Artículo de Opinión

'¿Qué hacer con el patrimonio histórico ferroviario granadino?'

Cultura - Carlos Peña Aguilera - Domingo, 30 de Abril de 2023
Carlos Peña Aguilera, referencia en el conocimiento del ferrocarril, firma esta extraordinaria reflexión sobre la situación de este patrimonio en la provincia y lanza interesantes propuestas para evitar su desaparición.
Comparativa de imágenes con el rodaje cinematográfico en La Calahorra.
Once upon a time, the Western in Spain
Comparativa de imágenes con el rodaje cinematográfico en La Calahorra.

De un tiempo a esta parte se suceden las noticias en torno la demolición de edificios vinculados a la historia del ferrocarril granadino que generan la reacción de las autoridades locales y grupos ciudadanos sensibles con el patrimonio industrial (según la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz de 2007 es el integrado por el conjunto de bienes vinculados a la actividad productiva, tecnológica, fabril y de la ingeniería de la Comunidad Autónoma de Andalucía en cuanto son exponentes de la historia social, técnica y económica de esta comunidad), como es el caso de la Casa Caballero de Guadix, la estación de Tocón-Montefrío o más lejano en el tiempo la antigua estación del Sur de España en Granada. En el recuerdo quedan la estación de Loja y el conjunto de la estación y almacén de mercancías de Pinos Puente (único que quedaba de la época de la Compañía de Andaluces) eliminadas por la línea de alta velocidad. Y del mismo modo, están surgiendo iniciativas que tratan de poner en valor algunos elementos de ese patrimonio, como el Museo del Cine de Guadix junto a la locomotora de vapor restaurada, el Centro de Interpretación del Tranvía de la Sierra en Pinos Genil, la compra de la Azucarera de San Isidro por parte de la Universidad de Granada o el reciente proyecto de recuperar el tranvía de la Sierra en los últimos cinco kilómetros de recorrido en el municipio de Güéjar Sierra.

Por una concatenación de circunstancias (desidia o en actividad hasta 20-30 años) y la labor concreta de reputadas personalidades, caso de D. Vicente González Barberán (recientemente fallecido) como responsable provincial de Bellas Artes, Cultura y Educación o de D. Miguel Giménez Yanguas desde la Universidad de Granada, que han propiciado la creación de una conciencia colectiva en torno a la puesta en valor del patrimonio industrial, mediante la divulgación a través de artículos de prensa, libros, jornadas de concienciación y la fundación de entidades sin ánimo de lucro. En este sentido, la Ley Andaluza de Patrimonio Histórico es una de las más avanzadas y completas en su ámbito.

"Pero hemos llegado a un punto en que hay que dar un paso más si no queremos que el esfuerzo realizado hasta ahora termine en un conteo incesante de demoliciones, desapariciones y lamentos por épocas pasadas"

Pero hemos llegado a un punto en que hay que dar un paso más si no queremos que el esfuerzo realizado hasta ahora termine en un conteo incesante de demoliciones, desapariciones y lamentos por épocas pasadas. En cuanto al patrimonio histórico ferroviario de vía ancha, la desafección para la explotación ferroviaria de una gran cantidad de edificios y obras de ingeniería, está llevando a Adif a la demolición de todo aquello que suponga un problema de seguridad. Frente a los argumentos conservacionistas de entidades locales, asociaciones o colectivos ciudadanos, la respuesta siempre es la misma: “el bien a demoler no tiene figura de protección, así que o asumes el coste de la reparación y el alquiler con las cláusulas leoninas que te impongo o ya sabes lo que hay”. En nuestra provincia, todos los edificios de estaciones de la provincia de Granada corren peligro de desaparición, incluida la estación del Sur de Granada, los dos poblados ferroviarios de Moreda y Guadix así como el conjunto de la línea ferroviaria desmantelada entre Guadix-Baza-Caniles, además de un importante catálogo de viaductos ferroviarios en desuso (Barrancón, Hacho, barranco del Grao y arroyo Baúl). Junto a ello, un escaso material ferroviario preservado, cada vez en peor estado y en torno al que únicamente se ofrecen propuestas para decoración urbana en plazas y rotondas.

Del patrimonio histórico ferroviario de vía estrecha, la labor conservacionista de D. Vicente se difumina con el paso de los años, especialmente con los vehículos tranviarios preservados: los de tranvías de Granada (los números 1 y 35 además de un remolque-torre de reparaciones)  fueron comprados y trasladados a Zaragoza por José María Valero y los de la Sierra, uno quemado y abandonado a suerte, otro guardado bajo una tela en el Parque de las Ciencias y otro sufriendo los rigores atmosféricos a 2000 metros de altitud. Los remolques o jardineras desaparecieron cuando se urbanizó la parcela donde estaban las cocheras. Algunos juegos de ruedas fueron conservados por Cesáreo Cenarro al recibirlos en su empresa de hierros y chatarra, el cual también conservó una pequeña locomotora de vapor procedente de la cementera de Atarfe. 

Y en torno al patrimonio histórico ferroviario, una serie de edificios industriales (azucareras principalmente) y mineros (minas de Alquife y Marquesado) sin mayor elemento interpretativo de lo que fue la economía de finales del siglo XIX y buena parte del XX.

La creación de un Fundación Pública u organismo vinculado a una institución provincial como la Diputación con la participación de ayuntamientos, fundaciones y colectivos puede dar forma a ese gran proyecto

Recientes propuestas culturales y turísticas como la del Geoparque de Granada, el turismo de localizaciones cinematográficas o el turismo etnográfico e industrial, ofrecen una ventana de oportunidad para articular, poner en valor y dar sentido a todos esos elementos patrimoniales sin catalogar que corren un riesgo real de desaparición. La experiencia demostrada en proyectos como el Museo del Ferrocarril de Mora la Nova en Tarragona, con un importante impulso económico y político en su inicio es un ejemplo a seguir. La creación de un Fundación Pública u organismo vinculado a una institución provincial como la Diputación de Granada con la participación de ayuntamientos, empresas, fundaciones, asociaciones, colectivos y personas individuales puede dar forma a ese gran proyecto discursivo que permita diagnosticar, trazar un plan, promover actuaciones de conjunto, desarrollar proyectos y allegar los fondos necesarios para su efectiva realización. Para ello es imprescindible la complicidad y el concurso de la Delegación Provincial y la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, encargadas de la designación de las figuras de protección conforme a la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz. No me resisto a imaginar el potencial que posee poblado ferroviario y el conjunto de la estación de Guadix para albergar el Museo del Ferrocarril y del Cine de Andalucía, acompañada de una gran escuela de formación asociada a los oficios perdidos.  

Fotomontaje que recuerda un rodaje en la estación de Guadix. Foto: Once upon a time, the Western in Spain.

"Sólo de esta manera podremos frenar esta inexorable desaparición del patrimonio industrial granadino, con objetivos comunes, proyectos definidos y el respaldo de una institución pública que coordine y genere un espacio de confianza, transparencia y profesionalidad"

Sólo de esta manera podremos frenar esta inexorable desaparición del patrimonio industrial granadino, con objetivos comunes, proyectos definidos y el respaldo de una institución pública que coordine y genere un espacio de confianza, transparencia y profesionalidad que permita la financiación de los proyectos. Siempre habrá quien piense que la iniciativa privada lo puede suplir. La experiencia con algunas de ellas, como el proyecto de Tren Turístico Comarca de Guadix conveniado con el CEHFE (Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español) o el proyecto turístico ferroviario El poblado de la Estación en la estación de Moreda, por razones diversas y largas de contar, fracasaron. Y también provocaron no pocas tensiones y malas relaciones entre personas y colectivos afines, hasta el punto de boicotear incipientes proyectos o iniciativas por el solo hecho de quién sea el proponente. De todos es conocida la maldición granadina de proyectos que no cuajan o inversiones que se desvían a otros lugares. La tal maldición proviene de los egos, las envidias, los vetos cruzados o las bendiciones que dan ciertos gerifaltes. El bien superior del elemento a conservar, es este caso el patrimonio industrial granadino, merece realizar ese último y grandioso esfuerzo para orgullo de nuestra sociedad y herencia para las generaciones venideras.