Medio centenar de vecinos de Armilla denuncian que llevan veinte años sin descanso por el ruido de los pubs

Ciudadanía - IndeGranada - Sábado, 22 de Febrero de 2020
Residentes de la calle Jardines han presentado un escrito en el Ayuntamiento para pedir que se aplique la ordenanza municipal de protección de la contaminación acústica
Calle Jardines de Armilla, con carteles de venta.
P.V.M.
Calle Jardines de Armilla, con carteles de venta.
Medio centenar de vecinos de la calle Jardines del municipio de Armilla han presentado un escrito en el Ayuntamiento para denunciar las molestias por los ruidos que ocasionan cuatro pubs concentrados en menos de 60 metros cuadrados, y por la situación de inseguridad que dicen vivir, debido a las continuas peleas que se generan casi todos los fines de semana.

Y no es la primera medida que toman, ya que este malestar que no les permite dormir, se produce desde hace veinte años sin que consistorio, Junta de Andalucía, Defensor del Pueblo Andaluz, Guardia Civil, ni tribunales tomen medidas porque todos alegan que estos establecimientos cumplen con la normativa vigente

 
Y no es la primera medida que toman, ya que este malestar que no les permite dormir, se produce desde hace veinte años sin que consistorio, Junta de Andalucía, Defensor del Pueblo Andaluz, Guardia Civil, ni tribunales tomen medidas porque todos alegan que estos establecimientos cumplen con la normativa vigente.
 
Los vecinos no se rinden y piden que se vuelvan a revisar “los incumplimientos en materia de contaminación acústica, vibraciones y actividad que se realiza en estos locales de ocio”. Para ello, se acogen a la ordenanza municipal de protección contra la contaminación acústica, que en el artículo uno se expresa que el objeto “es regular la protección del medio ambiente urbano frente a los ruidos y vibraciones que impliquen molestias, riesgo para la salud de las personas o daños para bienes de cualquier naturaleza”. 
 
En el documento, los afectados expresan “el descontento en materia de contaminación acústica y peligrosidad en la citada calle debido a la presencia de cuatro pubs con mucha cercanía entre ellos, tres en el mismo edificio”. Indican que “originan ruidos y vibraciones acústicas de forma directa por el mal aislamiento de los locales, puertas abiertas y personas bebiendo la consumición fuera del establecimiento, impidiendo el descanso nocturno y poniendo en riesgo la salud del vecindario”. 
 
Los demandantes añaden que, a todo esto, “hay que sumar las peleas continuas en la vía pública, con un componente de peligrosidad, la puesta en marcha de coches con música elevada a la hora de cierre y los derivados del desalojo de los locales”. Apostillan que, a pesar de que llevan dos décadas de protestas y continuas visitas al ayuntamiento para pedir amparo, “se ha dado licencia en el mes de septiembre del pasado año a otro pub” que según estos vecinos “incumple de manera sistemática la normativa que regula su funcionamiento”.
Cuando adquirieron sus viviendas, esta era una zona residencial, las molestias y el desgaste ante la falta de soluciones han hecho que muchos de los residentes se hayan ido, pero otros no ven tan fácil dejar sus hogares. Solo esperan poder dormir tranquilos.