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'Quini Almendros, Ilustre por derecho'

Cultura - J.T.G. - Lunes, 13 de Octubre de 2025
El director Fali Villén le dedica un capítulo de su serie de documentales biográficos.
J.T.G.

El sábado se proyectó en el teatro Cajagranada la nueva entrega, la tercera, de la serie ‘Ilustres en Granada del director Rafael ‘Fali’ Villén, dedicada al músico Joaquín ‘Quini’ Almendros. La serie se dedica a señalar a relevantes figuras granadinas ‘adoptivas’, como el catedrático Juan Latino, el escritor Juan Madrid, Quini, que aunque lleva aquí toda la vida es parisino de cuna, o Alfredo Amestoy, que será el próximo protagonista de un capítulo. La producción es de Marco del Pino y Osuna FIlms, y el acto fue presentado por Daniel Rodríguez Moya.

El teatro se llenó de amigos, compañeros de oficio y de conocidos que tienen en gran estima a Quini Almendros, tanto por sus calidades profesionales como por su bonhomía personal

El teatro se llenó de amigos, compañeros de oficio y de conocidos que tienen en gran estima a Quini Almendros, tanto por sus calidades profesionales como por su bonhomía personal. Durante dos horas, con una entrevista muy a fondo entre el director y el protagonista como columna vertebral, la filmación recorre las peripecias vitales del músico. Y lo hace con sus luces, en este caso cegadoras las del periodo de La Guardia (con discos de oro y platino y giras infinitas), y el menor glamuroso día a día posterior, pasando muy caballerosamente por encima del lamentable incidente judicial por la propiedad del nombre del grupo. Quini está en otra pantalla vital, y ahí salieron algunos de sus mejores compañeros de oficio reconociendo su generosidad, también artística, compartiendo su maestría con quien se lo solicite. La película se llama ‘Quini  Almendros en la retaguardia’, pero perfectamente podría haberse titulado ‘El hombre que no sabe decir no’.

Rafael Villén.

En lo proyectado la complicidad con el director es absoluta, y parte de la admiración confesada que Villén profesa al guitarrista, así el guión relata que él era un chaval que desde muy joven ya era seguidor del grupo. Pero cogiendo una derivada que se sugiere y queda en el aire sin concretar, hay que añadir que hasta tal punto fue fans, que él, también músico en su momento, le puso a su grupo, La Esfinge, el nombre de su canción favorita de La Guardia. Algún círculo emocional se cierra con esta película.