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Artículo de opinión

'¡Andaluz, vota para defender nuestra autonomía!'

Política - Paco Vigueras - Martes, 14 de Junio de 2022
El escritor y periodista Paco Vigueras firma este artículo en el que se posiciona de cara a las elecciones del próximo 19J.
Imagen de archivo de una jornada electoral.
E.P.
Imagen de archivo de una jornada electoral.

En 40 años de Autonomía, el panorama político andaluz se ha invertido de forma inquietante. Con las primeras elecciones autonómicas de 1982, el 70 por ciento de los andaluces votaron a la Izquierda. Había un proyecto ilusionante que se ha diluido. Ahora, las encuestas dicen que volverán a ganar las derechas y estamos asustados porque vienen los reconquistadores de VOX. ¿Qué ha pasado para llegar a esta situación tan lamentable? 

Para empezar, el PSOE-A ganó aquellas primeras elecciones con mayoría absoluta, pero decidió desactivar la conciencia autonomista, surgida en la Transición, con las manifestaciones del 4 de Diciembre de 1977. Sí, aquel primer Día de Andalucía que movilizó a millón y medio de andaluces en defensa de una Autonomía plena: no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos. Acabó con el espíritu reivindicativo del 4D y condenó al olvido a Manuel García Caparrós, asesinado cuando se manifestaba en Málaga por la Autonomía. Es decir, aplicó la política de la desmemoria.

La Junta de Andalucía no se atrevió a enfrentarse a la poderosa oligarquía latifundista, retiró aquellos carteles que proclamaban 'Comarca de Reforma Agraria' y puso fin a esa reforma tan esperada en el campo, cuyo objetivo era fomentar la cultura del trabajo y el cooperativismo

Más tarde, renunció a la Reforma Agraria que fue la histórica reivindicación de aquel proyecto autonómico para hacer justicia social a los jornaleros sin tierra. Todavía recuerdo los carteles del Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA) que proclamaban: ¡Comarca de Reforma Agraria! en fincas manifiestamente mejorables. Pero la Junta de Andalucía no se atrevió a enfrentarse a la poderosa oligarquía latifundista, retiró aquellos carteles y puso fin a esa reforma tan esperada en el campo, cuyo objetivo era fomentar la cultura del trabajo y el cooperativismo. Y para evitar un estallido social en el campo andaluz, pues los terratenientes seguían sin dar trabajo, optó por el Plan de Empleo Rural y el humillante sistema de 30 peonadas para conseguir el subsidio agrario. Como los Ayuntamientos tampoco podían ofrecer a los jornaleros todas las peonadas necesarias para cobrar el subsidio, algunos alcaldes se pusieron a firmar peonadas falsas, es decir, peonadas que nunca se trabajaron. En principio les funcionó muy bien, pues los vecinos agradecidos votaban a sus alcaldes cuando llegaban las elecciones.

Es decir, desactivó a base de subsidios el conflicto social, pero al final estalló el conocido como fraude del PER.  Lo peor de todo es que aquello supuso una estocada mortal para el campo andaluz, pues con aquel sistema, acabó cambiando la cultura del trabajo por la cultura del subsidio. Para colmo, los jornaleros que ocupan fincas manifiestamente mejorables, con el fin de trabajarlas, son desalojados por la Guardia Civil, una fuerza de triste recuerdo en el campo andaluz, pues, durante la dictadura, participó activamente en la represión. Y por si esto no fuera poco, la Junta concedió el título de Hija Predilecta de Andalucía a la Duquesa de Alba, símbolo de la oligarquía latifundista responsable, durante siglos, del subdesarrollo andaluz.

Años después, llegó el escándalo de los Expedientes de Regulación de Empleo, 680 millones de euros en subvenciones, repartidos con un método irregular. Es decir, que algunos intrusos se quedaron con parte de ese dinero público, destinado a los trabajadores de empresas andaluzas en quiebra. El conocido como escándalo de los ERE fue hábilmente utilizado por el potente aparato mediático de la derecha para hacerse con la Junta de Andalucía y lo consiguió.

La derecha llegó a la Junta, a pesar de la corrupción

El Partido Popular no fue castigado en las urnas, a pesar de que estaba marcado por grandes casos de corrupción, como los fraudes de las tramas Púnica y Gürtel, más de 620 millones de euros malversados. Sin olvidar la investigación de la presunta caja B del PP en Almería, con mordidas y pagos irregulares. Una vez instalado en la Junta de Andalucía, el Partido Popular ha hecho lo propio de un partido de derechas, favorecer la privatización de los servicios públicos, como la sanidad o la educación, que considera un negocio muy lucrativo. El PP ha impulsado, por ejemplo, la sanidad privada en detrimento de la pública, llegando a despedir a más de 8.000 profesionales sanitarios, que en muchos casos han tenido que emigrar al extranjero.

Las encuestas también vaticinan el ascenso de la ultraderecha. Y lo más preocupante es que ha captado el voto de jóvenes andaluces, que se acercarán por primera vez a las urnas para votar a Vox

Las encuestas también vaticinan el ascenso de la ultraderecha. Y lo más preocupante es que ha captado el voto de jóvenes andaluces, que se acercarán por primera vez a las urnas para votar a VOX. Pero ¿por qué? También hay una explicación. Durante 40 años de Autonomía, la Junta de Andalucía no ha tenido voluntad política para introducir la memoria democrática en el sistema educativo andaluz. Por tanto, la mayoría de nuestros jóvenes están hoy desinformados y desconocen que VOX es heredero ideológico de los militares golpistas de 1936, que acabaron con la legalidad democrática para imponer una larga dictadura. Es decir, no son conscientes del peligro que supone el fascismo, cuando llega al poder. El avance de la ultraderecha es consecuencia, entre otras causas, de esta nefasta política de desmemoria.

Ahora, el fascismo se ha convertido en una amenaza para la Ley de Memoria Democrática y representa un grave retroceso para las políticas de justicia social e igualdad. Por tanto, para frenar a la ultraderecha, es más necesario que nunca que los andaluces recuperemos el espíritu autonomista del histórico 4 de Diciembre de 1977, primer Día de Andalucía, y que nos movilicemos de forma masiva el próximo 19 de junio, con la misma determinación que lo hicimos el 28 de Febrero de 1982. Ante el avance de las derechas, a votar y a votar, hasta dar la vuelta a las encuestas. Una vez más, los andaluces tenemos que llenar las urnas de papeletas verdes y blancas para defender nuestra Autonomía.         

Paco Vigueras, escritor y periodista