¡Qué sí! Que estoy de acuerdo con que hay que reciclar y que es muy importante tomar conciencia de la cantidad de residuos que desechamos cada día, pero me gustaría sentir que todos hacemos por igual ese esfuerzo.

El Medio Ambiente nos reclama su ayuda, nos pide que dejemos de castigarle, que empecemos a concienciarnos de que la naturaleza, los parques, los árboles, el campo, están ahí como colaboradores necesarios para que nos podamos desarrollar. La contaminación que emiten los vehículos, las fábricas y nuestro afán depredador están poniendo en peligro este planeta y no queremos ser conscientes de ello. Claro que quienes más nos reclaman son los que menos se aplican: ¿Por qué no se potencia el mercado del automóvil eléctrico o se castiga con dureza a las empresas que incumplen las normas? Nos dicen que es así, pero parece que los ciudadanos no acabamos de verlo cuando hay niveles de contaminación acústica que no se respetan o ríos llenos de suciedad.

Sinceramente, prefiero pensar que cada uno es responsable de sus actos y que debe asumirlos, así que no puedo escudarme en que otros se estén cargando nuestro entorno para hacer lo mismo. Sería incoherente y me colocaría al mismo nivel que ellos.

Así que yo reciclo. Creo que es necesario y que sería conveniente una mayor educación de la sociedad al respecto, porque lo que yo sé del reciclaje lo he aprendido por mi propia experiencia, no porque nadie me lo haya enseñado. Y creo que un solitario y simpático anuncio recordándonos que los envases van a un lado y los papeles a otro no es suficiente.

No sé por qué últimamente siempre tengo la sensación de que toda la responsabilidad recae en mí, así como la culpa de lo que no se está haciendo bien: nos hemos pasado en gastos durante la crisis, no sabemos reducir el consumo de electricidad, no trabajamos demasiado, reciclamos menos de lo que debiéramos… Lo curioso es que los que realmente tienen responsabilidades de mando parecen no sentirse nunca aludidos por estas carencias, como si no fuera con ellos.

¿Qué es lo que están haciendo por reciclar esos establecimientos? Porque estoy seguro de que tanto corcho blanco, tanto plástico, que por supuesto acabará repercutiendo en el precio que paga el consumidor de una u otra forma, sin lugar a dudas, podría ser evitable

Por desgracia, la mayoría de nosotros tenemos casas pequeñas, con cocinas tampoco demasiado grandes donde nos vemos obligados a buscar un espacio cada vez más extenso para distribuir cada residuo en su lugar correspondiente. A veces uno no tiene claro si debe tirar algunos envases en la bolsa destinada a ello porque tienen papel y plástico en los mismos porcentajes o si es necesario lavar las latas de conserva antes de arrojarlas a la basura. Eso sin contar con la ropa, las pilas y otros artículos que no es conveniente mezclar con el resto. En mi caso, reconozco que soy un poco desastre, intento guardar las pilas en un lugar específico, pero se van acumulando porque se me olvida llevarlas a su contenedor y, en ocasiones, vuelven como por arte de magia al lugar que guardo para las nuevas, con lo cual acabo teniendo un lío garrafal de cuáles sirven y cuáles no. En fin, son problemas personales que intento solventar poco a poco.

Pero sí yo estoy haciendo este continuo esfuerzo por separar cada residuo, pese a los rumores que uno nunca tiene claro de si son ciertos, de que finalmente en el vertedero acaban todos mezclados en algunas ciudades españolas, lo que no entiendo es por qué los establecimientos no realizan esa misma función.

Cada mañana que vuelvo de la compra, tengo que liberar las zanahorias, las berenjenas, las cebollas de sus envases, con lo que lleno una bolsa entera de ellos. Eso sin contar con las enormes cajas de juguetes, los, a mi entender, excesivos embalajes de ciertos productos, que al final van a su contenedor correcto por mi empeño personal.  ¿De verdad son necesarios o se trata más bien de una forma de lanzarnos a nosotros la pelota al tiempo que ellos tienen una excusa para subir los precios de los productos?

¿Qué es lo que están haciendo por reciclar esos establecimientos? Porque estoy seguro de que tanto corcho blanco, tanto plástico, que por supuesto acabará repercutiendo en el precio que paga el consumidor de una u otra forma, sin lugar a dudas, podría ser evitable. Quizás, únicamente con eliminar parte de esos recipientes inútiles ya estaríamos ayudando a un Medio Ambiente que poco a poco se va tiñendo de basuras absurdas. Ya sé, hace unos años nos empezaron a cobrar las bolsas de plástico para que no inundásemos el mundo entero con ellas. No es mala idea, pero de nuevo nos lanzan la pelota a nosotros. ¿Tal vez podrían haber tomado otras medidas como cambiar el modelo de bolsa de plástico por la de papel como sucede en Estados Unidos y así no tendrían que cobrarnos nada? Claro, que de esta forma, reducirían el ingreso adicional por bolsa.

Mi madre siempre decía que no es más limpio quién más limpia sino quién menos ensucia. Todos deberíamos aplicarnos ese dicho pero los primeros, aquellos que lanzan más basuras innecesarias al mundo utilizando para ello a los ciudadanos: los comercios y el resto de empresas.