Una guía ofrece recomendaciones a periodistas para abordar con "responsabilidad" los casos sobre personas desaparecidas

Comunicación - IndeGranada - Martes, 27 de Junio de 2017
La iniciativa ha sido impulsada por el Consejo Audiovisual de Andalucía y la Fundación Europea por las Personas Desparecidas QSD Global que preside Francisco Lobatón.
La guía se ha presentado en la sede de la Junta.
Junta
La guía se ha presentado en la sede de la Junta.

La delegada del Gobierno, Sandra García, el representante del Consejo Audiovisual de Andalucía, Eduardo Castro y el presidente de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSD Global, Francisco Lobatón, han presentado a los medios de comunicación granadinos la sede la “Guía de Buenas Prácticas para el Tratamiento Informativo de las Desapariciones”. 

El documento contiene una serie de recomendaciones dirigidas a periodistas y profesionales de los medios de comunicación encaminadas a que aborden "con responsabilidad y rigor" las informaciones sobre estos casos que normalmente generan un gran impacto social y emocional.

La elaboración de esta guía es fruto del protocolo de colaboración que el CAA y la fundación QSDGlobal suscribieron el pasado mes de febrero con el propósito de contribuir a que los medios de comunicación “asuman como parte de su responsabilidad social tanto la tarea de dar a conocer los casos de desapariciones de personas, como la de proteger a sus protagonistas por la especial vulnerabilidad en la que se encuentran”. 

Se trata de una guía similar a la que ya elaboró el CAA para el tratamiento informativo de la violencia de género. 

Aunque hay casos de desapariciones que han llegado a alcanzar una gran relevancia, la realidad es que se trata de un fenómeno de alcance que es todavía muy invisible a la sociedad. Cada año se presentan en España más de 20.000 denuncias por desapariciones, y desde el año 2010 hay acumulados más de 4.000 casos sin resolver, de los que 1.676 corresponden a Andalucía. Por provincias, Cádiz es la que más acumula (588), seguida de Granada (268), Málaga (253), Almería (214), Sevilla (136), Córdoba (123), Huelva (53) y Jaén (41), según los datos difundidos por las entidades que han elaborado la guía, que emplazan a los medios a que incluyan con asiduidad este asunto en sus agendas informativas para que la sociedad conozca la dimensión del problema y contribuir a su prevención.

La guía está dividida en dos partes. La primera, titulada “El Problema”, enumera una serie de recomendaciones para dar visibilidad a los casos, y para afrontarlos con responsabilidad. Como ha explicado la presidenta del CAA,  los medios de comunicación tienen un papel de corresponsabilidad social porque la difusión de las noticias y de datos relevantes puede contribuir a que la ciudadanía ofrezca pistas que puedan ayudar al esclarecimiento de los casos. 

Las recomendaciones de este capítulo parten de la consideración de que  “la acción informativa debe acompasarse a la prioridad de encontrar a la persona”. Por ello conviene seguir las recomendaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad y  procurar  encontrar un equilibrio entre el interés general y los derechos particulares de las personas implicadas. “Retener la información que puede poner en riesgo una investigación o vulnerar derechos fundamentales te convierte en mejor periodista y te distancia de quienes ejercen esta profesión sin escrúpulos”.

Respecto a los familiares, que suelen vivir un estrés emocional, hay que respetar su intimidad y su dolor sin caer en el riesgo de que la información derive en espectáculo. Y en cuanto a las personas desaparecidas, obviar aquellos datos que pueden deteriorar su prestigio o causar un daño innecesario a las familias. 

La segunda parte, “La Noticia”, emplaza al mantenimiento siempre del rigor periodístico, “incompatible con la difusión de rumores o elucubraciones”, o a cuidar la publicación de imágenes y fotografías difundiendo solo aquellas facilitadas por la familia, entre otros aspectos. También se conmina a respetar la intimidad de los familiares y el derecho de éstos a no conceder entrevistas, así como a evitar dramatizaciones de los hechos en las que se mezclan datos reales y ficticios. También previene sobre la reutilización de materiales de archivo para evitar reverdecer sufrimientos.