Los vecinos no descartan una denuncia por el impacto paisajístico en la zona

Indignación vecinal por la obra de un gran bancal en pleno San Miguel Alto

Ciudadanía - M.A. - Viernes, 15 de Diciembre de 2017
Desde hace un mes se está actuando junto a la ermita, donde se ha construido un bancal rellenando artificialmente la ladera.
Composición con dos imágenes facilitadas por los vecinos de la zona en la que se aprecia el bancal construido al rellenar artificialmente la ladera.
IndeGranada
Composición con dos imágenes facilitadas por los vecinos de la zona en la que se aprecia el bancal construido al rellenar artificialmente la ladera.

Los vecinos y vecinas de San Miguel Alto están indignados con una actuación urbanística que está provocando un brutal impacto paisajístico en una zona, la que corona el Albaicín, que goza de la máxima protección urbanística. Junto a la ermita se está construyendo un bancal rellenando artificialmente de tierra la ladera. Y a la indignación por una actuación que amenaza con variar la fisonomía de uno de los miradores desde los que se contemplan espectaculares vistas de la ciudad, se une también el temor por las consecuencias que ese relleno artificial de tierra puede tener en la zona.

Vienen siguiendo de cerca el relleno de la ladera los residentes de la calle Patio de la Alberca, los más afectados por esos trabajos que, como explican a El Independiente de Granada, están incluso dejando sin luz a las cocinas de las casas de la parte más baja de la vía. "Ya ven el muro de tierra, que les tapa la luz", asegura una vecina.

Preocupación por los problemas que puede ocasionar el relleno artificial de tierra

A los pies mismo de la ermita -junto a una pequeña construcción arreglada hace años- se está aplanando el terreno, echando tierra con la que se está rellenando la ladera para construir un bancal artificial. No solo cambia el aspecto de la zona, protegida como insisten, sino que están preocupados por si esta tierra, sin asentar, puede provocar problemas en caso de lluvias. 



A la actuación con el movimiento de tierras se une por otra parte el tránsito continuo de camiones y una máquina dumper en la explanada que conduce a la ermita. 

 Los vecinos se han movilizado, reclamando la intervención de la Policía Local y de Urbanismo. Este mismo miércoles acudieron agentes a la zona, según han confirmado a este diario vecinos y la propia Policía Local. Precisamente uno de los abogados que representan a los residentes, Antonio José Vélez Toro, critica la tardanza en intervenir porque, según sus datos, este miércoles fue la primera vez que acudió la Policía Local, que antes había derivado a los vecinos a Urbanismo. Advierte el letrado de la gravedad urbanística que representa el relleno de la ladera y señala que, una vez que hayan recopilado toda la información, no descartan una denuncia.

Como señalan los residentes, es fácilmente apreciable, por los distintos tonos de tierra, que se ha rellenado la ladera. Los vecinos no se explican cómo se pueden estar llevando a cabo estos trabajos, dado el brutal impacto en el entorno, y por ello dudan de su legalidad. 

Su temor además se acrecienta cuando piensan que el destino del bancal pueda ser instalar en ese lugar algún tipo de negocio, dado que el terreno artificial se ha añadido junto a una pequeña edificación que ya existía en la zona. 

Desde el área municipal de Urbanismo, según han confirmado a este diario, ya se investiga la actuación. Tras conocer los movimientos de tierra para rellenar la ladera denunciados por los vecinos se ha ordenado una inspección de los trabajos para comprobar su legalidad.  

El mirador más alto del Albaicín

En la zona donde ahora se levanta la ermita de San Miguel se erigió uno de los torreones nazaríes de mayores dimensiones de todo el circuito defensivo granadino. Fue conocido como torre del Aceituno, pues la tradición decía que había sido construida sobre el antiguo emplazamiento de una iglesia cristiana en cuyo perímetro existió un olivo que según la leyenda era capaz de florecer, echar fruto y madurar en una misma jornada. La torre fue demolida en 1671 para erigir una ermita dedicada al arcángel San Miguel, en memoria del primitivo templo cristiano. Ampliada en el siglo XVIII, fue destruido por las tropas francesas y reconstruida en años posteriores.

El mirador que la rodea ofrece impresionantes vistas a toda la ciudad, incluida la Alhambra, desde una perspectiva distinta a la tradicional estampa del mirador de San Nicolás.