'Registro Nacional de Insolvencias'

Con el inicio del nuevo curso político, considero que se debe crear en nuestro país un Registro Nacional de Insolvencias varias. Me ha parecido leer este verano que algún llamado líder político ha propuesto crear algún Registro nacional, y recogiendo esa idea, pienso que lo ideal, dada la situación política nacional, es agrupar diversas situaciones en el citado Registro nacional de insolvencias, en el que bien podrían convivir, para general conocimiento y efectos (que para eso se registran las insolvencias) algunas de las más llamativas, por extravagantes, inconsistentes, contradictorias o incoherentes, actitudes o posiciones políticas que, no obstante, parecen fluir por nuestro devenir cotidiano como si de cosas normales se tratara. Por supuesto, la entrada o ingreso en este registro sería totalmente libre y no acarrearía, de ninguna manera, el pago de cuota alguna, vayamos a tonterías. A modo de ejemplo, aquí propongo algunas insolvencias que considero dignas de figurar en el mencionado Registro.
La primera insolvencia, sobre la que he escrito varias veces, sería la politización de la justicia o la judicialización de la política. Digno de figurar en el Registro el repetido y monocorde lamento de algunas señorías contra una supuesta politización de la justicia siempre que hay un Gobierno y no otro y siempre que pasan unas cosas y no otras
La primera insolvencia, sobre la que he escrito varias veces, sería la politización de la justicia o la judicialización de la política. Digno de figurar en el Registro el repetido y monocorde lamento de algunas señorías contra una supuesta politización de la justicia siempre que hay un Gobierno y no otro y siempre que pasan unas cosas y no otras, mientras que paralelamente las mismas señorías u otras se manifiestan contra actos del legislativo, incluso antes de que éstos se produzcan, lucen en público chapas con insultos al presidente del gobierno o directamente corean consignas contra él. Por supuesto, siempre que hay un Gobierno y no otro. Y además, hacen huelga no prevista legalmente y no declaran el día de huelga para que se les descuente del salario. Pero, claro, a nadie se le ocurra criticar lo anterior, porque, justamente eso, y no lo otro, es politizar la justicia. Lo dicho, primera insolvencia para el Registro.
Demuestra que su capacidad de análisis no les alcanza, están sobrepasados de tanto vomitar odio y falsedades, ciertamente construidas (húmedamente) desde hace ya demasiado tiempo como para echarse atrás ahora, pero que desde luego constituye una evidente insolvencia digna de figurar en el Registro
Otra insolvencia, muy de moda en estas fechas, es la de aquellos y aquellas periodistas que pretenden construir su "información" o su opinión en base al aspecto físico, el rostro más o menos maquillado, algún gesto de la cara, el encendido y la luz en el plató televisivo o cualquier otro aspecto anecdótico, con tal de no hablar del fondo del asunto en cuestión. En realidad, esta actitud, de la que podemos apreciar varios ejemplos actualmente, por parte de columnistas u opinantes, demuestra que su capacidad de análisis no les alcanza, están sobrepasados de tanto vomitar odio y falsedades, ciertamente construidas (húmedamente) desde hace ya demasiado tiempo como para echarse atrás ahora, pero que desde luego constituye una evidente insolvencia digna de figurar en el Registro.
Y que lógicamente lo que en cualquier país moderno es dinámica parlamentaria y acuerdos políticos, aquí son cesiones, humillaciones, genuflexiones o albaricoques. No me negarán el enriquecimiento dialéctico del Registro cuando se incluya esta insolvencia
Una tercera insolvencia ha de ser la petición, vociferante, reiterativa y ya hasta aburrida, de elecciones generales. Cuantas veces habremos oído y leído que se piden Elecciones en España, porque la legislatura está caducada, porque está agotada, porque el Parlamento no legisla (nadie recurre a un simple vistazo a las leyes e iniciativas aprobadas desde 2023), porque no les gusta el resultado o la composición del Congreso o simplemente porque hay que pedirlas, haya transcurrido el tiempo que haya transcurrido y porque hay quien considera que el gobierno (porque no les gusta) está amortizado. Y que lógicamente lo que en cualquier país moderno es dinámica parlamentaria y acuerdos políticos, aquí son cesiones, humillaciones, genuflexiones o albaricoques. No me negarán el enriquecimiento dialéctico del Registro cuando se incluya esta insolvencia.