"Ayer lo pasé muy mal, durante horas pedí gritando ayuda y le decía a las psicólogas que no me podía ir a Italia"

Daniel, el hijo menor de edad de Juana Rivas, cuya entrega al padre, el italiano Francesco Arcuri, está fijada para este viernes en un sitio que la autoridad judicial ha dictaminado preservar para facilitar las condiciones para la materialización de la misma, ha pedido ayuda en cartas manuscritas al Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, Aministía Internacional y Save the Children.
En las misivas, en los mismos términos, y a las que ha tenido acceso Europa Press, el niño suplica ayuda para quedarse en España. La solicitud se produce después de que el equipo jurídico que lleva el caso haya solicitado formalmente al ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que active la aplicación de la excepción del Convenio de La Haya para impedir la entrega, según han confirmado fuentes de estos letrados a los medios.
"Nadie me escucha, ya tengo once años y sé lo que quiero para mi vida"
Las cartas firmadas por el niño señalan que su padre le "pega" y "trata muy mal", y que si vuelve con su progenitor corre "peligro", y están dirigidas a Philip D. Jaffé, del Comité de los Derechos del Niño, al director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, y a la directora general de Save the Children España, Isla Ramos, con la narración de distintos supuestos casos de malos tratos físicos y psíquicos. "Nadie me escucha, ya tengo once años y sé lo que quiero para mi vida", apuntan.
"Ayer lo pasé muy mal, durante horas pedí gritando ayuda y le decía a las psicólogas que no me podía ir a Italia", especifican las cartas en relación con las alrededor de dos horas y media que pasó el niño en compañía de su hermano, mayor de edad y residente en España, en el punto de encuentro familiar de Granada en el que lo esperaba el progenitor a fin de, en ejecución de la resolución judicial italiana pendiente en virtud de la custodia que tiene otorgada sobre el menor, volver al país alpino.
Finalmente el padre se marchó sin el niño después de que la madre, tras haberlo dejado en el punto de encuentro familiar saliera para ser trasladada en ambulancia por una crisis de ansiedad. La autoridad judicial daba en una providencia tres días para que las partes, como han hecho en la mañana de este miércoles en una reunión fijada en ese mismo escrito por el Juzgado de Primera Instancia 3 de Granada, aborden la forma de ejecutar la sentencia el próximo viernes en términos de privacidad y sin que se repitan los condicionantes que pudieron llevar a que este pasado martes la entrega no se llegara a producir.