El Maristán -hospital nazarí más antiguo- renacerá pronto de sus escombros

- Serán levantadas las tres crujías del patio porticado que faltan; se recreará la portada monumental y revivirá la alberca central con sus leones echando agua
- Se está definiendo su contenido expositivo, relacionado con la medicina medieval y la muestra de los restos arqueológicos de los usos que ha tenido desde el siglo XIV
El equipo adjudicatario de la obra tiene la intención de levantar 'ex novo' las tres crujías desaparecidas de la manera más fidedigna a cómo era el edificio. Aunque con matices: no se tratará de una reproducción exacta, sino de recuperar volúmenes
No sé si el concepto “renacer” es el más adecuado para esta ocasión, pero es lo más aproximado que he encontrado en términos coloquiales. Aunque en mi entorno de arquitectos e historiadores se manejan otras muchas opiniones: desde quienes se oponen abiertamente al proyecto, a los que hablan de reconstrucción, restauración, recuperación o invento del siglo XXI. El equipo adjudicatario de la obra tiene la intención de levantar ex novo las tres crujías desaparecidas de la manera más fidedigna a cómo era el edificio. Aunque con matices: no se tratará de una reproducción exacta, sino de recuperar volúmenes. Se intentará recrear ritmos, la cáscara estructural y proteger las ruinas y restos. Al menos a partir de lo conocido por la arqueología, los planos y dibujos hechos en 1843, y el estudio de los restos que quedaban originales en la parte de la crujía Sur que sobrevivió hasta finales del siglo XX. Aunque muy deteriorada y transformada por obras contemporáneas. Esa crujía sí quedará compartimentada como ahora y dando una idea de lo que fue la estructura hospitalaria musulmana.
La noticia en estos momentos es que el proceso administrativo para iniciar la obra va lento, pero está próximo a finalizar
La noticia en estos momentos es que el proceso administrativo para iniciar la obra va lento, pero está próximo a finalizar. Sólo falta su paso por algunas comisiones para aprobarlo definitivamente y sacar a concurso la obra. Todo el trámite lo promueve el propietario del solar, la Junta de Andalucía a través del Patronato de la Alhambra. Con financiación del programa anual que dedica su Patronato a actuar en otros edificios de la ciudad, tanto públicos como patrimonio de la Iglesia.
Se tratará de hacer una especie de claustro rectangular para rellenar las cuatro caras del solar con las mismas rasantes que ya tiene la parte levantada
La obra consistirá en levantar las tres naves o crujías que faltan. Se tratará de hacer una especie de claustro rectangular para rellenar las cuatro caras del solar con las mismas rasantes que ya tiene la parte levantada. En el centro se recuperará la alberca alargada que tuvo, con dos leones copiados de los que se conservan en el Museo de la Alhambra; echarán agua por la boca como lo hicieron aquí hasta mediado el XIX y en la alberca del Partal durante la mayor parte del XX.
La novedad y mayor complejidad se presentará a la hora de dar solución a la fachada Norte, la que encara con el atrio del Convento de la Concepción
La novedad y mayor complejidad se presentará a la hora de dar solución a la fachada Norte, la que encara con el atrio del Convento de la Concepción. Se ha pensado hacer una réplica de la portada externa que tuvo, incluida la lápida fundacional que se conserva en el Museo de la Alhambra. El principal problema que se presenta es que en la actualidad esa calle está levantada casi dos metros por encima del nivel original que tuvo en el siglo XIV, cuando fue construido el hospital musulmán. Se sabe que las jambas de la portada se hunden hasta más de 1,5 metros de profundidad.
Salvar ese enorme escalón desde la calle hacia el interior será un quebradero de cabeza
Salvar ese enorme escalón desde la calle hacia el interior será un quebradero de cabeza. Se había barajado excavar una especie de trinchera o foso en la acera; pero se ha descartado porque es demasiado estrecha y no se le puede detraer espacio. Se impediría el paso de coches. Le están dando vueltas para ver la forma de replicar una portada a la que le faltará más de un metro en su zócalo. Todo un reto en cuanto a diseño. La probable solución será una portada emergiendo, interceptada por la calle y no practicable para el paso normal. Aunque se haga lo que se haga se tratará de una mala solución porque es imposible rebajar el nivel de la calle al nivel que tuvo en sus orígenes. (Incluso se sabe que la Placeta de la Concepción también estuvo más baja y había una escalinata para acceder al atrio del Convento).
Desde que empezó la etapa de colapso, el producto de los derribos y los escombros no han sido evacuados, sino dejados sobre el mismo solar
Es conocido que el Maristán estuvo asentado sobre un solar que es completamente plano, sólo tenía un pequeño desnivel para evacuación de aguas y vaciado de la alberca hacia la cuenca del río Darro. Además, queda la mitad del solar por desescombrar y practicar catas arqueológicas para confirmar lo que ya se sospecha desde las excavaciones iniciadas en la década de los años ochenta. Desde que empezó la etapa de colapso, el producto de los derribos y los escombros no han sido evacuados, sino dejados sobre el mismo solar.
¿Un museo de la Medicina y ciencias afines?
Por parte de la administración propietaria también se está en medio del debate sobre la finalidad que se quiere dar al cascarón. Hace ya algo más de un año que el director de la Alhambra, Rodrigo Ruiz-Jiménez, abrió ese melón. No se tratará sólo de levantar un edificio lo más parecido a lo que hubo aquí desde el siglo XIV; lo deseable es que no sea un contenedor pasivo, sino llenarlo de actividad. Se están barajando infinidad de posibilidades, todas ellas relacionadas con la medicina medieval, el uso de las hierbas, los aromas de Al-Ándalus, los oficios de la salud, etc. Por supuesto, su magnífica ubicación y polivalencia del patio ofrecen muchas alternativas para uso social y cultural.
El arquitecto que inició todo el proceso de recuperación hace una década, Pedro Salmerón, sostenía que no podía ser un museo al uso, con piezas y salas donde exponerlas
El arquitecto que inició todo el proceso de recuperación hace una década, Pedro Salmerón, sostenía que no podía ser un museo al uso, con piezas y salas donde exponerlas; porque las tres crujías que faltan cumplirán una primera función que es cobijar y recoger las ruinas y las piezas recuperadas en las excavaciones, la estructura de las habitaciones, los molinos de la casa de la moneda, las tinajas del vino, las letrinas musulmanas y cristianas, el empedrado, la solería, etc. Todo ello complementado con explicaciones más virtuales y con lenguaje audiovisual que con piezas que no existen. Que el visitante pueda comprender el tránsito de la medicina de dos épocas.
El edificio será una especie de paraguas de las ruinas y, al mismo tiempo, servirá de arriostramiento para sujetar la fila de casillas que han quedado en pie e inestables al desaparecer y horadar el muro Este en que se apoyaban
El edificio será una especie de paraguas de las ruinas y, al mismo tiempo, servirá de arriostramiento para sujetar la fila de casillas que han quedado en pie e inestables al desaparecer y horadar el muro Este en que se apoyaban.
Habrá que estar atentos al principal contratiempo que se presenta para los arquitectos redactores ─Diego Garzón y Juan Manuel Zamora─ relativo a la solución de fachada principal. Hace ya casi dos siglos que desapareció la pantalla corrida que encajonaba el atrio-mirador del Convento de la Concepción, así como una parte de la calle Bañuelo. Ningún humano viviente ha podido ver aquel edificio; estamos acostumbrados a una amplia panorámica de la Alhambra desde aquí. Cuando empiece a crecer la fachada al nivel que tenía (con cota similar a la crujía Sur), levantará al menos dos metros esa fachada con un resultado todavía por comprobar. Seguro que habrá polémica cuando le llegue su momento. Va a mermar vistas desde la Placeta de la Concepción y desde la cercanía.
La intención es abrir otra un poco más arriba. Ambas serán inventadas, no originales
Muy posiblemente se deje como buena la actual entrada lateral que se abrió a través de una habitación de la calle Bañuelo. La intención es abrir otra un poco más arriba. Ambas serán inventadas, no originales. Las dos que tuvo históricamente la casa fueron la monumental desaparecida y una de servicio en la perpendicular al Bañuelo, atravesando el muro que debió ser de la coracha que conectaba con el estribo de los Tableros.
Primer hospital documentado
¿Cómo era la medicina de hospital en la Granada del siglo XIV? Más concretamente la que se practicaba en el Maristán. Por lo general, los poderosos tenían acceso a los físicos y cirujanos que existían en la edad media; el común de pueblo sufría y moría en su casa, sin apenas acceso a la medicina. Los ricos eran atendidos en sus palacios. Tanto en el Norte cristiano como en el Sur musulmán existieron hospitales, pero muy asociados a lugares que tenían más que ver con la religión y la piedad que con la salud. Eran abundantes los hospitales para descanso en el Camino de Santiago, donde se atendía a peregrinos y pobres e indigentes. Se basaban en el principio evangélico de acoger a viajeros enfermos.
Los maristanes musulmanes presentaban la diferencia de estar gestionados por médicos profesionales que habían adquirido sus conocimientos en las madrazas
Por eso en los hospitales cristianos solían desarrollar su labor o regentarlos órdenes religiosas u hospitalarias. En cambio, los maristanes musulmanes presentaban la diferencia de estar gestionados por médicos profesionales que habían adquirido sus conocimientos en las madrazas. Incluso se sospecha que el maristán era el equivalente a las clínicas universitarias actuales donde se forman las nuevas generaciones de especialistas. No obstante, siempre eran instituciones muy ligadas a la religión por cuanto se obligaba a los enfermos a las prácticas de las respectivas costumbres religiosas y asistir a las capillas o mezquitas que había en su interior.
Aunque el Maristán junto al Darro pasa por ser el primero documentado con que contó Granada, es bastante probable que ya existiera alguno menor con anterioridad, desconocido para nosotros
Aunque el Maristán junto al Darro pasa por ser el primero documentado con que contó Granada, es bastante probable que ya existiera alguno menor con anterioridad, desconocido para nosotros. Recogería la tradición musulmana extendida desde Siria, Egipto y Marruecos. El Bimaristan de El Cairo, un precedente del granadino, ya existía en el año 817; el de Bagdad, llamado Adudí, está documentado en el siglo X. Y al actual Marruecos habrían llegado a finales del siglo XIII.
Se cree que precisamente el Maristán granadino es una réplica de uno marroquí. La explicación es fácil: el sultán Mohamed V reinó en la Alhambra entre 1354-9, en su primer mandato; fue depuesto por un golpe de estado de su hermanastro Yusuf II (23 de agosto de 1359). Esto le obligó a exiliarse en el reino Benimerí (Fez). Regresó en 1362 tras el asesinato de Yusuf II. Con el inicio de su segundo y largo mandato (1362-91) trajo la idea de levantar el Maristán. Lo hizo más con fines piadosos y de agradecimiento que estrictamente para cubrir una necesidad de la población. Eso se concluye tras leer la larga placa inaugural que estuvo colocada sobre el umbral de la puerta principal. Hoy se conserva en el Museo de la Alhambra y por ella podemos conocer bastantes detalles del evento.
Loor a Dios. Ordenó la construcción de este māristān, como muestra de amplia misericordia para con los más débiles enfermos musulmanes y como acercamiento útil ─si Dios quiere─ al Señor de los mundos, perpetró su buena obra que habla en la lengua elocuente, y realizó sus deberes de caridad para el transcurso y la sucesión de los años, hasta que Dios herede la tierra y a aquellos que están en ella, pues Él es el mejor de los herederos, el señor, el imām, el sultán, el héroe, el grande, el ilustre, el puro, el victorioso, el más feliz de su gente en su gobierno, el primero de ellos en abalanzarse en la senda de Dios, el detentador de las victorias, de las acciones favorecidas por Dios y de la magnanimidad, el que recibe la asistencia de los ángeles y del espíritu, el defensor de la tradición, el refugio de la religión, el príncipe de los musulmanes, al-Ganī bi-llāh Abū ‘Abd Allāh Muhammad, hijo del gran señor, el célebre, el sultán ilustre y elevado, el combatiente por la fe, el justo, el magnánimo, el feliz, el mártir, el santificado, el príncipe de los musulmanes Abū l-Haŷŷāŷ, hijo del señor, del sultán ilustre, el célebre, el grande, el magnificado, el victorioso, el que derrota a los politeístas y subyuga a los infieles injustos, el feliz, el mártir Abū l-Walīd ibn Nasr al-Ansarī al-Jazraŷī. ¡Que Dios le otorgue la aprobación de sus obras y su cumplimiento, por su favor completo y la recompensa amplia de sus esperanzas! Por ello realizó una buena obra que no tuvo precedente desde la introducción del Islam en este país, por ella agregó un bordado de gloria al excelente manto de guerra santa y buscó la faz de Dios, deseando la recompensa, pues Dios es el poseedor de la gracia inmensa. Él ha preparado una luz que vaya delante y detrás de él “el día en el que no sean útiles ni riqueza ni hijos salvo presentarse a Dios con un corazón íntegro”. Y tuvo lugar el comienzo de su construcción en la decena de mediados del mes de muharram del año setecientos sesenta y siete (27 de septiembre-8 de octubre de 1365), y se terminó lo que se propuso, para lo que asignó legados píos, en la decena de mediados de šawwāl del año setecientos sesenta y ocho (9-18 de junio de 1367). Dios no descuida la recompensa de los que realizan buenas obras ni frustra el esfuerzo de los benefactores. Salve Dios a nuestro señor Muhammad, sello de los profetas, a su familia y a sus compañeros, todos.
La creación y prosperidad del Maristán granadino son achacables al largo periodo de paz y buenos resultados económicos alcanzados en el tercio final del siglo XIV en el Reino de Granada
La creación y prosperidad del Maristán granadino son achacables al largo periodo de paz y buenos resultados económicos alcanzados en el tercio final del siglo XIV en el Reino de Granada. También a la iniciativa y participación en el proyecto del médico, intelectual y visir que fue Ibn Al-Jatib. Seguro que en su ubicación y diseño tuvo mucho que ver el famoso historiador de los reyes de la Alhambra.
Para empezar, la localización se hizo en un solar que era público a todas luces. Fue levantado dentro de los límites marcados por dos grandes muros que formaban la coracha que protegía el acceso al agua, tanto desde el Albayzín como de la Alhambra. Una coracha consistía en un muro que bajaba hasta el cauce para asegurar el suministro de agua a la población en caso de conflicto. El Puente de los Tableros se data en época zirí, siglo XI; en realidad, consistía en dos grandes contrafuertes unidos por un arco, con ranuras para bajar rejas o compuertas con las que represar el agua e impedir el paso a extraños. A ambos lados discurrían muros de protección que conducían hacia la Alhambra y al barrio de Axares.
Las excavaciones arqueológicas muestran indicios de que hubo una ocupación urbana anterior, quizás de tipo militar, un 'fundak', alhóndiga o algo parecido
Las excavaciones arqueológicas en la zona apuntan que la coracha que bajaba desde la muralla zirí de la calle San Juan de los Reyes, en realidad eran dos muros paralelos con unos 25 metros de luz entre ellos. A mediados del siglo XIV ya había dejado de tener utilidad esa coracha, porque las edificaciones la habían rebasado. En ese solar (el comprendido actualmente entre las calles Bañuelo y Concepción de Zafra), de titularidad pública, fue donde se decidió levantar el Maristán. Las excavaciones arqueológicas muestran indicios de que hubo una ocupación urbana anterior, quizás de tipo militar, un fundak, alhóndiga o algo parecido. Quizás su estructura del tipo Corral del Carbón fuese reaprovechada; al menos eso indica la rapidez en hacer la obra (menos de dos años, 1365-7).
El lugar estaba lindero con el Baño del Nogal (Bañuelo), otra de las instituciones sociales y saludables más importantes de esta parte baja de la ciudad musulmana. Seguro que hubo una íntima asociación de actividades.
La gran novedad diferencial del modelo de maristán granadino con relación a los hospitales-hospederías cristianos fue el concepto de aislamiento
La gran novedad diferencial del modelo de maristán granadino con relación a los hospitales-hospederías cristianos fue el concepto de aislamiento. Quizás debido al mortífero brote de peste negra de mediados del XIV (1348 en el caso de Granada), los médicos granadinos prescindieron de las grandes salas donde se concentraba a los enfermos y optaron por el aislamiento. Ya conocían perfectamente la trasmisión de enfermedades por el contagio físico de las miasmas. La estructura del Maristán que nos ha revelado la arqueología reciente (así como la planimetría del XIX) dibuja habitaciones de pequeño tamaño que tienen acceso a un corredor que mira al patio central y la alberca.
No sabemos con exactitud el tipo de enfermedades que se trataban en el Maristán
No sabemos con exactitud el tipo de enfermedades que se trataban en el Maristán. Las pocas referencias que hay apuntan a contagios y, sobre todo, a enfermedades mentales. Por eso se le llamó hospital de locos en el escaso siglo y medio que estuvo en funcionamiento.
De hospital a ceca, almacén y corrala de vecinos
Ya conocemos por su placa fundacional que el Maristán estuvo en funcionamiento como centro sanitario y asistencial entre 1467 y posiblemente 1501. Le iban a tomar el relevo una serie de hospitales de inspiración cristiana, atendidos en sus orígenes por personal mudéjar y morisco formado en la Madraza (primitivo centro de enseñanza de la medicina andalusí): San Lázaro, Hospital Real, la Caridad, Santa Ana, etc. Aunque la estructura sanitaria durante todo el siglo XVI en Granada seguía siendo muy precaria.
En 1502 ya estaba ubicada en sus instalaciones la Casa de la Moneda o Ceca granadina
En 1502 ya estaba ubicada en sus instalaciones la Casa de la Moneda o Ceca granadina. Fue necesario adaptar la estructura original del edificio con el derribo de tabiques para sacar salas de tipo industrial. Incluso fue incorporado el pasillo de la crujía Sur a la nave que resultó para la acuñación de moneda y habilitar la sala del tesoro (la caja fuerte); la tuvieron en concesión familias de banqueros genoveses. Es la zona que estuvo decorada con los escudos reales y ha pervivido hasta nuestros días. Hubo una parte de la esquina Suroriental que se derrumbó por la tremenda explosión del molino de pólvora del Tajo de San Pedro (1590). De ahí que algunas zapatas, muros de ladrillo y palillería llegaran al siglo XX con distinta forma al resto del conjunto.
El Maristán estuvo originalmente aislado como edificio, solamente delimitado por la calle Bañuelo y con huertas en su costado hacia la Casa de Zafra y en la parte lindera al Darro
El Maristán estuvo originalmente aislado como edificio, solamente delimitado por la calle Bañuelo y con huertas en su costado hacia la Casa de Zafra y en la parte lindera al Darro. Seguramente era el lugar donde se cultivaban algunos productos y hierbas con destino al alimento y curación de enfermos. No conocemos exactamente la fecha en que fue urbanizado este tramo de la Carrera del Darro, eliminado el obstáculo que suponía el estribo derecho de la Puerta de los Tableros y habilitado el muro/malecón que permitió conectar los dos tramos de la Carrera. Es probable que fuese durante las obras que hizo el arzobispo Pedro de Castro a finales del XVI para habilitar un camino hacia el Sacromonte. Recordemos que las casas con fachada actual al río antes tuvieron sus accesos por las calles superiores; la cimentación de la zapata de los Tableros y parte de la coracha están bajo la calle y dentro de la tienda que hay frente a la entrada del Bañuelo. Las huertas que rodearon al Maristán fueron dando origen a las dos grandes casas delanteras del frontal y a una fila de casillas en el lateral de Zafra. Todas edificaciones pegadizas a los muros del Maristán original.
La ceca granadina estuvo funcionando en el antiguo Maristán hasta 1662, en que fue reubicada dentro del recinto de la Alhambra
La ceca granadina estuvo funcionando en el antiguo Maristán hasta 1662, en que fue reubicada dentro del recinto de la Alhambra. La Corona dejó de ser propietaria y lo vendió a la comunidad de frailes mercedarios del Convento de Belén. Los religiosos lo tuvieron en propiedad hasta el año 1748. El nuevo dueño fue un comerciante llamado José Merchante. Éste volvió a reformar el edificio para hacer una bodega, caballerizas y albergar almacenes. Los restos de tinajas incrustadas en el suelo que hay en uno de los extremos proceden de aquel periodo. Es de imaginar que los pisos altos fuesen ya utilizados en esos momentos como minúsculas viviendas, donde los inquilinos abrían huecos, cerraban corredores y modificaban a su gusto, según sus necesidades vitales.
La piqueta se llevó por delante la mitad de la casona, las crujías Norte y Oeste, las que daban al Convento y a la calle Bañuelo. Con el derribo también se fue el elemento más característico que tenía: su fachada de yeserías
Como corrala o caserón de vecinos permaneció el edificio hasta el año 1843. Un periodo de gobierno municipal ─liberal a ultranza─ que se empeñó en derribar ajimeces, cobertizos, jabalcones, capillas y todo signo del pasado. Se puso de moda la línea recta y había que enderezar las calles. El Ayuntamiento permitió que empezara la demolición de la vieja estructura del Maristán. La piqueta se llevó por delante la mitad de la casona, las crujías Norte y Oeste, las que daban al Convento y a la calle Bañuelo. Con el derribo también se fue el elemento más característico que tenía: su fachada de yeserías. Al menos se conservó la placa fundacional.
El solar fue partido en dos, de manera longitudinal. Quedaron como casas de vecinos las alas Este y Sur, aunque muy deterioradas y reformadas. Los escombros de los derribos sirvieron para rellenar la enorme alberca y el resto se dejó en el lugar. Es el mismo escombro que todavía permanece en la parte alta del solar, de casi dos metros de espesor. La corrala fue muy popular en el siglo XIX porque concentraba una especie de mercadillo y centro de reunión del barrio de Axares. También un campo de pelota durante un tiempo. Pero sobre todo fue su pozo de agua el que atraía mayor trasiego de vecinos y de aguadores para venderla por las calles de Granada. Pregonaban que era agua fresca del Avellano, cuando en realidad era del pozo del Maristán donde llenaban. Ese pozo existe en la actualidad; se llegó a limpiar hasta nueve metros de profundidad, se cree que una mina horizontal lo comunica con el lecho del Darro por debajo de las casas de la Carrera.
Hubo algunas quejas de la intelectualidad del momento cuando se percataron de que el Maristán pasaba a mejor vida
Hubo algunas quejas de la intelectualidad del momento cuando se percataron de que el Maristán pasaba a mejor vida. Al menos por el valor de su portada. Pintores y un arquitecto aprovecharon para dibujar alzados y planos de la fachada, la portada y el patio interior. Pero no olvidemos que en 1843 estaba plenamente vigente el romanticismo; los artistas veían cosas que no eran realidad. Por eso hay que ser muy cautelosos a la hora de interpretar los dibujos que dejaron. La portada no presenta grandes problemas porque todos los que la dibujaron coincidieron, no hubo trampa. Pero no ocurre lo mismo con el plano de la alberca y el alzado del lateral desaparecido. A la alberca le pintaron cuatro escalerillas, cada una en un extremo, que dan a entender que era para que los enfermos subieran y bajaran a darse baños salutíferos. La arqueología ha demostrado que, al menos en los tres rincones comprobados, la piscina no ofrece signos de que existieran las escalerillas para acceder al baño.
En lo referente al alzado de huecos de la fachada principal y distribución de corredores interiores, la realidad de la única crujía que quedó de muestra (la Sur) indica que jamás hubo ese tipo de ventanas de arcos apuntados orientalizantes. La estructura se limitaba a un edificio de huecos similares al Corral del Carbón, con pilares de ladrillo y grandes vigas para soportar los forjados.
En el año 1984 empezó la demolición total de lo que quedaba, con el depósito de los escombros en el mismo solar. Solo sobrevivía en pie, casi tambaleándose, parte de la crujía Sur
En las fotografías que se conservan del siglo XX se pueden ver las dos crujías supervivientes, ya en delicado estado de conservación. Granada prácticamente se olvidó de que había tenido un Maristán. En el año 1984 empezó la demolición total de lo que quedaba, con el depósito de los escombros en el mismo solar. Solo sobrevivía en pie, casi tambaleándose, parte de la crujía Sur, que ni siquiera aparentaba externamente la estructura porticada. El destino de todo el solar era transformarse en un edificio moderno de viviendas. En el año 1987 fue adquirido lo que quedaba por la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía. Empezaba un lento proceso de protección de lo poco que quedaba. Lo primero era acometer excavaciones arqueológicas para acercarse a la realidad de su historia.
Se empezó colocando una estructura metálica y unas chapas sobre la crujía Sur. Así ha estado durante casi cuatro décadas
Se empezó colocando una estructura metálica y unas chapas sobre la crujía Sur. Así ha estado durante casi cuatro décadas. Desde entonces han pasado por el solar varios equipos de arqueólogos y de arquitectos que han ido desbrozando el terreno y avanzando hipótesis. Hubo un primer proyecto de reconstrucción promovido por técnicos de la Escuela de Estudios Árabes. Hasta que en 2016 un nuevo proyecto cayó en manos del estudio de arquitectura de Pedro Salmerón y su discípulo Diego Garzón. Del estudio arqueológico más completo acometido hasta ahora se ha encargado la empresa Gespad Al-Andalus, del arqueólogo Ángel Rodríguez Aguilera. Sus conclusiones son las que más luz ha aportado desde los orígenes del solar, en el periodo zirí.
Se han seguido las evidencias que quedaban en muros, zapatas, vigas y paramentos de tapial. No ha habido que inventar nada, sólo seguir las pistas que daban
Las mediciones desvelaron un solar rectangular, ligeramente descuadrado, de 37,30 por 25,15 metros. El patio central tenía 26 por 15 metros. En medio, una larga alberca de 16,20 x 4,5, y 1,10 de profundidad. La Junta (a través de la Alhambra) mostró su disposición a iniciar la recuperación del viejo edificio, tratando de conseguir el mayo parecido que tuvo en su momento de esplendor a finales del siglo XIV. La primera fase de obras se pensó par recuperar toda el ala Sur y el tercio inferior del patio y alberca. Se haría un muro de contención provisional para el cascajo de la otra mitad. El resultado es el que se puede ver en la visita turística actual. Se han seguido las evidencias que quedaban en muros, zapatas, vigas y paramentos de tapial. No ha habido que inventar nada, sólo seguir las pistas que daban.
El resultado de todo este proceso administrativo, presupuestario, arqueológico y arquitectónico se cree que podrá tenerse ultimado antes de un año. Con la intención de iniciar las obras de alzado para 2027
Ahora trabaja el equipo encabezado por Diego Garzón y Juan Manuel Zamora en plasmar las ideas que se barajaron hace ya casi una década. Se va a iniciar el vaciado de los escombros y ultimar la prospección arqueológica de la mitad superior. También se buscarán los casi dos metros de jambas que hay enterradas de la puerta original. El resultado de todo este proceso administrativo, presupuestario, arqueológico y arquitectónico se cree que podrá tenerse ultimado antes de un año. Con la intención de iniciar las obras de alzado para 2027.
Un audiovisual lo explica todo
Todo este proceso que he intentado explicar hasta aquí con más de cinco mil palabras se comprenderá mejor con un montaje audiovisual y virtual. De unos cinco minutos de duración. Ha sido elaborado en los últimos años, lo tiene ya disponible la dirección de la Alhambra y sólo faltan unos flecos técnicos para que pueda ser contemplado mediante gafas de recreación virtual.
Esta película ha sido elaborada con la colaboración y guion de arqueólogos, historiadores, arquitectos, médicos, etc
Esta película ha sido elaborada con la colaboración y guion de arqueólogos, historiadores, arquitectos, médicos, etc. En poco tiempo se explica el origen de este lugar de clima tan privilegiado y céntrico. Su asociación con el agua y el entorno de la represa que tenía debajo. Su relación con la coracha y el Bañuelo. También se verán las huertas que se supone que tenía debajo, el trasiego de gente, los enfermos, los médicos, la medicina que se practicaba en él. También el proceso de cambio de uso para casa de moneda y corrala de vecinos.
(1). Esta imagen virtual de la recuperación de patio y la alberca del Maristán, con la Alhambra al fondo, corresponde a la fase final del edificio (mayo 2019) que sirvió para la obra de la crujía Sur. Este proyecto de consolidación y restauración fue obra del arquitecto Pedro Salmerón Escobar. La infografía corresponde a Lucía Balboa Quesada y Antonio Jesús Jiménez Quesada, arquitectos colaboradores.
El tratamiento y mejora de las imágenes de este artículo son obra de Luis Ruiz Rodríguez.