La actividad judicial también se paró en seco con el estado de alarma y el endurecimiento de las restricciones, pero la que se lleva a cabo está adaptada a las exigencias de la pandemia. Así ha ocurrido en la Sección Primera de la Audiencia de Granada, que ha acogido un juicio adaptado a los tiempos del coronavirus. 

Ha sido, según ha informado el TSJA a través de su servicio de prensa, el primer juicio en la provincia en el que se han tenido que utilizar una multivideoconferencia. De un lado, el acusado, L.M.F., que se encontraba en la prisión de Albolote, y de otro, desde los Juzgados de Motril, un testigo, un agente de la Guardia Civil, un médico forense y una psicóloga de la Clínica Forense. En la sala, el testimonio de la víctima y de su esposa, que sí estaban de manera presencial en la sala de vistas, donde tanto ellos como magistrados y funcionariado guardaban distancias y llevaban mascarillas y guantes. No ha habido público en el juicio. 

Según informa Europa Press, el criterio general es aplazar para más adelante los juicios para evitar la propagación del virus, salvo algunas excepciones, como las causas con presos. Ese ha sido el caso del juicio que se ha celebrado este viernes por tentativa de homicidio en la Sección Primera de la Audiencia.

Ya el pasado 16 de abril se intentó celebrar otro juicio con preso por videoconferencia en la Audiencia granadina, pero los fallos en los sistemas de comunicación y la complejidad de conectar con diferentes provincias lo impidieron, según han detallado a Europa Press fuentes judiciales.

El juicio, por tentativa de homicidio, ha quedado visto para sentencia. 

Los hechos que se han juzgado ocurrieron el 15 de enero de 2019 en Salobreña. El fiscal ha solicitado en sus conclusiones finales una condena de 5 años de prisión y la acusación ha mantenido la petición de 10 años que pidió desde un primer momento. 

La defensa consideró que el delito era de lesiones y no de tentativa de homicidio.