra Civil. Durante esas 72 horas estuvieron separados, sin contacto entre ellos. Los agentes de la BPS intentaron que Carreño firmara una declaración auto inculpatoria, conocedores de que el TOP solía absolver los casos donde no se podía demostrar que el procesado había realizado un acto prohibido:

“... querían que, en mi declaración, afirmara que llevaba panfletos cuando me detuvieron, pero no la firmé porque era falso”. Además, un policía, Amaro, que había sido alumno del Ave María –que iba de poli bueno- pudo ser que influenciara en que no me agredieran. Fue una detención más seria que la anterior, pero tampoco fue agresiva. Negué todo y como en realidad no me cogieron con las manos en la masa… Ellos, en los interrogatorios, me sacaron una octavilla. Al terminar las 72 horas me pusieron en libertad sin pasar por el juez, aunque procesado en el TOP por la acusación de la policía. Sin embargo,  no lo sabía en esos momentos.” (Entrevista a Jesús Carreño).

Y, para desconcertar aún más a D. Paco, al terminar el juicio, fue hacia él y lo saludó cordialmente. Eso lo desencajó y le rompió todos los esquemas sobre la maldad intrínseca de los comunistas

Ciertamente, los dos serían puestos en libertad tras las 72 horas de rigor y seguirán en su militancia, ajenos a la posible deriva que esta detención tuviera en el TOP. De hecho tendrán que pasar dos años para que se celebre el juicio. Efectivamente, el juicio en el TOP se celebró el 18 de octubre de 1972 (Sumario 1003/70 y Sentencia núm. 214/72). Entonces  Jesús Carreño estaba cumpliendo el servicio militar en la marina, en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra). Los mandos le proporcionan un pase y, sorprendentemente, lo envían sin escolta a Madrid para el juicio. Al llegar a la Estación del Norte (actual Príncipe Pío) lo estaban esperando cuatro soldados de la Policía Naval y se lo llevan escoltado hasta el Ministerio de la Marina, donde estará varios días hasta que se celebra el juicio en las Salesas. Cosas del franquismo, tan riguroso en la represión y, a veces, tan “descuidado” con las reglas. La cuestión es que cuando se celebra el juicio están presentes, como testigos de cargo, el famoso D. Francisco Huertas “El Jirafa” y Martín. El primero declarará, visiblemente nervioso, -el Tribunal le imponía demasiado respecto- contra Carreño y éste –siempre  ha sido muy cerebral- negará las acusaciones desde la serenidad y algo de jeta, llamando incluso “mentiroso” a su acusador, y como fuera reprendido por el Tribunal por ese descalificativo que no se merecía un funcionario del orden público, rectificó: “… el Sr. Huertas no ha sido riguroso en su acusación”, porque a él no se le había ocupado en ningún caso ninguna octavilla. Algo absolutamente cierto. Y, para desconcertar aún más a D. Paco, al terminar el juicio, fue hacia él y lo saludó cordialmente. Eso lo desencajó y le rompió todos los esquemas sobre la maldad intrínseca de los comunistas.

Sentencia contra Jesús Carreño y Berta Ausín, por su detención el 16 de octubre de 1970. Cedida por Archivo Histórico de CCOO de Andalucía. TOPDAT.

Pero esa estratagema de Jesús no le sirvió de nada porque el TOP, siguiendo a pie juntillas la acusación de la BPS, los condenaría  a Jesús y a Berta a tres meses de arresto mayor por el delito de sedición a cada uno de ellos y al pago de las costas judiciales

Pero esa estratagema de Jesús no le sirvió de nada porque el TOP, siguiendo a pie juntillas la acusación de la BPS, los condenaría  a Jesús y a Berta a tres meses de arresto mayor por el delito de sedición a cada uno de ellos y al pago de las costas judiciales. El fallo de la sentencia afirmaba que repartían propaganda de la “Comisión Obrera Provincial de la Construcción” en unas obras del Camino de Ronda y que “incitaban” a la huelga que cada día 21 de cada mes se producía en solidaridad con los tres albañiles muertos en julio de ese mismo año. La sentencia afirmaba que:

"...el procesado Jesús-Fernando Carreño Tenorio, en Granada y en unas obras en construcción frente a la estación de autobuses Alsina-Graells, fue sorprendido por la Policía cuando arrojaba varias hojas ciclostiladas con pie de Comisión Obrera Provincial de la Construcción, de las que fueron ocupadas siete entre la ropa que vestía, incitando un paro general o total para el 21 de octubre fecha coincidente con la que varios meses antes se produjeron incidentes graves con ocasión de una manifestación (…) Berta-Gloria Vicenta Ausín Momblona quien había distribuido hasta 32 hojas de igual origen, contenido y finalidad". (Sumario  1003/70  y Sentencia núm. 214/72).
Jesús Carreño, a la izquierda, junto a otro soldado de la marina, en el Campamento de San Fernando (Cádiz) en agosto de 1971. Cedida por Jesús Carreño.
Jesús Carreño Tenorio, en la Ría de Vigo, mientras hacía el servicio militar. Foto cedida por Jesús Carreño Tenorio.

La cuestión es que Jesús Carreño, tras el juicio, volvió a la Escuela Naval, otra vez solo, sin vigilancia y sin enterarse de la sentencia

La cuestión es que Jesús Carreño, tras el juicio, volvió a la Escuela Naval, otra vez solo, sin vigilancia y sin enterarse de la sentencia. Es significativo, y esto es otro caso, de las arbitrariedades del régimen franquista. ¿Por qué no cumplió la pena? ¿Se pasó al olvido entre otros asuntos burocráticos? ¿El TOP no siguió el proceso para que la policía de Granada lo hubiera requerido para ingresarlo en la prisión? Misterios inexplicables. Pero esa sentencia pasó al sueño de los justos.

Bibliografía:

  • MARTÍNEZ FORONDA,  Alfonso: La lucha del movimiento obrero en Granada por las libertades y la democracia. Pepe Cid y Paco Portillo: dos líderes, dos puentes. Fundación de Estudios y Cooperación de CCOO-A, Granada, 2012.
  • MARTÍNEZ FORONDA,  Alfonso (coord.): La conquista de la libertad. (Historia de CC.OO. de Andalucía, 1962-2000). Fundación de Estudios Sindicales.AHCCOO-A, Puerto Real, 2005.
  • MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso; SÁNCHEZ RODRIGO, Pedro; RUEDA CASTAÑO, Isabel; SÁNCHEZ RODRIGO, José María; CONEJERO RODRÍGUEZ, Miguel y RODRÍGUEZ BARREIRA, Óscar: La cara al viento. Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-1981), Vol. I y II, Córdoba, El Páramo, 2012.
  • Archivo General de la Administración, Memoria del Gobierno Civil de Granada, de marzo de 1971, p. 5.
  • Archivo General de la Universidad. Secretaría General Rectorado. Asunto: Estudiantes. Carpeta “Boletín de situación de estudiantes”, curso 71/72; Estudiantes, Carpeta Huelga de Medicina. (“Entrevista mantenida con el Gobernador Civil de la provincia el día 8 de enero de 1971); Informe del Departamento de Información del Distrito de Granada, titulado “Situación de los presos políticos en Granada”, de 14 de abril de 1971, Secretaría General del Rectorado, Asociaciones de Estudiantes, 69/71, leg. 23-272;
  • Archivo Histórico del PCE, Nacionalidades y Regiones, Andalucía, caja 82, carpeta 1-4.
  • Diario Ideal, 11 de julio de 1976.
  • Entrevistas a Jesús Carreño Tenorio, Joaquín Bosque Sendra, Antonio Aragón Orellana, Antonio Cruz Jiménez, Socorro Robles Vizcaíno, Federico Mayor Zaragoza, en Fondo Oral del AHCCOO-A.
Alfonso Martínez Foronda es licenciado en Filosofía y Letras, profesor de Secundaria e históricamente vinculado al sindicato CCOO, en el que ocupó distintas responsabilidades, como investigador ha profundizado en el movimiento obrero y estudiantil.

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Otros artículos y reportajes de Alfonso Martínez Foronda:

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Sobre la historia del PCE, en el año de su centenario: