La Mesa en Defensa de la Sanidad Pública pide reforzar la Atención Primaria: "es una urgencia que no puede esperar"

La Mesa en Defensa de la Sanidad Pública ha hecho público un manifiesto con propuestas para doblegar la expansión del virus en el que reclama "unidad de acción" política y recursos para reforzar la sanidad pública, especialmente la Atención Primaria, en riesgo de colapsar, y los servicios sociales. En el documento la mesa apela a la responsabilidad cívica para manter todas las medidas de prevención.
Reproducimos en su integridad el Manifiesto de la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública ante la situación de la epidemia por la Covid-19:
Si algo tenemos que decir de forma contundente en esta segunda ola de la epidemia, es que ¡¡basta ya de muertes evitables!!, producidas no solo por la infección COVID, sino por el resto de patologías que están dejando de ser atendidas debidamente por saturación del sistema sanitario y las medidas de seguridad que lo ralentizan.
Denunciamos lo ya sabido: el impacto es mayor en los más desfavorecidos, es decir, a mayor pobreza más probabilidad de infección y mayores dificultades para hacer frente a los efectos sociales y laborales de la pandemia, pudiendo llegar a tasas de extrema pobreza y déficit de alimentación.
Hemos vuelto a tropezar en la misma piedra, nos hemos relajado, la atención primaria hace meses que dejó de tratar las patologías crónicas y agudas de sus pacientes y tenemos los hospitales casi monográficos de pacientes con COVID-19, Hay que decirlo alto y claro: el virus no se derrota en los hospitales, se hace, a falta de vacuna, como han venido repitiendo sociedades científicas y expertos en epidemiologia y salud pública: con distancia social, disminuyendo la movilidad, con rastreo y seguimiento de contactos, medidas higiénicas personales y reforzamiento de la atención primaria.
Ante el dilema salud versus economía, el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirma, si queremos salvar la economía lo primero es atajar el problema de salud pública que tenemos, lo contrario no es rentable ni social, ni económica ni en términos de réditos políticos.
Por tanto, volvemos a hacer un llamamiento y propuestas de mejora para doblegar la expansión del virus:
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Necesitamos la unidad de acción de las fuerzas políticas y las instituciones. Aquellos que están pretendiendo sacar rédito político de la situación deberían pagarlo caro. Ahora más que nunca las Instituciones y Poderes Públicos del Estado tienen que funcionar al unísono, de forma ágil y eficaz: el tiempo importa, y la sociedad junto a los profesionales que están en primera línea están exhaustos y no pueden sino denunciar el espectáculo irresponsable de enfrentamiento y obstruccionismo de tinte político y partidista al que venimos asistiendo.
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Instamos a las Instituciones del Estado a que por la vía de urgencia se doten de las herramientas legislativas, políticas y jurídicas que permitan establecer reglas y planes de acción interterritorial que sean homogéneos, transparentes con el liderazgo, la coordinación y el asesoramiento necesario, dirigidos tanto a la crisis sanitaria como a sus efectos sociales, y donde los planteamientos se mantengan no solo en criterios económicos, sino en bases científico-técnicas y epidemiológicas
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Hasta ahora solo la disminución de movilidad ha demostrado su utilidad para parar y ralentizar el contagio, por tanto, tómense las medidas restrictivas oportunas, hasta que las cifras de transmisión nos permitan reducirlo. En Granada, están en juego muchas vidas, enfermedad y sufrimiento con la tasa de contagios y el nivel de saturación de sus hospitales. Hacemos, por tanto, un llamamiento a la responsabilidad y al civismo en la observación de las medidas de protección, distanciamiento y movilidad.
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Al virus se le derrota socialmente y se le controla en el primer nivel de la atención sanitaria, con políticas adecuadas de salud pública y comunitaria. Los refuerzos de profesionales en este nivel es una urgencia que no puede esperar. La atención primaria puede colapsar en las próximas semanas.
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Denunciamos el desvío de fondos y servicios que, aprovechando o con la excusa de la saturación, se está produciendo en algunas Autonomías hacia el sector privado en lugar de reforzar los servicios públicos.
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Instamos a los Servicios Sociales, sean de la titularidad que sean, se refuercen y hagan un esfuerzo para garantizar la alimentación del cada vez mayor número de población en riesgo, con especial atención a la población infantil.
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Necesitamos saber que hemos hecho mal, no para castigar a nadie, sino para mejorar y no volver a repetir errores. Es necesaria la evaluación del proceso de atención de la pandemia por un grupo de expertos independientes.