25N: la respuesta desde el centro hospitalario de referencia en Granada

El Virgen de las Nieves, un hospital comprometido contra la violencia de género

Ciudadanía - J.I.P. - Jueves, 25 de Noviembre de 2021
Te informamos del trabajo coordinado del hospital de referencia de Granada para detectar casos de violencia de género en mujeres que acuden al centro, -y actuar en consecuencia-, contado por sus protagonistas, en un abordaje que le ha merecido ser reconocido como el primer hospital andaluz en lograr la acreditación específica.
Equipo que forma la comisión contra la violencia de género del Virgen de las Nieves.
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Equipo que forma la comisión contra la violencia de género del Virgen de las Nieves.

Es el Hospital Universitario Virgen de las Nieves un centro comprometido con la violencia de género. No es solo una cuestión de palabra. Lo demuestra con hechos. El centro hospitalario de referencia de Granada cuenta con una amplia experiencia en este campo, lo que le ha permitido fijar un exhaustivo protocolo para la detección de casos y atención a mujeres víctimas de este tipo de agresiones.

La directora gerente, María Ángeles García Rescalvo, señala que “la violencia de género es un problema social de primer orden, por lo que también es un problema de salud pública prioritario”, por ello, en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves “atendemos y acompañamos a las mujeres víctimas dentro de un estricto protocolo que garantiza su seguridad y cuidado”.
 
María del Mar Sánchez, subdirectora médica del Hospital Materno Infantil, y presidenta de la comisión interdisciplinar creada en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves, para detectar casos de violencia de género.

Forman un equipo en permanente contacto que incide en la formación del personal sanitario, desde que en 2019 se refundara la comisión, en octubre de ese año se celebró la primera reunión de la nueva etapa, con María del Mar Sánchez, como presidenta, y María Victoria Garnica, responsables del servicio Atención a la Ciudadanía, de secretaria

Su implicación le ha permitido convertirse en el primer hospital andaluz, junto al Torrecárdenas de Almería, en obtener la acreditación como centro comprometido contra la violencia de género por parte de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA).

Lo explica la subdirectora médica del Hospital Materno Infantil, María del Mar Sánchez, y presidenta de la comisión interdisciplinar creada en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves, para detectar casos de violencia de género de mujeres que acuden al hospital, tanto en Urgencias como en consultas, y garantizar el cumplimiento de la normativa vigente en esta materia. Además de realizar el seguimiento de los casos sospechosos, detectados y atendidos.

Esta comisión integra a profesionales de Ginecología, Pediatría, Urgencias, Atención a la Ciudadanía, Trabajo Social, Distritos sanitarios, Salud Mental, Traumatología, Otorrinolaringología y Recursos Humanos.

Forman un equipo en permanente contacto que incide en la formación del personal sanitario, desde que en 2019 se refundara la comisión, en octubre de ese año se celebró la primera reunión de la nueva etapa, con María del Mar Sánchez, como presidenta, y María Victoria Garnica, responsables del servicio Atención a la Ciudadanía, de secretaria.

María del Mar Sánchez subraya que los profesionales de los tres centros del Virgen de las Nieves -el General, Materno y Neurotraumatología- se volcaron en la iniciativa, lo que ha posibilitado ofrecer un trabajo eficaz

La comisión puso su empeño en la revisión de los protocolos para ajustarlos a las leyes, con el fin de ser lo más eficaces, según explica Mar Sánchez. Tras la pandemia, a finales de 2020 comenzaron el proceso para lograr la acreditación que el Virgen de las Nieves logró en junio de 2021, tras nueve meses de trabajo.

Se convertía de esta forma el hospital en el primero de Andalucía, junto al de Torrecárdenas, en conseguir la certificación de centro comprometido contra la violencia de género por parte de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA). En el sistema sanitario andaluz tan solo dispone de ella, además, dos distritos sanitarios; uno en Córdoba y el otro en Jaén.

Herramientras para los profesionales que ayudan a detectar los casos y en la imagen inferior, tarjeta que se le entrega a las víctimas, con teléfonos de emergencia y servicios de atención.

Para la presidenta de la comisión, la formación es uno de los pilares fundamentales. De hecho, forma uno de los grupos de trabajo, junto al de elaboración de protocolos y otro, de análisis de resultados y revisión de indicadores, encargado de valorar la actuación y el cumplimiento de objetivos.

Fruto del trabajo, se han detectado más casos. En 2019, 27, en 2020, 35, pero en lo que va de año, hasta septiembre, se han registrado también 35 casos, los mismos que en todo 2019, lo que augura un cierre de año con un crecimiento espectacular

Fruto del trabajo, se han detectado más casos. En 2019, 27, en 2020, 35, pero en lo que va de año, hasta septiembre, se han registrado también 35 casos, los mismos que en todo 2019, lo que augura un cierre de año con un crecimiento espectacular.

Pero no es solo debido a que la violencia machista no cesa, las mujeres víctimas cada vez se atreven más a acudir al hospital para ser atendidas por lesiones producidas por sus parejas o exparejas, según la presidenta de la comisión, que advirtió un cambio de perfil de las víctimas. Si antes atendían en el hospital lesiones más graves, a partir de 2020, con la pandemia, acudían más mujeres, puesto que los circuitos en Atención Primaria quedaron muy reducidos por la atención telefónica preferente. Y estos casos, por teléfono, “no se manejan bien”, por lo que acudían a urgencias.

Para facilitar la detección de casos, la comisión redactó formularios que ayudaban a los profesionales a valorar con rapidez el origen de las lesiones, sobre todo en el cribado previo, para poner en marcha el proceso de atención especial.

María del Mar Sánchez subraya que los profesionales de los tres centros del Virgen de las Nieves -el General, Materno y Neurotraumatología- se volcaron en la iniciativa, lo que ha posibilitado ofrecer un trabajo eficaz.

La cadena de atención comienza en la admisión y concluye con trabajo social y el equipo de psicólogos. Este es su trabajo para facilitar una atención de calidad a las víctimas de violencia de género.

  • María Victoria Garnica. Jefa del Servicio de Atención a la Ciudadanía

La Admisión es la puerta de entrada a todo el sistema. Su labor es crucial, como primer eslabón, para una primera identificación de mujeres víctimas que necesitan asistencia. Algunas expresan el origen de las lesiones, pero otras, no, lo que obliga a fijar la atención.

Suman, además, detalla María Victoria Garnica, el seguimiento de los casos y el control de calidad. “Somos muy conscientes de que es un problema importante y de la necesidad de trabajar de manera conjunta”

En permanente contacto con los profesionales sanitarios, son responsables de activar los protocolos, de avisar al equipo de trabajadores sociales para acompañar a la víctima en el circuito asistencial y de remitir los partes de lesiones a los juzgados.

Suman, además, detalla María Victoria Garnica, el seguimiento de los casos y el control de calidad. “Somos muy conscientes de que es un problema importante y de la necesidad de trabajar de manera conjunta”.

  • Silvia Valenzuela. Coordinadora de Urgencias

Subraya Silvia Valenzuela la relevancia de que el “engranaje” de los equipos humanos funcione, como así ocurre, a la perfección, desde la admisión. En Urgencias, la coordinadora se refiere al primer paso, tras la valoración, de completar el cuestionario para identificar los indicadores de riesgo y determinar si es víctima de violencia de género. Tras ello, se procede a activar los circuitos para “garantizar, en todo momento, la seguridad de la paciente”.

Si a cualquier paciente se le trata en Urgencias con esmero y dedicación, en el caso de las víctimas de violencia de género, hay un plus adicional, que implica, la asistencia de dos profesionales sanitarios y su permanente acompañamiento

Es imprescindible conocer quién le ha acompañado, si es una persona de confianza o no, para actuar en consecuencia. Inmediatamente después, con una “sincronización” perfecta, se procede a derivar, si es preciso, a la paciente al servicio especializado que precise -Traumatología, Otorrino, Ginecología…-.

Si a cualquier paciente se le trata en Urgencias con esmero y dedicación, en el caso de las víctimas de violencia de género, hay un plus adicional, que implica, la asistencia de dos profesionales sanitarios y su permanente acompañamiento.

  • Susana Ruiz. Facultativa Especialista en Ginecología y Obstetricia

Implicada también en lo personal y como profesional sanitaria, destaca la importancia de la sensibilización en todo el personal y valora que el circuito “está muy bien establecido”, de modo que ayuda “a coordinarlos mejor”.

“Es un trabajo de un equipo multidisciplinar y muy bien coordinado”, señala

Destaca que todo el equipo de profesionales sanitarios está preparado para atender a víctimas de violencia de género y agresiones sexuales, como el caso de las matronas, enfermería… “Todos saben qué hacer y cómo actuar”.

Las pacientes tienen asignadas salas específicas aisladas, para evitar la sala de espera, y siempre son atendidas por el mismo equipo, para establecer el necesario “vínculo de confianza”.

Si lo precisan, cuentan con la colaboración del Instituto de Medicina Legal y de la actuación de las trabajadoras sociales.

“Es un trabajo de un equipo multidisciplinar y muy bien coordinado”, señala.

  • José Horno. Otorrino y jefe de estudios

Puede llamar la atención que un otorrino esté presente en la comisión, pero su explicación guarda relación con las patologías más frecuentes que presentan las víctimas. Porque abundan los casos de lesiones en el tímpano o el oído interno, originados por golpes laterales en la cabeza.

Puede llamar la atención que un otorrino esté presente en la comisión, pero su explicación guarda relación con las patologías más frecuentes que presentan las víctimas. Porque abundan los casos de lesiones en el tímpano o el oído interno, originados por golpes laterales en la cabeza

Reconoce que en sus 16 años de experiencia profesional, se ha enfrentado a casos así, y que antes era difícil determinar el origen claro. Ahora, los protocolos y cuestionarios facilitan determinar que es víctima de violencia de género.

Su intención, como la de todo el equipo, es prestar una atención adecuada, de calidad, y que el proceso asistencial sea más rápido y fluido.

Especializado en puntos débiles y darle respuesta, su labor en la comisión es, entre otros cometidos, fijar “protocolos pragmáticos”, que contribuyan a ser eficaces.

Al ser jefe de estudios, y encargado de la formación de residentes, es una pieza clave, en aplicar la perspectiva de género transversal y sensibilizar y concienciar sobre esta lacra social.

  • Nuria Riera. Trabajadora social

“Acompañamos a las víctimas, que se sientan arropadas, mostrarles una salida y tratar de romper el círculo de miedo” en el que están inmersas las víctimas, dice Nuria Riera quien explica la dificultad que para las mujeres en esta situación supone ver la luz en un entorno de amenazas, en el que la vuelta al domicilio es un riesgo.

Es una situación angustiosa, que comienza a ser reiterativa en chicas jóvemes pero sobre todo en mujeres mayores de 60 años, que por múltiples factores -dependencia económica, emocional, no querer que se conozca la situación…- no quieren denunciar, y son los hijos quienes verbalizan una “convivencia de malos tratos continuados y no saben cómo afrontarlo”.

Es una situación angustiosa, que comienza a ser reiterativa en chicas jóvenes pero sobre todo en mujeres mayores de 60 años, que por múltiples factores -dependencia económica, emocional, no querer que se conozca la situación…- no quieren denunciar, y son los hijos quienes verbalizan una “convivencia de malos tratos continuados y no saben cómo afrontarlo

Si a ello se le suma una discapacidad, aumenta la complicación, porque no hay plazas suficientes en residencia, y tampoco tiene que ser la única opción.

“Nos faltan horas, la verdad, y nuestro empeño es que desde el primer momento se sientan seguras y acompañadas”, resalta.

Así, señala: “No nos despegamos de ella hasta dar con una salida adecuada”. También acompañan a la víctima a presentar la denuncia, aunque sobre este asunto reflexiona acerca de la dificultad que entraña para la víctima dar ese paso. Si es de un pueblo, “no quieren ir a la Guardia Civil para que no enteren” en su comunidad, “porque son conocidas”.

Entre su labor, el seguimiento de las víctimas. A veces, explica, las víctimas prefieren llamarlas a ellas que a los referentes en los centros de salud, “el miedo a que se les reconozca”.

  • Amelia Villena. Psicóloga clínica. Distritos sanitarios

Forma parte de un equipo multidisciplinar, integrado por Enfermería y Trabajo Social, que trabaja en coordinación con el hospital y centros de salud para atender a las mujeres que ya son consideradas víctimas.

Su trabajo consiste en el acompañamiento a las víctimas en todo el proceso y ponerles en contacto con los servicios sociales de los que se pueden beneficiar.

“Muchas mujeres no son conscientes de que son víctimas y nuestro objetivo es que vayan poco a poco asumiendo esa situación, conseguir esa conciencia, para que puedan actuar con el fin de revertir esa situación”, señala

“Muchas mujeres no son conscientes de que son víctimas y nuestro objetivo es que vayan poco a poco asumiendo esa situación, conseguir esa conciencia, para que puedan actuar con el fin de revertir esa situación”, señala.

Tienen un horario amplio, también de tarde, por lo que están disponibles cuando lo requieren desde el hospital o centros de salud, cuando se establece la “prioridad uno”, así llamado porque requiere “actuar de forma inmediata para proteger a esas mujeres”, señala.

Como psicóloga clínica, detecta en las víctimas “mucho miedo, que les lleva a no denunciar”, cuando, precisamente, ese miedo que reconocen, indica una situación de peligro. También “culpa, pena. Son mujeres que han vivido en situación de malos tratos durante mucho tiempo, porque hay factores de mantenimiento, como hijos, dependencia emocional, económica. “Nuestro trabajo es detectar esos factores que impiden que avancen, dándoles las herramientas necesarias para ello”.

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