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Artículo de opinión

Somos Río Dílar: cinco años defendiendo un ecosistema fluvial maltratado

Ciudadanía - Somos Río Dílar - Viernes, 11 de Julio de 2025
La asociación Somos Río Dílar cumple cinco años luchando por un caudal ecológico mínimo para el río, que a menudo se incumple, como explica en este artículo.
Aforador de caudal instalado en el río Dílar.
Somos Río Dílar
Aforador de caudal instalado en el río Dílar.

Los ecosistemas más maltratados en nuestro país son los asociados a los ríos. No tenemos que irnos muy lejos de Granada para comprobar las consecuencias de desecaciones, vertidos o infraestructuras transversales sin empermeabilizar que impiden el tránsito de materiales, semillas o peces protegidos en nuestro territorio.

Ante esta realidad que nos sobrecoge, el equipo de Somos río Dílar insiste en la urgencia de blindar las arterias del planeta, semilla de vergeles complejos y frágiles en los que cada ser vivo depende de la supervivencia del resto. La violación de la armonía de este engranaje tan maravilloso desvirtúa el conjunto, cuanto más, ante la ausencia del agua.

La asociación conservacionista “Ecologistas en acción” nos alerta de que en nuestro país se destina más del 90% del agua apta para el consumo a regar los campos. Concretemos: Si bien existe una dotación determinada de agua para cada hectárea de olivar al año, nos sigue interrogando, por ejemplo, ver los olivos inundados recurrentemente en verano mientras los ríos se desecan. No simplifique el lector con el mantra “algo tendremos que comer” cuando se pueden seguir obteniendo producciones de igual cantidad o mejor calidad, incluso, incorporando técnicas de regeneración del suelo que consiguen retener la humedad de riegos a manta ajustados a las dotaciones, evitando la rápida evaporación en tierras desnudas, abaratando costes de mantenimiento y aumentado la biodiversidad de forma exponencial.

Las consecuencias del desajuste entre el agua disponible y el agua que se utiliza para regar afectan a las propias fuentes de abastecimiento de la agricultura y del consumo humano que son los propios ríos o los acuíferos

Por favor, vaya el lector transitando a otras maneras de relacionarnos con el suelo que pisamos. Las consecuencias del desajuste entre el agua disponible y el agua que se utiliza para regar afectan a las propias fuentes de abastecimiento de la agricultura y del consumo humano que son los propios ríos o los acuíferos. En el caso del río que nos ocupa, seguimos observando que las dotaciones desmedidas y descontroladas afectan muy seriamente a la posibilidad de la regeneración del agua entendida como recurso. Y, en caso de captaciones no autorizadas, vaya usted sumando litros.

Sabemos que el propio agua del acuífero de la vega no es apta para el consumo humano debido a la cantidad de productos químicos aplicados a la agricultura que contiene tras la infiltración desde la superficie.

En el caso de los ríos observamos cómo el abuso en las derivaciones de agua para riego arrastra consigo al coma profundo a toda posibilidad de vida en nuestro río Dílar, concretamente. Y nos referimos al riego porque no es tiempo de innivación de cuyo deshielo, por cierto, se están beneficiando las acequias. En estos momentos las dotaciones de agua para riego en las vegas del Dílar están muy por encima de las capacidades que el propio río puede abastecer. Por esta razón son tan importantes los sistemas de control de caudal circulante que garantice que se está respetando el caudal mínimo ecológico tras las detracciones para abastecimiento y regadío.

Históricamente el agua de este río ha fluido por sus acequias, dejando seco el cauce la mayor parte del año. Quienes piensan que este río era incapaz de albergar vida desconocen que la mano del ser humano tenía mucho que decir al respecto

La asociación Somos río Dílar, lejos de ser enemiga de la conservación de la vega, considera que debe ser protegida subordinándose al equilibrio con el buen estado de los ríos en tanto que debería revisarse seriamente la relación que la propia agricultura tiene con el agua que nutre los cultivos. La Ley de Aguas y su Reglamento recogen con claridad meridiana que cada río debe llevar a lo largo de todo su recorrido, al menos, y siempre que el caudal circulante lo permitan, un mínimo aporte de agua que garantice la conservación del ecosistema asociado a dicho río así como la vida del pez que podría habitar potencialmente sus aguas, que en el caso del Dílar, es la trucha común. El regadío estaría garantizado, en consecuencia, siempre que se respete dicho mínimo caudal.

Históricamente el agua de este río ha fluido por sus acequias, dejando seco el cauce la mayor parte del año. Quienes piensan que este río era incapaz de albergar vida desconocen que la mano del ser humano tenía mucho que decir al respecto. Las limitaciones de la normativa española en materia de aguas pretenden, siguiendo las directrices de la Directiva Marco del Agua, que sean los ríos los principales beneficiarios del libre curso del agua debido a los innumerables servicios que aportan a la propia ciudadanía a quien, estratégicamente, le interesa su conservación.

Hay quienes se aproximan a un río porque es el lugar del descanso y desconexión debido a ese efecto terapéutico demostrado que tiene el encuentro con la naturaleza; hay quienes reconoce en un río el lugar de abastecimiento de campos de cultivo; la ciencia encuentra en los ríos verdaderos laboratorios; hay quienes dejan rienda suelta a la imaginación cuando conectan con los ríos como espacio de juego libre. No todos los granadinos son agricultores pero todos los granadinos nos merecemos refugios climáticos biodiversos que nos garanticen una vida de calidad y desarrollo integral. Si los ríos se desecan, no es posible cultivar tomates. Para producir tomates es esencial que los ríos lleven agua por lo que lo de desecar los ríos no parece ser la manera de regenerar el territorio y garantizar unas condiciones dignas de vida para nuestros descendientes.

La ecuación es meridianamente clara: El agua escasea en el sureste peninsular. El momento de tomarse en serio esta crisis hídrica es ahora

La ecuación es meridianamente clara: El agua escasea en el sureste peninsular. El momento de tomarse en serio esta crisis hídrica es ahora. Las iniciativas de regeneración del territorio pasa por blindar espacios naturales expoliados consentido por las propias administraciones así como por la propia ciudadanía, víctima directa de sus malas prácticas o, en sentido más esperanzador, beneficiarios de su recuperación. Los medios para conseguir este efecto deseado pasan por exigir inexorablemente, que cada usuario (comunidad de regantes o incluso un ayuntamiento, por poner algunos ejemplos) incorpore en su punto de toma el contador prescriptivo en su título concesional para que la autoridad pueda comprobar en cualquier momento los litros por segundo que se derivan, como tiene instalado en su casa cualquier hijo de vecino. Añadimos la urgencia en el tratamiento de aguas residuales que, más tarde o más temprano, deberán canalizarse hacia la EDAR los Vados para dejar de verterse a barrancos, acequias o a campo abierto; eliminar los cerramientos que impiden el libre tránsito de personas por la zona de servidumbre de paso, evitar usos no autorizados dentro de la zona de policía de aguas a modo de vertedero, entre otros muchos.

Animados por el motor que nos impulsa, seguimos activos en nuestra labor de sensibilización ciudadana así como en intenso diálogo con las administraciones locales, autonómicas y estatales para que juntos podamos seguir encaminando el proceso de regeneración tan necesario.

No olvidamos el valor incalculable de la red de asociaciones que trabajamos unidas, en intercambio constante de recursos y estrategias que nos enriquecen y reconfortan en esta urgente tarea.

En su quinto aniversario de trayectoria, la asociación Somos río Dílar sigue haciendo un llamamiento a las autoridades en materia de aguas para que podamos conservar encendida la llama del candil que nos orienta en momentos de oscuridad e incertidumbre climática.

Para más información, puedes contactar con nosotros en nuestras redes sociales (https://www.instagram.com/somos.rio.dilar/ y https://www.facebook.com/share/1B8QahZjeG/). Estaremos encantados de aclararte cualquier inquietud.