Adiós a uno de los establecimientos más emblemáticos de la capital

Cierra la farmacia Zambrano, la más antigua y artística de Granada

E+I+D+i - G.P.F. - Sábado, 23 de Diciembre de 2017
La farmacia Zambrano, la más antigua y artística de Granada, y uno de los establecimientos emblemáticos de la capital granadina, cierra y con ella se va una historia que te contamos.
Aspecto de la botica de Reyes Católicos, hace pocos meses, con un aspecto muy similar a cómo la decoraron en 1876.
Indegranada
Aspecto de la botica de Reyes Católicos, hace pocos meses, con un aspecto muy similar a cómo la decoraron en 1876.
  • Ya figuraba abierta en 1733 como Botica del Carbón, aunque en la calle trasera a Reyes Católicos

Ha cerrado la famosa farmacia Zambrano de Granada. Era la más antigua y artística de la ciudad. Estaba situada en la calle Reyes Católicos, 24. Conservaba el aspecto de cuando fue ubicada en los bajos  de ese edificio, en 1876, aunque anteriormente había estado muy cerca. Me aseguran que se traslada a una zona más poblada y con más negocio de la zona oeste de la ciudad de Granada (tras la Estación de Autobuses, en calle Ovidio).

Persianas echadas y carteles que anuncian el alquiler del local.

La botica conservaba un valioso botamen de finales del siglo XIX, además de una exquisita estantería de madera de caoba y un techo forrado de un lienzo, que simula en realidad una pintura al fresco

La farmacia Zambrano era la sucesora de la de Juan López Rubio; este farmacéutico onubense la adquirió en 1876. Se trató de un joven de Alájar que llegó a estudiar Farmacia a Granada en la cuarta promoción de la Facultad (1854-8); contrajo matrimonio con una hija de los banqueros Rodríguez-Acosta y se introdujo en el mundo de los negocios. Juan López Rubio fue uno de los promotores de la introducción del negocio del azúcar en Granada y, también, promotor de la construcción de la Gran Vía de Colón, a partir de 1895.

Foto de la farmacia Zambrano, en el primer tercio del Siglo XX.



En el Catrasto del Marqués de la Ensenada (1752) figuraban 18 farmacias abiertas en Granada capital. Pero, desgraciadamente, no podemos saber quién era el titular de la Farmacia del Carbón, ya que solamente figuran los nombres de los farmacéuticos y el correspondiente valor fiscal. No olvidemos que este catastro se hizo con fines hacendísticos.
López Rubio adquirió la Botica del Carbón (así llamada por estar enfrente del Corral de Carbón, en la calle Mariana Pineda actual) en 1876. Entre 1856 y 1858 había sido embovedado el tramo del río Darro comprendido entre los puentes del Carmen (Ayuntamiento) y del Carbón, con lo cual quedó abierta la calle Méndez Núñez (actual Reyes Católicos). La nueva y ancha calle vio cómo todos los edificios que hasta entonces le daban la espalda, ahora comenzaban a ofrecer sus mejores fachadas a la nueva vía. El edificio fue construido por el maestro de obras Giménez Arévalo, amigo del farmacéutico-empresario y socio en los negocios y en la construcción de la Gran Vía.



Aspecto del río Darro (calle Méndez Núñez), antes de comenzar su embovedado. En medio se ve el Puente del Carbón, hoy bajo la calle Reyes Católicos.


El farmacéutico López Rubio popularizó unos curiosos frasquitos que entregaba conteniendo las fórmulas magistrales que elaboraba en su laboratorio; este taller lo tenía situado en el sótano del edificio, lindero con el lecho del río. De ahí que se le inundara cada vez que se atoraba el cauce embovedado o cuando ha habido grandes crecidas. En la imagen, Juan López-Rubio Pérez, el farmacéutico que construyó el actual edificio de Reyes Católicos y la trasladó a la nueva calle Méndez Núñez (en 1876).
La botica conservaba un valioso botamen de finales del siglo XIX, además de una exquisita estantería de madera de caoba y un techo forrado de un lienzo, que simula en realidad una pintura al fresco.



Botecillos de cerámica en los que el farmacéutico Rubio Pérez (sucesor de López Rubio) entregaba sus fórmulas a los clientes.

Pero antes de que López Rubio la comprase en 1876, esta farmacia del Carbón ya había pasado por varias manos. Conocemos que en 1733 su propietario era Domingo García, pues así lo atestigua un almirez que había en la farmacia. En 1752 la vendió a otro farmacéutico cuyo nombre desconocemos. Durante la mayor parte del sigo XX esta farmacia ha estado ligada a la familia Zambrano, últimamente a Diego Zambrano Torres (fallecido en 2008) y a su mujer, María Antonia Rojas. La farmacia era uno de los comercios más fotografiados por los turistas de Granada.

Nuevo emplazamiento. Ahora se llama Gran Parque, un gran local que a la farmacia suma óptica, junto a la estación de autobuses.

Precisamente yo había escrito hace sólo nueve meses que este local debería ser declarado monumento de interés local. Ahora tiene la persiana echada y el local puesto en alquiler.