Artículo de Opinión

Ataque a la Universidad de Granada

Política - Miguel Ángel Fernández Madrid - Jueves, 1 de Octubre de 2020
Miguel Ángel Fernández Madrid, edil socialista en el Ayuntamiento de Granada, afea a PP y Cs, y muy especialmente al alcalde, que no levanten la voz para denunciar la retirada por parte de la Junta de su aportación para el Aula Permanente de Formación Abierta, otro 'ataque' a la UGR.
El alcalde, en el acto de apertura del curso académico de la UGR.
Junta
El alcalde, en el acto de apertura del curso académico de la UGR.

Debería empezar este espacio quincenal que me permite El Independiente de Granada para cargar contra la irresponsabilidad del alcalde de Granada, el Sr. Luis Salvador, tras su positivo por coronavirus. No lo voy a hacer. Tiempo habrá de aclarar cuándo supo que algún trabajador cercano al alcalde había dado positivo y la apretada agenda institucional que llevó hasta que conoció la noticia. Desde aquí le deseo una pronta recuperación. Sin embargo, parece que no aprende y ha aprovechado su positivo para convertirlo en un espectáculo mediático. 

Baste decir que no está a la altura de su cargo, y si no lo está por motivos de salud pública, tampoco lo está en defensa de tantos y tantos temas trascendentales para el desarrollo de la ciudad, y más con la pandemia que estamos viviendo

Baste decir que no está a la altura de su cargo, y si no lo está por motivos de salud pública, tampoco lo está en defensa de tantos y tantos temas trascendentales para el desarrollo de la ciudad, y más con la pandemia que estamos viviendo. Luis Salvador funciona a golpe de titular. Titulares vacíos, huecos, una gran nada. Que va al Sacromonte de visita, pues anuncia que va a preparar un plan para declararlo Patrimonio de la Humanidad. Que va a comprobar labores de mantenimiento y le preguntan por la limpieza, pues suelta que Granada está sucia por culpa de los trabajadores de Inagra. Que tiene un presupuesto para trabajar por Granada, pues en vez de avanzar en su ejecución, se pone a cortejar a Vox porque piensa que así tiene garantizado el sillón. Y así podríamos continuar en este proceder tan fatuo como improductivo.

Tal vez yo esté equivocado, pero no hay asunto en el desarrollo de la ciudad que no incumba a un alcalde. No se trata sólo de una cuestión de competencias. Un alcalde tiene la obligación, a mi modo de ver, de preocuparse por cumplir con sus responsabilidades y exigir al resto de administraciones que cumplan con las suyas, especialmente en aquellos asuntos que, insisto, son fundamentales para el desarrollo de tu ciudad. La UGR aporta al PIB provincial más del 6%. Es nuestra primera industria. No parece una industria peligrosa: conocimiento, investigación, desarrollo. Una industria que no contamina, que nos ayuda a afrontar las crisis inmediatas como el coronavirus o las estructurales como las nuevas tecnologías, biomedicina, protección del patrimonio, cambio climático... Y así hasta un sinfín de cuestiones que afectan a Granada y a la humanidad en su conjunto. Retos globales que se estudian aquí, en esta pequeña ciudad de provincias. 

La Junta de Andalucía puede poner en peligro el futuro de esta industria granadina. La falta de financiación, de permanecer en el tiempo, pone en jaque el mañana de nuestra Universidad

La Junta de Andalucía puede poner en peligro el futuro de esta industria granadina. La falta de financiación, de permanecer en el tiempo, pone en jaque el mañana de nuestra Universidad. Y este ataque llega hasta lo inaudito con respecto al Aula Permanente de Formación Abierta. Un espacio de conocimiento para personas mayores de 50 años. Un espacio pionero, de calidad contrastada que otorga múltiples beneficio al alumnado en términos de bienestar físico y social y que supone, además, un valor añadido para nuestra ciudad. Estas personas mayores al permanecer en contacto con el saber se convierten en productores de cultura y en beneficiarios de múltiples producciones culturales que se desarrollan en nuestra ciudad. Aprovechar la pandemia, o no sé muy bien qué otra excusa, para quitar la aportación de la Junta de Andalucía al Aula Permanente no solamente es una torpeza sino una mezquindad que exige la mayor de las repulsas. Es una torpeza incluso en términos asistenciales: No tener un envejecimiento activo es causa de enfermedad, es un coste para el sistema. Y es una mezquindad porque éticamente y en términos de solidaridad entre generaciones les debemos a las personas mayores todo nuestro esfuerzo. En este caso esa correspondencia le cuesta a Andalucía 20.000 euros. Quitar esa aportación en un presupuesto millonario no es ni más ni menos que pura ruindad, y escuchar los argumentos de algún dirigente autonómico al respecto es una evidente mendacidad. 

El silencio de PP y de C´s en nuestro Ayuntamiento, especialmente del alcalde, los convierte en cómplices de esta torpeza y cometen, así, una irreparable injusticia. 

Es nuestra obligación responder ante tamaño atropello, es un deber cívico.