Abanderado de la economía crítica, defiende el trabajo garantizado, un sector público fuerte y una UE para la gente

Eduardo Garzón: Otra Economía es posible

E+I+D+i - Juan I. Pérez - Sábado, 21 de Mayo de 2016
El economista Eduardo Garzón (Logroño, 1988), uno de los abanderados de la economía crítica, defiende que otro modelo económico, opuesto al capitalismo salvaje y al neoliberal, es posible. Que fije la prioridad en las necesidades de la población, cree riqueza para todos y todas. Propone el trabajo garantizado, articulado a través de los ayuntamientos, y plantarse ante la Unión Europea para exigir el fin de los recortes y de la austeridad y volver al contenido social de sus orígenes. Sin miedo a pensar en la salida del euro, como recurso. Eso sí, con otro Gobierno radicalmente más sensible.
Eduardo Garzón, el pasado jueves en Granada.
P.V.M.
Eduardo Garzón, el pasado jueves en Granada.


Eduardo Garzón expone su alternativa econòmica allí donde le llaman. Y, desde hace un tiempo, pese a luchar contra la corriente oficial que todo lo domina, aparece con frecuencia en tertulias televisivas. Licenciado en Economía , en Administración y Dirección de Empresas y Doctorando en Economía..Máster de Economía Internacional y Desarrollo. Colaborador y coautor de varios libros, entre ellos, “El Trabajo Garantizado. Una propuesta necesaria contra el desempleo y la precarización”, de la editorial Akal, cuyos coordinadores son Adoración Guamán y Alberto Garzón.  Asesor en el gabinete de economía del Área de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid.Esta semana pasó por Granada, invitado por el área de Juventud de IU Granada para pronunciar una charla en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada sobre el trabajo garantizado. Antes, compartió conversación con El Independiente de Granada sobre economía. Este es el resumen de sus reflexiones.

Economía critica 

La economía y la política son dos caras de la misma moneda. Cualquier decisión económica conlleva intereses políticos: decidir invertir y cuánto, por ejemplo, en una fábrica o en un hospital. No hay una resolución matemática para eso ni es posible averiguarlo en una calculadora. En un mundo tan heterogéneo, con tanto intereses, la economía es una arma, una herramienta para ordenar la sociedad, los recursos existentes en beneficio de unos aunque eso sea en perjuicio de otros.
 
Eso llama la atención porque en las facultades de economías, en las escuelas de estudios económicos, en la tertulias de las televisión, en la barra de un bar no se explica.
 
Uno sale de la facultad de economía sin saber qué tipos de enfoque hay. No solo hay uno, hay enfoques diferentes. Por ejemplo, fijándote en el daño medioambiental que estamos causando o para que las empresas obtengan el máximo beneficio. Este último es que el que se enseña en las facultades. No te explican las diferentes formas, ni que ese es uno de ellos, Se sale con una sola visión de la economía.
 
Por eso, cuando alguien defiende una economía critica, recibe muchos ataques. Y eso que antiguamente, en el siglo XIX y principios XX, la economía era una ciencia multidisciplinar, con muchas formas de aproximarse.
 
Ahora, nos están rigiendo gobernantes que aplican la economía convencional típica, la que postula que el déficit público es malo, que hay que rebajarlo a toda costa, o que hay que rebajar los sueldos, con indiferencia del daño social y ecológico, que es malo para la gente. Y no se explica o no se brinda la oportunidad de explicar que hay alternativa, que hay otra economía que es factible y está muy investigada, no solo es cosa una gente que quiere un mundo mejor, hay otro modelo que explica con detalle cómo poder articular recursos para mejorar el bienestar de todos, no de unos cuantos.
 
Y no olvidar que vivimos un estatus quo en que unos pocos son unos privilegiados y muchos no solo no se benefician, sino que han sido perjudiciados. No es inevitable el modelo imperante. Es una decisión política de como se ha articulado la economía, pero no es ni muchos menos la única. Tenemos la tecnología de sobra para que todo el mundo pueda disfrutar de un nivel de vida digno.
 

Una alternativa válida para resolver la crisis

No todo el mundo sabe que el Banco Central Europeo está creando dinero de la nada, porque tienen esa autoridad, pero no para dárselo a gente, sino para dársela gratuitamente a los bancos que hacen negocio al prestarlo con intereses.¿Y por qué no dárselo a la gente directamente con los que pagar sus deudas con lo que los bancos también saldrían beneficiados? Es una decisión política para al fin y al cabo mantener un chiringuito financiero y bancario que tiene mucho poder y que influye en las decisiones políticas y económicas de la Unión Europea y en países.
No digo dárselo a la gente porque sí, y sin  límites, sino con un plan que atendiendo a las necesidades de la comunidad genere puestos de trabajo. Hay muchas necesidades que cubrir para mejorar la educación, la sanidad, de cuidado a personas o el medio ambiente y disponemos de la capacidad y de los recursos. Si hay cinco millones de parados, por qué no crear empleos para trabajar en beneficio de la comunidad. Cada mes el Banco Central Europoe genera 60.000 millones de euros para dárselo a los bancos sin intereses. Por qué no destinar ese dinero para financiar la creación de esos puestos de trabajo de utilidad social y ecológica.
 
Es una forma de crear empleo y mejorar servicios públicos. Es una forma a corto plazo de darle un impulso a la actividad económica, y no solo, que también,  de mejorar la situación de precariedad y de pobreza de muchísima gente.
 

Eduardo Garzón. P.V.M.

Un banco público y u sector público fortalecido

Un banco público sería lo ideal. A la hora de dar crédito es mucho mejor que esté canalizado siguiendo criterios de rentabilidad social y productiva. Ahora, los bancos privados solo atienden la rentabilidad económica: si obtienen beneficio dan dinero y si no, no. Eso excluye a pequeñas y medianas empresas… La banca va a tiro fijo y solo conceden dinero a las grandes empresas que creen casi seguro que se lo va a devolver.
 
Pero no solo a través de un banco público. El estado gasta dinero con todas sus infraestructuras en inversión social y ecológica que crea empleo y satisface las necesidades de la comunidad. Hay que mejorar eso, porque el sector privado no lo hace porque no le sale rentable. Que lo haga el sector público que no debe regirse por criterios de rentabilidad.
El Banco Central Europeo que genere dinero para crear puestos de trabajo desde el sector públicos que redunden en el beneficio de la comunidad.
 

Otro modelo económico es posible

Es absolutamente posible con criterios técnicos. Tenemos los recursos materiales y humanos, el conocimiento, la maquinaria, las tecnologías, y aunque ahora la sociedad está muy formada se puede formar a quien lo precise.
 
Lo importante lo tenemos. Pero el Banco Central Europeo, que es el único que puede generar dinero, igual que lo crea para los bancos, que lo haga para para el gasto público.
 
El problema es político. Hoy los gobernantes no están por la labor. Cuando dicen que no se puede es que no quieren, que la economía no debe regirse de esa forma. Piensan que debe ser la empresa privada la que cree puestos de trabajo. Se oponen por cuestión política, es la otra cara de la moneda. 
Es técnicamente factible pero es necesario cambiar la voluntad política para llevarlo a cao. Y no solo las instituciones españolas y europeas, también en la calle. Es necesario que la gente tenga el valor y ánimo de defenderlo, de apoyarlo y valorar lo que se hace.
Si un Gobierno crea trabajo en el sector público, sin que la gente lo entienda o lo valore, ese camino está destinado al fracaso.
 
 

Por eso es necesaria mucha pedagogía. Sirva el ejemplo de Siryza en Grecia La UE se le echó encima y la gente salió a la calle a defender su gobierno a plantarle cara a la UE. El desenlace no fue el deseado, pero la gente salió a la calle. Luego, en el referéndum 61 por ciento dio el apoyo a su gobierno.

La salida del euro, una alternativa

La economía española podría salirse del euro. Sería la forma rápida de desvincularse de los principios neoliberales que impregnan el proyecto político y económico del euro. Reducir más y más rápido el déficit no tiene base científica. Reducirlo a toda costa con independencia de lo que tengas que arrasar en tu país es una locura que no tiene sustento científico.
La solución ideal sería que la eurozona dejara de guiarse por la política neoliberal y centrarse en los problemas de la gente. Pero la correlación de fuerzas actual no está por la labor. 
 
Así que una alternativa sería desvincularse del euro y empezar en tu propia casa aplicando otra economía.
 
Tiene muchos inconvenientes pero no es el fin de mundo como lo quieren pintar. Salirse del euro y desvincularse del actual proyecto sería una posibilidad pero creo que aunque es difícil saberlo y a pesar de los muchos inconvenientes, las ventajas superarían a los inconvenientes. 

Una Unión Europea de la gente, más social que económica

En su origen estuvo pensada así. Pero empezó a impregnar el neoliberalismo, los recortes de salarios, la liberalización, la reducción del sector público… el proyecto económico pensado para las grandes empresas y menos poder para las clases trabajadoras. Hay que volver a las personas. Una unión pensada por y para la gente.
 
Es necesario plantear a la UE que hay un proyecto económico que se puede realizar, que precisa financiación para ello, sin provocar ningún desequilibrio macroeconómico. El déficit bajará y la deuda, también, pero de otra forma a la que no estamos acostumbrados. 
Pero para ello, necesitamos el respaldo político, una correlación de fuerzas. De lo contrario, el atajo es salirse del euro.
 
No sería ningún fin del mundo. Ningún gobernante de la elite de la UE pemitiría la salida de España de la UE, cuando su peso es del 14 por ciento. Hay margen para negociar y tensar la cuerda.

El mito de la inflación 

Plantea que no hay que tenner miedo a una salida del euro. P.V.M.

Hay un mito que te lo enseña: si creas dinero valdrá menos. Pero es una verdad a medias. Todavía no hemos llegado a ese límite y hay margen para actuar. La actividad económica está infrautilizada, al 60 o 70 por ciento. 

 
Si la gente tuviera más poder adquisitivo, compraría más en las tiendas de barrio… consumiría más y todos saldrían beneficiados.  Hay margen para crear dinero sin crear inflación. 
 

Trabajo garantizado

Se articularía a través de los ayuntamientos. La sociedad civil, individual o colectivamente, plantearía necesidades para mejorar los servicios que, una vez estudiados, se convertirían en puestos de trabajo.

Hay estudios que en el cuidado del medio ambiente se porían generar hasta un millón de pustos de trabajo y es solo un ejemplo, el cuidado de los dependientes…

Junto a eso, el reparto del trabajo con salarios digno y condiciones aceptables.

Declaraciones desafortunadas del presidente de la patronal

No hace falta ser economista para saber que lo que plantea (Juan Rosell, presidente de la Confederación Española de Empresarios) es desacertado. En su planteamiento hay gato encerrado y ese gato encerrado se llama sistema económico capitalista que genera  mucha riqueza, sí, pero concentrada en muy pocas manos, dejando a la mayoría de la población en la penuria.