Sus raíces se encuentran en el Observatorio de Cartuja de la Compañía de Jesús

'50 años del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC)'

E+I+D+i - Leandro Sequeiros - Domingo, 27 de Julio de 2025
Esta es la historia del medio siglo de vida del centro de investigación en astrofísica, ciencia espacial y tecnologías asociadas, con sede en Granada, por Leandro Sequeiros, doctor en Ciencias Geológicas y presidente de la Asociación Interdisciplinar José de Acosta (Asinja).
Sede del IAA-CSIC
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El IAA fue fundado en 1975 con el objetivo de crear un centro de investigación en astrofísica, ciencia espacial y sus tecnologías asociadas. En el momento de su creación, el CSIC consideró que, para que el nuevo instituto pudiese adquirir personalidad científica, era necesario disponer de medios de observación propios. Así nació el Observatorio de Sierra Nevada (OSN), siempre ligado a la historia de nuestro centro.

En estos 50 años, las personas que investigan en el IAA han pasado de realizar sus primeros estudios sobre la física de las estrellas, observando con los telescopios del OSN, a investigar actualmente en todas y cada una de las principales áreas de la astrofísica moderna, en todos los rangos del espectro electromagnético, utilizando los mejores telescopios del mundo mediante tiempo de observación competitivo

Desde entonces, el IAA-CSIC no ha parado de crecer. En estos 50 años, las personas que investigan en el IAA han pasado de realizar sus primeros estudios sobre la física de las estrellas, observando con los telescopios del OSN, a investigar actualmente en todas y cada una de las principales áreas de la astrofísica moderna, en todos los rangos del espectro electromagnético, utilizando los mejores telescopios del mundo mediante tiempo de observación competitivo.

De un incipiente grupo de instrumentación, cuya finalidad era medir in situ emisiones de la atmósfera por medio de cohetes de sondeo, se ha pasado a desarrollar instrumentación de vanguardia para telescopios tanto en espacio como en Tierra, formando parte de grandes consorcios internacionales, en algunos casos como investigadores principales del proyecto correspondiente.

En estos 50 años de historia, la contribución del IAA al avance del conocimiento ha sido fundamental: hemos estudiado el campo magnético solar con gran nitidez, orbitado un cometa, descubierto más de 60 exoplanetas con el instrumento CARMENES, encontrado los gérmenes de los discos protoplanetarios, estudiado cómo se forman las estrellas en las galaxias, obtenido las primeras imágenes de agujeros negros, cartografiado grandes muestras de galaxias, entre otros. Y todo ello lo hemos publicado en las mejores revistas del campo de la astrofísica. Actualmente, publicamos más de un artículo por día del año, habiendo superado las 400 publicaciones en el año 2024.

Este medio siglo ha venido guiados por la curiosidad, por el deseo de conocer y aprender, por el rigor científico, por el entusiasmo de muchas personas que han llevado al Instituto de Astrofísica de Andalucía a lo que es hoy en día: un centro de excelencia “Severo Ochoa”

Este medio siglo ha venido guiados por la curiosidad, por el deseo de conocer y aprender, por el rigor científico, por el entusiasmo de muchas personas que han llevado al Instituto de Astrofísica de Andalucía a lo que es hoy en día: un centro de excelencia “Severo Ochoa”, reconocido por primera vez en 2018 por el Ministerio de Ciencia e Innovación, acreditación que volvió a obtener en el año 2023 y que aún disfruta.

¿Cómo surge el IAA?

La década de los setenta puede identificarse, sin lugar a dudas, como el momento en el que comienza el auge de la astronomía moderna en España.

Los nuevos telescopios que se están fabricando entonces en Europa deben ser instalados en lugares excelentes para que la observación astronómica se lleve a cabo en óptimas condiciones, lo que coloca a nuestro país en una situación de privilegio. El Reino Unido, Alemania, Suecia y Holanda, entre otros países europeos, comienzan a interesarse por las condiciones astronómicas de algunas regiones y, poco más tarde, inician negociaciones con el Gobierno Español para tratar de establecer los correspondientes acuerdos de colaboración en el ámbito de la astronomía.

Algunas zonas de las Islas Canarias y del Sureste de la Península destacan claramente entre un conjunto muy amplio de lugares potencialmente interesantes, y es en ellas donde comienzan a instalarse los grandes complejos observacionales europeos del Hemisferio Norte

Algunas zonas de las Islas Canarias y del Sureste de la Península destacan claramente entre un conjunto muy amplio de lugares potencialmente interesantes, y es en ellas donde comienzan a instalarse los grandes complejos observacionales europeos del Hemisferio Norte. La Palma, Tenerife, Almería y Granada constituyen las respectivas sedes de los observatorios más importantes de Europa.

Sin embargo, la situación de las actividades astronómicas en España era por entonces muy precaria, a pesar de que a mediados de los años sesenta se había iniciado ya un intento de modernización del sector. Tanto en Canarias como en la Península se habían llevado a cabo notables esfuerzos para tratar de revitalizar viejas instalaciones (caso de Granada con el Observatorio de Cartuja que fue fundado por la Compañía de Jesús en 1901 e inaugurado en junio de 1902), o de reconducir otras más recientes hacia líneas de trabajo más novedosas y competitivas (caso de Canarias con el Observatorio del Teide). De cualquier forma, estas acciones se realizaron en condiciones muy poco favorables y su alcance no llegó a traspasar unos límites modestísimos que en nada hacían suponer un cambio tan importante como el que se produjo.

Este tipo de razones subyacía en el planteamiento que en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se hacía a la hora de abordar la posible potenciación de una disciplina tradicionalmente muy modesta dentro del Patronato "Alfonso el Sabio", por entonces en pleno vigor.

Pero las raíces del IAA deben buscarse en el Observatorio de Cartuja de Granada, a comienzos del siglo XX

La existencia de pequeños y activos grupos de investigación en la Universidad de La Laguna y la Universidad de Granada resultó ser un factor decisivo a la hora de que el CSIC decidiese la creación del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), con sedes en La Laguna (1974) y Granada (1975), respectivamente.

Pero las raíces del IAA deben buscarse en el Observatorio de Cartuja de Granada, a comienzos del siglo XX.

Algunos datos sobre la fundación del Observatorio de Cartuja (1902-1906)

Desde 1889 se realizan trabajos para hacer realidad la fundación. Tiene gran importancia el eclipse de sol de 1900, en una serie de conferencias organizadas con motivo de este evento se plantea la necesidad de crear un Observatorio, iniciativa que se hizo realidad gracias a la familia Osborne, algunos personajes e instituciones granadinas como el Ayuntamiento y Diputación. Los planos originales son del arquitecto E. Fort.

El proyecto inicial del Observatorio de Cartuja era muy ambicioso y su objetivo era tender puentes entre la Ciencia y la religión. Tenía tres secciones: la sección astronómica, la geodinámica (sísmica) y la meteorológica. Desde 1903 cuenta con un Boletín: Observatorio Astronómico, Geodinámico y Meteorológico de Cartuja.

FOTO DE MIEMBROS DEL OBSERVATORIO entre los que destacan el P. Sánchez- Navarro Neumann, que fue director del Observatorio desde 1907 hasta 1920 (segundo por la izquierda sentado) y el P. Antonio Due Rojo, que fue director del Observatorio desde 1940 hasta 1964 (cuarto por la izquierda sentado). No se conoce la fecha de la fotografía.

Breve recorrido histórico de los primeros años

El primer director del Observatorio de Cartuja fue el jesuita  P. Juan de la Cruz Granero, al que le siguieron los jesuitas P. José Mier y Terán, P. Ricardo Garrido, P. Juan Murillo, P. Cándido Guerrero, P. Manuel María Sánchez-Navarro Neuman (1906-1932, 1938-1940), Félix Gómez Guillamón (193-1938), P. Antonio Due (1940-1965), P. Teodoro Vives Soteras (1965-1968) y P. Matías García Gómez (1969-1970). A partir de esta fecha pasó a depender de la Universidad de Granada en virtud de un Convenio entre la Universidad de Granada y la Compañía de Jesús.

La parte Sismológica utilizaba en sus inicios un par de péndulos horizontales Stiattesi, un gran Vicentini con pantógrafo, una componente vertical y un sismoscopio. Mas tarde se compró un Wiechert

La parte Sismológica utilizaba en sus inicios un par de péndulos horizontales Stiattesi, un gran Vicentini con pantógrafo, una componente vertical y un sismoscopio. Mas tarde se compró un Wiechert.

En agosto de 1906 se hizo cargo de la Sección Sísmica el P. Manuel Sánchez-Navarro Neumann. A partir de 1908 comienza a funcionar la Estación Sismológica propiamente dicha aparatada del Observatorio. Gracias a la colaboración de los HH. Coadjutores Alfonso Pérez y Salvador Parra logró que el Observatorio se convirtiera en uno de los mejores centros del mundo dedicado a la Sismología.

A finales de 1906 se emprendió la construcción de un péndulo horizontal, tipo Omori. El 6 de Junio había acabado de montar un péndulo bifilar de 305 kg. que denominó Cartuja.

Trató de comprar un Wiechert de 1000 a 1200 kgs. pero ante la falta de dinero determinó construirlo. Fruto de estos trabajos fueron dos Cartuja bifilares. También logró el Cartuja vertical de 280 kgs. de masa

Trató de comprar un Wiechert de 1000 a 1200 kgs. pero ante la falta de dinero determinó construirlo. Fruto de estos trabajos fueron dos Cartuja bifilares. También logró el Cartuja vertical de 280 kgs. de masa.

En 1911 y 1912 se construyó un nuevo modelo de tremómetro portátil y otro péndulo vertical Cartuja de 87 kgs. de masa para estudiar terremotos cercanos y una componente vertical. En 1913 otro tremómetro y varias piezas destinadas a un péndulo de unas 2 toneladas de masa.

Entre los colaboradores de esta primera etapa que finaliza en 1919 están los HH. Esteban Tortosa (1907-1908), Luis López (1908-1912), el mecánico H. Alfonso Pérez, HH. Antonio Parra (1907-1908), Miguel Jiménez (1908), Carlos Linares (1909), Antonio Sola (1911-1913) y Salvador Parra.

El 13 de Octubre de 1920 por una Real Orden se declara de Utilidad Pública la Estación Sismológica de Cartuja (Granada), una subvención del Instituto Geográfico permite iniciar la era de las construcciones más recientes, comenzando con el sismógrafo Berchmans, siguió el Javier, el Belarmino, un barógrafo de mercurio denominado Loyola, más tarde con el P. Due el Cartuja Máximo

El 13 de Octubre de 1920 por una Real Orden se declara de Utilidad Pública la Estación Sismológica de Cartuja (Granada), una subvención del Instituto Geográfico permite iniciar la era de las construcciones más recientes, comenzando con el sismógrafo Berchmans, siguió el Javier, el Belarmino, un barógrafo de mercurio denominado Loyola, más tarde con el P. Due el Cartuja Máximo.

La participación del Observatorio de Cartuja en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929 fue un gran éxito sobre todo por las secciones de Sismología y Meteorología. El rey D. Alfonso XIII honró con su presencia la inauguración de la Exposición y el Pabellón de Granada, el Observatorio consiguió Medalla de Oro y Gran Premio de la exposición. Se construyeron un barógrafo de gran sensibilidad y el variógrafo Breboe.

Poco después el Observatorio fue incorporado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas con lo que inicia una nueva etapa que daría esplendor a la ciencia sismológica y sobre todo a este centro granadino

A principios de 1932 se produjo la incautación del Observatorio por parte del Gobierno de la República. Tras un paréntesis de varios años se devuelve el 11 de agosto de 1938. En 1940, poco antes de la muerte del P. Sánchez-Navarro, ocupó el puesto de Director el P. Antonio Due Rojo[1]. Poco después el Observatorio fue incorporado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas con lo que inicia una nueva etapa que daría esplendor a la ciencia sismológica y sobre todo a este centro granadino.

La etapa del P. Sánchez Navarro-Neumann es la más fructífera del Observatorio en cuanto los aparatos sismológicos dieron gran fama al Observatorio y su autor fue considerado como una de las figuras más prestigiosas de la Sismología mundial.

Conocemos una relación de los distintos instrumentos y aparatos de cada una de las secciones. Existe una rica correspondencia que nos permite ver como las grandes figuras de la Sismología estaban relacionadas con el Observatorio granadino. Hemos contabilizado 155 centros extranjeros que mantienen correspondencia y publicaciones con Granada

Durante la etapa del P. Due conocemos numerosos informes sobre el personal del Centro, materiales, distintas secciones del Observatorio, obras realizadas en el edificio, con la mejora del personal se puede iniciar una etapa investigadora que daría sus frutos en numerosas publicaciones nacionales e internacionales. Conocemos una relación de los distintos instrumentos y aparatos de cada una de las secciones. Existe una rica correspondencia que nos permite ver como las grandes figuras de la Sismología estaban relacionadas con el Observatorio granadino. Hemos contabilizado 155 centros extranjeros que mantienen correspondencia y publicaciones con Granada.

El P. Due estuvo muy conectado con el mundo científico extranjero y español, en éste, fue miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas del Ministerio Español de Educación y Ciencia. Intervino, por supuesto en otras Asociaciones científicas del extranjero, a cuyos congresos asistía con intervención personal. Todo ello aparte de su labor diaria en el Observatorio, sus clases en la Facultad de Teología de Granada y en la Facultad de Filosofía de Chamartín-Alcalá, actividades editoriales, etc. Publicó unos 600 trabajos y entre ellos varios libros.

En internet[2] puede encontrarse datos de gran interés para reconstruir la memoria histórica del Observatorio de Cartuja, que pasó de la Compañía de Jesús a la Universidad de Granada en 1971. Los jesuitas llevaron durante 70 años el peso de esta institución que ahora prosiguen el Instituto Andaluz de Geofísica (dependiente de la Universidad de Granada), y el Instituto Astrofísico de Andalucía (dependiente del CSIC)

Las páginas que siguen están inspiradas en un excelente informe: “Fundación del Observatorio de Cartuja. Primeros años de funcionamiento (1902-1906)” de Manuel Espinar Moreno. Investigador del Instituto Andaluz de Geofísica y. Prevención de. Desastres Sísmicos.- Universidad de Granada).

Unos inicios complejos en un mundo complejo

La fundación del Observatorio de Cartuja se debe a la confluencia de una serie de circunstancias diversas: unas son circunstancias personales, y otras de índole científica y otras económicas.

El terremoto de 1884 había dejado en las provincias de Granada y Málaga unas secuelas difíciles de olvidar. Por ello cuando el P. Granero y sus colaboradores piensan establecer el Observatorio analizan el terreno y deciden colocarlo en la Cartuja

El P. Ricardo Garrido, S.J[3] nos recuerda años más tarde que tenía que evocar las figuras que le habían precedido en las tareas científicas del Observatorio. Alude en una de las primeras publicaciones del centro[4]   como el nacimiento se debía a la feliz iniciativa del R. P. Juan de la Cruz Granero. Este luchó porque se hiciera realidad aquel proyecto por su amor a la Ciencia, en especial a la Astronomía. Estaba convencido de que había que establecer en Granada un Observatorio que dependiera del Colegio Noviciado del Sagrado Corazón de la Compañía de Jesús para que los jóvenes religiosos pudieran adquirir una amplia formación científica y enseñarla después cuando ejercieran el profesorado.

El terremoto de 1884 había dejado en las provincias de Granada y Málaga unas secuelas difíciles de olvidar. Por ello cuando el P. Granero y sus colaboradores piensan establecer el Observatorio analizan el terreno y deciden colocarlo en la Cartuja. Otros observatorios se fundaron años más tarde en Málaga, Almería, Murcia y Alicante. Todos pretendían estudiar la sismicidad de esta región que era muy activa desde el punto de vista sísmico.

La idea era fomentar los estudios astronómicos, sísmicos y meteorológicos muy poco favorecidos en aquellos tiempos en España

Nos recuerda años más tarde un artículo editado en el Boletín del Observatorio aquellos días en los que se pretendía construir el observatorio. La idea era fomentar los estudios astronómicos, sísmicos y meteorológicos muy poco favorecidos en aquellos tiempos en España. Nos dice: "La insegura marcha de la política española de aquellos días, los estragos que la revolución venía haciendo en la fé del pueblo y los acentuados síntomas de persecución religiosa que se observaban, hicieron creer a muchos que el proyecto de los PP. Jesuitas era descabellado y de muy pocas halagüeñas esperanzas".

El P. Granero dejó testimonio de aquellos pesimismos en unos párrafos en una carta dirigida al Director de la Rev. Razón y Fe. Dice así: "Por aquí parece a algunos calaverada inoportuna la idea de erigir un observatorio importante, y confiar su dirección, en los tiempos que corren, a religiosos de la Compañía de Jesús".

Añade: "Otros, por el contrario, juzgan la época presente como la más indicada para que se dediquen a estudios astronómicos, seísmicos y meteorológicos los hijos de San Ignacio. Que, si éstos no sienten muy segura bajo sus pies la tierra que pisan, y sobre sus cabezas ven que se arremolinan los vientos y amenazan ya lentas tempestades, nada tiene de extraño que alcen sus miradas al cielo, para ver si con poderosos telescopios alcanzan a descubrir por esos mundos de Dios otro planeta que para ellos tenga condiciones de habitabilidad más aceptable que el nuestro"[5].

Por ello mandó al P. Granero, al P. Ramón Martínez y al Hermano Luis Hurtado que se trasladaran a observar un eclipse de sol que tendría lugar en 1900 para que estudiaran el evento

Estas ideas del p. Juan de la Cruz Granero se vieron reforzadas por el p. Provincial Jaime Vigo i Pi (nacido en 1841, debía tener 60 años) que vio en este proyecto una gran institución dedicada al servicio de la sociedad y de la ciencia. Por ello mandó al P. Granero, al P. Ramón Martínez y al Hermano Luis Hurtado que se trasladaran a observar un eclipse de sol que tendría lugar en 1900 para que estudiaran el evento.

Llegaron a la localidad albaceteña de Tobarra y estudiaron el eclipse[6]. En otras publicaciones se alude a que se trasladaron hasta la localidad murciana de Totana. El equipo empleado estaba compuesto de varios aparatos del gabinete de Física, entre ellos un anteojo Secretan de 160 mm. de abertura y 2´3 m. de distancia focal, cámaras fotográficas, etc[7]. Tras todo ello al volver a Granada ambos estudiosos prepararon una Conferencia Científica a la que acudió un ilustrado y selecto público.

Esta tuvo lugar el día 10 de junio, se utilizaron proyecciones y se presentó un abundante material sobre el evento. De estas efemérides podemos decir que nace la fundación del Observatorio, se pensó añadir al Colegio unas dependencias donde los estudiantes de la Compañía pudieran mejorar sus conocimientos. Los granadinos apoyaron la iniciativa y dieron un gran impulso pero sus esfuerzos no fueron suficientes para lograr la idea que defendían los PP. de la Compañía de Jesús. Los estudiantes cursaban ciencias y letras.

Los granadinos apoyaron la iniciativa y dieron un gran impulso pero sus esfuerzos no fueron suficientes para lograr la idea que defendían los PP. de la Compañía de Jesús. Los estudiantes cursaban ciencias y letras

Entre ellos se encontraba uno que iba a tener un papel fundamental en aquellos momentos, más tarde jesuita P. Antonio Osborne. Este ofreció destinar a aquel fin parte de la legítima familiar. La idea del joven religioso fue que se construyera un centro como el que había en Georgetown dirigido por el P. J. G. Hagen o el de Stonyhurst bajo la dirección de W. S. Sidgreaves.

El P. Sánchez Navarro Neumann con motivo de los 25 años del Observatorio dictó una conferencia titulada "La estación sismológica de Cartuja (Granada), a cargo de un P. de la Compañía de Jesús, y su labor científica (1903-1928)", aquí vuelve a plantear un poco de historia sobre aquella fundación de la que sacamos las siguientes palabras: "A consecuencia de una brillante conferencia pública, tenida a raíz del eclipse de sol de 1900, en la que el R. P. Juan de la Cruz Granero, S. J., de santa memoria, demostró lo mucho que supo aprovecharse de los mezquinos medios con que contara, uno de los entonces hermanos estudiantes, P(adre). desde hace bastantes años, pensó haría una obra que redundaría en la mayor gloria de Dios, si empleaba parte de su cuantiosa dote en la fundación de un observatorio. La idea mereció la aprobación de los Superiores, y el Observatorio Astronómico y Meteorológico de Cartuja (Granada), con su hermosa ecuatorial de 33 cm. de abertura y 535 de distancia focal, y su muy completa instalación meteorológica, no tuvieron otro origen".

".. le agregó también una Sección Sísmica a título de ensayo, ya que lo reducido del local no permitía otra cosa. Con este objeto montó sobre el pilar de la ecuatorial un par de péndulos horizontales Stiattesi de unos 208 kilogramos de masa cada uno y un Vicentini con pantógrafo de 308, con su correspondiente componente vertical de 45, sismógrafos construidos todos en Florencia"

En otro de sus escritos nos comenta Navarro Neumann que el P. Juan de la Cruz Granero era el fundador del Colegio Noviciado del Sagrado Corazón, cuando decidió fundar el Observatorio ya pensaba dedicar una parte a la sismología, así pues: ".. le agregó también una Sección Sísmica a título de ensayo, ya que lo reducido del local no permitía otra cosa. Con este objeto montó sobre el pilar de la ecuatorial un par de péndulos horizontales Stiattesi de unos 208 kilogramos de masa cada uno y un Vicentini con pantógrafo de 308, con su correspondiente componente vertical de 45, sismógrafos construidos todos en Florencia"[8].

La fundación de una institución científica: el Observatorio de Cartuja (1901)

Había que financiar la obra y hacerla realidad. La casualidad deparó que la Condesa viuda de Osborne y su hijo Antonio, también jesuita, aportaran los medios para comenzar las obras. Antes de empezar a edificar se encargó al P. Granero que realizara un viaje por Inglaterra, Francia e Italia para que adquiriera materiales, se informara de los principales estudiosos y contratara aparatos dedicados a la Astronomía, Meteorología y Sismología.

Con todo ello tras escuchar distintas opiniones encargó algunos aparatos que poco a poco van llegando a Granada. Entre los aparatos adquiridos encontramos un Mailhat con un objetivo de 330 milímetros. Sabemos que el astrónomo francés M. Bigourdan, figura distinguida en la época, ayudó al P. Granero en su empresa y se ofreció a probar en su ecuatorial de la Torre del Este del Observatorio de París aquel objetivo.

También sabemos por el P. Sánchez Navarro-Neumann que el P. Granero cuando fundó el Observatorio fue aconsejado por el célebre sismólogo R. P. D. Guido Alfani, S. P., de Florencia y se trajo cuatro potentes sismógrafos:

También sabemos por el P. Sánchez Navarro-Neumann que el P. Granero cuando fundó el Observatorio fue aconsejado por el célebre sismólogo R. P. D. Guido Alfani, S. P., de Florencia y se trajo cuatro potentes sismógrafos: dos péndulos Stiattesi, un microsismógrafo Vicentini, provisto del pantógrafo del malogrado Dr. G. Pacher, con notables modificaciones, y una componente vertical Vicentini, construidos todos en los acreditados talleres del Observatorio de Quarto di Castello en Florencia, bajo la inmediata dirección del inventor de los primeros el R. P. D. Rafael Stiattesi.

El P. Sánchez Navarro-Neumann nos recuerda estos hechos en 1928 cuando dice aludiendo a la fundación del Observatorio: "El R. P. Granero, S. J., en su visita previa a varios observatorios, incluyó el Ximeniano, de Florencia, en el que acababa de montar el R. P. Don Guido Alfani, S. P., una potente estación sismológica, y por lo que allí vio, y más aún, por los consejos de este sabio escolapio, y por considerar ser Granada, su patria, en unión de sus alrededores, uno de los sitios donde con mayor frecuencia y violencia se suelen sentir los terremotos, de toda España, se decidió a incluir una sección sismológica, con el título más general de Geofísica, en el observatorio que iba a instalar. Con este fin el presbítero secular Don Rafael Stiattessi, de Florencia, constructor de los instrumentos del Ximeniano, recibió el encargo de una colección de sismógrafos, del mismo modelo, con destino al nuevo observatorio de Granada".

En algunos escritos se alude a que ya en 1899 se pensaba en construir el Observatorio pero no se pudo comenzar las obras hasta más tarde en 1901, concretamente la primera piedra se colocó el día 2 de junio de 1901 a las 6.30 horas P. M. de acuerdo a los datos que se conservan

En algunos escritos se alude a que ya en 1899 se pensaba en construir el Observatorio pero no se pudo comenzar las obras hasta más tarde en 1901, concretamente la primera piedra se colocó el día 2 de junio de 1901 a las 6.30 horas P. M. de acuerdo a los datos que se conservan. Nos dice el P. Sánchez-Navarro que fue el arquitecto y profesor D. Enrique Fort el que cedió gratuitamente los planos del edificio y la disposición de la familia Osborne lo hizo realidad. Era un elegante y esbelto pabellón de orden dórico y en él se instalaron los primeros servicios del nuevo centro científico.

El 19 de marzo de 1902 se hizo realidad la creación del Observatorio y con este motivo se nombró como Patrono al Patriarca San José. En el Libro o Álbum de firmas, forrado en terciopelo encarnado, encontramos el 19 de abril la firma del Nuncio Apostólico de Su Santidad, A. Reinaldini (Arzobispo de Heraclio)[9] En un breve período de tiempo se construyó el edificio y fue inaugurado con todos los aparatos el 6 de junio de aquel año.

Este primer edificio trazado por el P. Granero como Director del mismo sufrió modificaciones a lo largo del tiempo para acomodarse a las vicisitudes del personal y a las circunstancias materiales a lo largo de su andadura. La estación se encuentra situada a una corta distancia y al N.-NE. de Granada.

Las coordenadas fueron calculadas teniendo como referencia la torre NW de la Catedral de Granada y el centro de la sala donde estaban los simógrafos estaba a una distancia de 1.975 metros

Las coordenadas geográficas fueron calculadas por el P. Granero y son las siguientes 37° 11´ 37´´ N. y 3° 35´ 44´´ W. Gr y una altitud de 768 m[10]7. Las coordenadas fueron calculadas teniendo como referencia la torre NW de la Catedral de Granada y el centro de la sala donde estaban los simógrafos estaba a una distancia de 1.975 metros. El edificio se encuentra dentro del recinto de la Facultad Teológica y Seminario Mayor de la misma Compañía, donde hacen sus estudios eclesiásticos así los estudiantes jesuitas, como los seminaristas de las diócesis de Granada, Jaén, Guadix y Almería.

La revista El Mundo Científico de agosto de 1903 se hacía eco de la fundación del nuevo Observatorio con las siguientes palabras: "La ciudad de Granada cuenta desde principios de año, con un nuevo é importante centro científico: el observatorio astronómico, meteorológico y geodinámico, del que los PP. jesuitas que lo dirigen han dado fé de vida con la esmerada publicación del boletín mensual de las observaciones allí efectuadas durante los meses de enero y febrero de este año. No podía elegirse mejor campo de observación para fundar en él el nuevo establecimiento. Si el cielo de Granada es espléndido como pocos, la tierra trepida aún allí con el eco de terribles sacudidas, y en el seno de su atmósfera se elabora la riqueza ó la miseria de una dilatada comarca, de uno de los oasis más preciados de los desiertos ibéricos".

Defendió que el nuevo Observatorio tendría que comprender tres secciones: astronómica, geodinámica y meteorológica, y la geodinámica se reduciría a lo sísmico pues los cables de alta tensión y los tranvías de la capital hacían ineficaz la instalación de otros aparatos para estudiar fenómenos relacionados con el magnetismo terrestre y las corrientes telúricas

Tras su vuelta a Granada el granadino P. Granero defendió que el nuevo Observatorio tendría que comprender tres secciones: astronómica, geodinámica y meteorológica, y la geodinámica se reduciría a lo sísmico pues los cables de alta tensión y los tranvías de la capital hacían ineficaz la instalación de otros aparatos para estudiar fenómenos relacionados con el magnetismo terrestre y las corrientes telúricas.

Aunque se hicieron estudios sobre corrientes telúricas no se obtuvieron resultados satisfactorios por lo que los aparatos adquiridos se devolvieron y se deshicieron las obras hechas para su instalación.

El Observatorio comenzaba su andadura de acuerdo a las ideas del P. Granero. El primer Boletín del Observatorio corresponde a finales de 1903, tiene como título Observatorio Astronómico, Geodinámico y Meteorológico de Cartuja. Encontramos reseñas de trabajos científicos y las primeras observaciones meteorológicas, desde entonces no se han interrumpido hasta ahora, y el estudio de las actividades solares, que sí fueron interrumpidas más tarde para de nuevo volver a ellas en la segunda etapa del Observatorio.

Para la sección astronómica se destinó la ecuatorial Mailhat con un buen micrómetro de posición[11], diafragma iris, cámaras fotográficas ordinarias, ampliadora y dos buscadores, el mayor de ellos de 109 mm de abertura, objetivo fotográfico, regulador Foucault, dos espectroscopios Grubb, oculares, etc. La colocación del micrómetro era delicada, difícil de ajustar la posición y distancia focal, se le añadió al anteojo un tubo lateral sobre los que se colocaban los oculares o se adaptaban los espectroscopios utilizando un espejo inclinado 45º que desvía hacia el tubo los rayos luminosos recibidos del objetivo.

Las observaciones meridianas contaban también con un círculo meridiano construido por M. Mailhat, con objetivo de 58 mm de abertura y 62 cm de distancia focal, ocular micrométrico, prismas zenital y nadiral con lente correctora, círculo dividido provisto de dos microscopios micrométricos que permitían apreciar el segundo de arco

Las observaciones meridianas contaban también con un círculo meridiano construido por M. Mailhat, con objetivo de 58 mm de abertura y 62 cm de distancia focal, ocular micrométrico, prismas zenital y nadiral con lente correctora, círculo dividido provisto de dos microscopios micrométricos que permitían apreciar el segundo de arco, una mira con objetivo de 50 metros de distancia focal y dos niveles muy sensibles.

En la parte sismológica tenemos que decir que los primeros sismógrafos del Observatorio fueron un par de péndulos horizontales Stiattesi, un gran Vicentini con pantógrafo, una componente vertical y un sismoscopio. Quedaron instalados y suspendidos del sólido pilar que sirve para sostener la ecuatorial y rodeados por una gran vitrina. El pilar ocupa hoy el centro de la rotonda del Observatorio y sobre él está instalado un viejo telescopio al que le faltan las lentes y otras piezas todo resguardado por la cúpula.

Este material para la fecha de 1902 podía considerarse de primer orden, sabemos que comenzó a funcionar con regularidad a partir del 1 de enero de 1903, con los datos obtenidos se iniciaron las publicaciones sismológicas de Cartuja bajo el epígrafe "Sección Sísmica" que se incluyeron en el Boletín Mensual Astronómico, Geodinámico y Meteorológico del Observatorio, continuaron bajo la dirección del P. Ramón Martínez hasta fines de julio de 1906[12]. Desde 1902 a 1906 fue el encargado de la Sección Sísmica el P. Martínez.

En agosto de 1903 en la información de El Mundo científico se decía que de las tres secciones del Observatorio de Cartuja no estaban todas en funcionamiento. Destaca la importancia del instrumental dotado pues es de "lo más perfecto que la moderna mecánica fabrica, desde el hermoso anteojo ecuatorial cobijado en la cúpula que corona el edificio, hasta los aparatos meteorológicos, así registradores como de observación directa, que han sido traídos de los talleres de Richard y de Pellin, y los péndulos sismográficos adosados al pilar del ecuatorial, entre el suelo y el piso en que se efectúan las observaciones astronómicas".

En aquellos momentos sólo se habían inaugurado las secciones meteorológica y sísmica, contaban con registradores de vientos, temperaturas, presión atmosférica, lluvia, humedad e insolación, etc., para lo sísmico con un microsismógrafo Vicentini de 2 segundos de período y 155 veces de amplificación, dos sismógrafos horizontales y un subultorio de 116 veces de amplificación

En aquellos momentos sólo se habían inaugurado las secciones meteorológica y sísmica, contaban con registradores de vientos, temperaturas, presión atmosférica, lluvia, humedad e insolación, etc., para lo sísmico con un microsismógrafo Vicentini de 2 segundos de período y 155 veces de amplificación, dos sismógrafos horizontales y un subultorio de 116 veces de amplificación. El Vicentini pesaba 380 kilogramos y la banda de papel que traza las curvas es de 3 metros, y adelanta 15 milímetros por minuto. El subultorio pesaba 48 kilogramos y daba 69 oscilaciones por minuto. Los horizontales pesaban cada uno 340 kilogramos, el primero aumenta 21´30 y el otro 25´24, la banda de papel tiene 3 metros y daba una vuelta completa en 6 h y 5 m. Tuvieron que ser protegidos con una vidriera cerrada para defenderlos de las corrientes de aire.

Esta precaución se había tenido que tomar por la gran movilidad de los péndulos pues oscilaban y trazaban curvas de varios milímetros de amplitud. También esta causa obligó a fijar los cronógrafos en el muro, antes estaban sujetos a los sostenes de las agujas registradoras. Al marcar ligeras inflexiones en las curvas porque los electroimanes chocaban las armaduras de hierro a que iban unidas y se producían alteraciones notables.

El P. Ramón Martínez ideo una serie de cambios como la instalación de un péndulo detrás del pilar que sostiene los sismógrafos, el segundero del péndulo termina en una punta de platino que toca cada minuto una lámina de platino suspendida sobre la esfera del reloj. De esta forma no se opone resistencia al movimiento de la aguja y se permite el contacto y paso de la corriente que mueve los cronógrafos.

También cuando ocurren terremotos locales se facilita el estudio de las curvas registradas por el Vicentini. Como los registros estaban muy enmarañados se le preparó con un motor que comunicaba mayor velocidad al ocurrir terremotos locales y durante un corto período de tiempo. Todas las modificaciones introducidas fueron publicadas en el Boletín del Observatorio de Cartuja.

Como los registros estaban muy enmarañados se le preparó con un motor que comunicaba mayor velocidad al ocurrir terremotos locales y durante un corto período de tiempo. Todas las modificaciones introducidas fueron publicadas en el Boletín del Observatorio de Cartuja.

El P. Sánchez Navarro recuerda años después los problemas de estos sismógrafos y su instalación, nos dice: "El local que se construyó para el Observatorio de Cartuja, suficiente para el fin al que se le destinaba, no lo era para soportar esos aditamentos a su instrumental, y más sismógrafos de la balumba de los péndulos horizontales Stiattessi, cuyas armazones miden 3´40 metros entre el punto de suspensión y el de apoyo y exigen un espacio libre, en sentido horizontal, de 2´70 metros. Hubo que montar a los dichos sismógrafos, en unión de los restantes, en el mismo pilar de la ecuatorial, con los gravísimos inconvenientes que era de suponer, y otros que se vieron después, por cierto nada despreciables, y debidos a los descentrados que ocurrían a cada paso, y que exigían muy molestas operaciones para remediarlos, de no abandonar los dichos instrumentos a su suerte, perdida su sensibilidad, por otra parte bastante notable, gracias al fenómeno de las resonancias".

Tras estos primeros años a primeros de agosto de 1906 se hizo cargo de la Sección Sísmica el P. Manuel Sánchez-Navarro Neumann que continúa las publicaciones con el mismo carácter y cuidado que sus antecesores, hasta que en julio de 1908 cambiaron de forma y aparecieron con otra presentación. También quedó separada la Sección Sísmica del Observatorio y se le denominó Estación Sismológica de Cartuja (Granada), independiente del Observatorio y situada en un local distante unos 420 metros.

Así pues, a partir de 1908 comienza a funcionar la Estación Sismológica propiamente dicha. El p. Antonio Due[13] nos dice sobre este acontecimiento lo siguiente: "que de hecho y de nombre se desarrolló en adelante con independencia y personal diferente y propio; los boletines sísmicos, en la forma sustancialmente a la que hoy tienen, se han publicado ininterrumpidamente desde principios de 1908, en que comenzó a funcionar normalmente el primer sismógrafo de una serie de ellos que han dado a la Estación su carácter propio y la continuidad que avaloran sus registros"[14].

La sección meteorológica contaba con mejores instalaciones pues se vio provista de barómetros inscriptores y normales, termógrafos, pluviómetros, anemo-cinemógrafo y un gran conjunto de aparatos necesarios para lograr un completo y perfecto estudio de los variados elementos meteorológicos y fenómenos atmosféricos que pudieran ocurrir en el clima de Granada

La sección meteorológica contaba con mejores instalaciones pues se vio provista de barómetros inscriptores y normales, termógrafos, pluviómetros, anemo-cinemógrafo y un gran conjunto de aparatos necesarios para lograr un completo y perfecto estudio de los variados elementos meteorológicos y fenómenos atmosféricos que pudieran ocurrir en el clima de Granada.

La estadística solar comenzó a ser una realidad en enero de 1905 como nos pone de manifiesto el P. Garrido: "ha sido siempre después, durante los años sucesivos, uno de los trabajos a que más preferentemente se ha consagrado la atención del Observatorio Astronómico de Cartuja. A la

observación diaria y visual de la fotosfera, se unía la obtención de dibujos de los grupos más interesantes de manchas del Sol. Estos dibujos se publicaban después en nuestros Boletines mensuales juntamente con las coordenadas heliográficas de los centros de perturbación fotosférica registrados durante el mes"[15].

En Febrero de 1905 se estudiaron entre otras cosas un grupo de manchas solares y sus dibujos se publicaron en los Boletines. Estas publicaciones se enviaron a otros Observatorios y centros de investigación con los que se inició una serie de intercambios de publicaciones y correspondencia.

El P. Granero determinó las coordenadas geográficas del Observatorio, hizo algunas observaciones de nebulosas y estrellas dobles y organizó el trabajo con sus escasos colaboradores para atender la organización de las tres secciones: astronómica, meteorológica y sismológica.

Todo ello se consiguió y puso en marcha gracias al esfuerzo y tesón del P. Granero. Pero sus esfuerzos con el Observatorio fueron poco a poco aminorando pues fue nombrado Rector del Colegio Noviciado y tuvo que dedicarse a otras tareas. Sin embargo, continuó trabajando en la obra que había emprendido con grandes esfuerzos, desvelos y cuidados que hicieron que quienes lo conocieron nos digan que fue este esfuerzo "sin duda alguna uno de los actos de virtud más hermosos, en su vida religiosa, siempre ejemplar y edificante, la prontitud y rendimiento de juicio con que, en aras de la obediencia, sacrificó su grande afición a los trabajos científicos y su amor al Observatorio".

En Febrero de 1905 se estudiaron entre otras cosas un grupo de manchas solares y sus dibujos se publicaron en los Boletines. Estas publicaciones se enviaron a otros Observatorios y centros de investigación con los que se inició una serie de intercambios de publicaciones y correspondenci

Poco después en 1904, cuando llevaba dos años como Director, fue trasladado a las tierras meridionales de América para desempeñar el cargo de Visitador primero y de Superior General después de las Misiones que allí tiene la Compañía de Jesús en la provincia de Toledo que abarca las tierras de las repúblicas sudamericanas de Perú, Ecuador y Bolivia.

El gran cariño que sentía por el Observatorio fundado en Granada se manifiesta en la anécdota que nos refiere el P. Ricardo Garrido, nos cuenta que cuando el P. Granero tenía preparado el equipaje para abandonar el Colegio Noviciado camino de la estación de ferrocarril, se encaminó momentos antes al Observatorio y dejó escrito en el Álbum de Visitas su nombre y un dístico gracioso en latín donde parafrasea al poeta. Este dice así:

A las estrellas.... valete. Non ego vos posthac specula sublimis in alta Aetheria fulgere procul de sede videbo.

(A las estrellas.... Adiós. De ahora en adelante, no te veré brillar como un espejo sublime en los altos reinos etéreos, lejos de tu asiento)

Siempre se acordó de esta obra y de sus colaboradores pero continuó su camino en otras tierras y tareas hasta su muerte[16]. Por todo ello siempre se le recordará como el fundador del Observatorio de Cartuja en Granada, centro que destacaría por sus funciones y trabajos poco tiempo después en el mundo de la Sismología, Meteorología y Astronomía.

Directores que siguieron al P. Granero y la gran labor realizada

Al jesuita padre Juan de la Cruz Granero, le sucedió en el cargo el P. José Mier y Terán, mejicano, que decidió dedicar más trabajo al estudio de la actividad solar. Se comienzan a publicar estadísticas en los Boletines Mensuales del Observatorio de Cartuja. Durante el tiempo de su dirección, concretamente en 1905, tuvo lugar un fenómeno importante, el eclipse total de Sol que se iba a producir por lo que se prepararon para su estudio. El eclipse dio ocasión para preparar una expedición científica de mayor envergadura que la de 1900. Se trasladaron hasta Carrión de los Condes en la provincia de Palencia donde recogieron abundantes materiales.

En los años cuarenta había un gran panel y marco conteniendo 43 fotografías del eclipse de 30 de agosto de 1905. El eclipse duró 3 minutos y se lograron sacar 90 fotografías

El padre Due nos cuenta como la expedición se organizó desde Cartuja y contó con la colaboración de los PP. Julio Fenyi y Teodoro Angern, Director y Subdirector del Observatorio de Kalocsa (Hungría). Con ellos se realizaron varias publicaciones y de estos trabajos podemos decir que comenzó a darse a conocer el Observatorio como uno de los centros de investigación científica avanzada.

En los años cuarenta había un gran panel y marco conteniendo 43 fotografías del eclipse de 30 de agosto de 1905. El eclipse duró 3 minutos y se lograron sacar 90 fotografías.

Tras la marcha del P. Granero quedó al cargo de los trabajos uno de sus colaboradores más directos y también fundador del Observatorio, el P. Ramón Martínez. Era compañero del P. Granero y le acompañó a la observación del eclipse de Sol en Tobarra. Este es calificado de hombre virtuoso, trabajador y gran profesional. Continuó durante años las iniciativas y trabajos científicos comenzados por el P. Granero. El P. Ramón Martínez era profesor de Física y Química y trabajó durante más de treinta años en el Observatorio especialmente en las secciones sísmica y meteorológica donde se ve su incansable actividad y amor al trabajo.

Nos dice el P. Garrido que antes de la fundación del Observatorio el P. Martínez había realizado un registro minucioso y diario de los fenómenos meteorológicos que acontecían en Granada. Estas observaciones eran enviadas al Observatorio Central Meteorológico de Madrid y merecieron por parte de sus dirigentes el elogio y la aprobación además de ser muy útil a los científicos de aquellos momentos.

Durante el tiempo que dirigió el Observatorio el P. Granero y sobre todo cuando fue nombrado Rector del Colegio Noviciado, al verse imposibilitado de atender a las tareas que reclamaba contó con el P. Martínez del que tenía un alto concepto "no sólo por su acrisolada virtud sino también por su exquisita habilidad en el manejo y arreglo de los aparatos".

En el Boletín Mensual del Observatorio de Granada. Año I, 1903, nos encontramos las observaciones meteorológicas y sísmicas hechas durante el mes de enero y sucesivos, publicados en la Tipografía de José López Guevara de Granada

En aquellas circunstancias le confió casi totalmente la Dirección del Observatorio. En este tiempo el P. Martínez dirigió la instalación de los sismógrafos y aparatos meteorológicos, y al mismo tiempo preparó para la imprenta los trabajos del Centro que se vieron plasmados en los Boletines que se editaron hasta el año 1906.

En el Boletín Mensual del Observatorio de Granada. Año I, 1903, nos encontramos las observaciones meteorológicas y sísmicas hechas durante el mes de enero y sucesivos, publicados en la Tipografía de José López Guevara de Granada.

Se dice que desde finales de 1902 se estaban estudiando los aparatos de la sección sísmica para utilizarlos "con seguridad completa desde el principio del corriente". Las dificultades fueron numerosas y a partir del 3 de enero se empiezan a recoger noticias sismológicas. Sin embargo, pese a que los aparatos estaban funcionando su falta de aislamiento hacía que influyeran otros movimientos que se podían confundir con las ondas sísmicas.

Al arreglar estos problemas y a pesar de la exquisita sensibilidad no se recogía apenas nada ni se movían ante los cañones de pólvora disparados en la fabrica del Fargue (cerca de Granada) ni con los barrenos de dinamita cercanos a los aparatos. A partir del 3 de enero se empiezan a recoger noticias sobre movimientos en el micro-seismógrafo Vicentini y en el Zöllner. En el mes de Febrero en la Sección Geodinámica se describen el V centini y otros aparatos con las innovaciones llevadas a cabo por el P. Martínez para obtener datos más fiables.

Así se registró el terremoto del 29 de abril que destruyó muchas poblaciones del distrito turco de Van en Armenia donde murieron más de dos mil personas en la ciudad de Melazgerd y pueblos de sus alrededores. A partir del Boletín de Febrero se suplica en la portada que se realicen intercambio de publicaciones. Los boletines de 1904 y 1905 cambian de forma.

En el Boletín de 1906 encontramos un informe del P. Sánchez Navarro-Neumann en el mes de agosto sobre el sismograma del terremoto de Valparaíso que causó grandes pérdidas y destrozos en Santiago y otras ciudades hasta Talca. En el mes de septiembre realiza otro análisis del terremoto de 30 de agosto en Bodö en el Ártico en un distrito de Noruega.

En el verano de 1906 sus superiores pensaron que el P. Martínez debía de descansar de tanto trabajo pues era un hombre que no podía estar ocioso como demuestra su vida laboriosa. Le destinaron al Colegio de San Luis Gonzaga que tenía la Compañía en el Puerto de Santa María (Cádiz). Al llegar allí se encontró con viejos amigos y continuó sus trabajos en la enseñanza.

Además de otras ocupaciones accesorias tuvo por encargo de sus Superiores la dirección de la Sección Meteorológica, trabajo bastante en este campo y preparó la redacción de algunos Boletines y cuadros comparativos de los fenómenos meteorológicos

En aquellos momentos se destinó al Observatorio al hermano escolar Rafael Barraquer que había acabado sus estudios de Filosofía. Además de otras ocupaciones accesorias tuvo por encargo de sus Superiores la dirección de la Sección Meteorológica, trabajo bastante en este campo y preparó la redacción de algunos Boletines y cuadros comparativos de los fenómenos meteorológicos. Su papel, aunque no tan importante como el de los PP. Granero y Martínez es digno de recuerdo. Sin embargo, su vida llena de esperanza para la Ciencia por su copioso trabajo se vio súbitamente interrumpida pues inesperadamente le llegó la muerte.

Nos recuerda el p. Garrido que era hombre de trato exquisito y amable que le granjeó el amor y el cariño de religiosos y seglares que le conocieron y trataron. Por último, entre los beneméritos se cita al Hermano Coadjutor Salvador Parra, trabajador incansable, hombre humilde y complaciente. Tomó parte activa en las tareas del Observatorio en especial en la sección meteorológica.

Fue ayudante del p. Ricardo Garrido durante varios años. Sus Superiores le encargaron desde 1906 la Estadística foto-heliográfica, obtención de las fotografías solares, y gracias a su trabajo tiene el Observatorio un importante archivo foto-heliográfico[17]. Se le encargó después tareas en la sección sísmica y demostró poseer unas cualidades y aptitudes excepcionales para la mecánica pues gracias a su labor estaban en funcionamiento los aparatos registradores y arregló muchos de ellos.

Su labor se vio interrumpida años más tarde cuando fue enviado primero a Madrid y luego al Colegio de San Luis del Puerto de Santa María donde le sorprendió la muerte cuando fue nombrado ayudante del p. Prefecto del Colegio y ayudaba al profesor de Física en las tareas y clases.

Tras la dirección del P. Mier y Terán fue designado el p. Ricardo Garrido. Continuó los estudios heliográficos y publicaciones astronómicas especialmente entre 1908 y 1913. El Observatorio tuvo que limitar su actividad por la escasez de medios materiales para lograr resultados de primer orden y en especial por los problemas económicos que subsistieron durante su mandato y el de sus sucesores.

Este tipo de trabajos perduran y se acentúan desde 1908 a 1913 aunque continuaron siempre aunque con pequeños intervalos hasta 1941. En esta etapa de los años iniciales se lograron buenos resultados en espectrografía, observaciones de eclipses, cometas, planetas, etc.

En primer lugar, fue el p. Juan Murillo y luego el p. Cándido Guerrero. La etapa de 1906 y 1907 fue crítica para el Observatorio de Cartuja. Los trabajos más importantes en la Sección Astronómica se centraron casi exclusivamente en la estadística solar de manchas y fáculas a partir de 1905 y se publicaban en el Boletín y otras revistas del extranjero.

Este tipo de trabajos perduran y se acentúan desde 1908 a 1913 aunque continuaron siempre aunque con pequeños intervalos hasta 1941. En esta etapa de los años iniciales se lograron buenos resultados en espectrografía, observaciones de eclipses, cometas, planetas, etc.

Estas fueron las personas que hicieron realidad durante unos años el incipiente proyecto del p. Granero, lo mantuvieron y mejoraron hasta la llegada del p. Manuel María Sánchez Navarro-Neumann, uno de los fundadores de la moderna sismología que tanto prestigio dio al Observatorio de Cartuja llevándolo a ser un hito en la Sismología mundial de la primera mitad del siglo XX.

Con la llegada del P. Sánchez Navarro-Neumann el Observatorio va a recibir un gran impulso en sus actividades y labores científicas, secundado por los HH. Coadjutores Alfonso Pérez y Salvador Parra, comienza la reorganización y creación de la Estación Sismológica.

Los nuevos trabajos llevan a que Cartuja destaque pronto en los estudios de Sismología, una rama de la Meteorología que por aquellos días estaba en un continuo desarrollo. El propio Sánchez Navarro-Neumann publicó varios trabajos sobre observaciones astronómicas pero el verdadero investigador de la Meteorología fue el H. Luis Hurtado.

La labor de Sánchez Navarro hizo que los materiales conseguidos en sus sismógrafos fueran abundantes y sirvieron para lograr avances importantes, así las gráficas de los bifiliares utilizadas por los investigadores en un terremoto de foco próximo a Melilla, llevaron a D. Vicente Inglada y Ors a identificar, por primera vez en España, las ondas reflejadas en la capa de discontinuidad de Mahorovicic[18]

La labor de Sánchez Navarro hizo que los materiales conseguidos en sus sismógrafos fueran abundantes y sirvieron para lograr avances importantes, así las gráficas de los bifiliares utilizadas por los investigadores en un terremoto de foco próximo a Melilla

El p. Sánchez Navarro-Neuman nos dice que desde 1902 se habían ido publicando todos los años algunos trabajos como Boletines mensuales, trimestrales, resúmenes anuales, artículos de vulgarización, memorias y algún pequeño libro, se había comunicado datos instrumentales por correo y telégrafo, algunas conferencias científicas hasta que por fin se han ideado e instalado nuevos instrumentos construidos en los talleres del Observatorio a cargo de los HH. Coadjutores de la Compañía de Jesús.

Las labores se desarrollaron en medio de dificultades entre las que destaca la falta de personal, medios económicos y escasez de rentas.

El 18 de junio de 1913 el p. Navarro-Neumann recordaba algo muy importante sobre la Estación Sismológica de Cartuja cuando trataba de trazar la historia de las vicisitudes por las que había ido pasando hasta constituirse en un centro importante para la investigación de aquellos momentos "con gran modestia en verdad, pero con gran independencia, por no contar con subvención alguna que le imponga deberes que cumplir, lo que no obsta para que haya prestado gustosa cooperación a los servicios del Estado siempre que haya recibido la menor indicación de autoridades gubernativas y judiciales"[19].

Nos dice que en el antiguo Boletín del Observatorio se habían ido publicando numerosas reproducciones de sismogramas y una descripción de los instrumentos utilizados en el Centro. Los aparatos dieron origen a un artículo del p. Juan de la Cruz Granero en la Revista Razón y Fe en Madrid. Los sismogramas también fueron editados por el p. Granero. Los títulos de ambas publicaciones son: "Observatorio de Granada. Sección Geodinámica", Razón y Fe, Agosto 1902, pp  511-520, lámina 1, figura 9, y "Sección Geodinámica", Boletín mensual del Observatorio de Granada, Febrero 1903, pág. 2, lám. 1, figura 1.

Hasta que Sánchez Navarro-Neumann no escribe sobre la Estación de Cartuja no sabíamos las razones por las que se dedicó a la Sismología. Nos cuenta como a mediados de 1905 recibió la orden de sus Superiores de dedicarse al estudio de la Sismología. Para orientarse en aquel campo escribió a varios sismólogos importantes entre los que se encontraban el p. Alfani, S.P., al ilustre profesor de la Universidad de Estrasburgo, Dr. D. Emilio Rudolph, y al de Tokyo, Dr. Omori. Le contestaron recomendándole que adquiriera una serie de libros y una vez en su poder comenzó a estudiar para prepararse en aquel complicado pero atractivo campo de la Ciencia.

Este año visitó el Observatorio de Marina de San Fernando (Cádiz) donde conoció a Azcárate y por este tiempo conoció además a los Sr. Mier y Miura y a Comás Solá, director del Observatorio Fabra (Barcelona), con los tres trabó una gran amistad que perduró durante años.

El primer trabajo sobre Sismología trataba sobre el terremoto sentido en San Francisco de California el 18 de abril de 1906, todo gracias a que los sismógrafos de Cartuja obtuvieron gráficos notable

El primer trabajo sobre Sismología trataba sobre el terremoto sentido en San Francisco de California el 18 de abril de 1906, todo gracias a que los sismógrafos de Cartuja obtuvieron gráficos notables. Todos ellos preparados y analizados por el p. Ramón Martínez daban material para un trabajo, estos los cedió al p. Sánchez Navarro-Neuman. Entre ellos estaba el obtenido por la componente E. W. Stiattesi, estudiado en profundidad por Sánchez Navarro-Neuman siguiendo minuciosamente los trabajos del célebre profesor Fusakushi Omori, los de A. Sieberg, los de J. Milne y otros. Apareció el trabajo a primeros de julio de 1906 en la revista Razón y Fe.

Gracias a esta información sabemos que el Observatorio comenzó a formar una Biblioteca entre la que se encontraban varios artículos y libros enviados por el profesor Omori y las famosas Publications... japonesas, en los números 5 y 13 expone la clásica división en fases para el estudio de los terremotos. El prof. A. Sieberg había enviado su utilísimo libro Handbuch der Erdbebenkunde, el prof. J. Milne su Earthquakes y su Seismology, otras publicaciones insustituibles para los sismólogos eran el Bolletino della Società Sismologica Italiana, las Beiträge zur Geophysik y otros numerosos folletos, memorias y artículos que iban llegando hasta Granada.

Respecto a los terremotos y los conocimientos que se tenían en aquellos años sobre los ocurridos en España ofrecemos un dato muy revelador, la publicación de 1908 sobre los terremotos de 1904 realizada por la Oficina Central de la Asociación Sismológica, sita en Estrasburgo desde su fundación, en el Catálogo General de los macrosismos sentidos en todo el mundo figuraba España con tres terremotos, en el estudio de 1905 y 1906 figura con cinco y cuatro respectivamente.

Respecto a los terremotos y los conocimientos que se tenían en aquellos años sobre los ocurridos en España ofrecemos un dato muy revelador, la publicación de 1908 sobre los terremotos de 1904 realizada por la Oficina Central de la Asociación Sismológica, sita en Estrasburgo

Ante todo aquello el p. Sánchez Navarro dice: "En vista de todo esto, y para evitar en lo que permitiesen nuestros escasísimos medios el que hiciésemos un papel tan desairado ante los sismólogos extranjeros, nos decidimos á recoger cuantos datos pudiésemos sobre los terremotos sentidos en España, y á publicarlos primero en el Boletín Mensual de la Estación Sismológica de Cartuja (Granada), y después en conjunto, en castellano y en francés, esto último por no merecer, por nuestra incuria, el idioma que hablamos los honores de lengua científica".

Los primeros aparatos adquiridos para el Observatorio, nos dice Sánchez Navarro-Neumann, que eran buenos para la época pero su instalación fue defectuosa, faltaba espacio para los investigadores y los aparatos por lo que pronto se tuvieron que introducir cambios y mejorar la Sección de Sismología para la que fue encargado.

El p. Due nos recuerda que la deficiencia de los sismógrafos Stattesi era frecuente entonces en muchas estaciones sismológicas pero la principal dificultad era de orden económico para poder procurarse otros mejores. Por tanto, el Observatorio contaba con dos Stiattessi horizontales y un vertical Vicentini, a ellos se añadió un Wiechert. Todos eran de masa reducida y pronto se vio la necesidad de adquirir o fabricar otros mejores.

El p. Sánchez Navarro-Neuman, preocupado por estas cuestiones, comenzó a estudiarlas en profundidad como nos dejó en su interesante trabajo titulado "Estudio comparativo de los instrumentos más usados en Sismología"[20], aquí vemos su profunda penetración técnica y práctica de la cuestión y su acertado análisis de la situación.

La trayectoria del Observatorio sufrió distintas modificaciones en su dirección y secciones, unas veces formó un solo observatorio como sucedió en los comienzos, otras veces dos secciones con su correspondiente director y a veces tres secciones distintas

Sobre los sismógrafos de aquel tiempo nos ha dejado el P. Due un párrafo que recogemos por la importancia que tiene, dice así: "Los constructores de sismógrafos de principios del presente siglo solían tender a un defecto fácilmente explicable y excusable en quienes hasta entonces se dedicaban a fabricar más frecuentemente registradores meteorológicos, apropiados para magnitudes físicas relativamente grandes, a diferencia de las sísmicas, expresadas casi siempre en milésimas de milímetro de amplitud; de aquí la construcción de unos y otros aparatos según las mismas y antiguas normas, dando a las palancas, ejes y trasmisiones sismográficas una masividad y solidez innecesarias y enteramente fuera de lugar; el excesivo peso de las piezas metálicas restaba así sensibilidad en el registro de las primeras fases, precisamente las de mayor interés, y ofrecían apenas una gráfica, vistosa si, pero menos útil de la llamada porción principal u ondas lentas superficiales"[21].

La trayectoria del Observatorio sufrió distintas modificaciones en su dirección y secciones, unas veces formó un solo observatorio como sucedió en los comienzos, otras veces dos secciones con su correspondiente director y a veces tres secciones distintas. Los directores que hasta el momento conocemos en las Secciones de Meteorología, Astronomía y Sismología son:

1.-  Juan de la Cruz Granero (1901-1904). Fundador del Observatorio[22].

2.-  José Mier y Terán (1904-1908).

3.- Ricardo Garrido (1908-1913).

4.- P. Juan Murillo.

5.- Cándido Guerrero.

6.- Ramón Martínez, director de Sismología (1902-1906).

7.- Manuel María Sánchez Navarro-Neumann (a partir de 1906 en Sismología y a partir de 1913 a 1932 en las demás Secciones)[23].

8.- Félix Gómez Guillamón (1932-1938).

9.-  Manuel María Sánchez Navarro-Neumann (1938-1940).

10.-  Antonio Due Rojo (1940-1967. Desde 1925 era Subdirector[24])

11.-  Teodoro Vives Soteras (1965-1968)

12.- Matías García Gómez (1969-1970)

Entre otras noticias sobre el Observatorio en estos años destacamos la participación y colaboración de algunas personalidades que hicieron posible la fundación y funcionamiento de este centro. En el Libro de firmas del Observatorio encontramos una relación de Bienhechores del Observatorio que copiamos por la importancia que puede tener para el conocimiento de su historia.

Entre otras noticias sobre el Observatorio en estos años destacamos la participación y colaboración de algunas personalidades que hicieron posible la fundación y funcionamiento de este centro. En el Libro de firmas del Observatorio encontramos una relación de Bienhechores del Observatorio que copiamos por la importancia que puede tener para el conocimiento de su historia

En el Álbum Observatorio Astronómico se conservan algunas fotos que nos dan nuevos datos sobre el centro. En una de ellas se dice que S. José es el Patrono principal del Observatorio y en otra que S. Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús, velaba por el centro. En otra fotografía vemos el Observatorio en construcción, en otra la Fachada principal, otras dos fotos del ángulo NE., otra de la fachada, otra del ángulo SW., otra de una Vista desde la capilla de la Virgen de las Angustias, otra del ángulo SE., varias fotos del interior y de los aparatos que estaban en funcionamiento en aquellos años.

En una foto curiosa nos encontramos la Consagración del Observatorio al Patriarca San José (21 Abril 1907), en otra un Cuadro alegórico (19 Marzo 1907), varias Fotografías del Sol de 14 y 15 de febrero de 1907 y agosto de 1908, etc. La labor científica del centro se puede resumir y sintetizar en dos palabras: observación e investigación.

La primera se traduce en una vigilancia constante para observar las diversas clases de fenómenos. El registro de todos ellos se hace automáticamente y con los resultados obtenidos se procede al estudio comparativo de los mismos, causas y circunstancias que los provocan. La investigación de todos los fenómenos lleva a realizar un estudio en ocasiones exclusivamente teórico pero necesario para el progreso científico. Otros estudios tienen sobre todo significado práctico como ocurre con la Meteorología en cuanto a los trabajos del clima, navegación marítima y aérea o para fines estadísticos y trabajos relacionados con la Agricultura. En cuanto a los estudios sismográficos la aplicación de transmisión de ondas sísmicas por el interior de la corteza terrestre, prospección minera y descubrimiento de filones metalíferos, relaciones de las vibraciones del suelo, condiciones de estabilidad de los edificios para resistir los terremotos, etc.

Como hemos dicho la llegada de Sánchez Navarro-Neuman a la sección sísmica, a la que se dedicó más de 30 años, se deben una gran cantidad de aparatos e instrumentos registradores de gran precisión y sensibilidad, la mayoría de ellos ideados y construidos por él y sus colaboradores. Gracias a sus trabajos y a sus instrumentos en el campo de la Sismología se ha dado a conocer en todo el mundo el nombre de Granada unido al de su Observatorio.

La feliz idea del p. Granero tuvo continuidad y a lo largo de los años se fue mejorando hasta convertirse en una institución cultural y científica de renombre no sólo en Granada, en España y en el extranjero.

En el trayecto en los años cuarenta nos dice B. Soria Marco que había de trecho en trecho unos postes de hierro con unos aros que representaban al sistema planetario. Al llegar al edificio y franquear la cancela encontramos unos jardines adornados con setos de boj

El Observatorio está a unos 450 m. del Colegio Máximo de Cartuja, los unía un camino entre parrales y olivos. En el trayecto en los años cuarenta nos dice B. Soria Marco que había de trecho en trecho unos postes de hierro con unos aros que representaban al sistema planetario. Al llegar al edificio y franquear la cancela encontramos unos jardines adornados con setos de boj.

En la fachada principal en el friso encontramos la inscripción latina: COELI ENARRANT GLORIAM DEI: "Los Cielos cantan la gloria de Dios". Sobre el edificio se puede ver el plano publicado en 1903 y otras referencias que hemos podido recuperar de las fotos antiguas, archivo y biblioteca del centro.

El IAA y Granada. En lo que a Granada se refiere, el CSIC había venido apoyando desde los años sesenta un intento llevado a cabo por la Compañía de Jesús, propietaria del Observatorio de Cartuja.

Este observatorio, que funcionó desde el año 1902, disponía en esa época de una estación de montaña situada en Sierra Nevada, en el Mohón del Trigo, a 2.605 m de altitud, que contaba con un pequeño telescopio Cassegrain de 32 cm de apertura que era utilizado conjuntamente con el Royal Greenwich Observatory (RGO) (Reino Unido) para llevar a cabo estudios de fotometría estelar. Disponía también la estación de un fotómetro automático, propiedad del Max Planck Institut für Aeronomie de Lindau (Alemania), cuya finalidad era la de proporcionar medidas de las emisiones del oxígeno atómico atmosférico para estudiar los fenómenos de luminiscencia nocturna.

En 1972 se estableció un convenio entre la Compañía de Jesús y la Universidad de Granada, en virtud del cual el Observatorio de Cartuja pasaba a depender de la propia Universidad, convenio que continúa vigente en la actualidad.

Hasta 1975 se habían llevado a cabo en el Observatorio de Cartuja tres tesis doctorales y cuatro de licenciatura. En esa época, se había convenido ya la creación del Centro Astronómico Hispano Alemán de Calar Alto (Almería), a la vez que habían sido establecidas las bases para la construcción del Observatorio de Pico Veleta, estación de observación del Institut de RadioAstronomie Millimetrique (IRAM), en una zona próxima a la estación del Observatorio de Cartuja.

El IAA toma personalidad propia

La propuesta de creación del IAA, realizada por el CSIC en Julio de 1975, tomaba en cuenta esta situación y, apoyándose en ella, asumía, como uno de los factores clave para que el nuevo Instituto pudiese adquirir una personalidad científica, la necesidad de disponer de medios propios de observación que, aunque modestos, pudieran permitir la realización de programas intensivos sobre líneas de investigación propias. Ello permitiría una notable independencia de criterios, así como una optimización del uso de los grandes telescopios accesibles en otros observatorios una vez que los medios observacionales propios hubiesen sido usados hasta el límite de sus posibilidades.

Al contrario de lo que sucedía en La Laguna, la Universidad de Granada no participó como tal directamente en el proyecto del IAA, con lo que el Instituto -sin infraestructura propia, con una mínima dotación económica, con muy escaso personal y sin un lugar físico en el que albergarse- puede decirse que partió de cero

Naturalmente, esto no constituía una forma exclusiva de actuación, pero sí la preferente. Únicamente trataba de subrayar la necesidad de aportar puntos de vista propios en este campo de la actividad científica, lo que se consigue con más facilidad si se dispone de instrumental, infraestructura y capacidad de actuación propias, independientemente de las necesarias e importantes colaboraciones con otros centros.

Siempre que se ha hecho referencia explícita a los primeros momentos del IAA, se ha destacado la dureza del punto de partida, así como la de los primeros pasos de su andadura. Al contrario de lo que sucedía en La Laguna, la Universidad de Granada no participó como tal directamente en el proyecto del IAA, con lo que el Instituto -sin infraestructura propia, con una mínima dotación económica, con muy escaso personal y sin un lugar físico en el que albergarse- puede decirse que partió de cero.

Después de múltiples dificultades, en febrero de 1976, el IAA encuentra una sede provisional en el Palacio de la Madraza de Granada, edificio en el que Yusuf I creó en el siglo XIV la primera "Madraza" árabe, traducción islámica del concepto de Universidad al uso en la Europa cristiana, y que fue remozado posteriormente en función de los diferentes usos a los que fue adscrito a lo largo de la historia.

En esta sede provisional el IAA continuó creciendo poco a poco en personal contratado y becario, resolviendo con buen ánimo las muchas dificultades que en cada momento surgieron y llevando a cabo un trabajo que nadie duda en calificarlo como excelente, a la vez que enormemente generoso

En esta sede provisional el IAA continuó creciendo poco a poco en personal contratado y becario, resolviendo con buen ánimo las muchas dificultades que en cada momento surgieron y llevando a cabo un trabajo que nadie duda en calificarlo como excelente, a la vez que enormemente generoso.

Los instrumentos de observación propios del IAA

La disponibilidad de instrumentos de observación propios se resolvió mínimamente por medio de un acuerdo establecido entre la Universidad de Granada y el CSIC, en virtud del cual todos los instrumentos disponibles en el Observatorio de Cartuja quedaron a disposición del IAA sin restricción alguna, a la vez que se habilitó una vía de colaboración científica entre el personal del IAA y el de la Universidad. Gracias a ello se pudo disponer de medios de observación propios que, aunque modestos, permitieron al IAA superar con éxito la idea de instituto de investigación moderno que se pretendía.

Es de destacar también en esta etapa el enorme esfuerzo llevado a cabo para crear un grupo de instrumentación cuya finalidad era la de comenzar a trabajar en proyectos espaciales referidos a medir in situ emisiones de la atmósfera por medio de cohetes de sondeo. Los resultados obtenidos desbordaron las mejores previsiones, iniciándose así tareas que hoy han sido ya plenamente acreditadas en nuestro Instituto.

En 1978, el IAA se trasladó, también de forma provisional, a uno de los edificios que el propio CSIC posee en Granada, situado dentro del complejo de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ).

En 1978, el IAA se trasladó, también de forma provisional, a uno de los edificios que el propio CSIC posee en Granada, situado dentro del complejo de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ)

La necesidad de poseer unas instalaciones observacionales propias se concretó en sendas negociaciones con el Royal Greenwich Observatory (RGO) y el Observatoire de Nice que finalmente fructificaron en sendos convenios entre el CSIC y el Science & Engineering Research Council (SERC) inglés, por una parte, y el propio CSIC con el Centre Nationale pour la Recherche Scientifique francés, por otra.

Así, el CSIC se comprometía a la construcción del Observatorio de Sierra Nevada (OSN) en la falda del Pico Veleta y las instituciones extranjeras en contrapartida cedían sendos telescopios, de 60 y 75 cm respectivamente, para ser instalados en dicho observatorio y ser explotados conjuntamente. Esta situación llevaba consigo también la necesidad de que el IAA hubiera de procurarse nueva instrumentación, parte de la cual sería desarrollada dentro del propio Instituto.

Se empezó a pensar en disponer de instrumental básico de observación que fuese propiedad del Instituto para que éste pudiera llevar a cabo las tareas de investigación sin estar sometido a condicionamientos técnicos derivados por las cada vez más bajas prestaciones de los viejos telescopios disponible

Al mismo tiempo se fueron cimentando los esfuerzos ya realizados anteriormente con objeto de que las actividades del Centro pudieran ser llevadas a cabo en instalaciones definitivas en la ciudad de Granada, específicamente adaptadas a las peculiaridades de un instituto de astrofísica volcado hacia el futuro. Así, el CSIC, finalmente, aprobó la construcción de un edificio en unos terrenos que la propia institución poseía, cerca de la carretera de acceso a Sierra Nevada, para así facilitar el acceso desde la ciudad de Granada al Observatorio. Este edificio fue inaugurado en 1986 y, desde entonces, ha ampliado ya sus instalaciones debido a las necesidades de todo tipo que han ido apareciendo.

La situación del OSN, aunque mejor que la que inicialmente se afrontó en el Observatorio de Cartuja, distaba mucho de ser satisfactoria, por lo que también en este campo se trató de conseguir una solución duradera, ya que no definitiva. Se empezó a pensar en disponer de instrumental básico de observación que fuese propiedad del Instituto para que éste pudiera llevar a cabo las tareas de investigación sin estar sometido a condicionamientos técnicos derivados por las cada vez más bajas prestaciones de los viejos telescopios disponibles.

La idea tomó cuerpo definitivamente cuando, después de unos contactos iniciales, se pudo precisar un programa en el que el CSIC y la Academia China de las Ciencias se comprometían a colaborar en la construcción de dos telescopios de 0.9 y 1.5 m, respectivamente, y los equipos de control correspondientes, en unas condiciones económicas muy favorables para el CSIC. Firmados los correspondientes acuerdos en 1987, la instalación de los dos telescopios en el OSN comenzó en el verano de 1991.

Con la instalación de los dos nuevos telescopios parece ponerse punto final a una primera fase de dotación de instrumental de carácter básico, colocando al IAA en disposición de afrontar los nuevos retos científicos y técnicos que le son propios

Con la instalación de los dos nuevos telescopios parece ponerse punto final a una primera fase de dotación de instrumental de carácter básico, colocando al IAA en disposición de afrontar los nuevos retos científicos y técnicos que le son propios.

El Observatorio de Sierra Nevada (OSN) es un observatorio de alta montaña situado en el paraje de la Loma de Dílar, dentro de la estación de esquí de Sierra Nevada (Granada). El OSN es operado, desarrollado y gestionado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). El observatorio consta de un ediificio principal con dos telescopios de 0.90-m y 1.50-m de apertura, así como un telescopio IR semi-automatizado de 60-cm y un telescopio de 35-cm.

El Observatorio Astronómico Hispano-Alemán de Calar Alto está situado en la Sierra de Los Filabres, norte de Almería (Andalucía, España). Es operado conjuntamente por la Junta de Andalucía y el Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) en Granada, España. Calar Alto proporciona tres telescopios con aperturas de 1.23m, 2.2m y 3.5m. Un telescopio de 1.5m, también localizado en la montaña, es operado bajo el control del Observatorio de Madrid.

Día de Andalucía 2023:  medalla al Instituto de Geofísica de la UGR, sucesor del Observatorio de Cartuja. La Compañía de Jesús desde su fundación, manifestó su interés por las Matemáticas, la Astronomía y las Ciencias. En el siglo XIX fundó el primero observatorio sismológico en ManilaY en 1902 se inauguró el Observatorio de Cartuja, en Granada.

Como doctor en Ciencias Geológicas por la Universidad de Granada deseo felicitar al equipo director del Instituto Andaluz Universitario de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos, con sede en Granada, que ha sido reconocido con la Medalla de Andalucía de la Investigación, la Ciencia y la Salud con ocasión del Día de Andalucía.

Todos hemos recibido con agrado en la prensa esta noticia. Los que nos hemos movido muchos años en los extensos territorios de las Ciencias de la Tierra nos alegramos con esta noticia que tiene más calado del que parece.

En Instituto de Geofísica de la UGR aglutina en la actualidad a diversos grupos de investigación, con recursos y medios siempre limitados para avanzar en el conocimiento, el desarrollo y la innovación en estos campos. Este centro destaca por su innovación en campos de la geofísica y la sismología, y en la prevención de desastres sísmicos y volcánicos.

Este instituto Andaluz de la Universidad de Granada ha creado y mantiene – entre otras cosas- la Red Sísmica de Andalucía y proporciona información al Servicio de Protección Civil de la Junta. Ubicado en Granada, su germen se encuentra en el Observatorio de Cartuja, inaugurado en junio de 1902 por los jesuitas de entonces que creían en la necesidad del diálogo entre la ciencia y la religión en una época muy revuelta.

La Compañía de Jesús, que ya contaba en el área de la Cartuja granadina con edificaciones tan emblemáticas como el Colegio Máximo desde finales del siglo XIX, es la responsable de la edificación, planificación científica, construcción de aparatos, creación de redes del Observatorio de Cartuja, cuya iniciativa de creación arranca en 1901.

Notas al pie de páginas:

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  • [1] Por las noticias que se conservan en el Archivo de la Compañía de Jesús y en los fondos del Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos en Granada, sabemos que el P. Due nació en Málaga el 12 de febrero de 1898 y que murió en Cartuja (Granada) el 7 de Enero de 1975. Tras sus estudios medios y de Bachillerato, ingresó en la Compañía de Jesús el 1 de octubre de 1915. Fue ordenado sacerdote el 29 de Julio de 1928. Renovó sus votos en Profesión religiosa solemne el 2 de febrero de 1933. Sobre su vida se conservan dos notas necrológicas publicadas en los periódicos granadinos “Ideal” y “Patria” y una reseña en “ABC”. Fue Director del Observatorio de Cartuja, Rector y Profesor de la Facultad de Teología1 . Antes de ordenarse sacerdote se dotó de una amplia formación, terminó sus estudios de Filosofía, enseñó Ciencias Naturales y Astronomía en Cartuja (Granada) en el curso 1923-1924. Tras concluir su formación teológica fue designado subdirector del Observatorio Astronómico y Sismológico de Cartuja (Granada), propiedad de la Compañía de Jesús, en el año 1930, aunque, en realidad, como él mismo nos comenta, ejercía el cargo desde 1925. Sabemos que se doctoró en Filosofía y Teología
  • [3] El jesuita p. Ricardo Garrido García nació en San Fernando (Cádiz) en 1878 y falleció en El Puerto de Santa María en enero de 1959- Ingresó en la Compañía en 1900 y fue ordenado sacerdote en 1915. Hacia 1906 y 1907 colaboró con el recién creado Observatorio de Cartuja. Su vida jesuítica se centró casi toda en Cádiz, pero también estuvo destinado a Málaga, Sevilla y Granada.
  • [4] Garrido, Ricardo, S. J.: "Beneméritos del Observatorio de Cartuja" en La Estación Sismológica y el Observatorio  Astronómico y Meteorológico de Cartuja (Granada) a cargo de PP. de la Compañía de Jesús. Memorias y trabajos de vulgarización científica. Imprenta Gráfica Granadina, 1921, pp. 88-91.
  • [5] SÁNCHEZ-NAVARRO NEUMAN, Manuel María. "En nuestro Observatorio. Reformas importantes", Boletín del Observatorio de Cartuja, 1925, Mayo, 2 págs.
  • [6] El P. Due Rojo nos dice que salieron del Colegio de la Compañía de Jesús en Granada el día 24 de Mayo de 1900, se dirigieron a Tobarra porque allí se podía observar en su totalidad el día 28. Aunque la distancia entre Granada y Tobarra en línea recta es de 230 km., tuvieron que recorrer 600 km., por la intrincado de la línea ferroviaria al tener que rodear por Bobadilla, Córdoba y Alcázar de San Juan, tuvieron que viajar durante dos días llegando a su destino el 26. El P. Juan de la Cruz Granero era Rector del Colegio, el P. Ramón Martínez era profesor de Física y les acompaño su ayudante el Hermano Luis Hurtado. Según el P. Sánchez Navarro Neumann el eclipse tuvo lugar el 31 de mayo de 1900.
  • [7] Esta información la recoge el P. Antonio DUE ROJO: "El cincuentenario del Observatorio de Cartuja", Urania, 234, Año XXXVIII, 1953, pp. 67-80 y en "El Observatorio de Cartuja", Cincuentenario Cartuja, 1944, pp. 78-80.
  • [8] SÁNCHEZ-NAVARRO NEUMANN, Manuel Mª, S. J.: "Estación Sismológica de Cartuja (Granada). Breve noticia y resumen de los trabajos realizados en 1914", Boletín del Observatorio de Cartuja, Diciembre 1914, pp. 1-4.
  • [9] B. SORIA MARCO: La Cartuja de Granada y el Observatorio Astronómico-Geofísico. Obra de arte y científica con 51 ilustraciones. Madrid, 1942, pág. 107.
  • [10] El P. Due nos dice en la Memoria de 1941 que la situación geográfica exacta es Latitud 37° 11´ 24´´ N. Longitud 14 m.23´5 s. W. de Greenwich, Altitud 774,37 m.
  • [11] El P. Due Rojo nos dice que era una gran ecuatorial (Ø = 330 mm; F = 5´35 m.), adquirido desde la fundación, se añadió poco después otro Grubb (Ø = 152 mm.; F = 2´30 m), un espectrógrafo Littrow autocolimador con todos sus accesorios y un macromicrómetro Hilger. Con ello se lograron algunos trabajos sobre espectrografía solar.
  • [12] En el Catálogo de 1905 (pág. 6-7) correspondiente al Collegium Granatense, ya están el p.  Ramón Martínez (de 57 años, nacido en 1847, que trabaja en el Observatorio), José Mier Terán (profesor de cosmología, matemáticas y química, que trabaja en el Observatorio) y Manuel Sánchez Navarro (sic) (que estudia teología privadamente). No dice que sean sacerdotes ni escolares.
  • [13] El p. Antonio Due Rojo (de origen danés, y profesor en el Colegio Máximo de Cartuja, había nacido en Málaga en 1898 y fallecido en Granada 1975.   Antonio Due Rojo  fue director del Observatorio desde 1940 hasta 1964, Rector y Profesor de la Facultad deTeología. Antes de ordenarse sacerdote se dotó de una amplia formación, terminó sus estudios de Filosofía, enseñó Ciencias Naturales y Astronomía en Cartuja (Granada) en el curso 1923-1924. Tras concluir su formación teológica fue designado subdirector del Observatorio Astronómico y Sismológico de Cartuja (Granada), propiedad de la Compañía de Jesús, en el año 1930, aunque, en realidad, como él mismo nos comenta, ejercía el cargo desde 1925. Sabemos que se doctoró en Filosofía y Teología". El gobierno de la II República expropió a los jesuitas del observatorio en 1932. El Observatorio de La Cartuja estuvo agregado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Como en tantos otros jesuitas, perfecta conciliación ciencia-fe, predicando con el ejemplo, y en una época en la que no se favorecía a la gente que tenía hábito. Ha sido mucho lo que los jesuitas han hecho por la ciencia, y mucho lo que la Iglesia Católica a través de ellos ha demostrado sobre conciliación ciencia-fe con hechos concretos.
  • [14] DUE ROJO, Antonio, S. J. : ""El Observatorio de Cartuja", Cincuentenario Cartuja, 1944, p. 78-80 y "En el Cincuentenario de la Estación Sismológica de Cartuja", Revista de Geofísica, 1958, pág. 1.
  • [15] GARRIDO, Ricardo, S. J.: "Estadística solar. Enero-diciembre 1920", en La Estación Sismológica y el Observatorio Astronómico y Meteorológico de Cartuja (Granada). Memorias y trabajos de vulgarización científica. Imprenta Gráfica Granadina, Granada, 1921, pp. 74-82, confr. pág. 74.
  • [16] Nos dice el P. Sánchez Navarro Neumann que también había fundado el Colegio de la Compañía de Jesús en Granada, su muerte se produjo en 1915. En su artículo "Trerómetro Granero" se expresa que el nombre del aparato estaba dedicado al fundador del Observatorio de Cartuja "y también del Colegio Noviciado del que aquel depende, R. P. Juan de la Cruz Granero, S. J., recientemente fallecido, y cuya santa memoria queremos honrar, dedicándole esta nuestra primera producción (después de su feliz tránsito), en el terreno de las ciencias que tanto amó, y a cuyo desenvolvimiento cooperó con la instalación del Centro Científico antes mencionado, observaciones astronómicas, lecciones y sabios consejos, artículos y conferencias científicas", pp. 119-120.
  • [17] Sabemos que el foto-heliógrafo fue donado por Sánchez-Navarro y José Mier y Terán. La ecuatorial Grubb fue comparada por doña María de la Soledad Lobatón, bienhechora del Observatorio.
  • [18] A partir de 1908 se comenzaron a construir bajo la dirección del P. Sánchez Navarro una serie de péndulos y nuevos modelos de sismógrafos cada vez más perfeccionados. El cálculo y la experiencia hicieron corregir los defectos que se iban observando y se consiguieron resultados muy satisfactorios. Entre ellos destacan los Cartuja bifilar, Cartuja vertical, péndulo invertido Berchmans (luego convertido en Cartuja Máximo), Belarmino y Canisio horizontales. Gracias a estos aparatos construidos en Cartuja alcanzó esta estación un puesto importante en la Sismología mundial en pocos años.
  • [19] SÁNCHEZ-NAVARRO NEUMANN, Manuel María, S. J.: "1903-1912. Diez años de actividad de la estación sismológica de Cartuja", Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, Imprenta de Eduardo Arias, Madrid.
  • [20] En la Revista de la Real Academia de Ciencias Española, 1908.
  • [21] DUE ROJO, Antonio, S. J.: "Notas y comunicaciones. En el Cincuentenario de la Estación sismológica de Cartuja (1908-1957)", Revista de Geofísica, 65, año XVII, enero-marzo de 1958, pp. 83-88, cf. Pg. 84.
  • [22] En una relación de Directores, Jefes de Secciones, Ayudantes y personal científico nos encontramos datos a veces contradictorios con los que nos proporcionan los escritos del P. Sánchez Navarro y P. Due Rojo. En esta relación escrita a máquina, sin autor conocido, nos dice lo siguiente: 1901 Director: P. Juan de la Cruz Granero y ayudantes: HH. Luis Camarero y Luis Hurtado. En 1902 el Director es el P. Granero, ayudante Luis Camarero, Jefe de Meteorología el P. Ramón Martínez y ayudante el H. Luis Hurtado. Sigue todo igual hasta 1905 en que encontramos de Director al P. Granero, Jefe de Astronomía al P. Mier y Terán y ayudante al H. Luis López, Jefe de Meteorología al P. Ramón Martínez y ayudante al H. Luis Hurtado, y Jefe de Sismología al P. Ramón Martínez y ayudante H. Luis Camarero.
  • [23] En la relación escrita a máquina nos dice que en 1907 estaba de Director el P. Sánchez Navarro Neuman, Jefe de Astronomía el P. Mier y Terán, ayudante H. Luis López, Jefe de Meteorología el P. Ramón Martínez, ayudante el H. Luis Hurtado y Jefe de Sismología el P. Manuel Sánchez Navarro Neumann y ayudante el P. Emilio Ortega.
  • [24] Realmente en 1965 fue nombrado Teodoro Vives pero el P. Due continuó firmando en sus escritos como Director hastan 1967.

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Bibliografía:

  • El Mundo Científico, Año V, Segunda época, Barcelona, Agosto 1903. pp. 356-358 y 501-502. Reproduce una foto sobre el Observatorio desde el exterior, otra del anteojo ecuatorial instalado en la cúpula, un plano del Observatorio en aquellos momentos y otra foto de los sismógrafos instalados en el pilar de la ecuatorial.
  • DUE ROJO, Antonio, S. J.: "Notas y comunicaciones. En el Cincuentenario de la Estación Sismológica de Cartuja (1908-1957)", Revista de Geofísica, 65, año XVII, Enero-Marzo 1958, pp 83-88.
  • "El Cincuentenario del Observatorio de Cartuja", Urania, 234, año XXXVIII, Abril-Septiembre 1953, pp. 67-80.
  • "El Observatorio de Cartuja", Cincuentenario Cartuja, 1944, Granada, pp. 78-80.
  • "Labor científica de Manuel Mº. Sánchez Navarro, S. J.", Boletín del Observatorio de Cartuja, Granada, 1941.- "El Observatorio de Cartuja", Carnet Guía de Granada, 6 págs.
  • "En el Cincuentenario de la Estación Sismológica de Cartuja (1908-1957). Texto mecanografiado, 10 págs..
  • Varias Memorias para el Patronato "Alfonso el Sabio", especialmente años 1949 y 1950. Texto mecanografiado.
  • GARRIDO, Ricardo, S. J.: "Beneméritos del Observatorio de Cartuja" en La Estación Sismológica y el Observatorio Astronómico y Meteorológico de Cartuja (Granada) a cargo de PP. de la Compañía de Jesús. Memorias y trabajos de vulgarización científica. Imprenta Gráfica Granadina, 1921, pp. 88-91.
  • "Estadística solar. Enero-diciembre 1920", en La estación Sismológica y el Observatorio Astronómico y Meteorológico de Cartuja (Granada). Memorias y trabajos de vulgarización científica. Imprenta Gráfica Granadina, Granada, 1921, pp 74-82.
  • Eclipse total de sol del 30 de Agosto de 1905: observaciones hechas en Carrión de los Condes (Palencia), por la Sección Astronómica del Observatorio de Cartuja (Granada), dirigido por los P.s de la Compañía de Jesús. Granada, 1905.
  • GUERRERO, Cándido, S. J.: "El Observatorio de Cartuja en el XXV aniversario de su fundación", Boletín del Observatorio de Cartuja, Junio 1927.
  • HURTADO, Luis, S. J. : "Observaciones meteorológicas de los años 1902-1942", Boletín del Observatorio de Cartuja.
  • MIER Y TERÁN, José Mº.: "El eclipse total de Sol del 30 de Agosto de 1905". Publicación del Observatorio. Granada, 1905.
  • "Bulletin de l´activité solaire Janvier-Août 1906", Ciel et Terre, an. 11, 1906, pp. 184, 256, 320, 365 y 444.
  • RUIZ CASTIZO, J. y GALÁN, G.: - El eclipse total de sol de 1905: descripción del fenómeno y exposición sumaria de sus causas y circunstancias de mayor interés. Prólogo del Excmo Sr. Director del Observatorio Astronómico de Madrid, Madrid, 1905.
  • SÁNCHEZ-NAVARRO-NEUMANN, Manuel María, S. J.: "La station séismologique de la Compagnie de Jesús a Cartuja (Espagne)", Extrait de la Revue des Questions scientifiques, 20 septembre 1932, pp 247-253.
  • "La Station Sismologique de Cartuja (Granada)", Publié dans la "Rapport sur l´organisation du Service Sismologique en Espagne. Union Géodésique et Géophysique Internationale. Section de Sismologie. Seconde Assemblée Générale de Madrid, Octobre, 1924, 11 págs.
  • "1903-1912. Diez años de actividad de la Estación Sismológica de Cartuja", Asociación Española para el Progreso de las Ciencias. Congreso de Madrid, Madrid, 1913.
  • "La estación sismológica de Cartuja (Granada), a cargo de un P. de la Compañía de Jesús, y su labor científica (1903-1928)", Conferencia pronunciada con motivo del XXV aniversario del Observatorio. Granada, texto mecanografiado.
  • "En nuestro Observatorio. Reformas importantes", Boletín del Observatorio de Cartuja, Mayo, 1925, 2 págs.
  • SORIA MARCO, B.: La Cartuja de Granada y el Observatorio Astronómico-Geofísico. Obra de arte y científica con 51 ilustraciones. Madrid, 1942, pág. 107.

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Leandro Sequeiros es presidente de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta) y director del Área de Conocimiento: Interdisciplinariedad y Ciencias de la  Naturaleza. Es doctor en Ciencias Geológicas y Catedrático de Paleontología. Ha sido profesor de Filosofía de la Naturaleza y de la Ciencia, de  Antropología Filosófica y de Teoría del Conocimientoa en la Facultad de Teología; director Adjunto de la Escuela Universitaria de Formación de Profesorado de Úbeda y profesor de Metodología de la Investigación en el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Córdoba.