El amor es una fábula
Le preguntó el comediante al seductor: ¿qué añade la pasión al amor?, algo excepcional dijo éste: la voluntad del corazón a un delirio sin guía.
Maneras de vivir
'Todos los signos en esos cuarenta días fueron aciagos, y esto muestra justamente que había que confiar en ellos.
De qué nos sirve la ira
'La ira es locura pasajera, conque domina tu pasión para que ella no te domine'. Quinto Horacio Flaco.
Oda al periodismo, elegía al periodista
'Si me fuera dado decidir entre un gobierno sin prensa o una prensa sin gobierno, elegiría lo último sin vacilar'. Thomas Jefferson
Sócrates y el arte de aprender
'Alcanzarás buena reputación esforzándote en ser lo que quieres parecer'. Sócrates
El hambre y el frío son nuestra brújula moral
''No se pueden alimentar hambrientos con estadísticas'. D. L. George
Ciencia y ética, ¿un matrimonio imposible?
'La ciencia se suicida cuando adopta un credo'. Thomas Henry Huxley
Carta a los Reyes Magos o cómo dejar de comportarnos como imbéciles en 2019
'He hecho esta carta más larga de lo usual porque no tengo
Maquiavelo y las redes sociales
'Todos ven lo que tú aparentas; pocos advierten lo que eres'. Nicolás Maquiavelo
Páginas
Francis Fernández
Nací en Córdoba, hace ya alguna que otra década, esa antigua ciudad cuna de algún que otro filósofo recordado por combinar enseñanzas estoicas con el interés por los asuntos públicos. Quién sabe si su recuerdo influiría en las decisiones que terminarían por acotar mi libre albedrío. Compromiso por las causas públicas que consideré justas mezclado con un sano estoicismo, alimentado por la eterna sonrisa de la duda. Córdoba, esa ciudad donde aún resuenan los ecos de ése crisol de ortodoxia y heterodoxia que forjaría su carácter a lo largo de los siglos. Tras itinerar por diferentes tierras terminé por aposentarme en Granada, ciudad hermana en ese curioso mestizaje cultural e histórico. Granada, donde emprendería mis estudios de filosofía y aprendería que el filosofar no es tan sólo una vocación o un modo de ganarse la vida, sino la pérdida de una inocencia que nunca te será devuelta. Después de comprender que no terminaba de estar hecho para lo académico completé mis estudios con un Master de gestión cultural, comprendiendo que si las circunstancias me lo permitirían podría combinar el criticado sueño sofista de ganarme la vida filosofando, a la vez que disfrutando del placer de trabajar en algo que no sólo me resultaba placentero, sino que esperaba que se lo resultase a los demás, eso que llamamos cultura. Y ahí sigo en ese empeño, con mis altos y mis bajos, a la vez que intento cumplir otro sueño, y dedico las horas a trabajar en un pequeño libro de aforismos que nunca termina de estar listo. Pero ¿acaso no es lo maravilloso de filosofar o de vivir? Tal y como nos señala Louis Althusser en su atormentado libro de memorias “Incluso si la historia debe acabar. Si, el porvenir es largo.”