UGT pide inversiones para aumentar el peso de la industria en el empleo granadino

E+I+D+i - IndeGranada - Martes, 28 de Julio de 2020

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2020, hechos públicos ete martes, sitúan a Granada con una tasa de paro de un 25,24%: 100.900 personas, 21.600 más que el trimestre anterior (79.300), y 3.900 menos que justo hace doce meses (104.800, cuando la tasa de paro fue de un 24%). La tasa de empleo se sitúa en el 38.85%, con 298.800 ocupados, 37.700 menos que hace tres meses (336.500) y 33.000 más que hace justo un año (331.800, cuando la tasa de empleo fue del 43,44%). Granada es la segunda provincia española con más tasa de paro, sólo después de Jaén, situándose una vez más, por encima de la tasa nacional (15,33%), y la andaluza (21,32%).

El secretario general de UGT Granada, Juan Fco. Martín valora la causa del aumento del paro en Granada en que en el total de abril, mayo y junio de 2020,  el estado de alarma (excepto los primeros 15 días, que fueron en marzo) y la obligada paralización de la actividad económica, han tenido efecto pleno en el cómputo trimestral y la ocupación se ha desplomado.

Para el representante de UGT, en un escenario de nueva normalidad, es imprescindible alterar las condiciones para que los contratos precarios, temporales y a tiempo parcial, no se conviertan en el mecanismo de creación de subempleo que utilicen las empresas en el periodo de recuperación de la crisis por COVID-19, como sucedió en la recesión previa, con consecuencias tan devastadoras sobre la precarización del mercado de trabajo de nuestra provincia y sobre la extensión de situaciones de pobreza y exclusión social para las familias granadinas.

Además, el sindicalista reclama la necesidad de derogar de manera inmediata la reforma laboral de 2012, que es la que ha construido este modelo laboral tan precario y ha fomentado el despido, la desregulación laboral y la implantación generalizada de los contratos temporales. Los ERTE, recuerda Martín (UGT)  han demostrado que hay mecanismos de flexibilidad que preservan el empleo y que hacen inútil una reforma laboral que únicamente sirve para privatizar las condiciones de trabajo.

También opina que se precisan nuevas y más poderosas inversiones dirigidas a cambiar nuestro modelo productivo para incrementar el peso de la industria generadora de empleo estable y de calidad; inversiones en ciencia, en I+D+i, en formación, en todo aquello que nos permita, desde el fortalecimiento de lo público, avanzar hacia un nuevo modelo de crecimiento medioambientalmente más sostenible, económicamente más justo y socialmente más solidario.

"Solo así podremos encarar una reconstrucción económica y social digna, eficiente y sin dejar a nadie atrás", ha concluido.