Numerosas autoridades civiles y militares desdeñan reiteradamente la diversidad ciudadana

Cartas al director - Granada Laica - Jueves, 18 de Febrero de 2016

En lo que llevamos de 2016 ya se han acumulado diversos agravios públicos contra la diversidad de convicciones de los ciudadanos granadinos.

Hagamos un recuento no exhaustivo. Para empezar, tuvimos los belenes en locales públicos, en particular municipales, durante toda la navidad. Contemplamos portadas de ayuntamientos decoradas con motivos religiosos, algunas especialmente ostensibles por ser de tipo luminoso.

Con motivo del día del patrón de Granada (san Cecilio), el 7 de febrero el alcalde José Torres, del PP, y concejales del mismo partido, del PSOE y de Ciudadanos, junto a autoridades policiales y militares, participaron en una romería con actos de naturaleza estrictamente religiosa entre los que no faltó una misa.

Ahora, con motivo de la próxima semana santa, los actos confesionales de cargos públicos se suceden: 

El 10 de febrero se presentó el cartel oficial de la semana santa en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada, en un acto cofrade sin presencia eclesiástica  pero sí municipal, la de los concejales de Turismo (Rocío Díaz) y Cultura (Juan García Montero), ambos del PP.

El 13 de febrero se desarrolló otro acto cofrade (presentación del cartel del ‘Santo Vía Crucis’), de nuevo en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, que contó esta vez con la participación, entre otros, del teniente de alcalde Fernando Egea (PP), el concejal del PSOE Francisco Cuenca, la concejal de Ciudadanos Lorena Rodríguez, y el coronel Rafael García, en representación del MADOC.

El 14 de febrero se hizo el pregón de la semana santa en un acto cofrade presidido por el alcalde de Granada (PP), acompañado del vicario general, Francisco Espigares, el teniente general jefe del MADOC, José Carrasco, la delegada de la Junta Mariela Fernández (PSOE) y la diputada provincial Ana Muñoz (PSOE). Presentó al pregonero el edil Fernando Egea (PP). Además, intervino la Banda Municipal. En el acto, el vicario equiparó “la mentira de la ideología de género” con la guerra y el terrorismo sin la reprobación de los representantes políticos presentes.

Y así seguiremos, sin duda, conforme se acerque y se celebre la semana santa. De hecho, durante todo el año, y un año tras otro, no cesan los incontables actos religiosos en los que participan ―e incluso los promueven― autoridades civiles y militares: los del ‘Corpus’, y las demás misas, procesiones, ofrendas, romerías, homenajes y rogativas a distintas ‘vírgenes’, ‘cristos’, ángeles, santos y beatos (muertos), además de honores a autoridades religiosas (vivas). A todo ello hay que añadir el dinero público que, en efectivo, en especie o a través del gasto por las intervenciones de policías y militares (incluyendo las bandas de música y otros ‘cuerpos’ que procesionan), se destina a estos actos.

Llamamos la atención a la ciudadanía sobre los partidos políticos que reiteradamente incumplen el mandato constitucional de aconfesionalidad estatal, y faltan al respeto a la ciudadanía: PP, PSOE y Ciudadanos. IU, Podemos y Vamos Granada, en cambio, se están absteniendo de participar en lo que muchos ciudadanos perciben como una afrenta discriminatoria o como una injerencia en sus creencias. Nos preguntamos, en particular, qué credibilidad tiene un partido “progresista” (el PSOE) que promete por enésima vez traernos el Estado laico mientras sigue manteniendo vergonzosas actitudes confesionales en municipios y comunidades autónomas en los que gobierna o ejerce la oposición.

También destacamos el hecho de que las Fuerzas Armadas y de Orden Público colaboren con fervor en todo tipo de eventos religiosos. No creemos que así se ganen el respeto de la ciudadanía, que ve motivos objetivos para recelar de su neutralidad, sobre todo si recordamos la historia de España en el siglo XX, con la trágica connivencia religiosa-militar. Especialmente repudiable es la constante intromisión religiosa de la instancia militar encargada, precisamente, de impartir adiestramiento y doctrina en el Ejército: el MADOC. Es una intromisión tan devota y reiterada que se ha ganado la concesión, este mismo mes, de un premio de la “Hermandad de los Salesianos” (con apoyo de otras ‘hermandades’), “por la colaboración, contribución y ayuda de esta institución militar a las cofradías”.

En definitiva, rechazamos de plano las actuaciones confesionales de todas estas autoridades civiles y militares, y consideramos que con ellas pierden su autoridad moral ante los ciudadanos, cualesquiera que sean las creencias o increencias de estos. Exigimos por ello que no se inmiscuyan en nuestras conciencias, que cesen esos deleznables comportamientos de inmediato y respeten así a toda la ciudadanía, a la que se deben. Si no lo hacen, una mínima dignidad democrática debiera apartarlos de sus funciones.