La Asamblea Feminista de Granada aboga en su Manifiesto 8M por un nuevo modelo económico y social con perspectiva de género

Ciudadanía - IndeGranada - Lunes, 8 de Marzo de 2021

Reproducimos a continuación el Manifiesto de la Asamblea Feminista Unitaria de Granada:

 

¡DERECHOS PARA TODAS, TODES, TODAS!

Manifiesto 8M Granada 2021

Espacio Feminismo Unitario

1

Este 8 de Marzo, las mujeres salimos a la calle para alzar nuestras voces contra todos los tipos de discriminación y violencias que padecemos dentro de este sistema patriarcal, capitalista y racista. Nos rebelamos contra las opresiones que se perpetúan en los hogares y en la esfera laboral, nos levantamos contra toda forma de explotación, contra la falta de derechos y el empobrecimiento, nos sublevamos contra las lógicas neoliberales que nos enfrentan al capital, anteponiendo los beneficios económicos a la vida.

La situación pandémica ha evidenciado lo esencial de los cuidados, pero también su crisis. Una vez más, las mujeres retrocedemos en conciliación, corresponsabilidad, condiciones de trabajo y acceso al empleo. El teletrabajo se configura como una herramienta trampa pendiente de regulación en los diferentes ámbitos de negociación. Y el desigual reparto de los cuidados entre hombres y mujeres genera un mercado que el capital considera como no productivo. Las mujeres reivindicamos nuestro derecho a conciliar y el deber de corresponsabilidad social.

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2

En medio de esta crisis mundial, nuestros cuerpos y nuestros trabajos han estado al frente, resultando esenciales para seguir adelante: somos las tres cuartas partes del personal sanitario, las dos terceras partes del sector servicios. Somos las cuidadoras, las empleadas del hogar, las limpiadoras, las jornaleras. Somos las que soportamos una doble jornada o tenemos que renunciar a nuestros empleos para poder criar y cuidar. Somos las más explotadas e invisibles, las que con más dificultad accedemos a un empleo, las que sufrimos el acoso en nuestros puestos de trabajo. Representamos el 75% de la contratación a tiempo parcial, lo que profundiza las brechas de cotización y protección por desempleo, pensiones y jubilación. En Andalucía soportamos una brecha salarial del 24,5%, tres puntos más que la media nacional.

Seguimos siendo las más precarias del mercado laboral, afrontando en ocasiones situaciones de semiesclavitud.

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3

Este sistema excluyente se ensaña aún más con los colectivos de mujeres atravesadas por otros ejes de discriminación: las gitanas, racializadas, migrantes, con diversidad funcional, las discriminadas por identidad de género, las madres empobrecidas y desprotegidas por el sistema en esta etapa de nuestro ciclo vital y el de nuestras hijas, las mujeres sin hogar, en prostitución o en situación de trata. Para todas, la pobreza y la marginalidad son el resultado de esta violencia laboral que supone la PRECARIEDAD sobre la que se sostiene el capitalismo.

La salida pasa por un cambio de modelo radical hacia uno con mayor Justicia de Género y que asuma nuestra interdependencia con la naturaleza, donde una vida deseable de ser vivida para todas sea la clave moral de la apuesta política para la sostenibilidad económica, social y ecológica. Un modelo que nos conduzca a una revolución del Sistema Público de Cuidados sobre la base de la corresponsabilidad social, que garantice además la libre elección dentro de las diversas formas posibles de cuidar, frente a la desvalorización de los trabajos de cuidados así como a la mercantilización y explotación de los cuerpos de las mujeres y el territorio.

¡CAPITALISMO Y PATRIARCADO PRECARIZAN LOS CUIDADOS!

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4

Este 8 de marzo las mujeres también salimos a la calle para alzar nuestra voz contra las violencias que sufrimos en el sector educativo, donde a diario nos vemos atentadas por nuestra identidad de género o sexualidad. El acoso sexual, machista, homófobo y transodiante que se produce en los centros de estudio y sufrimos las estudiantes, docentes y trabajadoras, se haperpetuado y adaptado a las condiciones de pandemia y confinamiento, en especial en forma de acoso online y por redes sociales. No podemos dar la espalda a este hecho.

Apostamos por la autodefensa feminista a través de las redes de solidaridad y la difusión y aplicación de protocolos contra las violencias de género que sean realmente visibles y eficaces. Vemos esencial una educación afectivo sexual que supere la visión binaria tradicional, que oprime nuestro libre desarrollo y nos condena a roles de género violentos y obsoletos.

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5

Una educación que facilite y acompañe la construcción de nuestra identidad de género y sexualidad, nos permita conocer nuestros cuerpos diversos sin tabúes y fomente las relaciones afectivas sanas. Reivindicamos una educación no androcéntrica, que no invisibilice a las mujeres en las bibliografías y en los temarios, así como una perspectiva feminista transversal en la educación.

Reivindicamos la urgencia de proporcionar una educación diversa, igualitaria y antirracista para los agentes clave: legisladores, docentes, personal administrativo y sociosanitario; como parte de una nueva educación social que acabe con la medicalización, la patologización y los prejuicios que pesan sobre nuestras realidades. Un sistema en el que no se excluya a nadie.

CONTRA LA OPRESIÓN MACHISTA: ¡EDUCACIÓN FEMINISTA!

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6

El heteropatriarcado, en su alianza con el capitalismo y el neocolonialismo vulnera, con sus políticas de clase racistas y binarias, los derechos de muchos colectivos de mujeres racializadas, lo que se materializa en las políticas migratorias de la Unión Europea y la Ley de Extranjería.

Un laberinto burocrático, violento y sin salida que conduce en muchos casos a la irregularidad sobrevenida y vulnerabiliza por diseño a las personas migrantes, para quienes el acceso a derechos fundamentales en igualdad de condiciones con la población autóctona nos es limitado, cuando no impedido. Este racismo de Estado facilita la explotación de miles de personas, especialmente de mujeres, al tiempo que justifica a las instituciones que se desentienden de su responsabilidad como garantes de derechos de todas. Las mismas narrativas se reproducen también contra las mujeres gitanas, excluidas estructuralmente del mercado de trabajo, abocadas a la perpetuación de la pobreza, infrarrepresentadas en las instituciones, los espacios de responsabilidad y poder, y condenadas y encarceladas de manera desproporcional por el racismo institucional.

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Bajo este marco se amparan las identificaciones por perfil racial, las redadas racistas para los vuelos de deportación, los Centros de Internamiento de Extranjeros, los Centros de Atención Temporal de Extranjeros, los acuerdos que permiten la contratación en origen de trabajadoras del campo, el tratamiento diferenciado de los trabajos de cuidados y el empleo del hogar en el Estatuto de los Trabajadores y en el Régimen General de la Seguridad Social… Todo un aparato que coarta la libertad y la seguridad de las personas migrantes y racializadas que habitamos este territorio, que se ha sostenido incluso durante los peores momentos de la pandemia, suponiendo una negligencia criminal por parte de los poderes públicos.

Denunciamos estos hechos y exigimos la derogación de la Ley de Extranjería, cuya mera existencia sitúa en una posición de no-derecho a las personas dependiendo de su lugar de origen, nacionalidad, situación laboral y administrativa; al mismo tiempo que exigimos la Regularización Ya de las miles de personas que vivimos bajo estas condiciones de desigualdad en territorio español.

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8

La precariedad que nos atraviesa y las violencias cotidianas que sufrimos las mujeres, en diferentes formas e intensidades, solo se pueden combatir si nos seguimos autoorganizando para construir una red de cuidados y desarrollar la lucha colectiva que transforme esta realidad.

Si algo nos ha demostrado el movimiento feminista los últimos años es que uniendo nuestras fuerzas podemos alcanzar victorias que nos permiten mejorar nuestras vidas.

Pero unidad no puede significar en ningún caso uniformidad. No puede suponer invisibilizar, silenciar o relegar a un segundo lugar las legítimas voces y reivindicaciones de las mujeres que sufrimos múltiples opresiones, más vulneradas en nuestros derechos: precarias, LTBI, racializadas, migrantes, sino todo lo contrario. La unidad sólo puede construirse a partir del reconocimiento de la diversidad que nos caracteriza y de la inclusión de todas las mujeres que sufrimos las consecuencias del sistema en el que vivimos. En nuestra pluralidad es donde encontramos las herramientas para romper con las jerarquías entre nosotras, resistir a las narrativas que nos oprimen a todas y poder imaginar y construir juntas nuevos mundos posibles.

¡EL FEMINISMO SERÁ ANTIRRACISTA O NO SERÁ!

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EXIGIMOS:

- La despatologización y desmedicalización de las mujeres trans, intersex y no binarias, así como la garantía de sus derechos inalienables mediante una Ley Trans a nivel estatal que los ampare.

- Derogación de la Ley de Extranjería y regularización de las personas migrantes.

- Ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, que equipara los derechos de las Trabajadoras del Hogar y los Cuidados con el del resto de la clase trabajadora.

- Medidas contra la brecha de género salarial y en materia de pensiones.

- Derogación de las Reformas Laborales, en pro de una consolidación de los derechos de las trabajadoras que este sistema fragiliza primando el beneficio empresarial.

- Medidas contra la externalización y subrogación de servicios que empeoran las condiciones de trabajo y el salario de las trabajadoras, en detrimento de los propios servicios. Municipalización de servicios de ayuda a domicilio.

- Reforzamiento de las Inspecciones de Trabajo en los sectores precarizados y vigilancia de la legislación de los Planes de Igualdad en las empresas.

- Servicios Públicos y de Calidad en materia de Educación, Sanidad, Servicios Sociales y Dependencia.

- Derechos para maternar de forma digna a través de ingresos directos a las familias que no nos obliguen a maternar desde lo precario. Permisos retribuidos para el cuidado de menores en situación de cuarentena.

- Medidas efectivas para la eliminación de las violencias ejercidas contra las mujeres, como violencia obstétrica, Síndrome de Alienación Parental, custodias compartidas impuestas, etc.

- Subida del Salario Mínimo Interprofesional.

- Creación de una Renta Básica Universal.

En definitiva, se trata de Redefinir un Nuevo Modelo Económico y Social pensado desde la Perspectiva de Género, Medioambieltalmente Sostenible y Justo con la Diversidad.

¡CENTRAR LA VIDA, DESCENTRAR LOS MERCADOS!

¡SUS CRISIS, NO LAS PAGAMOS!