En los últimos días la estrategia de oposición desplegada por las derechas y sus aliados mediáticos, judiciales, económicos, más ‘otros poderes ocultos’, (por tierra, mar y aire), contra la formación de gobierno, ha dado un salto cualitativo y se ha hecho más agresiva y virulenta. Y amenazan ahora con llevar el asunto a todos los rincones institucionales y sociales. Parecen pensar que si la convivencia avanza en Cataluña con las medidas de gracia ahora hay que prender fuego (léase odio y confrontación) por todo el territorio español.

Hasta ahora se habían centrado principalmente en cuestionar las conversaciones e intentar poner palos en las ruedas de un posible acuerdo, pero ahora que no pueden ya evitar la mayoría de apoyo a la investidura, emplean todos los medios a su alcance para intentar deslegitimar al gobierno que viene

Hasta ahora se habían centrado principalmente en cuestionar las conversaciones e intentar poner palos en las ruedas de un posible acuerdo, pero ahora que no pueden ya evitar la mayoría de apoyo a la investidura, emplean todos los medios a su alcance para intentar deslegitimar al gobierno que viene. Los que tenemos memoria sabemos que no es nada nuevo, el PP lo ha hecho siempre que ha perdido unas elecciones, y además sabemos que no son nada originales, copian lo que ha ocurrido en USA, o en Brasil. A las derechas españolas les faltaba ‘el asalto al Capitolio’ y están a punto de pasar el Rubicón con el cerco diario a la sede socialista madrileña de la calle Ferraz y el asalto a diferentes locales del PSOE por toda la geografía española.

Pero lo que en verdad les corroe es que el poder, al que creen tener un derecho divino, que habían abrazado y ya se habían repartido, ese poder absoluto que anhelan, se les escapa de las manos

Quieren hacer creer que protestan por la Ley de Amnistía, y dicen estar preocupados por la inseguridad jurídica o la igualdad. Pero lo que en verdad les corroe es que el poder, al que creen tener un derecho divino, que habían abrazado y ya se habían repartido, ese poder absoluto que anhelan, se les escapa de las manos. El manoseado ‘España se rompe’, desmoronado en la pasada legislatura, ahora quiere ser sustituido por proclamas sobre el ataque al Estado de Derecho abanderadas, (téngase en cuenta el doble sentido), por los campeones en despreciarlo y atacarlo, ignorando que el nuestro está consagrado también, indisolublemente, con Estado Social y Democrático.

Tengo la absoluta certeza de que si no hubiera sido por este motivo habrían encontrado otro para salir a las calles y si no hubiera sido necesario el apoyo de los independentistas también acudirían a otra ‘excusa’ para intentar derribar al gobierno progresista

Tengo la absoluta certeza de que si no hubiera sido por este motivo habrían encontrado otro para salir a las calles y si no hubiera sido necesario el apoyo de los independentistas también acudirían a otra ‘excusa’ para intentar derribar al gobierno progresista. Pero el único ataque a la democracia que se está produciendo es el no reconocimiento de los resultados de las elecciones del 23 de julio y la legitimidad de una mayoría (absoluta) parlamentaria que va a alcanzar los 179 diputados, que incluye a todo el complejo arco parlamentario, salvo PP y VOX y el diputado suelto de UPN. Vamos, que con la configuración del Congreso actual sólo cabían dos opciones: 

• un gobierno de PSOE+Sumar, con el apoyo externo de diferentes fuerzas parlamentarias, incluidos los diferentes grupos nacionalistas e independentistas, lo que llaman despectivamente gobierno Frankestein (con lo bien que me cae a mí el personaje creado por Mary Shelley),
• o un gobierno Francostein con la derecha extrema + la extrema derecha y en esa tesitura yo lo tengo muy claro, porque ese monstruo sí que me da miedo.

No merece la pena que dediquemos más esfuerzos a desmontar (bulos) y a desmentir (fakes) sobre los contenidos de los acuerdos firmados entre el PSOE y los partidos que han decidido apoyar a Pedro Sánchez; en el discurso de investidura esta misma semana tendremos la posibilidad de escuchar directamente el programa de gobierno con el que se abordará la próxima legislatura

No merece la pena que dediquemos más esfuerzos a desmontar (bulos) y a desmentir (fakes) sobre los contenidos de los acuerdos firmados entre el PSOE y los partidos que han decidido apoyar a Pedro Sánchez; en el discurso de investidura esta misma semana tendremos la posibilidad de escuchar directamente el programa de gobierno con el que se abordará la próxima legislatura.

Sí quiero dedicar un comentario sobre las declaraciones que está repitiendo el presidente de la Junta de Andalucía cada vez que le ponen un micrófono a su disposición. JuanMa Moreno actúa como el cabeza de su partido político en todo momento (en competencia con otros líderes de su formación) y en ninguno se le puede escuchar que hable como presidente de todos los andaluces. Sometido a la estrategia marcada por la dirección del PP dedica más tiempo a estos menesteres que a ocuparse por la sanidad, por la educación, por las infraestructuras hídricas, por la gestión de las ayudas a la vivienda para jóvenes o por las de la dependencia, por la despoblación o por el cambio climático, por poner algunas de las cuestiones desatendidas por el gobierno andaluz.

Sometido a la estrategia marcada por la dirección del PP, JuanMa Moreno dedica más tiempo a estos menesteres que a ocuparse por la sanidad, por la educación, por las infraestructuras hídricas, por la gestión de las ayudas a la vivienda para jóvenes o por las de la dependencia, por la despoblación o por el cambio climático, por poner algunas de las cuestiones desatendidas por el gobierno andaluz

Es legítimo tener dudas, sentir miedo e incluso no estar de acuerdo, dentro de las filas socialistas, con la amnistía, con los acuerdos alcanzados. La militancia socialista, además, ha tenido la oportunidad de pronunciarse con su voto al respecto, que ha sido abrumadoramente mayoritario en Granada, Andalucía y España a favor de los acuerdos de gobierno. En los partidos en los que se toman las decisiones de otra forma esto no se entiende y se siguen ciegamente las consignas. En las ‘derechas reunidas’ la única diferencia es quien destaca más en el exabrupto y en la hipérbole, quién hace más méritos ‘atacando’ a los socialistas y ahora estos ataques ya no son sólo verbales, en las redes sociales o en la prensa.

Porque los que sí están dando pasos al frente, bien grandes, y algunos se están pasando tres pueblos, son los radicales de la extrema derecha y los de la ultraderecha. Se han desatado al contar con el aliento y el respaldo explícito y hasta el aplauso (así debe entenderse la ausencia de condena firme de los diferentes atentados) de la dirección de sus partidos, que los ha envalentonado y lanzado a las calles. 

Porque los que sí están dando pasos al frente, bien grandes, y algunos se están pasando tres pueblos, son los radicales de la extrema derecha y los de la ultraderecha

En realidad, con el ambiente que están fomentando para lo que hay que ser valientes y dar un paso adelante es para lo contrario: mostrar públicamente la conformidad, e incluso la satisfacción porque finalmente se hayan cerrado los acuerdos y sea posible revalidar un gobierno de coalición. Varias sedes socialistas atacadas en la provincia, microacosos (por ahora), la presión de la mayoría de los medios de comunicación con las líneas editoriales alineadas claramente con las derechas que no dudan en divulgar información sesgada y rellenan páginas con opiniones contrarias a los acuerdos alcanzados… un ambiente nada propicio para los atrevimientos a dar la cara. 

Por eso he decidido hacer caso esta vez a la llamada de Moreno Bonilla y doy un paso al frente, aunque en el sentido contrario al que él propugna, para declararme a favor de la investidura de Pedro Sánchez y de los acuerdos alcanzados, incluida la Ley de Amnistía, que es sólo una parte, por muy importante que sea, que no debe silenciar el resto de medidas pactadas con los diferentes grupos políticos con los que se han firmado acuerdos

Por eso he decidido hacer caso esta vez a la llamada de Moreno Bonilla y doy un paso al frente, aunque en el sentido contrario al que él propugna, para declararme a favor de la investidura de Pedro Sánchez y de los acuerdos alcanzados, incluida la Ley de Amnistía, que es sólo una parte, por muy importante que sea, que no debe silenciar el resto de medidas pactadas con los diferentes grupos políticos con los que se han firmado acuerdos. El clima que están creando está haciendo que haya que ‘echarle valor’ para manifestarse a favor de que Pedro Sánchez sea de nuevo el presidente del gobierno.  En mi caso voy más allá. A pesar del ruido ensordecedor me siento ilusionado y comprometido con que los próximos años nuestro país va a continuar siendo un referente a nivel europeo en políticas sociales y en transición ecológica, haciendo frente a la compleja y difícil situación que enfrentan nuestras sociedades.

Un paso al frente también es el que va a dar democrática y constitucionalmente el Congreso de los Diputados los próximos días, porque lo que dice la Constitución Española del 78, en su artículo 99, es que el gobierno lo formará quien obtenga una mayoría parlamentaria. Los que se llenan la boca diciendo que ganaron las elecciones, con ese discurso infantiloide de la lista más votada, tuvieron la oportunidad y no lo consiguieron y no quieren asumirlo. Parece que al ejemplar de la CE que manejan les faltan páginas, porque tampoco deben conocer el art.122, por lo que continúan el bloqueo de la renovación, desde hace 5 años, del Consejo General del Poder Judicial.