Los embalses de la provincia están a una media del 47% de su capacidad

Este mes ya es el marzo más lluvioso registrado nunca en Granada

Ciudadanía - J. M. M. - Viernes, 23 de Marzo de 2018
Han caído 182 litros por metro cuadrado, la mitad de lo que suele llover en todo un año. El llenado de los pantanos ha crecido considerablemente, pero aún tienen menos agua que hace un año por estas fechas.

Solo ha habido tres días este mes sin que haya caído una gota de lluvia. pixabay

A falta de una semana para que termine, este mes de marzo es ya el más lluvioso registrado nunca en Granada. Hasta ahora el marzo con mayores precipitaciones era el de 2013, con 172,7 litros por metro cuadrado, medidos en el Aeropuerto, según la base de datos de la Agencia Estatal de Meteorología. Ya han caído 182 litros y aún tiene que llover algo más  el fin de semana. Los registros históricos de Aemet comienzan en 1920. 

En lo que va de mes ha llovido en 21 días. También es el marzo con más días de lluvia, superando los 20 días de 2013. La jornada que más llovió fue la del día 2, con 35,5 l/m2, más que los 32 litros de promedio histórico que tiene todo el mes. 

El mes más lluvioso medido nunca en Granada fue noviembre de 1983, con 195,1 litros por metro cuadrado. El presente mes, con 182 litros, aún tiene una semana para llegar a ese volumen, aunque no parece probable, según las previsiones para los próximos días. 

De esta forma, las lluvias acumuladas en lo que va de marzo suponen ya cerca de la mitad de lo que suele llover en Granada en todo un año (365 litros, según el promedio histórico medido por Aemet en el Aeropuerto). A final de marzo se cumple la mitad del año hidrológico (va de octubre a octubre) y si hasta febrero la media del año estaba bastante por debajo del promedio, con las abundantes precipitaciones de este mes se ha superado ampliamente la media de estos primeros seis meses del año hidrológico 2017-2018.

La primera mitad del año hidrológico ha registrado más lluvia, 368 litros, que el promedio de todo el año (365), aunque la segunda mitad incluye los meses más secos. 

LLUVIA EN EL PRESENTE AÑO HIDROLÓGICO (litros/m2)
Periodo Año 2017/2018 Promedio 1981-2010
Octubre 35,9 40
Noviembre 78,6 54
Diciembre 32,7 56
Enero 23,4 42
Febrero 15,5 38
Marzo  182* 32
Total octubre-marzo 368,1 262

Fuente: Aemet y datosclima.es. Datos medidos en el Aeropuerto de Granada. *: Hasta el día 24

Como se aprecia en la tabla, en lo que va de mes ha llovido casi lo mismo que en los cinco meses anteriores. Eso ha hecho que los embalses de la provincia, algunos en situación de emergencia, aumenten considerablemente su porcentaje de llenado en poco más de tres semanas, y los de Quéntar y especialmente Canales, los que abastecen a Granada y su área metropolitana, aún subirán más con el deshielo de Sierra Nevada, que acumula más de cuatro metros de nieve en sus zonas altas.  

CRECIMIENTO DEL LLENADO DE LOS EMBALSES
Embalse Hace un mes (23-2-2018) Ahora (23-3-2018)
Canales 29% 50,2%
Quéntar 52,7% 86,8%
Cubillas 58% 94%
Bermejales 30,3% 50%
Colomera 16,7% 46,7%
Francisco Abellán 32,5% 49,2%
Negratín 36,7% 42,9%
El Portillo 90,8% 88%
San Clemente 9,2% 17%
Béznar 48,4% 60,4%
Rules 39,3% 60,6%
Total provincia 34,9% 46,8%

Fuente: Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio

El pantano de Canales comenzó el año hidrológico al 27% de su capacidad, hace un mes estaba al 29% y con las lluvias de marzo se ha situado ya por encima del 50%. Igual sucede con otros embalses de la provincia, de los que alguno ya ha tenido que desembalsar, como el de Cubillas. 

El conjunto de embalses de la provincia estaba a menos del 35% hace un mes y roza ahora el 47%. El fantasma de la sequía se ha alejado por ahora. Pero no está lejos, puesto que los pantanos todavía no tienen el suficiente volumen de agua para estas fechas. Hace un año disponían de más agua, el 49% de su capacidad. Y venimos de cuatro años secos seguidos. Si la primavera no trae agua en abundancia (y las previsiones de Aemet dicen que el nivel de precipitaciones hasta mayo estará algo por debajo de lo habitual), el calor del verano, teniendo en cuenta los evidentes efectos del calentamiento global, puede hacer que las alarmas se vuelvan a encender cuando termine el año hidrológico, a final de septiembre.