Desmanteladas dos fincas rústicas en Jete dedicadas al cultivo y procesado de marihuana

Agentes de la Policía Nacional en una operación conjunta con la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, han desmantelado dos fincas rústicas en Jete que estaban dedicadas al cultivo y procesado de marihuana. Gestionadas por una familia, en la operación hay dos personas detenidas y prosiguen las pesquisas para la localización de una tercera.
En 2021, distintas unidades y grupos de las fuerzas de seguridad que han participado en la operación, estaban desarrollando investigaciones centradas en una de las fincas rústicas desmanteladas. En concreto, el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Motril, el Equipo de Investigación de la Guardia Civil de Salobreña y el Grupo de Contrabando de Vigilancia Aduanera en Motril estaban en esas investigaciones, como confirmaron sus órganos de coordinación. El objetivo de todas estas unidades se había centrado en constatar y desmantelar el centro de producción a gran escala. Finalmente optaron por desarrollar la investigación de forma conjunta por los tres cuerpos.
Los tres cuerpos habían iniciado por separado distintas investigaciones centradas en la misma finca, ante la sospecha de que había un centro de producción a gran escala. Finalmente se optó por una investigación conjunta
Según la nota conjunta enviada a los medios, la investigación, bajo los nombres “Operación Campana”, “Operación Gindaverde II” y “Operación DAVA”, se había iniciado por tanto en 2021 tras recibir cierta información que apuntaba a la intensa actividad desarrollada en una vivienda rústica situada en el término municipal de Jete en relación con el cultivo a gran escala de cannabis en su modalidad sativa. Una vez determinada la ubicación exacta de la finca rústica, las siguientes gestiones se centraron en determinar su titularidad y en constatar la veracidad de la ilícita actividad, así como en la identificación de las personas encargadas de explotar y gestionar dicha plantación.
Las vigilancias y operativos practicados revelaron que la familia estaba relacionada con una segunda finca a la que igualmente habrían extendido esta actividad, desarrollándose, en ambas, actividades de cultivo exterior de marihuana, así como que en ambas edificaciones existían diversos inmuebles que presentaban indicios evidentes de albergar en su interior plantaciones de tipo indoor de dicho estupefaciente.
Una vez concluidas las pesquisas, agentes de los tres cuerpos registraron las fincas investigadas lo que les permitió localizar dos plantaciones indoor de cannabis sativa, una de ellas constituida en un zulo bajo uno de los inmuebles, las cuales contaban con todos los elementos necesarios para favorecer su producción, y que, además, se encontraban conectadas de forma ilegal a la red pública de electricidad. También descubrieron otras dos plantaciones exteriores de marihuana y detuvieron a dos de sus presuntos miembros.
Los registros vinieron a constatar "la completa autonomía del clan familiar para la producción de dicha droga", puesto que las instalaciones disponían de habitáculos para el deshoje, secado y envasado de marihuana, contando, además, con la maquinaria específica para realizar dichas actividades. De hecho, se incautaron más de seis kilos de cogollos ya envasados al vacío, listos para su distribución, así como la maquinaria reseñada y seis armas largas de fuego, concretamente cuatro escopetas y dos rifles con abundante munición. Por otro lado, el número final de plantas intervenidas, que no fue lo más relevante de la intervención, superó las 100 y se siguen las pesquisas para la detención de un tercer miembro del clan. Del resultado de la investigación se ha dado cuenta al Juzgado.