El grupo de ‘guasap’

Blog - Andres Cárdenas - Andrés Cárdenas - Miércoles, 18 de Mayo de 2016

Nueve amigos nos reunimos todos los jueves en Chikito para hablar mientras tomamos un vino. Para las novedades en las convocatorias, hemos creado un grupo de ‘guasap’ que se llama Jueves de Congregación. A él pertenecemos siete de los nueve amigos. Uno de los que no pertenece, Juan Antonio, tiene un móvil antediluviano que no permite la aplicación y el otro, Pedro, ni tiene móvil, dice que nunca le ha hecho falta y que ahora que está en los setenta menos todavía. Alguna vez que otra discutimos sobre la conveniencia o no de esta herramienta que para la mayoría es útil (menos cuando se abusa de ella, que se convierte en un coñazo) y que para los dos rebeldes es algo totalmente prescindible, una tontería más que han creado las nuevas tecnologías. El jueves pasado, a la una de la tarde, la conversación fue la siguiente:

-Antonio: ¿A qué hora hoy?

-Luis Miguel: A las dos y media, como siempre.

-Trinitario: Allí estaré.

-Miguel: Contad conmigo.

-Esteban: Yo voy pero llegaré un poco más tarde. ¿Alguien le ha avisado a Juan Antonio y Pedro?

-Antonio: Sí. Yo he quedado con ellos. Vienen los dos.

-Justo: Yo no sé si voy a llegar a tiempo. Estoy en Sevilla. Cuando llegue me paso.

-Yo: Yo no podré. También estoy en Sevilla. Qué lo paséis bien.

-Justo: Andrés, ¿qué haces tú en Sevilla?

-Yo: He venido a un congreso. Ya he terminado ¿Y tú?

-Justo: Yo he venido a ver a mi hija.  Pero ya me voy pa Graná.

-Yo: Yo también me voy ya. Salgo a las dos. Estoy en la estación de autobuses en la cola para sacar el billete.

-Justo: ¡No me jodas! Yo estoy cogiendo el coche que está en el parking de la estación. 

-Yo: ¿Y te vas ya pa Graná?

-Justo: Claro.  

-Yo: Pues me voy contigo.

-Justo: Estupendo. Te recojo dentro de cinco minutos en la puerta principal.

Total, que Justo y yo nos venimos pa Graná en su coche. Hasta nos dio tiempo de llegar a la tertulia y explicarle a los que no tienen ‘guasap’ que gracias a este sistema de comunicación nos habíamos podido venir juntos desde Sevilla. A Juan Antonio casi lo convencimos. Pero a Pedro lo único que se le ocurrió decir fue: “¿Y qué pollas hacíais vosotros en Sevilla?” Lavín qué malafollá ni pollas.