Entrevista a Elemento Deserto, la banda que viene a replantear el rock psicodélico de la provincia

Con la musa a cuestas

Cultura - Lucía Torres - Jueves, 22 de Octubre de 2015
Una entrevista de autor, con una de las bandas emergentes que debes seguir.
Elemento Deserto, en pleno ensayo.
Lucía Torres
Elemento Deserto, en pleno ensayo.
Elemento Deserto lo integran Antonio Travé (guitarra y voz), Antonio Molina (guitarra y voz), Dani Levy (bajo) y Antonio García (batería).

A través de Kant llegó al fin la idea de que el genio no solo es cuestión de un talento innato; que no muera depende también de la dedicación y la disciplina. Una lección que bien sabe Toni Travé, el Oso, y Antonio García Cruz, Pelomono. Me cito con ellos en su local de ensayo. Ambos forman Cuchillo y Cubalibre, pero esta vez la entrevista no está destinada al mencionado grupo sino a Elemento Deserto. Ellos son el sector veterano de la banda, aunque los que fueran considerados “niños prodigio”, Toni Molina y Dani Levy, también cuentan con varios años de experiencia sobre los escenarios. Molina, con la ya desaparecida The Chicken Congress, y actualmente con la banda holandesa Supertrawler. Levy presta su virtuosismo al grupo profesional Los Ángeles y a Mike Kennedy. A éste le ha resultado imposible acudir a la cita, mientras que a Antoñillo (intuyo que sus compañeros le seguirán llamando así hasta después de encanecer), le pillaba un poco a desmano. El granadino errante vuela el jueves desde Amsterdam, donde finaliza sus estudios de música, para la actuación del viernes en la sala Número 31, en el casco histórico de Úbeda.

Será un viaje atemporal, donde el gusto y el buen hacer de estos músicos mezcle los aires de  alpechín con cierto aroma a Woodstock. Con lo que escucho en el ensayo, sé que el viernes será una gran noche.

Toni Travé y Antonio García. Lucía Torres

Ponedme en situación, ¿cómo fue la grabación de vuestro primer disco?

Toni: Nos dejaron el local de ensayo de la banda de música de La Zubia. Lo despejamos entero, y nos pasamos tres días encerrados grabándonos nosotros mismos. Sabíamos que disponíamos de poco tiempo, así que había que aprovechar cada minuto. Aún así, aunque íbamos con las canciones bien ensayadas, pudimos grabar algún tema al modo en que se hacía antes: Mulock no lo habíamos tocado nunca. Sólo teníamos el riff principal de la canción, e, improvisando, grabamos el tema. La primera toma es la que se ha quedado como válida. Se trata de un tema de siete minutos, que, para nosotros, tiene gran valor que aparezca en el disco.

Antonio: El sitio era enorme, y con muy buena acústica, así que lo agradecimos enormemente. Además, al ser el local de una banda de música, nos encontramos con cantidad de juguetillos que decidimos meter en posproducción. Así, os encontraréis canciones en las que hay xilófonos, campanas, tubas, timbales, un gran bombo de orquesta… Cosas que no se nos hubiera ocurrido meter en el disco, pero que estando ahí era inevitable.

¿Quién compone los temas?

Toni: Hay varios que son remodelaciones de canciones de The Chicken Congress, el grupo en el que yo cantaba y tocaba junto a Toni Molina. Éstos han salido de nosotros dos. Los temas nuevos de Elemento Deserto han sido producto de un trabajo colectivo.

Granada tiene una amplia oferta musical, especialmente de grupos locales, ¿qué aporta Elemento Deserto al panorama?

Antonio: Bajo mi punto de vista, contribuimos con otro enfoque al rock psicodélico que se viene haciendo en Granada. Hemos decidido meternos en este tipo de género intentando aportar un planteamiento distinto, incluyendo más pureza, más raíz de blues o rock and roll a la clave psicodélica. Otras bandas quizá tengan influencias más recientes.

¿Es difícil pasar la primera barrera y convertirse en habitual de los carteles de salas que ofrecen música en vivo?

Antonio: Según nuestra experiencia, cuando estás metido en varios proyectos y tocas con cierta asiduidad, en las salas ya te conocen y, si quieren programar, lo habitual es que recurran a quienes conocen. Digamos que, cuando llevas un tiempo en la música, es un proceso que surge de forma natural. Lo que es más difícil es ganar pasta.   

Antonio García. Lucía Torres

¿Se puede vivir exclusivamente de la música en Granada?

Toni: No es nuestro caso. Yo tengo que ir todas las mañanas a la fundición en la que trabajo,  que es la que me mantiene. Lo que saco de la música me sirve para reinvertir en los propios proyectos musicales. Pero, cuando llego a casa del trabajo, lo primero que hago es ponerme a mezclar una canción o a tocar.

Antonio: Poder, se puede. Conocemos a algunos músicos que viven de ello, pero son pocos y no es lo habitual. Vivir de la música es un sueño, pero si te empeñas en convertirlo en tu principal fuente de ingresos, puedes correr el peligro de dejar de disfrutar de ella. Ganes más o menos dinero, siempre tiene que ir guiado de la vocación. Seguir disfrutando de la música tiene que ser la meta principal.

De lunes a domingo, bares, pubs, salas e, incluso, tiendas programan música en vivo. Da la sensación de que la gran apuesta por las bandas locales proviene fundamentalmente de iniciativas privadas, ¿creéis que el Ayuntamiento de Granada u otras administraciones públicas deberían implicarse más en el impulso de la música local? ¿De qué manera?

Toni: Para empezar permitiendo que se pueda tocar en sitios en que lo prohíben. Por otro lado, el Ayuntamiento organiza algún que otro festival, pero en la mayoría de las ocasiones dan apoyo solo a un estilo de música. El rock no parece interesar.

Antonio: Efectivamente, la diversidad musical no es el fuerte del Ayuntamiento; algunos reciben apoyo institucional, pero suelen ser siempre los mismos, y generalmente del pop. Además, más que apostar por la música en vivo, lo que hace es poner trabas. La mayoría de iniciativas parten de empresas privadas, en las que hay un 50% de pasión y un 50% de negocio a la hora de promover conciertos.

¿Qué hay del (no sé si viejo) mito, de que un artista para hacer fortuna se tiene que ir a Madrid?

Toni: Desde luego, yo en mis días lo pensé. Especialmente con el blues

Antonio: Yo aún lo pienso a veces. Por mi experiencia en esa ciudad, lo que está claro es que nunca te va a faltar público. Al ser más grande, hay muchos más sitios en los que tocar, y público para todo tipo de música. No obstante, me puede gustar más la música que se hace en provincias. Me resulta más espontánea, más original. Obviamente, es una generalización, porque hay muchos grupos madrileños que me encantan, pero muchas de las bandas emergentes de grandes capitales como Madrid o Barcelona hacen una música más manida. Aquí tenemos la libertad que da hacer las cosas sin grandes pretensiones ni tener que estar pendientes de muchos ojos, por el simple placer de hacer exactamente lo que te gusta.

El salto fuera de la provincia es un primer paso. ¿Dónde os gustaría tocar? Sed todo lo ambiciosos que queráis.

Antonio: ¿Sabes qué pasa? A mí por lo general, tanto como músico como espectador, los festivales no me parecen el mejor formato. Prefiero las salas, donde la cercanía con el público es mayor y se puede interactuar más. He tocado en el Cazorla Blues, también tú (dirigiéndose a Toni), y en el Zaidín Rock, que habéis estado dos veces ya (se refiere a The Chicken Congress y Araappaloosa), y mola ver a tantísima gente,  pero, de momento, me inclino por el calor de la sala. Lo que sí me gustaría es hacer una gira con el disco por un circuito de salas de toda España. 

¿Alguna en la que siempre os sintáis como en casa?

Toni: (No lo duda) El vagomundo, en Benalúa.

Antonio: (Se reitera en lo dicho por su compañero y añade un nombre, en el que también el Oso está de acuerdo) El Planta Baja también es una sala en la que siempre estamos a gusto. Además, se tiene la garantía de que el grupo va a dar su mejor cara, porque los profesionales de la sala, Elena y Pedro, le tienen muy bien cogida la medida. Son buenos profesionales y tienen buen equipo, así que sabes que vas a sonar bien.

Puestos a imaginar, pensad que estáis en un mercado de fichajes, ¿a quién os gustaría tener en vuestra banda para esta temporada?

Toni: A alguien que maneje teclados y guitarras adicionales. Por ejemplo, Julio, el hermano de Toni Molina, que puede tocarlo casi todo. Y si hablamos de famosos, Jonny Greenwood, el guitarrista de Radiohead, pero si viniera a ponerse a nuestro servicio, sin condicionamientos (risas).

Toni Travé. Lucía Torres

Lleváis varios años en el circuito musical, y habéis pasado por numerosos grupos: Pelomono por Harakiri, Los Malvados, Pelo Mono, Los Fabulosos Macarrones; Oso por The Chicken Congress, Araappaloosa; y compartiendo formaciones, Blustamina, los Gusanos, El Osombroso folk de las Badlands, Cuchillo y cubalibre… Recordad vuestra primera banda, ¿qué hicisteis bien en ella y qué cambiaríais ahora?

Antonio: También tenemos un proyecto que se está gestando todavía, Látigo Negro, con Toni Molina y Pedro de Dios, de Guadalupe Plata. En cuanto a nuestro primer grupo, Desván, se gestó en Benalúa, de donde somos los dos. Yo tenía 20 años y Toni, 19.

Toni: Nos juntamos con tres amigos. Ellos venían del punk, legendarios en la zona y en ese estilo, y nosotros le aportamos nuestra experiencia de rhythm and blues.

Antonio: Yo creo que lo hicimos todo bien. Ellos querían incluir otro punto a su música, y logramos empastar muy bien. Fue una etapa muy ilusionante y edificante. Luego pasamos a Blues and Beer, con Isaac Fernández y Sergio Álvarez.  

Os pido que os mojéis. ¿Cuál es la banda granadina del momento? No vale la autopromoción.

Toni: Los Harakiri.

Antonio: Araappaloosa

Eso es trampa.

Antonio: Bueno, pues Lagartija Nick, como banda de todos los tiempos; a Guadalupe Plata no los puedo elegir, porque son de Úbeda… Perro Mojado; esa es mi apuesta actual.

Ahora todo son flores para el trío de antonios y Dani Levy… ¿recordáis alguna crítica dura de alguien?

Toni: Alguna que otra vez me han criticado mi inglés diciéndome que sonaba a “guachinglis”. Pero, bueno, llevaban razón, lo cual no quita que también hiciera música. Tal vez por eso tiramos también para el español en algunas de nuestras formaciones. Con Elemento Deserto decidimos el inglés porque, al vivir en Holanda, es la primera lengua de Toni Molina, así que los temas suenan muy naturales.

Antonio: No obstante, yo no descarto que en un futuro también cantemos en español.  Habrá que decidirlo entre todos, pero, por mi parte, es una opción que me gusta. El problema está en que componer en español es más difícil, entre otras cosas, porque se entiende perfectamente lo que dices, así que las letras tienen que estar muy bien planteadas para no caer en ñoñerías, obviedades y poder decir algo. A veces estamos demasiado preocupados en tocar, y nos olvidamos de que hay que decir cosas.

¿Qué grupos o cantantes en castellano consideráis que dicen cosas interesantes?

Antonio: El Osombroso y Sonriente Folk de las Badlands (Toni asiente), José Ignacio Lapido, Los enemigos, Los Deltonos, Los Guadalupe…

Toni: Yo también me acuerdo en este sentido de Los sobrinus, aunque ya no existan.

Toni Travé y Antonio García. Lucía Torres

Antonio, ¿en tu actitud hay algo de romanticismo con el mito del viejo rockero o actúas más bien de forma espontánea, y a veces el contexto da lugar a anécdotas que pasan a la posteridad?

No hay ninguna pretensión en mi modo de actuar de responder a esa imagen, si es a lo que te refieres. Digamos que no soy bueno tomando decisiones, y que las buenas historias siempre empiezan por una mala decisión.

¿Para cuándo el lanzamiento del disco?

Toni: Ahora mismo se encuentra en fase de mezcla. Nos gustaría que un sello discográfico nos lo saque, ya que estamos muy limitados en recursos económicos para ello. Si no hay suerte, tendremos que ahorrar con lo que saquemos de los directos, autoeditárnoslo y distribuir por nuestra cuenta, lo cual no sería la primera vez.  

¿Algo que añadir, que se haya quedado en el tintero? 

Antonio: Lo que más va a decir de nosotros y de nuestra música está en los conciertos, así que os invitamos a conocernos en ellos.