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Cárceles de horror y muerte en la Guerra Civil y el Franquismo

Republicanas granadinas en cárceles vascas (II): La Prisión Central de Mujeres de Amorebieta (Vizcaya)

Política - Pedro Sánchez Rodrigo y Alfonso Martínez Foronda. - Sábado, 21 de Septiembre de 2024
Pedro Sánchez Rodrigo y Alfonso Martínez Foronda prosiguen con su excepcional serie sobre cárceles de horror y muerte en la Guerra Civil y el Franquismo con este magnífico trabajo que indaga en el más importante presidio de mujeres en Vizcaya. No te lo pierdas.
Taller de la Cárcel de Amorebieta con la vigilancia de las  monjas (ver al fondo una de las monjas encargadas).
(mugakultura.eus).
Taller de la Cárcel de Amorebieta con la vigilancia de las monjas (ver al fondo una de las monjas encargadas).

En un artículo anterior analizamos la presencia de reclusas granadinas republicanas en la Prisión Central de Mujeres de Saturrarán en la provincia de Guipúzcoa. Hoy nos toca revisar la más importante cárcel de mujeres de otra de las provincias vascas, la Prisión Central de Mujeres de Amorebieta, en Vizcaya. Las dos presentan características comunes: además de su localización geográfica, son prisiones exclusivamente de mujeres, de cumplimiento de penas, con una corta duración como presidio (7 años la cárcel guipuzcoana, 9 la vizcaína), la gestión de una orden religiosa (Mercedarias, San José), la ausencia de presas comunes, la ideología “redentora”, el hacinamiento, el maltrato, la desatención médica, el trágico destino los hijos de las presas e incluso veremos que parte de las presas granadinas de Amorebieta son las mismas que ya habíamos visto en Saturrarán y, por ello, no insistiremos aquí en lo que ya escribimos en el citado artículo (planteamientos penitenciarios generales, decretos y normativas oficiales, causas de la presencia de religiosas en su administración y funcionamiento, explicaciones sobre las motivaciones del traslado continuo de las presas, etc.). Aún así, como es lógico, cada prisión tiene sus especificidades, como veremos. Al final, añadimos lo que sabemos (poco, ya lo adelantamos) sobre la presencia de granadinas en otras prisiones de Vizcaya.

Portada del libro de Ascensión Badiola (editorial Txertoa).

Para describir qué fue este presidio vasco, cuáles fueron sus orígenes, quiénes sus regidores, cómo se organizó el día a día, de dónde procedían sus reclusas, cuándo se cerró, etc., nos basaremos en el estudio publicado por la doctora en Historia Contemporánea y especialista en la represión franquista Ascensión Badiola Ariztimuño.[i] De nuevo, para conocer quiénes fueron las granadinas que estuvieron allí encerradas utilizaremos los datos que los autores hemos recopilado en el Diccionario de represaliados que estamos elaborando y citado en todos nuestros artículos anteriores.[ii]

Como ocurre con otras cárceles franquistas, apenas hay documentación sobre la prisión de Amorebieta. Sus archivos han desaparecido, no hay actas de ningún tipo, carecemos de fichas carcelarias o expedientes, no hay registro de los hijos de las presas…

Antes de empezar tenemos que advertir que, como ocurre con otras cárceles franquistas, apenas hay documentación sobre la prisión de Amorebieta. Sus archivos han desaparecido, no hay actas de ningún tipo, carecemos de fichas carcelarias o expedientes, no hay registro de los hijos de las presas…. Como escribe la propia Ascensión Badiola en la Introducción de su libro: “Si algo sabemos con certeza sobre la cárcel de mujeres de Amorebieta es precisamente que no sabemos casi nada”.

1. Orígenes y evolución de la Cárcel de Amorebieta

Las tropas franquistas ocuparon Amorebieta, una localidad que por entonces contaba con menos de 5.000 habitantes, el 18 de mayo de 1937, un mes antes de su entrada en Bilbao. Se encontraba en un grado tal de destrucción (bombardeada como Guernica o Galdácano) que no tardó en ser incluida en el programa de regiones devastadas. El seminario de los Padres Carmelitas Descalzos, terminado de construir en 1933, fue cuartel de milicias en 1936, pasó a ser hospital de guerra y, pocos meses después de terminada ésta, el 15 de agosto de 1939, un centro de reclusión para las mujeres que no tenían cabida en las cárceles provinciales o en prisiones habilitadas como el cercano chalet bilbaíno de Orue, al que nos referiremos al final de este artículo; la mayoría de las que llegan de otras provincias proceden de Madrid. Son, por tanto, desde el inicio, presas políticas. Se encargan de llevar la organización y administración del presidio las hermanas de San José.

Ingresan a mujeres penadas, condenadas por consejos de guerra, acusadas de su activismo político, que se envían en traslados masivos desde toda España en vagones de tren donde eran tratadas como ganado

Desde la publicación de una orden de 13 de marzo de 1940 el centro habilitado pasa a ser Prisión Central de Mujeres. El aumento de la población reclusa en toda España obliga a este cambio y la prisión de Amorebieta entra a formar parte de una red más extensa de prisiones de mujeres, entre las que se encuentran la de Oblatas en Santander, Saturrarán en Guipúzcoa, Málaga, Palma de Mallorca, Gerona, Ventas en Madrid, etc., a las que ingresan a mujeres penadas, condenadas por consejos de guerra, acusadas de su activismo político, que se envían en traslados masivos desde toda España en vagones de tren donde eran tratadas como ganado.

Es sustituido por un hombre al que podríamos considerar un leal al régimen, Manuel Lozano Peña, procedente de la Dirección de la cárcel de Salamanca, y pasarán otros directores en los siguientes años que abandonarán los métodos persuasivos y humanitarios de su primer director

Con su transformación en Prisión Central llega el mismo mes de marzo su primer director, perteneciente al Cuerpo de funcionarios de prisiones, Francisco Machado Ruiz, hermano de los dos grandes poetas, poeta él también, y que había dirigido la Cárcel de Mujeres de Madrid en 1933. Francisco Machado había pasado la frontera con su familia en enero de 1939 pero regresó gracias a las gestiones de su hermano Manuel; sometido a un proceso de depuración, fue readmitido sin sanción, a pesar de sus reconocidas simpatías por las teorías de Concepción Arenal. Según su biógrafo[iii], el carácter compasivo que mostró con las presas debe ser la explicación de su cese 6 meses después, en septiembre. De hecho, un informe de la Inspección Central de la Dirección General de Prisiones afirmaba que "confiado en su caballerosidad no prevé que el material recluso con quien labora puede ser desleal y no siempre merecedor del sistemático trato humanitario que les dispensa". Le proponen que tome la baja por problemas de salud, él se niega y es declarado excedente forzoso. Es sustituido por un hombre al que podríamos considerar un leal al régimen, Manuel Lozano Peña, procedente de la Dirección de la cárcel de Salamanca, y pasarán otros directores en los siguientes años que abandonarán los métodos persuasivos y humanitarios de su primer director.

Los tres años que van de 1940 a 1942 son los de mayor presencia de reclusas. A partir de 1943 la Cárcel de Amorebieta comienza a perder reclusas con el vaciamiento de las cárceles franquistas gracias a las conmutaciones de las penas, los indultos y la extensión de las libertades condicionales, motivadas por el hacinamiento de las prisiones

Los tres años que van de 1940 a 1942 son los de mayor presencia de reclusas. A partir de 1943 la Cárcel de Amorebieta comienza a perder reclusas con el vaciamiento de las cárceles franquistas gracias a las conmutaciones de las penas, los indultos y la extensión de las libertades condicionales, motivadas por el hacinamiento de las prisiones, su coste de mantenimiento, el peligro de motines y, sobre todo, la necesidad de mostrar un rostro menos represivo a la comunidad internacional. Entre 1943 y 1944 cierra sus puertas por falta de reclusas, aunque se reabre con el recrudecimiento de la actividad guerrillera. Las instalaciones son ocupadas parcialmente por una granja porcina en 1946. Por orden del 24 de octubre de 1947 la presa Julia González Álvarez es la última del establecimiento penitenciario que aparece obteniendo la libertad condicional y el 19 de noviembre otra orden clausura definitivamente la Prisión. Las últimas reclusas marchan trasladadas a la prisión de Segovia, creada en ese año. El edificio se devuelve entonces a los Carmelitas Descalzos para que funcione como colegio, El Carmelo, y así hasta hoy. Una placa recuerda desde 2007 que el edificio es un lugar de memoria. 

Placa conmemorativa en la puerta de la antigua prisión, ahora Colegio del Carmelo, en Amorebieta. (elestado.net).

2. La vida cotidiana en la cárcel de Amorebieta

Gracias al mencionado trabajo de Badiola, hemos llegado a conocer los nombres de 1.239 mujeres que estuvieron en la prisión de Amorebieta. De ellas, 958 obtuvieron la libertad condicional, con o sin destierro, estando allí encarceladas, según recogen los BOE desde 1940 a 1947. El resto, con alguna repetida, procede de un censo de 411 reclusas que publicó el Ayuntamiento de Amorebieta en 1945 y de una relación de 42 mujeres y 6 niños de cuyo fallecimiento se tiene noticia a partir de los Libros de Registros de Defunciones del Municipio. Por tanto, nos faltan muchas de las que estuvieron y fueron trasladadas a otras prisiones como era norma en la época.

“El resto –como escribe Badiola en un artículo- son mujeres anónimas, campesinas, costureras, lavanderas, enfermeras y maestras republicanas y estas últimas serán las encargadas de alfabetizar a sus compañeras dentro del programa de «redención» que se establece para reducir condena por día de trabajo”

Una gran cantidad de ellas parece que eran comunistas, como Julia Manzanal Pérez, primera mujer que, durante la guerra, ocupó el cargo de Comisario Político, ella, en el Quinto Regimiento, o familiares de reconocidos comunistas, como Crescencia Uribe, hermana del que fue ministro de Agricultura y dirigente del PCE Vicente Uribe, exiliado en México. “El resto –como escribe Badiola en un artículo- son mujeres anónimas, campesinas, costureras, lavanderas, enfermeras y maestras republicanas y estas últimas serán las encargadas de alfabetizar a sus compañeras dentro del programa de «redención» que se establece para reducir condena por día de trabajo”[iv].

Una cifra tan alta de presas, trasladadas del resto de la península, viviendo en unas condiciones lamentables de hacinamiento (algunas dormían en los pasillos por falta de espacio), escasa comida, frío, suciedad, espacios insalubres, etc. explica que, según cuenta la presa Tomasa Cuevas Gutiérrez, militante comunista de Guadalajara, se calificara el penal como “cementerio de vivas”: “Allí en Amorebieta he visto morir a las mujeres de hambre … empezaron a llamarnos las de la raza amarilla, porque estábamos amarillentas: no paseábamos en el patio, nos veíamos morir”. Y eso que el complejo contaba con una huerta y granja donde había cerdos, conejos y gallinas “pero nosotras no teníamos derecho a eso”.[v]

Presas en Amorebieta. Tomada del libro de Tomasa Cuevas citado en la bibliografía, p. 213.

 “El director subió por las salas y nos comunicó que a él no le costaba ningún esfuerzo poner a todas las que habíamos llegado de Santander en el patio y barrerlas con una ametralladora, que no le pedirían ninguna responsabilidad”

El personal a su cargo no ayudaba tampoco. Badiola señala que la superiora Simona Azpiroz, dirigió la cárcel “con mano de hierro” y al capellán Leandro Echevarría Arregui algunas lo tacharon de “auténtico verdugo” y “demonio lujurioso y ofensivo”. Los castigos debían ser frecuentes (son sacadas al patio en días de frío intenso) y las amenazas por las protestas, constantes. En el libro de Tomasa Cuevas se cuenta cómo, liderado por las mujeres que acababan de llegar del penal de Santander, se organizó un plante para mejorar el rancho: “Ya dispuestas a todo pensamos que lo que se debía hacer era nombrar una comisión e ir a ver al director para exigirle el cazo reglamentario en la comida y la mejora del desayuno por la mañana. Fueron tres en comisión … La contestación del director fue meterlas en el calabozo”. El resto, a pesar del hambre que pasaban decidieron no acudir al rancho. “El director subió por las salas y nos comunicó que a él no le costaba ningún esfuerzo poner a todas las que habíamos llegado de Santander en el patio y barrerlas con una ametralladora, que no le pedirían ninguna responsabilidad”. A pesar de todo consiguieron el cazo que reclamaban.[vi]

Como en el resto de cárceles franquistas, hay oficios religiosos obligatorios y acciones reeducadoras para mujeres consideradas “descarriadas”, se forma en el patio diariamente para cantar himnos patrióticos con el brazo en alto, se vacuna a las reclusas

Como en el resto de cárceles franquistas, hay oficios religiosos obligatorios y acciones reeducadoras para mujeres consideradas “descarriadas”, se forma en el patio diariamente para cantar himnos patrióticos con el brazo en alto, se vacuna a las reclusas, etc.etc. Muy importante para las presas eran los talleres de costura y bordado donde se confeccionaban bajo la vigilancia de las monjas uniformes del ejército y otros productos para clientes del entorno de Bilbao, tantos que llegaron a tener beneficios. Llegaron a disponer de treinta máquinas en las que trabajaban cuarenta y siete reclusas: una jefa de taller, una oficial y cuarenta y cinco ayudantes. A las presas les servía para reducir condena y obtener un suplemento para mejorar el rancho, o dinero con el que apañarse al salir de la cárcel o ayudar a su familia. 

Fachada de la Prisión Central de Amorebieta (editorial Txertoa).

Hay registrados 48 fallecimientos ocurridos en la prisión de Amorebieta entre 1939-1947, 42 mujeres adultas, 4 niños y 2 niñas. Las causas descritas entre las muertes de las primeras son muy variadas (cardiopatías, septicemias, cáncer, bronconeumonía… ), pero las que más se repiten son “colapso” y tuberculosis pulmonar

Escribimos antes que hay registrados 48 fallecimientos ocurridos en la prisión de Amorebieta entre 1939-1947, 42 mujeres adultas, 4 niños y 2 niñas. Las causas descritas entre las muertes de las primeras son muy variadas (cardiopatías, septicemias, cáncer, bronconeumonía… ), pero las que más se repiten son “colapso” y tuberculosis pulmonar; entre los segundos, que van desde los 4 a los 22 meses (a partir de los tres años se les separaba de sus madres y se entregaban a familiares o a instituciones religiosas, ya lo vimos en el artículo que publicamos sobre Saturrarán), están gastroenteritis, sarampión, uremia, enterocolitis y bronconeumonía.

Los testimonios recogidos de presas en los textos citados nos hablan, sin embargo, de una mortalidad mayor, debido a la debilidad provocada por el hambre, el frío y las condiciones en el penal (las mujeres daban a luz a sus hijos en el suelo y vivían con ellos sobre un petate, no había asistencia de ningún tipo, ni siquiera de las monjas, a las que llamaban durante toda la noche sin que respondieran, ni del médico, que se dedicaba únicamente a certificar los fallecimientos). En la huerta había una chabola donde cuenta una presa llevaban a las que morían. Escribe Badiola que los niños fallecen sin nombre, sin identidad, hasta que no son registrados en el Juzgado de Paz. El siguiente testimonio es de Julia Manzanal y apareció en un reportaje publicado en El País en 2002:

“En Amorebieta dormíamos en jergones de 40 centímetros: las unas al lado de las otras y con los niños. Una noche, Julia [su hija] se puso muy enferma. Trinidad Gallego, que era enfermera, me dijo que era meningitis, que debía despedirme de la niña. Y así, la pequeña Julia, con sus preciosos ojos cambiantes, cada día de un color, se fue … Nos pasamos toda la noche llamando a las monjas, pero no hubo nada que hacer; no se presentaron. Cuando llegaron por la mañana ya estaba muerta …Como yo era de las que no comulgaban, no dejaron que me despidiese de la niña en la capilla, porque son religiosas, pero malas como ellas solas”.

Al final consiguió entrar en la enfermería, y dentro de la caja de la pequeña deslizó -en un descuido de las vigilantas- una bandera roja con la hoz y el martillo que ella misma había hecho

Al final consiguió entrar en la enfermería, y dentro de la caja de la pequeña deslizó -en un descuido de las vigilantas- una bandera roja con la hoz y el martillo que ella misma había hecho. 'Por el bien de la humanidad, Julia, te juro que seguiré siendo la misma', le dije”.[vii]

3. Presas granadinas en la cárcel de Amorebieta

Son 28 las mujeres granadinas que, a día de hoy, sabemos que estuvieron presas en Amorebieta, si bien cuatro de ellas eran vecinas de Berja (tres ingresaron junto a otras 5 de dicha localidad el mismo día) y otras dos eran foráneas y escogieron Granada como lugar de destierro una vez excarceladas. Un documento de mayo de 1944 encontrado en el Archivo de la Real Chancillería de Granada[viii] nos permitió completar la tabla que presentamos abajo. En él, aparecen 11 nombres de penadas, presas en la cárcel vizcaína, a las que se concedió la libertad condicional en distintas fechas  y que fijaron su residencia en la provincia de Granada. Menos una, Nicolasa Maeso, con destierro, todas debían ser naturales o vecinas de la provincia de Granada pues se instalan en ella con la liberación definitiva del destierro.

Relación de presas de la prisión de Amorebieta en documento del Archivo de la Real Chancillería de Granada, Caja 20017, Pieza 67 (foto de los autores).

La lista es la siguiente:

GRANADINAS PRESAS EN LA CÁRCEL DE AMOREBIETA (VIZCAYA)

(en cursiva las que también estuvieron en Saturraán, Guipúzcoa)

Nombre

Natural

Vecina

Consejo de Guerra

TRRPP

CARRILLO PUERTAS. Ángeles

1904/Casada

Almuñécar

Almuñécar

Rebelión (37)

Pena de muerte (37)

C. 20 años

L. Cond. 2-III-44 (1)

Desconocemos (2)

CHECA VALDEARENAS, Ascensión

Casada

Granada

Berja (Almería)

-

12 años y 1 día

L.Cond.: 1-III-43

 

CORTÉS CARMONA, Rosario

1902/Viuda

Granada

 

Desconocemos

Desconocemos

C. desconocemos

L. Cond.: 1947

Desconocemos

FRAILE PAYÁN, Martirio

1872/Viuda

Picena

Picena

Berja (Almería)

Desconocemos (39)

12 años y 1 día (39)

L. Cond. 10-V-1942

Sobreseimiento (45)

FUENTES SERRANO, Angustias

1914/

Láchar

Castillo de Tajarja

(Chimeneas)

Rebelión (37)

Recl. Perpetua (37)

C. 20 años y 1 día (42)

L.Cond.: 16-IV-44

Desconocemos

GONZÁLEZ LLORENTE, Encarnación

1921/Soltera/Vendedora

Granada

Granada

Auxilio a la Rebelión (38)

6 años y 1 día (38)

C. 6 meses y 1 día (40)

L.Cond.: 15-IX-40

200 pesetas (40)

Sobreseimiento (44)

GRACIA AGUILERA, María

1914/Soltera

Montefrío

Montefrío

Adhesión a la R. (39)

Recl. Perpetua (39)

L. Cond. 1946

Sobreseimiento (45)

HEREDIA HEREDIA, Concepción

 

Moraleda de Zafayona

Desconocemos

Desconocemos

L. Cond.: 6-II-43

 

JIMÉNEZ JIMÉNEZ, Primitiva

¿Maestra?

¿Ávila?

Motril

(destierro)

Desconocemos

Desconocemos

L. Cond.: 6-II-43

 

LÓPEZ FERNÁNDEZ, Dolores

Conservera

Granada

 

Desconocemos

Desconocemos

L. Cond.: 6-II-43

 

MAESO GONZÁLEZ, Nicolasa

 

Manzanares

Atarfe

(destierro)

Desconocemos

Desconocemos

L. Cond.: 18-III-44

 

MEDINA NAVARRETE, Angustias

1895 o 1896/Casada

Alhama de Granada

Alhama de Granada

Auxilio a la Rebelión (39)

12 años y 1 día (39)

L.Cond.: 12-XII-42

 

MELLADO MALDONADO, Virtudes

Lobres (Salobreña)

Lobres

(Salobreña)

Auxilio a la Rebelión (39)

12 años y 1 día (39)

L. Cond.: 22-VII-42

Desconocemos

MONTORO BUSTOS, Purificación

Ítrabo

 

Rebelión

Pena de muerte

C. desconocemos

 

MORAL SALES, Dolores

Granada

 

Desconocemos

Desconocemos

L.Cond.: 12-XII-42

 

MORENO AGUILAR, Mercedes

1918 o 1919/Soltera

Cúllar Vega

Cúllar Vega

Adhesión a la R. (38)

30 años (38)

C. 20 años y 1 día

L. Cond.: 2-III-44

 

MORENO RODRÍGUEZ, Josefa

1911/casada

Fornes

Fornes

Adhesión a la R. (37)

Pena de muerte (37)

C. ¿Recl. Perpetua?

L. Cond.: 11-XI-43

Sobreseimiento

(44)

MUÑOZ TORRES, María Josefa

1898/

Alomartes (Íllora)

Salar

Rebelión (37)

Pena de muerte (37)

C. Recl. Perpetua (37), 20 años

L. Cond.: 11-XI-43

Desconocemos

MUÑOZ VÍLCHEZ, Dolores

1.887/ Viuda

Arenas del Rey

Arenas del Rey

Adhesión a la R. (37)

Recl. Perpetua (37)

C. 20 años y 1 día (42)

L.Cond.: 2-III-44

Desconocemos

NAVAS PELEGRINA, Carmen

1.885/ Viuda

 

Fornes

Auxilio a la R. (37)

20 años (37)

Excitac. a la R.

12 años

L.Cond.: 26-VII-43

500 pesetas (40)

Indulto (63)

RODA LÓPEZ, Mercedes

1917 0 1918

Turón

Berja

(Almería)

Desconocemos

12 años y 1 día

L.Cond.: 6-II-43

 

RODRÍGUEZ MORENO, María

1881 o 1882/casada

Fornes

Fornes

Adhesión a la R. (37)

Pena de muerte (37)

C. Recl. Perpetua, 20 años

L. Cond.: 11-XI-43

Sobreseimiento

(45)

RUIZ NAVARRETE, Purificación

Granada

Granada

Desconocemos

Desconocemos

L. Cond.: 1-I-42

 

RUIZ NAVAS, Piedad

1885/Casada

Fornes

Fornes

Adhesión a la R. (37)

Pena de muerte (37)

C. 30 años y 20 años

Desconocemos

SÁNCHEZ PÉREZ, Loreto

1884/

Granada

Berja (Almería)

Desconocemos

12 años y 1 día

L.Cond.: 12-III-42

 

SANTAELLA MOYA, Encarnación

1919

 

Montefrío

Rebelión (39)

20 años (39)

L. Cond.: 16-III-44

Desconocemos

SERRANO LÓPEZ, Teresa

1896/Casada/Verdulera

Guadix

Guadix

Adhesión a la R. (39)

30 años (40)

Desconocemos

VICO SEGOVIA, Antonia

1898/ Casada

Alicún de Ortega

Guadahor-tuna

Adhesión a la R.  (40)

Recl. Perpetua (40)

L. Cond. 1946

Sobreseimiento

(44)

  1. Se prioriza la orden ministerial a la fecha exacta de salida de la cárcel
  2. Cuando ponemos desconocemos es que se abrió expediente, pero no conocemos sentencia

Leyenda: TRRPP (Tribunal de Responsabilidades Políticas); C.: Conmutación; R: Rebelión; Excit.: Excitación; L. Cond: Libertad Condicional; Recl.: Reclusión.

Fuente: datos extraídos de los expedientes personales del TRRP depositados en el Archivo de la Chancillería de Granada; del libro de Ascensión BADIOLA citado en la Bibliografía y elaboración propia.

De nuevo, como en Saturrarán, de las que conocemos su edad, predominan las mujeres nacidas en el siglo XIX sobre las más jóvenes, no tienen un trabajo reconocido y, sobre todo, tienen condenas iniciales muy duras, nada menos que 6 penas de muerte (todas conmutadas posteriormente)

De nuevo, como en Saturrarán, de las que conocemos su edad, predominan las mujeres nacidas en el siglo XIX sobre las más jóvenes, no tienen un trabajo reconocido y, sobre todo, tienen condenas iniciales muy duras, nada menos que 6 penas de muerte (todas conmutadas posteriormente), 6 reclusiones perpetuas/30 años y 2 de 20 años, la mitad del total y aún nos falta por conocer 7 condenas más, lo que quiere decir que eran mujeres consideradas “peligrosas” o “muy peligrosas” para el Régimen, y eso  se demuestra en los delitos:13, al menos, fueron acusadas de “Rebelión” o “Adhesión a la Rebelión”, los más graves (en esto tiene que ver también el que el Consejo de Guerra de la mayoría de las anteriores se celebró durante la guerra). Hay que tener en cuenta que la mayoría de mujeres sentenciadas en nuestra provincia lo fueron por el delito de “Auxilio” o “Excitación a la Rebelión” que comportaban penas más ligeras. Esta “peligrosidad” explica su traslado a tantos kilómetros de distancia de su lugar de origen porque eso era un castigo añadido a la condena. En el artículo sobre las presas granadinas en Saturrarán ya vimos las acusaciones recaídas en alguna de las que repiten en esta lista de Amorebieta. De las “nuevas”, para demostrar lo que afirmamos, podemos fijarnos en Ángeles Carrillo Puerta de la que se dice que es “persona descaradamente de izquierdas, extremadamente simpatizante del marxismo, provocativa y enemiga de las personas de orden” (Causa 481/37); de María Josefa Muñoz Torres se dice algo parecido, que era de “ideas izquierdistas extremadas” (Causa 201/37); María Rodríguez Moreno “es sujeta de máxima peligrosidad por sus actividades marxistas y su activa participación en saqueos de casas particulares, cortijos y establecimientos, incitando a las masas a que no dejaran viva a una persona de orden y de derechas, tomando parte en todas las manifestaciones públicas celebradas por los marxistas, siendo por tanto sujeta de pésima conducta y antecedentes” (Causa 817/37). La accitana Teresa Serrano López fue acusada de “ideas comunistas” y propagandista de las mismas, de ir armada de una escopeta de dos cañones y canana al cinto (Causa 347/39).

Las reclusas eran trasladadas de prisión en prisión por diversos motivos (cierres, castigos, hacinamiento, …), lo que se denominó con sarcasmo como “turismo carcelario”

Las reclusas eran trasladadas de prisión en prisión por diversos motivos (cierres, castigos, hacinamiento, …), lo que se denominó con sarcasmo como “turismo carcelario”. En la tabla anterior podemos observar cómo 9 de las 28 mujeres estuvieron, entre otras cárceles, también en la de Saturrarán. Todas, menos las dos del destierro, debieron pasar antes y durante el juicio por alguna prisión granadina. Del resto, la que parece tuvo unos traslados más continuados fue Angustias Medina Navarrete que pasó también, en menos de cuatro años, por las prisiones de Azpeitia (Guipúzcoa), Barcelona, Gerona y Málaga, donde obtuvo la libertad condicional; también desde la cárcel malagueña consiguió idéntica libertad Virtudes Mellado. Por la de Palma de Mallorca pasaron Josefa Moreno y María Rodríguez Moreno. Encarnación González Llorente estuvo, al menos, en Azpeitia y Gerona y Purificación Montoro fue trasladada desde la Prisión del Acebuche en Almería a la de Amorebieta.

Como en otras ocasiones, extraemos la biografía de una de estas presas, en este caso implicada en una conocida trama de espionaje en la ciudad de Granada:

ENCARNACIÓN GONZÁLEZ LLORENTE. Nace en 1921 en Granada (Granada). Vivía en una cueva en el Camino del Sacromonte, Vereda de Enmedio, 25. Soltera. Conocida como “Encarna la de Antequera”, por el apellido de su padre, Antonio González Antequera. Era vendedora. Su detención está relacionada con el atentado contra el jefe del Servicio de Información Militar franquista (SIPM), Mariano Pelayo, en la madrugada del día 6 de junio de 1938, en el Cuartel de Las Palmas, por medio de una carta-bomba. Como represalia serán detenidos, encarcelados y/o fusiladas aquellas que estaban en la lista que había ido confeccionando la espía Alicia Herrera Baquero (“La tía del abanico”) de entre las personas que, a su juicio, mantenían actividades a favor de la República y que podrían haber participado directa o indirectamente en ese atentado. Entre los días 6 de junio y el 4 de julio de 1938, se produjeron unas setenta detenciones de personas que, de una u otra forma, habían mantenido relaciones con Alicia Herrera y que fueron acusadas de actividades subversivas. Todas ellas fueron encarceladas y, muchas de ellas, tras el consiguiente proceso militar, fusiladas (AJTM, Causa 1.627/38, Leg. 1350 y Leg. 494). (Barranco, 2018: 67, 374, 384). Ingresó en la prisión provincial el 7 de junio de 1938. (Barranco, 2018: 375, 386). El 22 y 23 de agosto de 1938 se celebró el Consejo de Guerra, cuyo ponente fue Francisco Angulo Montes, en la Audiencia Territorial de Granada, contra 115 inculpados implicados en el supuesto complot descubierto por Pelayo* en la Causa 1627/38. (Véase resultados de la sentencia en “Caída por el atentado contra Mariano Pelayo”). En la sentencia se afirma que era “de dudosa moral y antecedentes” y fue otra de las mujeres que tuvo contacto con la espía al servicio de los rebeldes, Alicia Herrero Baquero, * ya que su cueva estaba situada al lado de la de Angustias Ruiz Pérez* (llamada “La cueva de la Encalaora”), que era el lugar de encuentro de los enlaces republicanos con los enlaces residentes y ella también asistía a esos encuentros –algunos el Carmen de la Fuente- ya que uno de los enlaces era su novio. Allí conoció a Alicia Herrera. Sin embargo, la sentencia afirma que asistía a esas reuniones, pero “sin formar parte activa en sus conversaciones”. Ingresó en la prisión provincial el 10 de junio de 1938. En el proceso judicial admite que ella fue la que presentó a Alicia a las hermanas Peinado, a quienes conocía por la costumbre de acudir al Carmen de la Fuente a llenar agua. Aunque algunos familiares y conocidos la avalaron, sin embargo, en los informes de Comisaría y de la Guardia Civil no dudaron en calificarla como persona “extremista” y “desafecta” al Régimen, de “dudosa conducta”, añadiendo que “tenía un hermano en la zona roja” y por eso no le ofrecía garantías. (Barranco, 2018: 57, 66, 68, 75, 89, 375, 386). (AJTM, Causa 1.627/38, Leg. 1350 y Leg. 494). Fue condenada a 6 años y 1 día de prisión por el delito de “Auxilio a la rebelión”. (Barranco, 2018: 182 a 212). Inicia su condena en Granada, en la de Amorebieta y Azpeitia (Guipúzcoa), y luego la trasladan a la Prisión Central de Mujeres de Gerona. El 15 de septiembre de 1940, cuando llevaba más de un año en prisión, se le comunica que se le conmuta la pena por la de 6 meses y 1 día. Es puesta en libertad ese mismo día, para quedar en prisión atenuada en su domicilio del Albayzín. (Barranco, 2018: 228, 285 a 287). Se le abre expediente de responsabilidades políticas número 73 de 29 de julio de 1939 por testimonio de sentencia condenatoria. El Juez Instructor Provincial de Responsabilidades Políticas de Granada, Francisco Santolalla Lacalle, hace saber en el BOE de 2 de septiembre de 1939, anexo único nº 244, p.1218, que se le instruye expediente. La sentencia del Tribunal de Responsabilidades Políticas de Granada número 1.207 de 4 de septiembre de 1940, aún reconociendo que no tiene bienes, la condenará a una sanción de 200 pesetas con pago al Estado en los plazos que marca la ley que hará efectivas si en lo sucesivo cambia su situación económica. Las autoridades confirman que no posee bienes y el 15 de septiembre de 1944 se dicta Auto de sobreseimiento y se archiva su expediente. (Archivo Real Chancillería de Granada, Caja 25914, Pieza 5 y Caja 25968, Pieza 172). (extraído de MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso y SÁNCHEZ RODRIGO, Pedro: Diccionario de la represión en Granada, 1931-1981, en elaboración).

En la imagen superior, Oficio en el que se documenta el traslado de Encarnación González Llorente desde la Prisión de Granada a la de Amorebieta el 23 de febrero de 1940 (Archivo de la Real Chancillería de Granada, Caja 25914, Pieza 5).

4. Otras cárceles de mujeres en Vizcaya

A tan sólo 15 kilómetros de Amorebieta se encuentra Durango. La ciudad fue tomada por los requetés el 28 de abril de 1937 después de varios días de bombardeos en los que fallecieron más de 500 vecinos. Allí, en una antigua casona, “Villa María”, de la que hoy sólo queda una verja pintada de negro, funcionó más o menos un año, desde noviembre de 1939 a diciembre de 1940, un penal de mujeres [foto 10]. Aún disponemos de menos información que de la prisión Amorebieta, tan escasa que un reportaje el Diario Deia[ix] la calificaba de cárcel “fantasma”. La profesora María Gorosarri la definía como “almacén de mujeres”. A diferencia de Amorebieta, aquí las monjas que se quedaron con el solar (hoy Colegio de las Hermanas de la Caridad y de la Instrucción Cristiana de Nevers) negaron la colocación de una placa en memoria de las reclusas, a pesar de que el propio Ayuntamiento de Durango apoyaba la iniciativa de varias asociaciones memorialistas. No sabemos el número exacto de mujeres que sufrieron el calvario del encierro, pero se asegura que en diciembre de 1939 unas 350 mujeres llegaron procedentes de la cárcel de Ventas en Madrid.  Alguna foto nos las muestra posando para la cámara. Cuando se cerró la cárcel muchas pasaron a la de Amorebieta[x].

Villa María”, en Durango, en una vieja postal (mugakultura.eus).
Presas frente a la antigua cárcel de Durango. (Foto: Archivo Gerediaga,  DURANGON.COM).
Presas en una celebración en la cárcel de Durango (mugakultura.eus)

No tenemos demasiada información sobre las mujeres granadinas allí encarceladas, es posible que sean, al menos tres, con seguridad Elvira Pérez Cáceres, ya vista en Saturrarán, las otras dos no está claro aún si estuvieron en Amorebieta o en Durango o en ambas.

GRANADINAS PRESAS EN LA CÁRCEL DE DURANGO

(en cursiva las que también estuvieron en Saturrarán, Guipúzcoa)

Nombre

Natural

Vecina

Consejo de Guerra

TRRP

GUERRERO MARTÍN, Enriqueta

Granada

 

Desconocemos

Desconocemos

 

MONTORO MANCILLA, Catalina

Granada

 

Desconocemos (37)

Pena de muerte (37)

 

PÉREZ CÁCERES, Elvira

1902/Casada/taquígrafa

Pinos Puente

Granada

Madrid

Adhesión a la R.

Pena de Muerte

C. 30 años, 20 años

 

En Bilbao, en el barrio de Santutxu, se improvisó otra cárcel de mujeres en un caserón abandonado por una familia nacionalista que huyó con la entrada del ejército franquista, el Chalet Orue. Dependía de la Prisión Provincial de Bilbao o de Larrinaga, de la que segregaron a las mujeres en años en que el volumen de la población penal era insoportable. Debió ser presidio desde noviembre de 1937, fecha de entrada del primer expediente, hasta 1941 o la primavera de 1942, albergando a más de 400 mujeres por año (470 personas según el padrón de 1940) donde no debían caber ni 50. Convertido tras la excarcelación en Hospital, fue derribado en los años setenta[xi]. Conocemos los nombres de tres granadinas allí encerradas, mencionadas las tres ya por haber estado también en Saturrarán y Amorebieta: Dolores López Fernández, Piedad Ruiz Navas y Loreto Sánchez Pérez.

El Chalet Orue en Bilbao (santutxuzuharra.com).

En otras prisiones vizcaínas como la de Tabacalera o la Provincial de Bilbao, donde sabemos que hubo más de 100 presos antifranquistas granadinos y que merecerán otro artículo por nuestra parte, no hay constancia de que hubiera paisanas.

La falta de documentación de estos presidios, perdida o intencionalmente destruida, impide conocer los nombres de más mujeres y datos más precisos, impide describir con exactitud el horror, el miedo y la angustia que en aquellas prisiones padecieron las mujeres allí encerradas

Es lo que tenemos. Menos de lo que quisiéramos. La falta de documentación de estos presidios, perdida o intencionalmente destruida, impide conocer los nombres de más mujeres y datos más precisos, impide describir con exactitud el horror, el miedo y la angustia que en aquellas prisiones padecieron las mujeres allí encerradas. No todo será olvido, sin embargo. En algún oscuro y desordenado archivo de Partido Judicial se encontrarán, alguna vez, listas de traslados, relaciones de detenidas; se descubrirán cartas, documentos, oficios en despachos o domicilios particulares insospechados. Todavía, alguien, después de repasar los Boletines Oficiales del Estado desde 1939 a 1947, como hizo Badiola para la prisión de Amorebieta o nosotros mismos para los encarcelados en la Prisión Provincial de Granada, puede extraer los nombres de aquellas que consiguieron la libertad condicional estando en determinadas prisiones aún no estudiadas y cotejarlos con los que se encuentren en su base de datos. Entonces, las cifras y los nombres se acercarán más a la realidad de lo que fue la verdadera dimensión del universo penitenciario franquista.

Bibliografía:

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  • [i] BADIOLA ARIZTIMUÑO, Ascensión: Individuas peligrosas. La Prisión central de Mujeres de Amorebieta (1939-1947). Editorial Txertoa, Donostia, 2019.
  • [ii] MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso y SÁNCHEZ RODRIGO, Pedro: Diccionario de la represión en Granada, 1931-1981, en elaboración.
  • [iii] SÁNCHEZ LUBIÁN, Enrique: El reloj de la cárcel. Poesías y leyendas toledanas de Francisco Machado. Ed. David Blázquez Comunicación, S.L., 2005. Ver también POBLACIÓN, Félix: “El tercer Machado (Francisco) poeta fue un caballeroso director de prisiones”, en https://www.elsaltodiario.com/los-nombres-de-la-memoria
  • [iv] BADIOLA ARIZTIMUÑO, Ascensión: “La prisión Central de mujeres de Amorebieta en el circuito carcelario femenino creado por el franquismo”. euskonews.eus/zbk/744.

  • [v] CUEVAS GUTIÉRREZ, Tomasa: Testimonios de mujeres en las cárceles franquistas. Edición de J. Montes Salguero, Instituto de Estudios Altoaragoneses, Huesca, 2004.
  • [vi] CUEVAS GUTIÉRREZ, Tomasa: ibid. p. 211
  • [vii] CENDROS, Teresa y VALLS, Francesc: “Hijos de las cárceles franquistas”, en El País, 24 de marzo de 2002.
  • [viii] Archivo de la Real Chancillería de Granada, Caja 20017, Pieza 67
  • [ix] GORRITI, Iban: Villa María, “la cárcel más fantasma” de Durango. Deia, 23 de enero de 2023
  • [x] FUNDACIÓN JUAN DE LOS TOYOS: Cárceles y prisiones de mujeres en la Guerra Civil. Los casos de Amorebieta y Durango. Gobierno Vasco. http://juandelostoyos.com
  • [xi]  CALVO ORTIZ, Mónica: ““Orue”, la prisión habilitada para mujeres. De la represión al olvido”. Bidebarrieta, 26. 2016, pp. 75 a 87. También “Chalet Orue. Cárcel de mujeres” santutxuzaharra.com

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Pedro Sánchez Rodrigo (Burgos, 1960). Es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada, donde cursó la especialidad de Historia Contemporánea. Ha ejercido como profesor de Secundaria de Geografía e Historia desde 1984. Desde hace  años colabora con la Fundación de Estudios Sindicales- Archivo Histórico de CC.OO.-A.. Ha participado en la obra colectiva “La cara al viento. Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-81)”, publicada por la Editorial El Páramo en el año 2012, y, junto con Alfonso Martínez Foronda, es autor de “La cara al viento.  Memoria gráfica del movimiento estudiantil de Granada durante la dictadura y la transición”, obra publicada por la Universidad de Granada, también en 2012. Ha colaborado en el volumen La Resistencia andaluza ante el tribunal de orden público en Andalucía. 1963-76, editado en 2014 por la FES/Archivo Histórico de CC.OO.-A y la Junta de Andalucía, y en otros trabajos colectivos, como De la rebelión al abrazo. La cultura y la memoria histórica entre 1960 y 1978 (Diputación de Granada, 2016) y La Universidad de Granada, cinco siglos de historia. Tiempos, espacios y saberes, coordinado por Cándida Martínez López (III Volúmenes, EUG, Granada, 2023) con el artículo “Antifranquismo en las aulas. El movimiento estudiantil”. También con Alfonso Martínez Foronda ha publicado el libro “Mujeres en Granada por las libertades democráticas. Resistencia y represión (1960-1981)”, publicado en 2016 por la Fundación de Estudios y Cooperación de CC.OO. Actualmente está jubilado y colabora en la elaboración del Diccionario de la Represión en Granada 1931-1981.

Alfonso Martínez Foronda (Jaén, 1958). Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Granada. Desde 1984 es profesor de Enseñanza Secundaria. Actualmente es profesor del IES Albayzín. Ha sido secretario general de CCOO de Jaén desde 1993-2000 y desde 2004 es miembro de la Comisión Ejecutiva de CCOO-A, desde donde ha presidido hasta 2103 las Fundaciones de Estudios Sindicales-Archivo Histórico y la de Paz y Solidaridad.

Como investigador, ha publicado numerosos artículos de opinión sobre aspectos docentes y sociales. Colaborador habitual del Diario Jaén desde 1994-2000 publicó La firma del viento (2007), una antología de artículos de opinión. Como investigador del movimiento obrero andaluz ha publicado La conquista de la libertad. Historia de las Comisiones Obreras de Andalucía (1962-1977), en 2005; De la clandestinidad a la legalidad (Breve historia de las Comisiones Obreras de Granada), en 2007; sobre las Comisiones Obreras de Jaén desde su origen a la legalización del sindicato (2004); la unidad didáctica El sindicalismo durante el franquismo y la transición en Andalucía; diversas biografías de dirigentes sindicales andaluces como Ramón Sánchez Silva. Al hilo de la historia (2007); Antonio Herrera. Un hombre vital, en 2009; Andrés Jiménez Pérez. El valor de la coherencia, en 2010, entre otros. En 2011 su investigación La dictadura en la dictadura. Detenidos, deportados y torturados en Andalucía durante el Estado de Excepción de 1969, (2011), fue premiada por la Junta de Andalucía como la mejor investigación social de ese año. Posteriormente, ha publicado La “prima Rosario” y Cayetano Ramírez. Luchadores por la libertad en una provincia idílica (2011); sobre el movimiento estudiantil en la UGR, con otros autores, “La cara al viento. Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-81); sobre la historia del movimiento obrero granadino, con su investigación La lucha del movimiento obrero en Granada. Paco Portillo y Pepe Cid: dos líderes, dos puentes“, 2012; sobre el Tribunal de Orden Público, La resistencia andaluza ante el Tribunal de Orden Público en Andalucía (1963-1976)Diccionario de la represión sobre las mujeres en Granada (1936-1960) o La resistencia malagueña durante la dictadura franquista (1955-1975). Actualmente, junto a Pedro Sánchez Rodrigo, está confeccionando un diccionario sobre la represión en Granada desde la II República al golpe de estado de 1981.

Nueva serie de Alfonso Martínez Foronda y Pedro Sánchez Rodrigo sobre granadinos en prisiones de horror y muerte en la Guerra Civil y el franquismo: