El grupo socialista ha criticado la decisión del gobierno bipartito de restringir la celebración de eventos en espacios públicos para ahorrar. "En pocas ocasiones un gobierno puede hacer las cosas peor en tan poco tiempo", ha afirmado la concejala del PSOE María de Leyva para añadir que esta medida "toca de lleno una de las señas de identidad" de Granada, la actividad cultural en la calle.

Tras preguntarse si el Festival de La Chana o el pasacalles del Zaidín son "tradiciones" para el gobierno local y, por tanto, se respetarán, ha defendido el trabajo desarrollado en el anterior mandato por el gobierno socialista para que "los espacios públicos fuesen un punto de encuentro" y para que "la cultura fuese disfrutada por todo el mundo". Si algo se demostró, ha destacado, es que "todas las manifestaciones de esta ciudad pueden convivir". 

Ha indicado De Leyva que hasta en la Federación de Cofradías se han mostrado "sorprendidos" y que los creadores están "preocupados" por una decisión con la que, a juicio del grupo socialista, el bipartito quiere "volver a dormir a la Granada que había despertado". Con un Ayuntamiento que "era aliado de los creadores en música y artes escénicas y plásticas". 

Se ha preguntado "qué clase de programación cultural quiere hacer un Ayuntamieto que se carga el festival Quiriquiquí, o Cines del Sur -con la ayuda de la Junta y que recluir la cultura en espacios cerrados y alejados de la calle". 

Tras criticar que la concejala de Cultura no recibe a los creadores, "no tiene tiempo", ha advertido de que se está planteando "una ciudad de puertas cerradas de cara a 2031". Que solo se abren "para quien pague". 

Respecto a las aspiraciones a la Capitalidad Cultural Europea, ha recordado que San Sebastián se impuso a Córdoba con su apuesta por cultura en la calle, y ganó frente a la candidatura andaluza, en la que se construyeron grandes espacios escénicos. 

"La ciudad retrocede, involuciona, oscurece por opaca y desconoce su potencia cultural", ha apuntado María de Leyva que ha agregado que "acabar con la cultura en la calle es cercenar la personalidad de la ciudad", y por ello ha considerado la decisión "equivocada".

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