'El ruido, las nueces, el teatro y la realidad'
La verdad es que ya no sabe uno cómo afrontar determinadas cuestiones con un mínimo, no ya de rigor, que parece que es mucho pedir, sino con algo de mesura, prudencia o cautela.
La verdad es que ya no sabe uno cómo afrontar determinadas cuestiones con un mínimo, no ya de rigor, que parece que es mucho pedir, sino con algo de mesura, prudencia o cautela.