Más sombras que luces en los primeros cien días de Gobierno de la Junta en Granada
Después de lograr gobernar la Junta de Andalucía, tras un complicado pacto a tres bandas, con Vox de imprescindible invitado, y terminar con la era socialista, más se esperaba de la gestión de sus primeros cien días en cuanto a su acción en la provincia de Granada. Al menos, por la ansiedad con la que llegaron y las ganas de cambio con las que recibieron el resultado de las autonómicas del pasado 2 de diciembre.
Y como en el Gobierno andaluz, en Granada el bloque de delegados del PP y Ciudadanos funcionan como islas
Con el peor resultado histórico, que refrendó aún más en las generales, el PP con Juan Manuel Moreno Bonilla al frente se convirtió en el primer presidente no socialista de la Junta de Andalucía y Juan Marín, líder de Ciudadanos, en su vicepresidente, en el Gobierno conservador, que depende en el Parlamento de la ultraderecha para sobrevivir en un complicado equilibrio.
Este es el relato del tiempo transcurrido:
Y llegó el cambio a Granada
Mientras el PP tenía claro a sus delegados provinciales, Ciudadanos procedía a su particular casting. Y erró al fichar a Elisa Fernández-Vivancos, como flamante delegada de Turismo, Justicia, Regeneración y Administración Local. Tras las informaciones publicadas por El Independiente de Granada sobre su paso por el despacho de uno de los abogados de Tomás Olivo, Ciudadanos rectificó y descartó su nombramiento.
Pablo García accede por primera a su despacho en la Junta, acompañada por Sandra García, en presencia de Marifrán Carazo. J.M.G./Prensa Junta
Finalmente, el cuadro de delegados de la Junta del nuevo Gobierno andaluz, con Pablo García a la cabeza, quedó establecido en seis macroáreas provinciales, tres para el PP y otras tres para Ciudadanos, sin que importe la paridad.
Al día de hoy, salvo a Indalecio Sánchez-Montesinos y Antonio Granados, por su activo pasado y su exposición mediática en la Junta, pocos conocen al resto de delegados. Incluso, en actos oficiales de otras instituciones, algunos tienen problemas de protocolo al ser desconocidos.
Por Ciudadanos: Delegado de Turismo, Justicia, Regeneración y Administración Local: Gustavo Rodríguez. Delegada Territorial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo, y Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad: Virginia Fernández Pérez. Delegado de Educación y Deporte e Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación: Antonio Jesús Castillo García.
La consejera de Cultura, Patricia del Pozo, protagonista de los primeros cien días de la Junta. J.M.G./PRENSA JUNTA
A día de hoy, salvo a Indalecio Sánchez-Montesinos y Antonio Granados, por su activo pasado y su exposición mediática en la Junta, pocos conocen al resto de delegados. Incluso, en actos oficiales de otras instituciones, algunos tienen problemas de protocolo al ser desconocidos.
Pablo García, el secretario provincial del PP de Granada, asumió el mando de la Junta en Granada, caracterizado en sus primeros pasos, por la descoordinación de la inexperiencia, que atribuyeron también a Sevilla. Mientras abría su despacho en el edificio de la Normal a alcaldes del PP, inmortalizadas en sus twitter, PP y Ciudadanos inclumplían, para empezar, sus perpetuas promesas en la oposición; luego, electorales, y hasta suscritos en el acuerdo programático de gobierno de convocar un concurso para elegir a los responsables de la Alhambra y Cetursa. Para Cetursa designan a Jesús Ibáñez Peña, inspector de Hacienda del Estado, por decisión del consejero Juan Bravo, amigo y compañero en Hacienda. Para la Alhambra, a la ex concejal Rocío Díaz, que dada su experiencia en materia turística abre la duda sobre si en la apuesta popular primará a la cultural y necesaria conservación en la gestión del monumento.
En Granada, apenas actuaciones nuevas, con alguna rueda de prensa para presentar proyectos heredados. Aunque en contra de lo que tanto criticaban, colocaciones por la puerta de atrás en la Delegación en Granada, como la del candidato del PP a la Alcaldía de Albolote, en un área específica de la que es absolutamente ajeno.
Marifrán Carazo, consejera de Fomento y Ordenación del Territorio.JESÚS PRIETO/EUROPA PRESS
La gestión cultural o, mejor expresado, la inacción y escasa sensibilidad, destacan en este periodo simbólico. Con el opaco apoyo de la consejera Patricia del Pozo a aumentar la participación de su consejería para salvar a la Orquesta Ciudad de Granada, como han asumido el Ayuntamiento y la Diputación
La gestión cultural o, mejor expresado, la inacción y escasa sensibilidad, destacan en este periodo simbólico. Con el opaco apoyo de la consejera Patricia del Pozo a aumentar la participación de su consejería para salvar a la Orquesta Ciudad de Granada, como han asumido el Ayuntamiento y la Diputación.
Junto a ello, el ninguneo inicial y la posterior rectificación sobre el Festival Cines del Sur, con la promesa de que se celebrará en otoño, sin concretar aún financiación.
En Sanidad, una de las cuestiones más controvertidas, cuya errática gestión socialista justifica en parte la contribución granadina a que no revalidara Susana Díaz el gobierno andaluz, la consejería de Jesús Aguirre puso en marcha un plan de choque para aliviar las listas de espera. Una decisión acertada, aunque aún no hay datos públicos de la reducción y el coste. Es, al menos, la buena noticia del Gobierno andaluz, hasta el momento.
La tan vendida reforma fiscal del PP, aseguran que beneficiará a 300.000 granadinos.
La única consejera granadina, Marifrán Carazo, al frente de la influyente área de Fomento y Ordenación del Territorio, tan solo ha aportado buenas intenciones, anuncios de estudios “rigurosos” y críticas al pasado, en referencia a la ampliación del Metro, sin mojarse en el cierre de la circunvalación, promesa electoral en todas las convocatorias de Sebastián Pérez, como tampoco del controvertido teleférico a Sierra Nevada.
La consejería de Jesús Aguirre puso en marcha un plan de choque para aliviar las listas de espera. Una decisión acertada, aunque aún no hay datos públicos de la reducción y el coste. Es, al menos, la buena noticia del Gobierno andaluz, hasta el momento
Desde la Consejería de Educación, su titular, el ciudadano Javier Imbroda ratificó a Ernesto Páramo al frente del Parque de las Ciencias y nombró al ex parlamentario granadino José Antonio Funes, como máximo responsable del Consejo Escolar de Andalucía, con sede en Granada.
Y a los cien días, Ciudadanos, al que le compete, no ha decidido aún el relevo en el PTS de Jesús Quero, a poco más de un año de alcanzar su jubilación.
En el capítulo de nombramientos, al frente de la Autoridad Portuaria de Motril, a José García Fuentes.
Y poco más. A la espera de que tras las elecciones municipales del 26 de mayo comience realmente a gobernar el nuevo gobierno de la Junta de Andalucía. Lo que en contra del triunfalismo de la derecha, la oposición teme.
En aquella rueda de prensa, rodeada del equipo de delegados de la Junta, la consejera Marifrán Carazo opinó que en estos cien días de gobierno han demostrado que "se puede hacer mejor y gestionar de manera diferente". "En cien días estamos gestionando mejor de como se ha hecho en 37 años de gobiernos socialistas", enfatizó.
Carazo, quien destacó que el Gobierno de PP y Ciudadanos está "cohesionado, se mostró "orgullosa" de la "revolución fiscal" emprendida en estos meses, de la que se beneficiarán 300.000 granadinos, y también del plan de choque contra las listas de espera.
Ningún partido, ni del Gobierno ni de la oposición, ha realizado balance de los cien días de la nueva Junta.