El catalán y el vasco que vinieron a Granada a hacer la mejor cerveza de España
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Ya en 1884 existió una primera cerveza con el nombre de Alhambra y cuatro especialidades en su carta; estaba en la calle Jardines, pero desapareció a los pocos años
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Hasta octubre de 1926 no volvió a surgir otra empresa con el mismo nombre, de la mano de Carlos Bouvard Dürr y Antonio Knorr y Ortiz de Urbina
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La primera Cerveza Alhambra se hacía con agua de un manantial medicinal y de la Acequia Aynadamar; la fábrica ocupa la parcela del antiguo mercado de cerdos
La cerveza Alhambra no nació en 1925 como la inmensa mayoría piensa. Granada había sido pionera en la fabricación de cerveza ya para el año 1884; pero, extrañamente, a los pocos años la fábrica primigenia dejó de existir y no volvió a resurgir hasta 1925
La cerveza Alhambra no nació en 1925 como la inmensa mayoría piensa. Granada había sido pionera en la fabricación de cerveza ya para el año 1884; pero, extrañamente, a los pocos años la fábrica primigenia dejó de existir y no volvió a resurgir con fuerza hasta 1925, esta vez de la mano de inversores foráneos. Es la fábrica que, tras varios altibajos, pervive fortalecida en la actualidad dentro del grupo Mahou-San Miguel, primer grupo cervecero de España.
Vayamos por partes. En 1884 se reunieron unos cuantos amigos y decidieron constituir una fábrica de cerveza: se llamó José Cos Mermería y Cía. La cerveza era una bebida antiquísima que hacía furor en Centroeuropa, Inglaterra y Estados Unidos, pero casi desconocida en España. El dominio de la fabricación del hielo en el último tercio del siglo XIX comenzó a extender la producción y consumo de cerveza a los países mediterráneos. Y Granada fue de las primeras zonas en engancharse a esta nueva moda.
Fábrica en calle Jardines, mediados de 1884
Conocemos por El Defensor de Granada de 16 de agosto de 1884 los pormenores de la entrada en funcionamiento de la primera Cerveza Alhambra. Un día antes, en la calle Jardines, 26, había tenido lugar su presentación en sociedad. Sólo Málaga contaba con una pequeña fábrica de cerveza, pero no la tenían Córdoba, Jaén ni Almería. La noticia periodística explicaba el extraño proceso de fabricación que utilizaban los “hijos de la Germania”, y que ahora se copiaba por estas tierras. Aquí lo más que se conocía era el vino aguado y algunos licores de la familia de la uva.
Esta primera empresa de cerveza granadina con la marca Alhambra debió tener muy poco recorrido; no había rastro de ella a los pocos años de su inauguración.
Las auténticas Cervezas Alhambra
Carlos Bouvard Dürr y Antonio Knorr contactaron con empresarios granadinos, de los que obtuvieron frialdad y apatía (¿A qué les suena esta actitud?). Y decidieron constituir, el 2 de febrero de 1926, la sociedad cervecera
No sabemos el recuerdo empresarial, ni el sabor, que dejó aquella primera cervecera de 1884. No debieron ser muy buenos cuando hubieron de transcurrir nada menos que 41 años para que surgiese una iniciativa similar, pero esta vez más en serio.
A partir de 1890 y hasta 1905 se registró un boom de fábricas de cerveza en España. La poca cerveza que se bebía en Granada, casi como un producto de lujo, provenía de Madrid (El Águila, 1900; Hijos de Casimiro Mahou, 1890); Málaga (Enrique Heindel, 1890); Almería (había tres pequeñas fábricas desde 1905); y Sevilla (donde surgieron nada menos que diez factorías entre 1890 y 1904, la principal de ellas La Cruz del Campo, 1904). En Granada existía una gran laguna cervecera que era preciso llenar.
De ése y otros desiertos cerveceros se había percatado un francés afincado en Barcelona. Se trataba de Carlos Bouvard Dürr (1884-1954). Se había formado en el negocio de las maltas en Centroeuropa; muy joven se afincó en Barcelona, donde fundó cervezas La Moravia (1910). Como proveedor de maltas, tenía relaciones con el vitoriano Antonio Knorr y Ortiz de Urbina (Cervezas Knor o La Esperanza, de Vitoria). Ambos decidieron crear diversas empresas de cerveza: Turia en Valencia, Estrella de Levante en Murcia, Estrella de África en Ceuta, Industrial Cervecera Sevillana y Cerveza Granada. Pero comprobaron que la marca Cerveza Alhambra estaba libre por no renovación de licencia de sus antiguos propietarios. Y la adoptaron como marca.
El fundador. Carlos Bouvard Dürr (1884-1954) fue uno de los dos fundadores y principal capitalista de S. A. Cervezas Alhambra. De origen francés y también fundador de La Moravia en Barcelona. Se alió con Antonio Knorr, un vitoriano que ocupó la dirección de la empresa hasta 1958. En 1925 invirtieron 2.500.000 pesetas en construir la fábrica y crear la empresa.
Eso ocurrió en el año 1925. Contactaron con empresarios granadinos, de los que obtuvieron frialdad y apatía (¿A qué les suena esta actitud?). Y decidieron constituir, el 2 de febrero de 1926, la sociedad cervecera, con prácticamente todo el capital foráneo. En la escritura constituyente de Cervezas Alhambra se comprueba que Carlos Bouvard y La Moravia suscribieron la mayoría de acciones del capital social de 500.001 pesetas; el segundo accionista era Antonio Knorr, a mucha distancia.
Escritura fundacional. (De 2. 2. 1926, ante notario de Granada), donde se ve que eran nueve socios, con la mayoría de capital de Carlos Bouvard y su cervecera catalana. El capital social inicial fue de 500.001 pesetas, repartidas en 879 acciones. Los inversores granadinos apenas apostaron por esta iniciativa empresarial.
Agua de Aynadamar y de pozo
Previo a la constitución de la sociedad, habían adquirido terrenos para la fábrica. La condición era estar a las afueras de la ciudad, pero con acceso a agua abundante. El lugar elegido fue el solar del mercado de cerdos, situado en la subida del Camino del Fargue o Cuesta de los Cerdos. Era una parcela que tenía 16.382 metros cuadrados, regada por un ramal de la Acequia Aynadamar que daba agua a los pagos del Armengol y Eras de Cristo. Justo enfrente, por debajo, la Universidad había comprado terrenos para construir la Facultad de Medicina y un hospital. Además, existía el manantial San Vicente, famosa fuente por sus aguas medicinales. El lugar era perfecto.
La pieza principal del proceso era el maestro cervecero, que fue traído directamente de Baviera
Por supuesto, la pieza principal del proceso era el maestro cervecero, que fue traído directamente de Baviera. Decían que toda la maquinaria era de lo más moderno, importada directamente de Centroeuropa; pero en realidad procedía del mercado de segunda mano. La prensa granadina del momento criticaba la poca iniciativa del capital local para sumarse a este interesante proyecto, que por su elevada inversión iba en serio. Se le auguraba futuro para varios centenares de empleados y para agricultores que cultivasen cebada cervecera. La situación de la fábrica, en una ladera en alto, con buenos aires, fue alabada por médicos y farmacéuticos, como también lo saludable que era el consumo de cerveza para el organismo humano, tan raquítico por aquellos años (no sólo por falta de cerveza, sino por otras carencias más vitales).
Instalaciones. Entre enero y septiembre de 1926 estuvieron trabajando en la construcción de la fábrica. Estas fotos corresponden al patio de distribución de la fábrica, situada en el Camino de El Fargue (o Cuesta de los Cerdos), donde no había verja; eran 5.000 metros de edificios. A la izquierda se ve un carro con el que distribuían a bares y tiendas. También vemos el cocedero y la máquina de llenado de barriles. Finalmente, uno de los enormes almacenes de más de 1.600 metros cuadrados.
Primera cosecha en botella y barril
Primera plantilla. Esta fue la primera plantilla de trabajadores del taller de S. A. Cervezas Alhambra, en 1926, cuando todavía no habían empezado a distribuir. En el centro aparece el primer maestro cervecero que trajeron de Alemania.
Para septiembre de 1926 se daban los últimos apretones de tuercas. En octubre comenzaron a verse los primeros anuncios de las cervezas Alhambra en revistas y carteles publicitarios. “Tenemos cerveza, señores”, escribían los periodistas. La cerveza se podía consumir de dos formas: en botellas de 75 cl. o de barril; se recomendaba servir fría. La producción de aquel único trimestre de 1926 fue realmente escasa. Pero dos años después, en 1928, Cervezas Alhambra ya se había ganado un lugarcito en el ranking nacional de productores de cerveza. Su nacimiento coincidió con una elevada demanda de la población nacional.
Primeros anuncios. Esta era la publicidad con que se dio a conocer Cervezas Alhambra a partir de octubre de 1926, cuando salió a la calle su cerveza. También existió la modalidad de “publirreportaje”.
Antonio Kknor explicaba a los periodistas cómo era el proceso de fabricación de la cerveza a partir de tres ingredientes básicos: agua, malta y lúpulo. Se trituraba la malta en el molino; después pasaba a un depósito de molienda; después a una cuba de mezclas para sacarificación del mosto; se cocía en las calderas de cobre, con posterior hervido con lúpulo; se pasaba a la cuba retenedora de lúpulo; después a un enfriador (recordemos que también contaban con una enorme fábrica de hielo); se centrifugaba; se pasaba por un aparato refrigerante y acababa en los tanques de fermentación (un primer fermentado general y otro secundario); pasaba a la bodega de conservación de temperatura próxima a cero grados; se filtraba y, en cuatro semanas, se envasaba para la venta. “Se hace sola”, valoraba el maestro cervecero alemán.
Inauguración. Comida inaugural de la empresa (arriba); se ven cajas de cervezas apiladas tras la mesa presidencial. Debajo, un grupo de invitados posaron el patio de acceso y brindaron con la primera cerveza por el futuro de la empresa.
Aquella primera botella verde, fabricada en Inglaterra, sin etiqueta de papel, era prácticamente similar a las actuales 1925 y Roja (de hecho, ambas la han tomado como modelo). Más tarde llegarían las etiquetas de papel; las primeras las hacía la imprenta de Ventura Traveset de la calle Mesones, que eran pegadas a mano. No existía una embotelladora, sino todo un proceso manual de llenado. El reparto local se hacía con carros de mulas. La primera delegación distribuidora para la baja Andalucía se estableció en un bar de Loja. En 1929, cerveza Alhambra era la segunda más consumida en Córdoba. La cuota de mercado nacional era del 1,4% (14ª en el ranking nacional).
Primera botella. Esta fue la primera botella de cristal, fabricada en Inglaterra. Su contenido era de 75 cl.; existió en las modalidades Pilsen y Munich. Las primerísimas no llevaban etiqueta de papel como la que aparece en la foto, sino un altorrelieve parecido a la actual 1925.
Primeras etiquetas. Las primeras etiquetas. como esta y la de la portada de este reportaje, tuvieron una vocación muy granadina (que se sigue manteniendo en la actualidad): se ve la Alhambra de fondo, con la Sierra llena de nieve. Estaban impresas en la máquina de Ventura Traveset de la calle Mesones; fueron pegadas a mano durante muchísimos años. A veces incluyeron el fruto de la granada o el escudo de la ciudad.
La guerra civil (1936-39) no afectó en prácticamente nada a la producción y consumo de cerveza Alhambra. Más bien al contrario, 1939 fue el de mayor consumo desde su fundación. Pero nada más acabar la guerra, la escasez de materia prima, de combustible, las malas cosechas, el bajísimo poder adquisitivo… acarrearon la primera crisis al consumo de cerveza. La empresa hubo de acometer reformas, la principal de ellas adquirir motores diesel para producir energía. En años anteriores había fabricado hielo para consumo propio y para la venta exterior, pero la falta de petróleo por aislamiento al franquismo complicaba la situación.
1960-1980: época dorada
De todas formas, Cervezas Alhambra estaba consolidada como empresa cervecera, fuertemente implantada y dominando Granada y zonas limítrofes. En pocos años volvió a estabilizarse, e incluso crecer, su producción y consumo. En los años cincuenta ya se hablaba de modernizar instalaciones; la plantilla no paraba de crecer; los distribuidores aumentaban. La red de agua potable había llegado a la fábrica y se dejó de utilizar el agua de la Acequia Aynadamar y del manantial San Vicente. En buena parte, debido a que el manantial cada vez arrojaba más cal y la acequia se iba perdiendo. La cerveza ganó en calidad, ahora utilizaba el agua pública recogida de las vertientes de Sierra Nevada, menos calcáreas.
Para 1954, coincidiendo con la muerte del fundador Calos Bouvard, se hizo patente que la maquinaria estaba obsoleta. Además, Cervezas Damm se había hecho cargo de la mayoría de acciones de La Moravia, lo que significaba que también tenía casi todas las acciones de Alhambra. Había que cometer reformas. Fueron construidos los nuevos edificios que dan a la Avenida de Murcia y renovado el proceso de fabricación.
En el mejor momento. Este es un anuncio del 50 aniversario de la empresa (1975), publicado en el diario Patria. La maquinaria había sido renovada por la cabecera Damm, el edificio nuevo se había acercado hasta la Avenida de Murcia. La empresa fabricaba en Granada, pero también distribuía las marcas del grupo. Era la época dorada de la empresa, entre 1960 y 1980 se registró su mayor expansión, hasta colocarse 5º entre las sociedades cerveceras: había multiplicado por cinco las ventas desde su fundación.
El resultado de las inversiones de Damm permitió multiplicar la producción de Alhambra por cuatro (de 75.000 hl. en 1961 consiguió crecer hasta 290.000 hl. en 1980). Esas dos décadas, las de los sesenta y setenta, supuso la época dorada de Cervezas Alhambra. Fue el momento aprovechado por La Cruz del Campo, de Sevilla, para entrar en el accionariado. Pero Damm comenzó a dar muestras de desidia por su pequeña fábrica de Granada y Cruzcampo tampoco tuvo clara su presencia en Granada. En 1985, el consumo de cerveza y las ventas de Alhambra empezaron a dar muestras de flaqueza; la plantilla estaba envejecida y sobrecargada. Cervezas Alhambra empezaba a ver negro el horizonte.
Empresa Modelo. Corría el 18 de julio de 1961. Franco estrechaba la mano al director general de Cervezas Alhambra en El Pardo al entregarle el título de Empresa Modelo. Justo detrás aparece un jovencísimo ingeniero químico Miguel Hernáiz, quien muchos años después capitaneó, como maestro cervecero, el equipo que creó la 1925.
1994: Crisis y anuncio de cierre
Los diez años siguientes (1985-95) no hacían nada más que presagiar crisis. El comité de empresa se dirigió a Damm y a la dirección mostrando su inquietud por el futuro, además de su preocupación por la drástica caída de ventas. Comenzaron los conflictos laborales; los litigios; las cartas de despido; las quejas sindicales y, finalmente, en 1995 se anunció el cierre inminente de la factoría. Damm y Cruzcampo abandonaron el barco de manera precipitada.
Por vez primera, a comienzos de 1996 surgía la esperanza. Todos arrimaron el hombro, pero Cervezas Alhambra seguía cogida con alfileres.
Aparece Grupo Penta
En aquel momento de angustia financiera, en que casi nadie daba un duro por Cervezas Alhambra, se presentó José María Ruiz Mateos haciendo una de sus extravagantes ofertas. Se constató que lo que pretendía era especular con los valiosos terrenos; el Ayuntamiento le dejó claro que esa parcela nunca sería recalificada para viviendas; la empresa parecía importarle poco. La entrevista de Antonio Perera con Ruiz Mateos en el Nevada no había tenido resultado positivo alguno.
En medio de toda esta crisis y desde un tiempo atrás, un equipo de químicos comandados por el maestro cervecero Miguel Hernáiz y Bermúdez de Castro venía trabajando de manera callada en la elaboración de un nuevo producto.
Por esos mismos días llamó una persona en nombre de un grupo de inversores extranjeros, asociados en torno al Grupo Penta (Iberian Breving Investments); detrás estaba el empresario Demetrio Martínez Juguera, en compañía de un estadounidense y un noruego. Demetrio era de origen español, pero su familia había hecho fortuna en Australia y Suráfrica; finalmente se estableció con una constructora en la Costa del Sol. Su sociedad, Penta, adquirió el 99% de las acciones de Cervezas Alhambra, con sólo un desembolso del 10%, tras la huida de los dos grandes grupos cerveceros. El capital estaba fijado en 550 millones de pesetas, con lo cual se hicieron con la cervecera granadina por sólo 55 millones. El director general, Antonio Perera, hacía encaje de bolillos para mantener viva la empresa. Al poco tiempo, incluso la situación se complicó porque los otros dos socios abandonaron de Demetrio y hubo que pedir un préstamo para comprarle las acciones. Todo un lío financiero siempre en el filo de la navaja.
Surge la salvación: 1925
En medio de toda esta crisis y desde un tiempo atrás, un equipo de químicos comandados por el maestro cervecero Miguel Hernáiz y Bermúdez de Castro venía trabajando de manera callada en la elaboración de un nuevo producto. Ya habían conseguido la Especial, de grandísima calidad. Pero querían más. Ese año de la crisis llegaron a la conclusión de que su experimento debería ser probado por el público.
El “padre” de la Reserva 1925. Miguel Hernáiz y Bermúdez de Castro, en una foto de hace tres años. Se encontraba dando una charla para aficionados a la fabricación de cerveza artesana. El curso estuvo promovido por la Diputación; de este seminario (celebrado en Huétor Santillán) han cuajado varias iniciativas de fábricas de cerveza artesanal en pueblos de Granada.
En 1995 pusieron a la venta toda la producción de cerveza Alhambra 1925. Habían recurrido a la fábrica de vidrio inglesa que hizo el primer envase, si bien en este caso botellas de 33 cl. (hay también una versión de 50 cl.) Se trataba de una cerveza especial, de fuerte graduación (mínimo 7,2 vol.), que tuvo una excelente aceptación por el público, contrariamente a lo que sus promotores habían pensado al principio. Primero fue en Granada, después ya llegaría más lejos.
Primer anuncio de 1925. Este fue el primer anuncio, dentro del patrocinio del Festival de Música y Danza, de la primera tirada de la Reserva 1925. La empresa ha estado, y está, apoyando infinidad de eventos culturales, deportivos y sociales de Granada.
No sé si la 1925 de Alhambra salvó a la empresa o no. Pero entre la Especial y la 1925 comenzaron a arrastrar al resto de productos de la marca Cervezas Alhambra; la empresa empezaba a ver la luz. Amplió su objeto social a otros productos alimenticios (aguas Sierras de Jaén), registró las marcas en otros países. Compró Águila de Córdoba al grupo colombiano y empezó a fabricar la rubia Mezquita; adquirió la marca Cerveza de Gijón, etc. Empezaba a llegar el equilibrio. En el año 2000, el grupo Cervezas Alhambra se situó como 5º productor nacional, con el 2,6% de cuota de mercado (por encima sólo estaban los grandes: Heineken, Mahou, Damm y Cervecera de Canarias).
Cartel firmado por los varios astronautas americanos y por el español Pedro Duque en una visita a Granada, tras degustar y alabar a la Alhambra 1925.
Hasta que en 2007, el grupo Mahou-San Miguel, una de las grandes cerveceras españolas, clavó sus ojos en Granada. Todo el mundo pensó que no buscaba la marca, sino quedarse con la cuota de mercado. Cervezas Alhambra iba a dejar su sitio a las cervezas envasadas en Madrid, ya que la envasadora de Granada era una minucia comparada con las megaenvasadoras. Pero no. Todos nos equivocamos. Mahou fue sensible con Granada y su histórica marca. No sólo han mantenido el nombre y el logo del monumento en su cerveza, sino que la ha potenciado al ponerla a su cobijo.
Hay mucha gente en Granada que, cuando quiere quedar bien con una visita, sólo tiene que hacer dos cosas: llevarla de recorrido nocturno a la Alhambra y meterle un paquete de Alhambra 1925 en el equipaje. Son los dos mejores embajadores de esta ciudad.
Algunos datos sobre Cervezas Alhambra
Construcción de Fábrica: Enero-septiembre de 1926
Inversión: 2.000.000 pesetas
Primera campaña: otoño 1926
Capital social inicial: 500.001 pesetas
Fundador: Carlos Bouvard Dürr
Presidentes: Agustín Riehle Falk (1926-30); Carlos Bouvard Dürr (1930-54); Ignacio Coll Castell (1954-66) y (1973-94); María Virginia Bourgeois Chabert (viuda de Bouvard), 1966-73; Ramón Armadas Bosch (1994-95; Demetrio Martínez Juguera (1995-2007). Desde entonces, el presidente del grupo Mahou.
Directores: Antonio Knörr y Ortiz de Urbina (1925-58); José Diví Gres (1954-63); Francisco Morales Linares (1958-73); Jorge Sabater Sais (1983-92); Antonio Perera Cantero (1992-2007).
Plantilla actual: Alrededor de 380 trabajadores (sin contar empleos indirectos).
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