'Registro Nacional de Insolvencias'

Blog - Reflexiones del Por Venir - Chema Rueda - Sábado, 6 de Septiembre de 2025
Concentración de jueces y fiscales, a principios de junio, contra las reformas previstas por el Gobierno.
IndeGranada
Concentración de jueces y fiscales, a principios de junio, contra las reformas previstas por el Gobierno.

Con el inicio del nuevo curso político, considero que se debe crear en nuestro país un Registro Nacional de Insolvencias varias. Me ha parecido leer este verano que algún llamado líder político ha propuesto crear algún Registro nacional, y recogiendo esa idea, pienso que lo ideal, dada la situación política nacional, es agrupar diversas situaciones en el citado Registro nacional de insolvencias, en el que bien podrían convivir, para general conocimiento y efectos (que para eso se registran las insolvencias) algunas de las más llamativas, por extravagantes, inconsistentes, contradictorias o incoherentes, actitudes o posiciones políticas que, no obstante, parecen fluir por nuestro devenir cotidiano como si de cosas normales se tratara. Por supuesto, la entrada o ingreso en este registro sería totalmente libre y no acarrearía, de ninguna manera, el pago de cuota alguna, vayamos a tonterías. A modo de ejemplo, aquí propongo algunas insolvencias que considero dignas de figurar en el mencionado Registro.

La primera insolvencia, sobre la que he escrito varias veces, sería la politización de la justicia o la judicialización de la política. Digno de figurar en el Registro el repetido y monocorde lamento de algunas señorías contra una supuesta politización de la justicia siempre que hay un Gobierno y no otro y siempre que pasan unas cosas y no otras

La primera insolvencia, sobre la que he escrito varias veces, sería la politización de la justicia o la judicialización de la política. Digno de figurar en el Registro el repetido y monocorde lamento de algunas señorías contra una supuesta politización de la justicia siempre que hay un Gobierno y no otro y siempre que pasan unas cosas y no otras, mientras que paralelamente las mismas señorías u otras se manifiestan contra actos del legislativo, incluso antes de que éstos se produzcan, lucen en público chapas con insultos al presidente del gobierno o directamente corean consignas contra él. Por supuesto, siempre que hay un Gobierno y no otro. Y además, hacen huelga no prevista legalmente y no declaran el día de huelga para que se les descuente del salario. Pero, claro, a nadie se le ocurra criticar lo anterior, porque, justamente eso, y no lo otro, es politizar la justicia. Lo dicho, primera insolvencia para el Registro.

Demuestra que su capacidad de análisis no les alcanza, están sobrepasados de tanto vomitar odio y falsedades, ciertamente construidas (húmedamente) desde hace ya demasiado tiempo como para echarse atrás ahora, pero que desde luego constituye una evidente insolvencia digna de figurar en el Registro

Otra insolvencia, muy de moda en estas fechas, es la de aquellos y aquellas periodistas que pretenden construir su "información" o su opinión en base al aspecto físico, el rostro más o menos maquillado, algún gesto de la cara, el encendido y la luz en el plató televisivo o cualquier otro aspecto anecdótico, con tal de no hablar del fondo del asunto en cuestión. En realidad, esta actitud, de la que podemos apreciar varios ejemplos actualmente, por parte de columnistas u opinantes, demuestra que su capacidad de análisis no les alcanza, están sobrepasados de tanto vomitar odio y falsedades, ciertamente construidas (húmedamente) desde hace ya demasiado tiempo como para echarse atrás ahora, pero que desde luego constituye una evidente insolvencia digna de figurar en el Registro.

Y que lógicamente lo que en cualquier país moderno es dinámica parlamentaria y acuerdos políticos, aquí son cesiones, humillaciones, genuflexiones o albaricoques. No me negarán el enriquecimiento dialéctico del Registro cuando se incluya esta insolvencia

Una tercera insolvencia ha de ser la petición, vociferante, reiterativa y ya hasta aburrida, de elecciones generales. Cuantas veces habremos oído y leído que se piden Elecciones en España, porque la legislatura está caducada, porque está agotada, porque el Parlamento no legisla (nadie recurre a un simple vistazo a las leyes e iniciativas aprobadas desde 2023), porque no les gusta el resultado o la composición del Congreso o simplemente porque hay que pedirlas, haya transcurrido el tiempo que haya transcurrido y porque hay quien considera que el gobierno (porque no les gusta) está amortizado. Y que lógicamente lo que en cualquier país moderno es dinámica parlamentaria y acuerdos políticos, aquí son cesiones, humillaciones, genuflexiones o albaricoques. No me negarán el enriquecimiento dialéctico del Registro cuando se incluya esta insolvencia.

Y la cuarta y última, por ahora, insolvencia, que en realidad es un resumen de las anteriores y la perfecta síntesis justificadora de la creación del Registro, es aquella referida a algo tan “español” como que cada cual lleva razón y el resto está equivocado. Esa especie de pensamiento nacional tan presente en nuestra historia patria por el cual la verdad es individual e intransferible y el común pensar es erróneo. Lo explica a la perfección el chiste aquel de un cabo (o sargento) que en un desfile militar va con el pie cambiado respecto al resto de la tropa. Pero su madre, que asiste al desfile (piadosa ella) le comenta a alguien cercano “fíjate que mi hijo es el único que desfila bien, mientras el resto va con el pie cambiado”. Pues eso.

 

Imagen de Chema Rueda

Nacido en Guadix (Granada) en 1963, por tanto de la generación de "A hard days night" y "Satisfaction". Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada y funcionario de Administración Local, grupo A, trabaja en el Edificio de Los Mondragones. Fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Granada (desde 2003 y hasta junio de 2015. Ha sido Secretario General del PSOE de la ciudad de Granada entre 2008 y 2017 y Miembro del Comité Federal del PSOE desde 2017 a 2021. Actualmente es miembro del Comité Director del PSOE-A. Me apasiona escribir (lo que pienso), debatir y participar en la vida pública, desde todos los ángulos posibles. Me duelen bastantes cosas de la vida y de la política actual, y no pienso dejar de intentar arreglarlas. Me apasiona la vida, la amistad, la Alpujarra y el Atlético de Madrid.