Sus prácticas se suspendieron y llevaban más de un mes confinados

Regresan a Motril, tras casi 24 horas de viaje, los estudiantes de Erasmus confinados en el norte de Italia

Ciudadanía - Alba Feixas - Martes, 7 de Abril de 2020
Han sido recibidos entre lágrimas por familiares.
Los estudiantes han sido recibido entre lágrimas por sus familiares.
Alba Feixas
Los estudiantes han sido recibido entre lágrimas por sus familiares.

Desde Arezzo, en la Toscana, a Roma en autobús para tomar un vuelo con destino a Madrid, donde otro bus los ha traído hasta casa. Pasadas las 14.30 horas han llegado a la estación de autobuses de Motril los estudiantes de Erasmus que permanecían atrapados en Italia, país al que llegaron en enero con una beca Erasmus que se truncó en plenas prácticas por la crisis del coronavirus. 

Desde hace más de un mes, como informó El Independiente de Granada, los jóvenes, estudiantes de varios centros educativos motrileños permanecían confinados en sus domicilios en el norte de Italia, una de las zonas más golpeadas por la pandemia, y en los últimos días habían pedido ayuda a través de las redes sociales para poder regresar a casa. 

Tras cerca de 24 horas de viaje, el grupo ha llegado en un autobús fletado por el IES La Zafra a Motril, donde les esperaban familiares, que los han recibido entre lágrimas de alegría por tenerlos de nuevo en casa.

Los estudiantes han expresado su agradecimiento por las muestras de apoyo recibidas, especialmente de los centros donde estudian y también de la Embajada española, así como el Consulado. 

Los estudiantes, la mayoría de ellos del IES La Zafra de Motril, llevaban algo más de un mes confinados en sus domicilios en Arezzo, en la Toscana italiana, a consecuencia de las medidas adoptadas por el Gobierno italiano por el coronavirus y el cierre de los aeropuertos.

La mayoría de los jóvenes llegó a Italia el 16 de enero tras terminar un módulo medio de Auxiliar de Enfermería y pasar las pruebas para cursar las prácticas en Arezzo, en la zona norte de Italia. Las prácticas, que en la mayoría de los casos se realizaban en hospitales y ambulancias, se interrumpieron a mitad de marzo por la presión de nuestros familiares.