El arzobispo coadjutor de Granada, José María Gil Tamayo, se ha dirigido a los fieles granadinos en el inicio de su andadura en Granada con una alocución en la que ha abogado por renovar la misión evangelizadora de la iglesia pensando en "el ahora del siglo XXI, sin añoranzas estériles ni ilusionismo que nos paralicen o evadan de la tarea". 

"No soy ningún líder, ideólogo o superhombre, soy un obispo" que envía el Papa "a serviros", ha proclamado en una alocución en la que ha lanzado un guiño a las cofradías y hermandades, a las que costó encajar con el arzobispo Javier Martínez. Contribuyen, ha dicho Gil Tamayo recordando también palabras del Papa Francisco, a "mantener vivo el tejido social de la fe y de la propia ciudadanía en una sociedad tan dada al individualismo y a la fragmentación". "La religiosidad popular es una verdadera espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos", ha asegurado.

"No faltarán quienes traten de entender la lógica de tu venida, como todo en la Iglesia, mediante otras lógicas: sobre todo con la lógica de la vida política o empresarial, como una organización meramente humana, con sus objetivos e intereses (...) Izquierdas y derechas, cerrazón o apertura..."

Por su parte, el arzobispo Javier Martínez ha reivindicado la normalidad del nombramiento de Gil Tamayo. Tras señalar que es una "preciosa oportunidad" para mostrar a la iglesia, ha advertido de otras interpretaciones. "No faltarán quienes traten de entender la lógica de tu venida, como todo en la Iglesia, mediante otras lógicas: sobre todo con la lógica de la vida política o de la vida empresarial, como una organización, y como una organización meramente humana, con sus objetivos e intereses, y con su énfasis en la eficacia y en los procedimientos para lograrla. 'Izquierdas' y 'derechas', cerrazón o apertura… Mitos y fantasmas de nuestro mundo virtual.  Ni siquiera es extraño que nosotros mismos participemos a veces de esa mentalidad del mundo y comprendamos a la Iglesia de esa manera mundana", ha apuntado al respecto para reinvidicar después, en su reflexión, el concepto de "vivir en comunión" y "la naturaleza sacramental" de la iglesia para que guíe esta convivencia. 

"A mí me corresponde, aún como arzobispo de Granada, darte todo el espacio que te permita a ti vivir y expresar plenamente las muchas riquezas que Dios te ha dado, y a ti el darte a esta Iglesia y amarla como Cristo la ama, y a la diócesis amar a su nuevo pastor, y seguirlo y obedecerlo como al Señor. Porque “ni el que planta ni el que riega son nada, sino Dios que da el crecimiento", ha apuntado citando la Carta a los Corintios.

Tanto Gil Tamayo como Javier Martínez han tenido palabras para las personas que le han acompañado, el primero con su anterior destino, y el segundo, las personas de Granada que le han ayudado. Martínez también ha hecho alusión a sus problemas de salud. Lo ha hecho agradeciendo al Papa que haya querido "proveer con gran caridad y afecto a las necesidades de esta iglesia de Granada, que sé que lleva en el corazón". "Este último gesto se añade, ahora que ya no tengo la salud ni  las fuerzas que tenía en aquel ya lejano 2003, a las otras muchas muestras de afecto paternal que me ha mostrado a lo largo de su pontificado", ha apuntado. 

A la eucaristía de bienvenida han asistido autoridades civiles y militares, entre ellas los alcaldes de Ávila -de donde procede Gil Tamayo- y Granada.