Artículo de Opinión

'Somos el futuro, pero necesitamos un presente'

Política - Luna Fernández - Miércoles, 21 de Octubre de 2020
Luna Fernández, del área de Juventud de IU Granada, reflexiona, a raíz de la decisión de la Junta de suspender las clases presenciales en la UGR, sobre la situación a la que se enfrentan los jóvenes y las dificultades que la pandemia añade para su formación y futuro.
Manifestación de universitarios el pasado viernes.
Alejandro Casasola
Manifestación de universitarios el pasado viernes.

Los sindicatos de estudiantes de la Universidad de Granada y algunas organizaciones estudiantiles convocaron una manifestación el pasado viernes 16 de octubre, con motivo de la suspensión de clases presenciales durante diez días. Esa misma tarde, la Junta de Andalucía publicaba un BOJA con nuevas medidas, en las que regulaba el horario de bares y espacios comerciales, así como los aforos y el máximo de personas en reuniones. 

Este año está siendo difícil para todos y todas. El tiempo se ha parado y muchos/as de nosotros/as vemos pausar nuestros planes, que ya venían ralentizándose por este contexto social y económico que nos asfixia. La vuelta al cole se presentaba como una oportunidad para que muchos jóvenes retomaran las riendas de su presente y comenzaran a trazar una vía de escape hacia el futuro. Tanto los estudiantes de primer año, como aquellos que continúan sus estudios o se adentran en el posgrado o en investigaciones, han arriesgado mucho para volver a clase este año, encontrándose a veces con complicaciones extras. 

Algunos/as han rechazado ofertas de trabajo insuficientes para vivir dignamente, creyendo que unos estudios universitarios lo compensarían de aquí a largo plazo. Otros/as, se encuentran con caseros e inmobiliarias que, lejos de ofrecer facilidades a los inquilinos, exigen cuotas y fianzas cada vez más altas, y a menudo, abales o nóminas. Todo para ofertar pisos y/o habitaciones, a menudo en condiciones discutibles, y muchas veces, sin un contrato legal (lo que implica imposibilidad de pedir Beca MEC, entre otras situaciones). En otros casos, los estudiantes se ven entre la espada y la pared, ya que no tienen fondos para optar a un alquiler fuera de su ciudad, pero no pueden permitirse pagar una carrera o un máster que, en la Universidad a Distancia, tiene un coste mucho más alto. 

No es nada nuevo que esta pandemia ha puesto en jaque a todos los sectores y ha sacado a relucir (aún más) los déficits que existen en los servicios sociales, y las carencias generadas debido a tanta desigualdad. Pero tampoco es nada nuevo que estos desniveles y esta ansiedad social, provienen de un largo y continuo saqueo a nuestros servicios sociales y un aumento de la desigualdad.

Es cierto que la incertidumbre, la falta de ingresos o las pocas expectativas ante la situación laboral son problemas que preocupan en todos los colectivos, áreas profesionales, y a todas las edades, pero, por alguna razón, las autoridades están atendiendo a las necesidades de unos pocos de manera preferente.

El gobierno de la Junta, dirigido por los mismos que llevan años recortando en sanidad, cultura y educación, ofrecen su mano, una vez más, a los negocios hosteleros y turísticos. Y, por supuesto, no se trata de que no ayudar al sector servicios; se trata de tomar medidas que tengan sentido y respalden a los diversos colectivos

El gobierno de la Junta, dirigido por los mismos que llevan años recortando en sanidad, cultura y educación, ofrecen su mano, una vez más, a los negocios hosteleros y turísticos. Y por supuesto, no se trata de no ayudar al sector servicios; se trata de tomar medidas que tengan sentido y respalden a los diversos colectivos. Desde el Área de Jóvenes de Izquierda Unida, reconocemos lo difícil que debe ser encontrar el equilibrio entre salud y economía, y tomar medidas que agraden a todos. 

Aplaudimos que la Junta de Andalucía rectificara, respondiendo (en parte) a los reclamos que tanto estudiantes como docentes realizaban hace escasamente una semana. Sin embargo, esa rectificación pone de manifiesto que la medida previamente acordada, de únicamente suspender las clases presenciales y controlar a los colegios mayores, se tomó de manera fugaz, sin reflexionar sobre los verdaderos focos de infección, y sin tener en cuenta las circunstancias de los jóvenes. 

El propio ministro de Universidades, Manuel Castells, ha señalado la ineficacia de controlar el acceso a las aulas, ya que la vida universitaria, como en el resto de grupos, se da mucho más allá de la universidad. A todos nos gusta ver a nuestros amigos, tomar una cerveza en un bar, ir al cine o de compras. Por lo tanto, dejarnos fuera del aula es inútil en cuanto a medidas sanitarias, y lo es, en muchos casos, en cuanto a rendimiento académico, debido a esa brecha social que esta situación sigue agrandando. 

Hay que tener en cuenta que, aunque la docencia presencial está dando paso a un modelo de docencia que combina con las clases online, existe un gran número de jóvenes que no tienen acceso a internet de forma regular, o no cuentan con la tecnología necesaria para una docencia online fluida, dando lugar a ausencias, cortes, pérdida de contenido... Lo mismo ocurre con los docentes, ya que la Universidad no está aún preparada para esa modalidad de enseñanza.

Mucho menos, después de un recorte presupuestario de 135 millones de euros, que ha supuesto la pérdida de puestos de trabajo, becas, proyectos de investigación, inversión en materiales, añadiendo más dificultades a esta vuelta a las aulas, que ya se presentaba difícil. 

Los jóvenes estamos dispuestos a poner nuestro grano de arena. Venimos haciéndolo desde que comenzó la pandemia, pese a la reputación que se nos da y la criminalización a la que se nos somete cada vez que hay un nuevo rebrote. Hemos acatado las normas y por supuesto, cumplimos con las medidas de seguridad establecidas en los centros educativos. 

Desde Jóvenes de Izquierda Unidad Granada felicitamos la rectificación del gobierno de la Junta, pero recordamos que las medidas que se tomen, deben ser reflexionadas y argumentadas teniendo en cuenta los datos referentes al virus y sus formas de contagio; de nada sirven establecer unas pautas bajo la criminalización. Por otro lado, reclamamos la restitución de esos fondos que iban a ser destinados a educación, y que, una vez más, han decidido reservar a no sabemos qué. Por último, continuamos pidiendo el regreso a las aulas, ya que, si bien se han regulado los horarios y aforos de bares y comercios, estos siguen funcionando, mientras que los estudiantes seguimos fuera de las aulas.

Somos el futuro, pero necesitamos un presente.

Luna Fernández, integrante del área de Juventud de IU Granada.