El Centro Especial de Empleo Purísima Concepción, dependiente de Hermanas Hospitalarias en Granada, cumple diez años siendo un referente en la creación de empleo para personas con discapacidad o en riesgo de exclusión. Precisamente, generar empleo entre estos grupos sociales es el objetivo con el que se creó, y es una pieza más del itinerario que ofrece la Fundación en los diferentes ámbitos en la atención a personas con discapacidad. Tras una década, este espíritu continúa hoy en día intacto.

En este tiempo más de 200 personas han tenido un contrato en el Centro Especial de Empleo, que ha sido para muchas de ellas su primera oportunidad laboral y trampolín para poder continuar su trayectoria en otras empresas.

Al acto conmemorativo ha asistido Virginia Fernández, delegada de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía en Granada: “No podía faltar a esta cita en la que celebramos 10 años de un gran trabajo por parte del Centro Especial de Empleo de La Purísima, del que vosotros, los trabajadores, sois el alma y los únicos responsables de que se haya convertido en una empresa real, que se mantiene a flote pese a los envites económicos, como el último que habéis tenido que soportar debido a la pandemia” Manifestaba así cual es el fin de estos centros “Todos tenemos los mismos derechos, entre ellos a tener una vida plena y digna, en la que el desarrollo profesional y la independencia económica desempeñan un papel fundamental para su logro”.

La entidad celebra este aniversario con 44 empleados dedicándose a jardinería, lavandería, recepción, limpieza, lavado de vehículos… Según ha explicado el coordinador del C.E.E José Alcántara, “la pandemia ha sido como un terremoto. En pocos días perdimos el 40% de nuestra actividad y tuvimos que reinventarnos para que los compañeros de los sectores afectados pudieran seguir trabajando. Debíamos cuidar la salud de la empresa para cuando volviese a brotar la actividad, como así está ocurriendo poco a poco. A día de hoy aún no hemos recuperado nuestro nivel de actividad pre covid, pero estoy seguro de que juntos lo vamos a lograr antes de que el año finalice”.

Antonio Linares, gerente de la Fundación valoraba y alababa el esfuerzo de los trabajadores: “Aún en las peores circunstancias vividas con la pandemia, nos han demostrado la responsabilidad y las ganas de mejorar, ellos siempre suman”. Asimismo, ha agradecido “el respaldo y la colaboración de los clientes que han mantenido los servicios en esta etapa tan dura para todos, por su compromiso con dar oportunidades laborales a estas personas”.

40 personas con discapacidad

De la totalidad de la plantilla, 40 personas presentan algún tipo de discapacidad, algo que no impide desarrollar sus tareas a la perfección. El mayor porcentaje recae en la discapacidad intelectual, aunque el centro no excluye otras. De hecho la plantilla se ha formado en Lengua de Signos Española para integrar a los compañeros con discapacidad auditiva.

Actualmente, además de los servicios que ofrecen, también realizan programas de formación con compromiso de contratación. “Impartimos formación adaptada en diversas materias, tanto a empresas privadas como para instituciones públicas. Durante 2019 se formaron con nosotros unas 60 personas”, dice Nuria Naranjo, responsable de la Unidad de Apoyo del CEE. “Existe una necesidad de dar respuesta a las demandas que presentan las empresas, así como la de cualificar a las personas con discapacidad. Necesitamos prepararlos para que la sociedad los conozca y cada vez haya más empresas que crean y luchen por una inclusión sociolaboral real”.