Un recorrido por el patrimonio y la historia de Granada II

La coraza que surcó el mar y luce junto al poético Darro, en el Museo Arqueológico de Granada

Cultura - M.A. - Domingo, 5 de Julio de 2020
Continuamos con la serie dedicada al Arqueológico con otra pieza excepcional, la coraza púnica encontrada bajo el mar, en la Cueva del Jarro de Almuñécar.
Imagen de la coraza, que ocupa un lugar privilegiado en el Museo Arqueológico.
J.M.G./Junta Archivo
Imagen de la coraza, que ocupa un lugar privilegiado en el Museo Arqueológico.

Como destaca el director del Museo Arqueológico de Granada, Isidro Toro, aludiendo al principio de la navaja de Ockham, en ocasiones la explicación más sencilla es la más probable. Y muy posiblemente, la coraza púnica que luce espectacular en el corazón de este espacio cultural fue un trofeo de guerra de un mercenario íbero que, de regreso a su hogar, quería sencillamente presumir de sus batallas. 

La verdadera función de esta coraza no está determinada, y se habla también de otras opciones, como la posibilidad de que fuese una ofrenda, lanzada para ello al mar.

Sea cual fuese su función, es una de las joyas del Arqueológico granadino, como bien se desprende del lugar que ocupa, que permite recrearse contemplándola.  

Fue encontrada hace ya varias décadas en la Cueva del Jarro de Almuñécar, un enclave subacuático que fue inscrito en 2009 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Zona Arqueológica. 

La Cueva del Jarro de Almuñécar, donde fue hallada, fue protegida e inscrita en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz como BIC tipología Zona Arqueológica en 2009

En el expediente aprobado entonces por el Gobierno andaluz se detalla: "En la prospección sistemática llevada a cabo en esta zona entre los años 1985-1988 se constató la abundancia de fragmentos cerámicos significativos. Dentro del área de la Punta de la Mona se puede individualizar un sitio conocido como Cueva del Jarro, lugar del que se han recuperado abundantes restos anfóricos de diversa tipología y cronología, así como una coraza de bronce. Ésta se encuentra actualmente adscrita a un contexto púnico, con el esquema anatómico modelado. Su única decoración son dos pequeños círculos incisos en los senos. Este peto se unía al espaldar por cuatro charnelas, dos a cada lado, cerca de las escotaduras de axilas y caderas. Aún se conservan restos de dos de ellas. La coraza procede del naufragio de una nave pero por el contexto donde apareció no se puede clarificar si su función era votiva o de uso personal de un guerrero".

Junto al yacimiento subacuático Punta de la Mona-Cueva del Jarro fue protegido también el de Cerro Gordo, donde igualmente se constató la presencia de material arqueológico, básicamente cerámico.

Y se indica que todos esos materiales hallados en los yacimientos protegidos se encuentran depositados en el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, así como en el Museo Arqueológico de Almuñécar.

Coraza anatómica

Bronce, modelado y molde.

Altura, 44,5 cm.; anchura, 37 cm.

Protohistoria, cultura púnica, siglo IV a.C.

Procedencia Cueva submarina del Jarro, Almuñécar, Granada.

"Esta pieza apareció en la costa granadina, en el mar, en la bahía de la antigua ciudad de Sexi (Almunécar), donde se han encontrado fragmentos anfóricos púnicos de otros pecios hundidos posteriormente. Esta coraza o peto de bronce, probablemente suritálica, reproduce el esquema anatómico del cuerpo desnudo, modelado sobre la gran lámina de bronce. Una escotadura se adapta a la curvatura del cuello y dos laterales a las axilas. Se marcan los músculos pectorales y, mediante la incisión o troquelado, los pezones. Se apuntan también los músculos del abdomen, insinuándose el relieve de las caderas y el círculo del ombligo.

La presencia de esta coraza en el sur de la Península Ibérica asocia esta zona al comercio del sur de Italia y de Sicilia desde las últimas décadas del siglo V y a lo largo del IV a.C. Las corazas anatómicas bivalvas de esta época son especialmente frecuentes en el área de Apulia, asociadas a enterramientos aristocráticos. En nuestro caso se piensa en el naufragio de un barco que arribaba al puerto púnico, pudiendo ser la coraza un presente para un guerrero aristocrático local. También se ha aludido a la posibilidad de que pudiera tratarse de un trofeo de guerra adquirido por un mercenario íbero tras su regreso de alguna batalla en el sur de Italia o en Sicilia, pero esta explicación se considera hoy con precaución y escepticismo. Queda una última opción, la de que se trate de una ofrenda sagrada, un exvoto tras un feliz viaje. Ello nos asociaría este objeto guerrero con otros armamentos hallados en la desembocadura de ríos o en entradas portuarias". /Ficha recogida en www.museosdeandalucia.es

La historia de esta pieza fue largamente explicada por Juan Maluquer de Motes, que fue profesor del Instituto de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Barcelona, en un trabajo de 1974 publicado en la revista Zephyrus bajo el título "La Coraza Griega de Bronce, del Museo de Granada". 

"En la costa de la provincia de Granada, y en particular en las zonas inmediatas a la bahía de Almuñécar, la antigua Sexi, son muy frecuentes los hallazgos arqueológicos submarinos"

"En la costa de la provincia de Granada, y en particular en las zonas inmediatas a la bahía de Almuñécar, la antigua Sexi, son muy frecuentes los hallazgos arqueológicos submarinos. Como es general en todas las costas, la mayor parte de esos hallazgos se dispersan y se pierden en poder de particulares, o engrosan el comercio de antigüedades, que como primera medida ignora o falsea la procedencia de los objetos en venta. Por fortuna algunos hallazgos efectuados por personas cultas y conscientes son entregados a los Museos y permiten realizar estudios que contribuyen como pocos a progresar en el conocimiento de nuestra historia antigua. Uno de estos hallazgos es la importante coraza de bronce ingresada por Don Fernando J. Nestares en el Museo Arqueológico Provincial de Granada (1)"

Así comenzaba el texto con un primer pie de página en el que agradecía a la entonces directora del museo, Ángela Mendoza, "no ya las facilidades para estudiar esa coraza, sino la detallada descripción de la pieza, que en buena parte utilizamos y las fotografías y croquis de las charnelas". 

Detalle de la pieza publicada en el trabajo de Maluquer de Motes.

En ese artículo, que como se ha indicado suma ya varias décadas, explica cómo, al llegar al museo, en una primera visión "rápida de la pieza", y sin conocer entonces su procedencia, consideraron que, "de ser un hallazgo submarino, habría estado totalmente cubierta por arena o protegida por un lecho de ánforas". Sin descartar en ese momento incluso, que "se hubiese practicado la desdichada técnica de la inmersión voluntaria de pocas semanas en aguas muy templadas, lo que por desgracia se practica con excesiva frecuencia en nuestras costas para patinar ciertos objetos ante la demanda turística".

A propósito de esta pieza granadina, Maluquer de Motes expone el origen de las corazas y si la influencia era griega, detallando piezas encontradas en distintos puntos de Europa. Todo ello para concluir que: 

"La coraza de Almuñécar conservada en el Museo de Granada procede sin duda del naufragio de una nave, fuera griega o fenicia, que no importa, y queda completamente incierto si se trataría de un objeto de uso personal de un guerrero aristócrata embarcado en la nave, de una mercancía que formaba parte del cargamento, o simplemente de un trofeo adquirido por un mercenario ibérico con objeto de deslumhrar a sus paisanos al regresar a su tierra al licenciarse de sus correrías por los campos sicilianos. Es preciso recordar que no sólo desde la acción de Himera (480) sino desde hacía dos o tres generaciones (Conquista de Cerdeña), iberos figuraban regularmente en los ejércitos púnicos"

"Los hallazgos más antiguos de Almuñécar, de la costa malagueña o de la propia Huelva, confirman el comercio de este tipo de mercancías, y no hay razón alguna para que ese comercio de objetos de luijo hubiera dejado de existir por esas fechas"

Tras esa reflexión, destaca que "es posible que esta última hipótesis sea la más probable, pero creo que vamos atribuyendo demasiadas cosas al retorno de mercenarios y olvidamos fácilmente que en el renglón del comercio de lujo hacia Occidente, figuraban otras muchas mercancías que las joyas, los vidrios o los frascos de perfumes". Y a hilo de esa observación apunta que la existencia de "corazas indígenas" muestra "hasta qué punto podían ser comercializadas por el alto precio que adquirirían". Y concluye que los hallazgos más antiguos de Almuñécar -la Necrópolis Laurita-, de la costa malagueña o de la propia Huelva, "confirman el comercio de este tipo de mercancías, y no hay razón alguna para que ese comercio de objetos de lujo hubiera dejado de existir por esas fechas. Así la coraza en cuestión puede situarse en la lista de objetos griegos hallados en España, aunque sea más moderna, al lado de los cascos de Jerez o de Huelva"

Fotografías, que firma Inmaculada de la Torre Castellano, recogidas en la web de la Red Digital de Colecciones de Museos de España. Colecciones en Red (CERES), del Ministerio de Cultura y Deporte. 

Consulta en el siguiente enlace el primer reportaje de la serie dedicada al Museo Arqueológico de Granada: