Que no quede una localidad sin su festival de rock, a poder ser con espacio para acampada y mercadillo incluso. Este parece ser el lema de estos veranos tras la pandemia, con cerca de medio centenar casi de citas en nuestras cercanías y el importado apellido ‘Fest’ en su nombre.

Con ocho ediciones ya, el de Otura no llega al estatus de festival clásico, pero sí al de propuesta consolidada. Y ambiciosa, porque ya ha duplicado su duración, como también se ha abierto estilísticamente: de ser una sesión eminentemente rocanrolera con matices integristas, se ha convertido en una cita "familiar" (en palabras de Carmencita Calavera), de "pop y rock para padres e hijos" y "un festival de convivencia en el pueblo", como dijeron el alcalde Nazario Montes y el organizador Javier Fernández en la rueda de presentación de este programa, que mantiene su carácter gratuito y su amabilidad en el recinto: el parque de la Estación.

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Así los días 22 y 23 de Agosto se podrán escuchar a los míticos Gatos Locos, históricos del rockabilly patrio, la pujante Carmencita Calavera, el rock urbano de Gato Ventura (la banda del hijo del guitarrista de Medina Azahara, Paco Ventura, granadino de nacimiento aunque cordobés de vida), cerrando la primera noche Javier Gurruchaga y su Orquesta Mondragón, un reencuentro esperado puesto que han estado ausentes de nuestros escenarios muchos lustros.

El segundo día comenzará con la comparecencia de dos bandas granadinas: Arena Polar y Sr. Pálido, seguidas por la siempre brillante (y más en mono de vinilo como Suzi Quatro) Nat Simmons, cerrando la noche otro nombre al que hace años que no se escucha por estos lares: el que fuera líder de Gabinete Caligari, Jaime Urrutia. Música delos 80, 90 y dos miles para un festival al fresquito, por 0€ (sin gastos de distribución) y, subrayan, sin problemas de aparcamiento para los que se desplacen.