'Luis Salvador en la guerra fría'
Como si se tratase de una novela de Le Carré, pero mucho más cutre. Control no ha urdido un plan para conservar un agente doble en la antigua RDA. Aquí el plan fue mucho más chusco. Las derechas son así, no tienen escrúpulos, es su cultura, la del franquismo, la de la victoria, la del Imperio, la del Destino divino. Aquí no hubo vencedores ni vencidos, sólo vencedores. Claro que a los vencedores se les dejó mandar si se comportaban hacia afuera, no como vencidos, sino como sirvientes. Pero bueno, eso es otro cantar.
"El caso es que en Madrid no aguantaban ya a Pérez, y Granada les importaba un comino, porque lo que importaba realmente era Madrid, la Diputación de Málaga, Murcia. Pusieron al Luisma, que se quiere mucho pero ahí tienen su gestión, a contragolpe, un pluf"
El caso es que en Madrid no aguantaban ya a Pérez, y Granada les importaba un comino, porque lo que importaba realmente era Madrid, la Diputación de Málaga, Murcia. Pusieron al Luisma, que se quiere mucho pero ahí tienen su gestión, a contragolpe, un pluf. Que los socialistas le critican la inacción de los fondos COVID, pues él crea una oficina para captar fondos de la nada, sin personal adscrito, sin competencias, un eslogan más. Que se le pregunta al concejal de empleo si ha solicitado ayudas al Ministerio de Industria cuyo plazo acababa en diciembre, pues no dice ni que sí ni que no; que ha firmado un acuerdo con la Cámara de Comercio para captar fondos. Bendito sea. Que el PSOE apoya un presupuesto porque Granada no lo tenía desde 2015, pues al día siguiente el alcalde dice que su socio preferente es Vox. Y claro, se olvida de que en 2020 había que hacer muchas cosas, y que para eso tenías un presupuesto. Y dejas tirados a los autónomos, a los comercios. Pero eso, qué quieren que les diga. Le da exactamente igual. Al Luisma y a las derechas. Por eso, y por mucho más, Granada les importa un pijo. El poder sí. Que no gobernara la izquierda. Y se acabó la película. No hay más. Es así de crudo. Tan crudo como que no hay nadie al mando. El objetivo es conservar el poder.
El otro día estuve en una charla. No viene al caso sobre qué tema. Lo que sí importa es que allí estaban presentes buena parte de las fuerzas vivas de la ciudad. Esas que estarán vivas pero que no tienen fuerza. El mantra es ya de por sí conocido: A Granada le va como le va porque sus políticos no han estado a la altura nunca. Este es el meollo de la historia de esta ciudad. De sus élites. Como si no fuesen estas élites las que permiten esta absoluta desfachatez de gobierno local. No sólo lo permiten. Lo sostienen.
Cuenca acaba de tender la mano de nuevo a PP y a C´s para el presupuesto de 2021. Pero las derechas van a hacer como quien oye llover. Ni siquiera, a estas alturas, les interesa tener un nuevo presupuesto. Para qué. Lo fundamental, en ese bloque de las derechas, no es entenderse, ni siquiera entre ellos, sino conservar el poder para ver cómo se reparten el pastel al final de mandato. Muerto tu partido, vente al nuestro, Vox es la muleta, pero bueno ya veremos, porque igual la muleta quiere gobernar, entonces nos comen la “tostá”, a ver qué dice Bonilla, a ver si Casado llega -espera que está de mudanza-. Todo les permitirá Granada, sus élites, excepto que gobiernen los socialistas. Requiem aeternam, la culpa es de los políticos. Y así sea. Con lo que podría ser Granada, y así sea, y así sea.
