Un impactante documental pone rostro y voz a los despedidos de Avinatur, empresa proveedora de Mercadona

La historia de otro golpe a la clase trabajadora: despedidos de Avinatur en Purullena por solicitar información del convenio

E+I+D+i - Germán M. Porcel - Domingo, 28 de Agosto de 2016
Los 19 despedidos en Purullena de Avinatur, proveedora de Mercadona, por solicitar información de su convenio supone un nuevo golpe a la clase trabajadora que revela las duras condiciones de las empresas suministradoras de las grandes firmas. El periodista comprometido Germán M. Porcel firma este reportaje sobre los afectados y un breve documental que pone rostro y voz a una nueva injusticia laboral. 'Avinatur y la dignidad', impactante. No dejes de leer este reportaje y ver el vídeo.
Germán M. Porcel

Hace dos semanas que despidieron a Gustavo. Y a Javier. Y a Jorge. Y a Alejandro. Y a 15 trabajadores y trabajadoras más. Ocurrió el 31 de julio en el matadero avícola de Avinatur en el municipio de Purullena. Las razones no están del todo claras a falta de declaraciones por parte de la empresa, pero los afectados son muy rotundos: “nos han despedido por informarnos sobre nuestros derechos laborales, sólo por informarnos porque no hemos demandado nada”, afirma así de tajante Jorge.

Lo cierto es que son muchos los vecinos que, directa o indirectamente, conocen y nos relatan la situación de los empleados de Avinatur. Existe un runrún que toma forma cuando escuchamos más de 10 testimonios directos de trabajadores y extrabajadores de la fábrica. Muchos nos muestran contratos, vídeos, fotografías y mensajes con la intención de probar la veracidad de sus afirmaciones. Y no está de más ver todo ese material, porque los testimonios son duros y cuesta asumir que todo eso esté ocurriendo.

Avinatur facturó más de 151 millones de € el pasado 2015; el sueldo base a sus empleados por jornada completa es de 650€

La lista es larga: los equipos de protección individual son escasos, incompletos y de mala calidad; el movimiento de jaulas se hace arrastrándolas a pulso, sin carretillas, por encima de una pasta mezcla de excrementos de aves y agua cargada de detergentes que emana un olor nauseabundo y un aire irritante; los cubos en los que se acumulan las aves muertas durante su transporte pasan a contener todo el despiece de carne después de tan solo un enjuague de agua; esos mismos contenedores se colocan junto a las taquillas de los empleados, en las que estos guardan el agua y el almuerzo a falta de nevera, microondas o espacio de comedor.

Pero los relatos ahondan además en otros dos factores. El primero, es la dureza del trabajo. “Una jornada que en muchos casos consiste en colgar aves sin parar, o coger cajas del suelo y vaciarlas en las cintas trasportadoras sin descanso, unas cajas de entre 15 y 18 kilos de peso” nos cuenta Gustavo, “no hay puesto fácil, todos poseen su cuota de crudeza”.

El segundo y fundamental es que todo esto se acompaña de unas condiciones contractuales muy exprimidas. Nos enseñan contratos temporales de ayudantes con un salario base de aproximadamente 650 euros. Nóminas que para llegar a ser mileuristas necesitan de otro rosario de excesos: jornadas de 12 y hasta 15 horas en las que las horas extra se retribuyen a precio de hora normal; cambios diarios de turnos de trabajo; modificaciones horarias avisadas a última hora mediante WhatsApp; o recuperación de los 30 minutos de almuerzo una vez terminada la jornada. “Y no sigo porque no terminaría” ironiza Alejandro.



'Avinatur y la Dignidad', por Fermán M. Porcel. Un impactante documental que recoge los testimonios de más de una decena de trabajadores del matadero avícola de Purullena, de los 19 que el pasado 31 de julio despedidos de Avinatur, una empresa subcontratada por Mercadona, por solicitar información sobre su situación laboral.

Una lista tan extensa que abruma y debido a la cual una serie de empleados decidieron reunirse para ser orientados al respecto. “Acudieron a nosotros y organizamos hasta tres reuniones meramente informativas, en las que se les indicó cuál era el convenio al que podían acogerse y qué recogía este convenio en referencia a condiciones laborales y contractuales, equipamiento y jornadas laborales” nos cuenta Miguel Romero tras ponernos en contacto con CNT-AIT. “A estas reuniones acudieron siempre más de 50 trabajadores, y en la tercera fueron cerca de 100”, nos asegura.

Avinatur, subcontratada por Mercadona para la producción de carne de ave, había delegado la gestión de personal a otras 4 empresas, tres de ellas de trabajo temporal: Cárnicas Giraldo S.L.U., Access, Crit y Adecco. Al conocer los hechos, la situación tornó a mejor: “a mediados de julio los trabajadores recibimos un horario fijo, no se nos volvió a modificar a última hora por WhatsApp y respetaban más o menos la jornada laboral de 8 horas” sonríe Javier.

Pequeños cambios que calmaron los ánimos. Pero que se vieron ensombrecidos dos semanas después, cuando terminó el mes y fueron despedidas 19 personas, todas ellas figuras muy implicadas en las reuniones informativas que se habían organizado.

Eso no fue todo, ya que días después Avinatur fulminaba a todas sus subcontratas y comenzaba un proceso de reabsorción de parte de los trabajadores. Hemos podido saber, además, que los contratos temporales continúan, pero gestionados por una nueva empresa de trabajo temporal que publicita las ofertas de trabajo en Facebook.

“Los 19 nos vimos de repente en la calle, sin una justificación ni una razón. Personas con familia, con hijos, hipotecas y deudas que llevaban más de dos años en la empresa. Si te mantienen durante tanto tiempo será porque eras un buen trabajador, ¿no?” pregunta Alejando con ojos vidriosos. “A mí, el mismo viernes que me despiden, un rato antes me habían dicho que era un gran trabajador y que estaban muy contentos conmigo. No lo entiendo”, asevera.

De esa docena de testimonios que escuchamos, seis pertenecen a afiliados al sindicato CNT-AIT Comarca de Guadix y dos, además, corresponden a enlaces sindicales. Todos ellos, más algunos otros no afiliados, han presentado una demanda conjunta por despido improcedente.

“No queremos ninguna indemnización, no queremos dinero. Queremos que nos devuelvan nuestro trabajo. Yo quiero seguir trabajando en mi pueblo y no es justo que tenga que sentir esta rabia porque me despiden a pesar de años como trabajador ejemplar. Ni siquiera he pedido un solo día de baja” sentencia Jorge, ya con visibles lágrimas en los ojos.

La empresa no ha querido hacer pública información o versión alguna de estos hechos, y a requerimientos por parte de los trabajadores no ha habido tampoco respuesta. Tampoco hemos podido ponernos en contacto con el Hospital de Alta Resolución de Guadix para contrastar el número de bajas psicológicas que indican los testimonios.

Al despedirnos, una señora de unos 40 años que prefiere mantener el anonimato se lamenta: “Sólo queremos que cumplan la ley, ¿tanto pedimos?”.